Partida Rol por web

Tras la funesta respuesta, intento seguir siendo amable con la bibliotecaria. - Y señora, ¿Sería posible hablar con el director de la biblioteca? Puedo asegurarle que no insistiría si no fuera algo realmente importante. Verá soy profesor de historia europea y mi colega es historiador, no disponemos de mucho tiempo y estamos realizando un estudio muy importante. Podríamos incluir sus nombres como colaboradores en la publicación del estudio si conseguimos consultar ese ejemplar. - Dije que una amplia sonrisa y tono tirando a dulzón, con la esperanza de alcanzar un acuerdo. - Le daré unos minutos para que pueda llamarle, estaré en la sección correspondiente buscando el otro ejemplar, puede avisarme si hay alguna novedad, muchas gracias.

Me retiré con pasos ligeros y le hice un gesto a Carter. - Estoy intentando conseguir el Vermiis, busquemos el otro, quizás en arqueología egipcia o mitología egipcia. Busca en ese estante y yo en éste. - Dije mientras ya estaba repasando los títulos de los ejemplares siguiendo los lomos uno a uno.

- Quiero un sandwich de esos... - Señaló sobre la carta un emparedado de atún y huevo duro. - Y me gustaría tomar también una infusión. Te rojo si tienen. 

Respondió entonces el detective. Dándole tiempo a Anna para que pidiera ella también. No obstante, ella no era tan rápida a la hora de decidir y empezó a ojear la carta de forma acelerada. Fue cuando ésta iba a pedir, cuando fue interrumpida por Artie, que cansado de esperar formuló una pregunta.

- Por cierto, venimos para investigar acerca de la granja cercana a Ross's Corners. - Hizo una pausa. - ¡Si! - Soltó una risotada. - ¡A mi también me parecen locuras, pero el periódico para el que trabajamos nos ha encargado investigar un poco el asunto! ¿Sabe de lo que le hablo, no?

La bibliotecaria recalca que tiene órdenes expresas de no molestar al Dr. Armitage, así que, se teme la señorita, va a ser imposible.

Algo frustrado, os marcháis para seguir el rastro del segundo de los libros. Por suerte, en esta ocasión el resultado es diferente. Tras casi una hora de búsqueda en la sección de Historia y Egiptología, aparece un ejemplar del libro que, según el diario de Merriweather, mencionó Marion Allen. Éste contiene un dibujo y una breve descripción de la pequeña caja con forma de sarcófago que ahora está en poder de los investigadores, y también dice que, aunque se sabe poco acerca de ella, algunos eruditos creen que pudo haber pertenecido al casi desconocido Nophru-Ka, un presunto usurpador del trono egipcio que vivió en tiempos de la XIV dinastía.

Se supone que el sarcófago se lo entregaron a Nophru-Ka los propios dioses y, según se dice, contenía ciertos espíritus a los que éste podía invocar para que se pusieran a su servicio. El libro menciona también que, en el momento en que se escribió, el sarcófago contenía un ámbar sin pulir con un insecto atrapado en su interior.

Durante años, la caja perteneció a una familia británica de sangre noble, pero fue robada de su mansión en 1876 y, desde entonces, nadie la ha vuelto a ver. El mismo capítulo dellibro incluye una traducción de los jeroglíficos que están grabados en el exterior:

Buscador de la sabiduría, servidor [hijo] de Yugr [Yoag] Setheth,

libertador del pueblo [los esclavos] de las aguas, portador de los espíritus de

Nar-Loth-hotep,

hijo de Thot, buscador de la sabiduría.

También hay una breve referencia a los extraños glifos que muestra la tapa en la parte interior, pero estos no se descifran ni se explican.

Cuando llegué a aquel edificio tuve cierto reparo en como se tomarían no que una compañera del gremio solicitara información, sino que una mujer lo hiciera. Aun era complicado para algunas personas vernos trabajando en puestos hasta entonces exclusivos de los hombres. Maravillosa fue mi sorpresa al encontrar que el director no solo accedió a mi petición, sino que contestaba a mis preguntas agradablemente, haciendo un alarde de memoria increíble.

Por desgracia, el nombre de nuestro cliente no le sonaba por lo que, con su permiso, bajé a los archivos para buscar en la hemeroteca cualquier información concerniente a aquella granja que Rupert decía haber comprado con sus amigos.

