Partida Rol por web

Un extenso y amplio pasillo se extiende nada más salir de la clase...

Los alumnos pueden por él caminar a gusto, sin tener que bajar la voz siquiera...

Éste es uno de los tantos pasillos de la Academia, que comunica con otras clases...

Setsuna y Yui caminan con paso tranquilo por el pasillo...

No les preocupa demasiado dónde están con exactitud, puesto que recuerdan, aunque no con una claridad extensa, que cercano a donde se hallan, las clases están allí...

De hecho, hace algunos segundos, antes de llegar al punto en el cual se encuentran, habían visto un cartel que rezaba: "1º C"...

Así pues, por mucho que suene el timbre, será fácil llegar a tiempo, puesto que los primeros A y B, no deben de estar demasiado lejos...

De repente, el sonido de un violoncelo, tocado con absoluta maestría, distrae a ambas de su conversación... Parece incluso que el sonido está muy cercano a ellas...

Pero... ¿Quién será?

Es un misterio...

Yui escucha asombrada la melodía que llega hasta ellas. ¿Quién podría tocar así? Aún tenían tiempo antes de que empezaran las clases, así que Yui envía una suplicante mirada a Setsuna y empieza a caminar hacia el origen de la melodía. Tenía que saber quién era capaz de tocar así un instrumento de cuerda tan parecido al suyo.

En cuanto llega y ve con sus propios ojos quién era, se para frente a él, cerrando los ojos y disfrutando de la melodía hasta que termine, con el rostro completamente sereno.

Un joven de cabellos oscuros, sentado en una especie de silla antigua, toca una melodía, de cierto, algo inquietante, pero hermosa a la vez.

Sus ojos, cerrados, disfrutan de cada nota que toca, todas de un aspecto desordenado, caótico, pero a la vez, que parecen tener su lugar en la música... De hecho, en la cabeza de las chicas, incluso parecen salir de fondo otros instrumentos que lo acompañan, pero ellas están seguras de que allí, sólo está él y su violoncelo...

Cuando culmina, abre sus nada despreciables ojos azules, y observa a las jóvenes, con una sonrisa amable, mas sin decir palabra...

Resopla al ver la cara de Yui... pero finalmente sonríe y asiente. Se dirigen hacia allí, y cuando están enfrente, Setsuna se apoya a uno de los árboles del jardín bostezando abiertamentel.

Yui abre los ojos al notar como la musica termina de forma tan abrupta. Y da un pequeño salto al ver los ojos azules del músico fijos en ella, ruborizándose ligeramente. Hace una inclinación de cabeza y con una tímida pero formal sonrisa...

Permítame decirle que tiene unas manos celestiales. Sonríe algo más tranquila después de la primera impresión, aunque no ha cambiado su postura erguida y con la espalda recta en ningún momento.

¿Me permite conocer su nombre? ¿Es posible que lo haya escuchado antes en algún concierto? Sabía perfectamente que no había escuchado antes a nadie tocar así... se acordaría sin duda. Pero necesitaba conocer el nombre de un artista de aquella talla. Después de todo, quizá pudiera aprender algo que sí le gustara en aquel internado.

El joven de fríos ojos azules observa a la joven con, paradójicamente, una cálida sonrisa...

-Gracias, Yui...-Sonríe de lado. Sabía el nombre de la chica, eso estaba claro, pero, ¿el cómo o por qué? Es un misterio...-...Puedes llamarme Haji...-Su voz, es realmente envolvente, tanto como su música... Parece incluso que un aura especial, misteriosa, le rodee...-...Quizás me hayas escuchado... Quizás no... No lo sé con certeza... Aunque...-Añade, pensativo-...Esta Academia tiene una orquesta... Y hemos tocados en varios sitios...-Mira fijamente a la joven rubia, haciendo que ésta se estremezca... ¿Qué tipo de chico era éste, que, además de llamarla impunemente por el nombre sin apenas conocerla, la miraba tan descaradamente a los ojos?-...Es posible que te interese unirte, tal vez?-Vuelve a sonreirle, con ese gesto suyo tan... Estremecedor...

De repente, mira a la otra chica que les acompaña...

-¿Y tú, Setsuna? ¿Estás interesada en cultivar un poco más tu voz? Porque... De ser así... Probablemente te llame la atención acompañarnos, también...-Le sonríe, amable...

Estaba bostezando cuando él le habló. Lo miró y arqueó una ceja...

¿Y qué narices pinto yo en una orquestra...? No es que tenga algo en contra de los chelos y... los violines - mirando a Yui - Pero no es mucho mi estilo, como si dijéramos...

Al igual que no le había extrañado que Impy saliera de la nada y que jugara con el agua del grifo (xD), a Setsuna tampoco le extrañaba que aquel hombre supiera su nombre sin habérselo dicho... o más bien es que no le importaba cómo lo sabía.

Para Yui, los ultimos segundos han sido toda una odisea y es un auténtico logro que siga en pie.

Primero la mirada de Haji. Tan intensa y atrayente... al igual que su voz. Y el sorprendente hecho de que éste conozca su nombre y lo pronunciara de aquel modo, no hizo más que alterarla visiblemente.

