Partida Rol por web

La joven dió un paso al frente para mostrar que ella no era una guerrera. Si ese goblin se había arriesgado a salir de su zona segura, ella debía hacer también un gesto de buena voluntad.

Ese goblin, de aspecto famélico parecía un líder capaz y que sólo quería lo mejor para los suyos.

- No queremos haceros ningún daño. Sólo queremos haceros un única pregunta y nos marcharemos de aquí. Buscamos a alguien llamado Íñigo Sharpe ¿Sabéis algo sobre él?

Viendo que podían reaccionar de una forma poco amiatosa ante esa petición, pensó en alguna forma de demostrar ser amistoso.

- Se que vuestro pueblo ha pasado por muchas penurias. Dejadme que os haga un presente, como seña de buena voluntad.

Tenshia entregó su bolsa con todas las provisiones que habia preparado para el viaje. Agua y comida del otro lado del mar, que esperaba que fuera apreciada por aquellas criaturas que hace tanto habian quedado aisladas en su afán de exiliarse.

Roubhius no había entendido nada de lo que hablaron los primeros goblins que se acercaron, pero sí de lo que había dicho Thokyl. Y consecuentemente levantó el arco y apuntó al goblin que se acercó hacia ellos en segundo lugar...

No obstante la perspectiva de un combate sobre un suelo tan inestable no le atraía en absoluto así que cuando el goblin se puso a hablar en su tosco imperial levantó una ceja expectante y cuando Tenshiaentablo contactó bajó el arco intrigado por lo que el goblin podía contestar.

- Es humano, alto y desgarbado y con el pelo largo y grasiento...*

Cuando Thokyl ve a Tenshia dejar sus provisiones en el suelo arquea una ceja y lanza un bufido

- ¿De que criaturas cobardes que se esconden tras barco roto hablas? - añade su pregunta a la batería de sus compañeros.

A pesar de todo, parecía que aquellos goblins no estaban en principio muy por la labor de comenzar una pelea, algo que Rhona agradeció pues aquel lugar la ponía muy nerviosa y no confiaba ni siquiera en sus habilidades con el arco. De todas formas, ante el avance de aquel escuálido goblin hacia ellos, preparó su arco al igual que lo hacía Roubhius por si tuviera que usarlo.

Escuchó el cruce de palabras, primero las que no entendió y después las que sí, con Tenshia y, poniendo los ojos en blanco ante la insensatez que acababa de cometer la joven, esperó a ver qué sucedía y si conseguían alguna pista sobre Íñigo, aunque dada la descripción que Roubhius hizo de él dudaba que el goblin pudiera saber de quién se trataba, seguro que para él todos los humanos eran muy parecidos.

—Deberíamos buscar el campamento enano —insistió aún sabiendo que nadie la haría caso.

Aquel goblin estaba febril y parecía buscar la muerte solo que la acción de Tenshia lo dejó desconcertado. Miró la ofrenda de provisiones arrugando la frente, como haciendo un gran esfuerzo hasta decidir que aquel trofeo era más apetecible que una flecha en el pecho. Sin prestar atención a lo que se le decía, tomó la bolsa abarcándola con los brazos y volvió hacia las planchas trastabillando. Al llegar junto al resto de los goblins lanzó un grito de júbilo.

Detrás del parapeto tuvo lugar una intensa discusión a susurros y finalmente tres goblins de aspecto saludable se acercaron a vosotros con los garrotes al cinto. Uno con pista de ser más capaz que el resto hizo de portavoz usando el lenguaje del imperio de un modo correcto aunque con un fuerte acento goblin.

-Hola extranjeros. Sabed que estáis en nuestros dominios y que no toleraremos invasores. Pero si venís en son de paz y queréis parlamentar,  escucharemos.

Al ser preguntados por Íñigo Sharpe se apartaron para cuchichear entre ellos durante un buen rato mirando hacia el grupo de vez en cuando. Finalmente el portavoz tomó de nuevo la palabra.

-Íñigo no está aquí. Pensamos que los piratas pueden tenerlo y si lo tienen, seguramente le estén haciendo daño si no lo han matado. Esos piratas eran malos antes de llegar al manto y ahora se han vuelto locos y más malos. Son muchos si queréis atacarles de frente, pero podéis acercaros de noche.- Señala en dirección al Sureste.

Tenshia comenzó a esbozar una sonrisa en la medida que los goblins iban cuchicheando. Cada vez que estos se giraban, ella también lo hacía y risueña miraba a Rhona buscando un gesto de complicidad, de aprobación o quiza de ambas a la vez.