La habitación se encontraba en el sótano pues era el lugar en el que más fácilmente podían protegerse los documentos del calor, el sol y la humedad. Era una sala rectangular, iluminada por pequeñas lámparas de techo que proyectaban su haz de luz directamente contra el suelo, dando al lugar un aspecto lúgubre y oscuro. La temperatura era baja, por lo que casi agradecí la chaqueta que llevaba puesta. Tras presentar mis credenciales ante el archivero, le consulté por lo que quería buscar.

- Noticias de sucesos extraños, violentos o desagradables en las granjas de las proximidades durante los últimos años. También me vendría bien cualquier dato sobre leyendas o folklore local. –

Tras seguirlo, me llevó a través de pasillos de estanterías que alcanzaban hasta el techo y llenas de cajas y archivadores. Finalmente se detuvo en una, indicándome que tanto ese pasillo como los dos siguientes podría encontrar noticias locales de los últimos 5 años. También me señaló una mesa con una pequeña lámpara de mesa y una silla de madera algo sucia donde podía sentarme a revisar. Agradecí toda su ayuda y tras suspirar por el trabajo que tenía por delante, comencé a buscar.

- Bueno… Vamos allá -

Desde la barra, una mujer con ojeras y de unos cuarenta años que seca vasos con un trapo tras la barra alza la voz:

- ¡Jenn, tómales nota y no entretengas a los señores!

Jenn, indiferente a todo lo que le rodea, exclama:

- Un sandwich y un té rojo, okay. ¿Y su esposa? - Pregunta, mientras anota en su pequeña libreta.

La señora tras la barra sale de ella y se coloca el trapo al hombro mientras se acerca a la mesa. Cuando lo hace, Jenn recibe un golpe en la cabeza de la que parece su madre:

- ¡No es su esposa, idiota! Son periodistas y están trabajando. Lo acaban de decir. - Ahora, dirigiéndose a Artie y Anna, prosigue con un tono más calmado. - Ross's Corners es una aldea al este, cerca de aquí. No, no sabemos de qué habla, pero si van para allá tienen que coger la estatal dirección Worcester. Diganme, - ahora baja el tono al mismo tiempo que se inclina un poco para que los clientes no la escuchen, intentando dar un tono cómplice, aunque sólo llega a ser cotilla - ¿qué ha ocurrido por allí? ¿Una mujer ha dado a luz a diez niños o algo así?

Tras unas horas de intensa búsqueda infructuosa, únicamente encuentras dos cosas. Un breve recorte de periódico de agosto de 1883 donde se menciona a Marion Allen, el amigo de infancia de Rupert Merriweather y junto con el que él y cuatro amigos más compraron la vieja granja. La nota de prensa dice así:

ASESINATO EN EL PUERTO

NUEVA ORLEANS. El cuerpo sin vida del señor Marion Allen, natural de Arkham, Massachusetts, ha sido descubierto esta mañana cerca de los muelles de Gulf & Panama. Víctima de una muerte violenta, el fallecido fue identificado por testigos de la zona, que afirmaban haberlo visto en el lugar la noche anterior. Aunque el robo parece ser el móvil del crimen, a la víctima se le había cortado la lengua, según informa la policía. Al parecer, Marion Allen había acudido a comisaría a comienzos de la semana diciendo que lo seguían y que temía por su vida, y también llegó a afirmar que sus misteriosos perseguidores iban detrás de un artefacto egipcio que ya no estaba en su poder.

El otro dato son varios artículos pequeños anteriores, anotaciones más bien, fechados en marzo de 1882, tanto de la Gaceta de Arkham como del Arkham Advertiser, que hacen referencia a un carruaje que se cobró la vida de un estudiante e hirió de gravedad a otro más. Se menciona el nombre de Rupert Merriweather como uno de los estudiantes que iban en ese carruaje.

Ahora conocía el significado de los jeroglíficos, pero sin conocer el tipo de ritual o que era exactamente lo que contenía el ambar, sería difícil que quello pudiera ser de mucha ayuda. No tenía pinta de que pudiera conseguir echarle un ojo al De Vermiis Mysteriis, así que tendría que valerme de otros métodos o localizar otro ejemplar.

Le propongo tres tareas pendientes a Carter: Buscar otro ejemplar del Vermiis (quizas fuera posible que la bibliotecaria nos indicara lugares donde tenían mas copias del ejemplar), estudiar a fondo el resto de contenido de la caja y volver a buscar en los estantes algún otro libro que hablara sobre los personajes de las inscripciones, véase, Nophru-Ka, Yugr [Yoag] Setheth, Nar-Loth-hotep y Thot.

