Partida Rol por web

El misterioso alfarero

IV. Venganza o Auxilio

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19/02/2014, 21:45
¿Qué se le ha perdido a vos? (Dj)

El tunel era recto, y a ciencia cierta que se curvaba un poco, pero no en demasía, ni como para notarlo. Avanzábais notando los pasos del de delante, y el aliento del de atrás, y aquel anciano palpaba la pared en el avance. Sus dedos notábanse como rasgando la piedra del túnel, al pasar su palama sobre ésta.

Si bien es cierto que había cuantiosas y caras construcciones que bien podrían costearse (y tal que así era) con los honorarios de América o los últimos tributos del imperio español en pronta decadencia, había también soluciones sencillas y útiles como éstas, que hacían comunicar ciertas partes de la Imperial y Coronada en el subsuelo a modo secreto. Tan sólo los mismos secretarios reales de Su Majestad el Tercer Felipe supieran quizá el número de pasadizos que incluso éste había mandado construir en sus palacios de recreo, en el Pardo, ¡Tal vez en la propia Corte!, y no era por tanto extrañar que edificios públicos o cuantiosas fortalezas de engalanados pisaverdes contuvieran salidas secretas para hacer de su tiempo, sus negocios y sus placeres, entre incontables vaivenes, un regocijo más placentero.

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19/02/2014, 21:56
Lázaro de Tormes

Entonces el anciano Lázaro se paró en seco.

La pared acaba aquí -dijo-. Entonces os comunicó que había unas muescas en la pared, justo delante de él,y que el techo del túnel cesaba, era en ese tramo final más bao. Tras ello, miró hacia arriba, palpó con sus manos lo que era otra trampilla, sobre su cabeza. Ésta era algo más pequeña, y era tal y como la recordaba. No sin cierta maña, y echando demasiada fuerza para un hombre de la su edad, la tapa cedió, y abrióse recorriendo un medio círculo, hasta golpear ésta en el suelo del exterior.

¡Arriba! ¡Pisad en las muescas! -y como abanderado de aquella huida se elevó y salió al exterior. Sin embargo, aquello no era la calle, sino que era una enorme estancia de techos altos. No había ninguna luz (casi ninguna), y lo que podíais percibir era muy tenue.

Notas de juego

Os dejo que posteéis. Cuando lo hagáis, os describo dónde estáis.

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20/02/2014, 16:44
Tomás "Caracortada"

No nos quedaba otra que seguir al viejo sino queríamos seguir batiéndonos con media soldadesca. Así que, lo más raudos que pudimos metímonos por aquel túnel que, ironías de la vida, parecía una vía de escape en medio de la cárcel. Entre cojos, mancos, medio muertos y demás, el recorrido fízose demasiado lento, tanteando con cuidado por las paredes y por el piso, no fuéramos a dar de bruces contra el suelo.

El viejo sabía muy bien por dónde iba y aquello hízome dudar mas no era cuestión de empezar con remilgos en aquellos momentos, pero bien pensaba yo que estábamos cayendo del cazo al fuego. Bien se veía que aquel vejestorio sabía moverse por aquellos lares y dábasele bien encontrar lo que buscaba.

Siguiendo las sus indicaciones dispúseme a subir por aquellas muescas y, con cierto paso inseguro buscando una a una, llegueme a lo que parecía una amplia estancia, mas no estaba yo muy seguro porque ni un burro ante mí sería capaz de ver.

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20/02/2014, 17:20
Hans el Alemán

Maldecía en mis adentros, murmurando entre dientes en mi idioma natal cada vez que mi muñón pegaba - a veces ni siquiera eso - contra la pared de aquellos túneles. Dolía el condenado y a punto estuve de pararme y mandarlo todo al infierno, pero ver al resto tan convencidos y al Lázaro, tan entrado en años, guiándonos cual pastor que consigue nuevos fieles, que no pude detenerme. La ira se encendía en mi pues habría hecho del piso superior una carnicería, más de la que fue... y me quedé con las ganas.

Pero ese no era el caso y la ocasión la pintaban para escapar, no para jurar venganza, así que cuando llegamos al final y la trampilla se abrió ayudé a subir al objeto de nuestros deseos, el marido de la lianta que nos había ofrecido entrar al trapo en este juego, y luego pedí ayuda a Tomás y a Lázaro.

- ¡Ayudadme a subir, malandrines!

¡Ay! ¡Qué inútil me sentía sin mi mano! Apoyaba y quejábame. No apoyaba y sufría. Pero conseguí trepar hasta el final y no me sorprendió lo que vimos. Había leído que en toda la Villa había más túneles, ya desde tiempos medievales, algunos siendo cavas de vino, otros lugares de escondite y otros simplemente fosas para los reos... así que quien los conociera bien que podía jugar al arte del birlibirloque por todo Madrid; ahora aquí, después desaparezco y salgo por allí. Y me olía que el Lázaro, resucitado como en la Biblia por un alemán, un italiano y un castellano, se había dedicado a aquello de ser butronero, como les llamaban a los ladrones que usaban agujeros y escondijos como tales. 

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21/02/2014, 09:54
Braccio da Montone

Mantúveme en retaguardia durante todo el recorrido por el sinuoso et oscuro tunel. Pistola en la diestra, lista para ahuecar al primer manga verde que asomárase tras de nos, et siniestra posada en la guardamanos, avanzába cauteloso...

Sabía yo de las galerías et pasadizos secretos de Roma, más por lo que veía agora Madrid non quedábase atras. Finalmente non hubo que escupir plomo en aquel pasadizo penumbroso, pues pronto llegamos al final del mismo. Nuestro improvisado guía parecía conocer al dedillo aquel camino, et pronto nos indico la salida.