- ¿No son tan malos veis? Sólo defienden lo que es suyo. Ya han sufrido demasiado y no quieren volver a pasar por más derramamientos de sangre innecesarios. - dijo sabiamente la chiquilla que apenas medía más que el más alto de los enanos.

Por fin empezaba a salirle algo bien desde que habían puesto un pie sobre el manto. La joven deseaba salir de aquel lugar cuanto antes así que se calló muchas preguntas que le rondaban la cabeza.

¿Eran felices allí? ¿El manto era para ellos un refugio, una prisión o quizá la tierra que soñaron?

Demasiadas dudas y poco tiempo para actuar.

- Os agradecemos vuestra ayuda. Tal y cómo dije, nos marchamos para no molestaros más. Este es vuestro territorio y lo respetamos. - continuó antes de intentar conseguir algo más que información...

Ahora que se había formado una relación de cierta cordialidad, estarían dispuestos a hacer algún tipo de trato.

- Ahora bien, si un puñado de los vuestros pudiera venir con nosotros y ayudarnos... a cambio les daríamos parte de lo que tengan esos piratas locos. Seguramente tengan algo que os hayan robado o algo que les pertenezca y que queráis. ¿Que os parece el trato?

Sobrevivir el manto debía ser muy duro y acabar con un posible enemigo y adquirir sus cosas era una oferta difícil de rechazar...

- Por mí se pueden quedar con todo... lo que no tenga que ver con Iñigo. Siempre que vengan sanos - el que vino solo no parecía ni cuerdo ni sano - y colaboren.

El tono de Roubhius era más tosco de lo habitual.

- Y que sea ya. Vosotros tres y alguno más por ejemplo. Quiero rescatar a Iñigo y largarme de aquí.

- Hummm... en medio del océano, sobre un manto de algas, con una barca mágica y aliado a un grupo de goblins... - murmura el enano que parece haber roto algún tipo de barrera mental - Cualquier aliado nos vendría bien. - añade en voz alta - Pagaremos todo lo que podamos y vosotros prevenís futuros problemas con los piratas.
 

Deseando que aquellas criaturas sepan contar, recuerda que vendría bien saber algo más sobre los piratas.

- Cuando dices muchos, ¿a cuántos de refieres? ¿doble que nosotros? ¿cinco por cada uno de los nuestros?

Y esta "tierra" no parece muy propicia para emboscadas ni incursiones, pero...

- Allí donde se refugian los piratas, ¿qué es? ¿su barco? ¿restos de animales? ¿por dónde se puede atacar y por dónde entrar sin ser vistos?

Tenshia vio como los goblins parecían estar tan interesados como ellos en acabar con los piratas.

A lomos de Okami comenzó a rodearlos mientras observaba sus reacciones.

- Se que habéis sido un pueblo oprimido. Esclavos de aquellos que dominan con puño de hierro sobre las demás razas, creyéndose superiores. - comenzó a decir intentando captar su atención.

- Se que sois un pueblo valiente que luchó antaño por su libertad y que ahora malvive en esta isla maldita. Vosotros no sois menos que cualquier otra de las razas que pueblan este mundo. Os merecéis un lugar al que llamar hogar, un lugar que sea seguro para los vuestros. - la joven empezó a mirarles uno a uno a los ojos mientras seguía a paso lento sobre el lobo del lobo.

- Reclamad lo que es vuestro. Luchad por el futuro de vuestros hijos. Expulsadles para haceros fuertes y reunir el valor para salir de aquí y buscar un territorio digno para vuestro pueblo. ¿Quién está conmigo? ¿Quién quiere dar un paso al frente y marcar la diferencia? ¿Quién esta listo para arriesgar su vida por algo que realmente valga la pena? ¡La libertad no os va a dar nadie, hay que luchar por ella! !Luchad hoy y seréis recordados! !Luchad y demostrad de lo son capaces los goblins! - gritó la chiquilla alzando su vara.

Terminó finalmente su discurso sintiéndose imbuida por la fuerza de la Gran Druida. Como si de alguna forma hubiera estado hablando a través de ella.

- Luchad por nuestra causa y haremos lo posible para sacaros de aquí y podáis tener una vida de prosperidad... - término de decir más calmada.