Algo acalorada, y después de un minuto de silencio durante el que intentaba recuperar la compostura, Yui consigue bajar la mirada, perdiendo el contacto visual con Haji y mirando al instrumento que yacía delante de él.

Sería un auténtico placer unirme a vuestra orquesta si hay lugar para mí. Hace una leve reverencia y luego agradece la intervención de Setsuna, acordándose de respirar y apagándose sutilmente el color rosado de sus mejillas.

Al escuchar las replicas de la ahora peliazul, Yui añade un comentario más, gracias a la tranquilidad que aportaba el llevar unos instantes con la vista lejos del violoncelista.

Sería divertido que te apuntaras tú también, Setsuna. Sonríe cálidamente a la chica, decidida a no volver a dirigir la mirada al moreno a no ser que sea para despedirse... o que sea consciente de que él no estará pendiente de ella y su rubor.

Observó a Yui... y le sonrió con ternura, levantó la mano y negó con ella.

En serio, no creo que sea buena idea...

Se estiró entonces y miró el cielo... colocándose las manos tras la nuca.

Haji sonríe amable:

-¿Cómo no habría de haber lugar para una música tan excelente como tú?-La mira, intensamente...-Sería un placer tenerte allí y que nos deleitaras a todos con tu melodía...-Luego, se gira a Setsuna...-Es una pena que nos prohíbas disfrutar de tu voz... Pero... Por supuesto, eres libre de hacer lo que desees... Si alguna vez decides unirte, nuestras puertas están abiertas...-Cuando culmina, comienza a guardar su instrumento en su funda...-Yui...-Se gira a ella, de repente...-Cuando acaben las clases de esta tarde, te esperaré en este mismo pasillo para llevarte a conocer a los demás miembros de club de Artes Diversas al que pertenece la orquesta... A no ser que, claro... Tengas otra cosa que hacer...-Añade, preocupado y arrepentido de no haber preguntado antes...

Yui se pone roja como un tomate, pero aguanta la compostura, estóica, sonriendo con amabilidad mientras niega un par de veces con la cabeza, con un gesto suave y delicado.

No se preocupe... Estaré aquí sin falta. Responde mientras observa cómo el músico cuida su instrumento... la forma de tratarlo nunca miente, y suele corresponderse con el grado de amor que tenga a la música.

Arqueó una ceja y siguió mirando al chico... sobretodo como se publicitaba delante de Yui, y como esta, al mismo tiempo... se ponía roja como un tomate como una ATONTADA.

Resopló.

Se metió las manos a la cazadora y empezó a andar hacia la clase, aunque no se acoradara de hacia donde era.

Me lo pensaré.

Dijo finalmente.

¡Espera, Setsuna!

Llama a la peliazul, sin alzar demasiado la voz. Luego mira de nuevo al músico y hace una perfecta reverencia, empezando a correr después para coger a Setsuna y caminar a su lado con el maletín entre las manos.

Era por aquí, ¿no?

La miró, miró enfrente y siguió andando. Se encogió de hombros.

Supongo.

El joven músico observó a las dos amigas con una fría sonrisa que, paradójicamente, podría derretir a cualquiera...

-Gracias por tenerlo en cuenta, Setsuna...-Señaló su aterciopelada voz... Luego, se dirigió a Yui...-Sé que lo harás...

Cuando las jóvenes emprendían la marcha, sintieron cómo Haji volvía a ejecutar su curiosa música... Estremecedora hasta el final...

En el instante preciso en que la música comenzó, Yui pudo sentir, no estaba muy segura si mediante sus oídos, o en lo más profundo de su mente, unas tiernas palabras:

"Te estaré esperando..."

A la joven, eso le hizo darse la vuelta durante un instante, pero no parecía que hubiera allí cerca, o que Haji hubiese alzado su voz para pronunciar tal frase...

Un escalofrío recorrió su espalda...
Pero no era temor lo que sentía... Sino un extraño placer...

Yui y Setsuna comenzaron a andar en una dirección no fija...

A medida que avanzaban, todo les parecía igual... Pero aún faltaban unos quince minutos para que las clases se iniciaran, y estaban seguras de que en ese tiempo encontrarían lo que buscaban...

De hecho, eso no les preocupaba... Ambas poseían una extraña sensación que les indicaban que "iban por el buen camino"...

Curioso...
Sobre todo cuando la mente de una está ausente, pensando en cualquier otra cosa, y los ojos no se fijan por dónde van...

Bah. Tampoco tocaba tan bien, yo lo podría hacer mejor.

Dijo Setsuna, poniéndose las manos en la nuca en actitud de pasotismo total mientras miraba hacia otra dirección.

Yui sonríe levemente de medio lado al ver la reacción de Setsuna... ¿era tan competitiva para todo?

A mí... Se ruboriza un poco. Me ha parecido fascinante.

Después de dar un par de pasos más, mira a Setsuna de nuevo.

En serio, Setsuna. Me encantaría que estuvieras en el club. Tienes muy buena voz.

Sonríe amable, recordando el momento karaoke.