- Yo empezaré con la caja y buscando los libros, Henry, quizás tu le gustes mas a la bibliotecaria, prueba a preguntarle tú. - Dije poniéndome en pie para seguir investigando.

- ¡Ojalá! - Soltó una risotada. - Se ve que éste es un lugar muy tranquilo y pacífico. - Se acercó a la camarera. - Es sobre un tema más "escabroso", dígamos... - Hizo una pequeña pausa. - El tema es que nos han encargado venir a investigar acerca de un tema un poco extraño. Algo que pasó en esa granja. La Hermandad Oscura... - Se encogió de hombros. - La verdad es que ni idea de lo que es. Nos han dicho que hubo una secta o algo así. Si le soy sincera, he estado toda mi vida periodística en sucesos y bueno, el diario me ha hecho una buena con esta... - ​​​​​​Resopló. - ¿Le suena de algo?

Había sido una ardua tarea, pero finalmente había encontrado cosas, aunque me plantearon más preguntas que respuestas. Aquellos sucesos… parecían provocados por nuestro contratista. El objeto egipcio de la noticia… ¿Sería el mismo que había en la caja que el señor Merryweather nos había dejado? Si es así ¿Significaba que, en efecto, había matado a un hombre para conseguirlo?

Miré la hora y vi que se acercaba la hora en la que había quedado con mis compañeros por lo que intenté dejar todo apuntado en mi libreta, recogerlo todo y salir de allí. Sin embargo, aquellas noticias me habían puesto algo nerviosa por lo que antes de irme, con la excusa de despedirme del señor Fenris, aproveché para preguntarle específicamente por estas dos noticias por si pudiera darme alguna información complementaria.

Todo lo más que llegas a encontrar es una reproducción en un libro de unos glifos que se parecen bastante a los grabados en el interior de la tapa del pequeño sarcófago. El libro comenta únicamente que son símbolos muanos, es decir, que pertenecen a la legendaria civilización de Mu.

Respecto a Nophru-Ka, Yugr [Yoag] Setheth, Nar-Loth-hotep y Thot, no encuentras nada.

- Es horrible eso que cuenta - dice la camarera guiñando un poco los ojos y negando con la cabeza -, pero no sé nada de ello. Lo siento.

- ¿La señorita quiere lo mismo que el caballero? - Apunta Jenn, todavía sujetando el lápiz sobre la libreta.

- ¡Oh, sí! Sabía que había escuchado ese nombre antes. Rupert Merriweather. - Dice mirando las anotaciones de Rachel y asintiendo con la cabeza. - Por desgracia, no puedo decirle más. Tampoco es una noticia como para una primera plana, ¿no es así? - Dice devolviendo el cuaderno a la periodista.

Resoplo cansado de tanto rebuscar en los libros, no he sido capaz de encontrar nada de esos personajes tan curiosos de la inscripción. Lo único nuevo ha sido lo de los glifos, así que decido cambiar mi enfoque y ver si soy capaz de encontrar algo de utilidad sobre la civilización de Mu.

Tengo la vista cansada y la búsqueda se me hace cada vez más pesada, pero creo haber dado con un tomo que podría aportar información nueva a todo esto. Saco mi bloc y voy anotando todas las cosas que he decubierto antes y las que encuentro en éste nuevo ejemplar.

Sonreí amablemente al director.

- Le agradezco toda la ayuda que me ha prestado. Me será útil para el artículo que estoy montando. Que tenga usted un muy buen día.-

Con toda la información obtenida, salí del edificio y dirigí mis pasos hacia la Biblioteca de aquella pintoresca ciudad.

A pesar de tu enorme habilidad para buscar libros, no encuentras más información hacerca de ese extraño continente de Mu.

Me duele la espalda de tanto subir y bajar de las escaleras rebuscando hasta en el último rincón del estante. No hay nada potable, cuanto tiempo perdido. Resoplo, me estiro y regreso al escritorio. Es el momento de rebuscar con atención dentro de la caja. Saco el bloc para hacer un inventario de su contenido junto con la información que he recopilado sobre cada cosa hasta el momento.

Intento hacer memoria, no tengo estudios específicos de egiptología, pero eso no significa que no pueda saber ciertas cosas. Voy sacando todo lo que hay en la caja y lo pongo como si fuera una exposición sobre la mesa de trabajo. Anoto cada cosa en mi bloc, con un boceto de los objetos y sus cualidades mas llamativas.

Estoy seguro de que puedo recordar algo de los numerosos proyectos de investagación en los que he trabajado a lo largo de mi carrera.