Aliarse con goblins no era lo que Rhona tenía en mente ya que consideraba que eran seres de los cuales no se podían fiar, pero si era cierto que Íñigo estaba retenido por piratas, muchos piratas, necesitarían ayuda y sólo esperaba que la que pudieran ofrecer los goblins no se volviera después en su contra

El arte de manejar las palabras no era algo que se le diera bien a la exploradora y sabía que la joven druida ponía mucha pasión y convicción al hablar, por ese motivo cuando Tenshia la miró para buscar su aprobación sólo asintió en silencio, pero su expresión era seria y recelosa.

Escuchó la arenga de la niña esperando que ls goblins le hicieran caso y, por lo menos alguno, los acompañaran de buea gana. El precio que fueran a pagar después estaba aún por ve, pero seguía preocupada por aquel extraño lugar y la forma en la que podía afectarles cuando comenzara la pelea.

-Ayudadnos ahora y nos iremos después. Vosotros os quedáis con los ttesorosde los piratas y nosotros con Íñigo.

Entre los goblins había algunos moderadamente fuertes aunque ninguno realmente fuerte que pudiera decirse que era un guerrero, la mayoría era débiles y había algunos realmente débiles y enfermos. Todos miraban con desconfianza a los recién llegados y su deseo de que los aventureros se fueran por donde habían venido era palpable. Se notaba que anhelaban expulsarles por combate con la misma fuerza con la que lo temían ya que muchos de los débiles perecerían en un enfrentamiento.

Cuando Tenshia avanzó a lomos de su lobo los goblins se escudaron gruñendo recelosos, pero cuando la joven druida habló de esclavitud y opresión dió en el clavo. Algunos bajaron la vista avergonzados de su debilidad y luego la alzaron para verla con una mirada por primera vez en mucho tiempo esperanzada.

Cuando Tenshia habló de expulsar a los piratas de sus tierras, los goblins más fuertes la jalearon. Y cuando planteó la posibilidad de sacarlos de aquel manto flotante algunos hablaron para dejar claro que el Mar Estrangulador era su territorio y que no querían ir a ninguna otra parte. Pero entonces otros alzaron la voz.

- Es una jinete de huargos, es una de los nuestros, es la respuesta a nuestras plegarias. Ella nos conducirá a un lugar mejor.

- Nooooo, el manto es nuestra nación, no traiccionaremos a la diosa del mar Sinoweneha, expulsaremos a los invasores y recuperaremos su favor.

- Sinoweneha es una diosa cruel como los tiranos que esclavizaron a nuestros ancestros, vayamos con la líder goblinesa de rostro pálido.

Los ánimos estaban encendidos entre los goblins, pero todos estaban de acuerdo en no desperdiciar la ayuda caída del cielo que suponía el grupo a la hora de acabar con los piratas y al menos los 4 más fuertes estaban decididos a participar en la incursión.

Las palabras de Rhona fueron suficientes para empujar a uno de los que dudaban a unirse a la expedición con lo que ya sumaban 5.

Algunos vieron en Tenshia la lider que les conduciría a la tierra prometida, otros sencillamente vieron la posibilidad de vengarse de las afrentas de los piratas, pero en cualquier caso todos terminaron por abrazar la idea de una expedición contra los piratas. Y aunque todos hubiesen querido participar, la mayoría estaban desnutridos o enfermos y salvo 6 el resto daría más problemas que ayuda.

Los 6 elegidos tomaron algunas provisiones que consistían en pescado ahumado y unas lanzas. Gracias a su conocimiento del terreno podían evitar los peligros del Mar Estrangulador, como una colonia de agresivos leones marinos o una zona habitada por extrañas criaturas fungaloides que se mimetizaban con el entorno y atrapaban a los incautos que se aproximaban demasiado.

Si partían inmediatamente, podrían llegar al campamento pirata antes del anochecer.

El grupo fue consciente que les acompañaban los únicos goblins capaces de defender su campamento, por lo que si morían en el asalto, el resto de la tribu quedaría indefensa y estaría destinada a perecer.
 

Roubhius había escuchado en silencio cómo hablaban sus compañeros porque no quería meter la pata. Los goblins eran sucios y traicioneros, seguro que se arrepentirían de contar con ellos.

Pero calló porque no era tan tonto como para ignorar que cuantos más fueran contra los piratas más probabilidades tendrían. Y menos de ser ellos un objetivo directo. Además, conocían el terreno, podrían ayudar... o traicionarlos.

Así que cuando 6 de aquellas criaturas se ofrecieron a acompañarlos estaba contento y receloso a partes iguales. Aprovechó el viaje para observarlos y cerraba la marcha en dirección al campamento pirata. Los demás podrían tacharlo de cobardía pero le daba igual. No les daría la espalda salvo que fuera necesario.

Thokyl examina a los goblins frunciendo el ceño.

- Vamonos, cuanto antes salgamos de este lugar mucho mejor - dice y empieza a andar, o más bien a tratabillear en el manto mirando cada poco hacia los goblins, nada preocupado de que se note su desconfianza. - Y cuanto antes nos libremos de la compañía aún mejor.

Habían conseguido, o más bien había sido la joven druida la que lo había logrado, que alguno de aquellos goblins los acompañasen. Podrían ser una gran ayuda llegado el momento, pero Rhona seguía desconfiando de ellos convencida aún de que deberían haber buscado el campamento enano.

Sin dejar de vigilar a Tenshia, la exploradora caminaba junto a Roubhius cerrando el grupo, pendiente de los movimientos de los goblins y esperando que no los traicionaran y se unieran a los piratas cuando llegaran a su destino.

El grupo avanzó todo lo rápido que era posible dentro de la lentitud obligada por el terreno y todavía quedaban dos horas de luz cuando se aproximaron al campamento de los piratas.

En una zona despejada se alzaba lo que debía haber sido un veloz bergantín y que se encontraba atrapado entre las algas que ascendían por sus flancos como enredaderas, entraban por las portas y enraizaban en su madera carcomida.

Delante del barco, sobre listones de madera, había una docena de bancos y sillas sobre las que se dejaban caer otros tantos humanoides, principalmente humanos, aunque también un semiorco, un halfling y probablemente algún que otro semielfo.

Había algo raro por las posturas contorsionadas de los piratas y sus rasgos deteriorados. Algunos bebían a sorbos en unas maltratadas jarras metálicas. En un momento dado uno de los piratas se acercó a unos barriles que hay en un extremo del campamento a rellenar su jarra. Aunque los piratas iban desarmados, junto a los barriles había apilados arpones y sables.

Sobre los listones apenas había una docena de piratas, pero probablemente dentro del barco habría más.

La joven druida parecía haber motivado a unnbuen puñado de goblins para su causa. El problema es que parecían ocultar algo. Y si no le contaban la verdad podían ser un aliado demasiado efímero.

Se acercó al primer goblin que dió un paso sl frente y se unió a la misión de acabar con los piratas. Parecía tener iniciativa y seguramente aspirara a ser alguien importante entre los suyos si es que no lo era ya.

Se acercó a su lado y le hizo un gesto para que ambos quedaran un poco atrasados, tanto de sus exploradores como de los compañeros de Tenshia.

- A los demás podrás ocultarles cosas, pero yo no soy estúpida. Dime, ahora que no nos oyen, que es eso que no me has contado. Una vez estemos en combate, quiero poder confiar en alguien que lucha a mi lado ¿Tu eres ese goblin?

La proclamada goblinesa de rostro palido cabalgaba con imponente armadura sobre su "huargo". Tenía que seguir ese papel para que se la respetara y no fueran engañados o utilizados.

- Seremos generosos con vosotros a menos que nos oculteis cosas o nos traicioneis.

Una vez terminada la charla, comentó lo que había hablado con el resto de sus compañeros. Al menos la parte qlennla que ella hacía las preguntas.

Finalmente llegaron al barco pirata, que parecía estar en mejores condiciones que el de los goblins. Quizá se pudiera llegar a reparar...

La luz del día les abandonaría muy pronto y luchar en plena oscuridad no le hacía mucha gracia.

- Propongo esperar a que duerman y atacar con la primera luz del alba cuando aún no se hayan despertado. Podría intentar llamar a una de esas orcas asesinas a nuestro favor... pero no se si seré capaz.

La idea de aprovechar la oscuridad sólo la apoyaría en caso de que hubiese algún fuego en el campamento en vez de oscuridad total...

Por cierto, aquí está el mapa.

Os he colocado de cualquier manera. En realidad tanto vosotros como los goblins (las G) en el mapa, podéis entrar por cualquier punto de la línea norte.

Los piratas son las P y esos sí están en su sitio.

Es todo terreno normal. De cara a la mecánica del juego no vamos a tener en cuenta el hecho de que sea terreno inestable a menos que alguien pifie. Cualquiera que se arrastre puede ocultarse entre el manto y avanzar arrastrándose oculto. Por lo demás no hay coberturas salvo el propio barco.