Tras enfundar la boca de fuego entrelazé mis manos para brindar apoyo al cojo y ahora manco alemán. Trás subireste fize lo mismo yo.

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21/02/2014, 10:24
¿Qué se le ha perdido a vos? (Dj)

Mauro parecía espabilarse un poco, y a la fuerza que tenía que dar pasos en la oscuridad, y aún subir por aquella trampilla pese a las tantas heridas en su piel y los moratones. El grupo finalmente se alzó hasta el exterior, cerrando la tapa. Cuando miró para arriba, pensaron que dónde podrían encontrar tan altos techos y tan bien labrado un interior, como estaba; pues lleno era de ornamentos finos o pulcras columnas decorativas en una de las paredes...

Mas se percataron de su situación cuando, acostumbrándose ya la vista a la penumbra que allí había, vieron un par de esculturas colgadas en la pared, o allí puestas como en un pedestal: era una imagen de una virgen y de un Cristo... ¡No, no, no! ¡San Salvador! Además, las ventaanasa no eran menudas ni bajas, sino altas, como coloridas (que debían serlo al darle el sol en el día) y casi llegaban hasta el techo. Aquello parecía...

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21/02/2014, 10:29
Lázaro de Tormes

...efectivamente, ¡la Iglesia de San Salvador! -dijo Lázaro poniendo los brazos en jarras y con el mentón apuntando al cielo, vislumbrando una vez más los techos del lugar-. Ésta es la sacristía... nos hemos movido unas varas de la Cárcel... ¡Vamos! ¡Ayudadme a correr este mueble!

Allí había una especie de cómoda junto a una pared, que no guardaba sino aperos eclesiásticos para la celebración del Domingo, donde también había sotanas, hisopos, y otros elementos diversos. En breves los colocásteis sobre la trampilla, que estaba junto a ella, escondida entre el mueble y la pared. De esta forma, pudísteis deter un posible avance de los alguaciles por el tunel, pues no podría levantar la trampilla.

Notas de juego

La línea de puntos rojos es el túnel subterráneo.
 

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21/02/2014, 10:48
¿Qué se le ha perdido a vos? (Dj)

Pese a que no había luz allí, por la vidriera entraba alguna pequeñísima luz y reflejo de los aún pocos candiles que había en la calle, haciéndolas las rúas no totalmente ocuras. Sin embargo, por la entrada de la sacristía entraba un brillo, procedente de la zona de la iglesia donde se celebraban las misas. Seguramente serían el soporte con decenas de velillas que las gente encendía a modo de petición...
 

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21/02/2014, 23:41
Hans el Alemán

Recibimos de Dios socorros especiales y abundantes de la gracia divina para poder salvar aquel día ¡acabando en la casa del Señor! Recuperando el resuello, guiados por Lázaro, perseguidos por el Demonio y haciendo de discípulos del tal Mauro. ¡Qué odisea!

Hablando del susodicho, una vez arriba lo miré de arriba abajo, a ver de que humores cojeaba. ¿Sangre en la boca? ¿Ojos amarillos? Sáqueme la lengua, Don Mauro, que quiero ver si despabila. Lo hice con desgana, pues ver mi muñón aún reciente me llenaba de mala leche.

Mientras el italiano subía y el español observaba, yo ejercía con el cautivo para que desperezase. ¿E agora qué? Pensé mientras miraba los relicarios y las cosas de las que hacen uso y disfrute los obispos y curas. ¿No habría por allí un libro de facer milagros que me devolviese mi siniestra? Y ya puestos ¿también arreglase la pierna? Nada... Lo que si había eran túnicas y sotanas. Cogí unas cinco, si conté bien, y se las enseñé a los mis amigos:

- ¿Están vuecedes conmigo? ¿Doyme a entender? Que sea el Señor el que nos ayude a escapar de esta historia de portes bíblicos, caballeros, protegidos con sus vestiduras.

Y es que no parecía mala idea esperar a salir vestidos de curas, capuchinos, o lo que se terciase.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Miro al tal Mauro con Medicina.

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22/02/2014, 10:39
Braccio da Montone

Non pude contestarle al alemán con otra cosa que non fuera una sonrisa. Genial ideal salir de allí vestidos como omnes de Dios. Había perdido la mano et era medio cojo, más la sesera aún le funcionaba perfectamente, et ese era sin duda el punto fuerte del barbero.

Estamos contigo. - Respondíle et agarré una de las túnicas. Vestíme con rapidez asegurándome molestárame lo menos posible aquel hábito si se terciaba sacar pistola o filosa.

Una vez vestido fize la señal de la santa cruz sobre el "caracortada"; - In nomine patris et filii et spiritus sancti. - Et reí.

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23/02/2014, 22:04
Tomás "Caracortada"

¡San Salvador! Aquello parecíame una broma del destino, no porque estuviera a disgusto del sitio donde habíamos topado, bueno sería en caso de mucho apuro acogernos a sagrado, sino más bien porque después de todos los que había llevado a presencia del Altísimo ahora veía que podíamos salvarnos gracias a él.

Después de ayudar a tapar la posible salida de los guardias que iban tras nos, planteábase otro problema ¿saldríamos de allí como si nada? Mas el alemán parecía tener la cabeza bien puesta y seguíase manteniendo frío y calculador, su idea de coger aquellas sotanas y hábitos podían darnos una oportunidad de fuga.

Reíme, mitad para descargar la tensión mitad porque veíale como un comediante, con la broma del italiano. A pesar de todo el buen humor parecía no desaparecer.

- ¿Quién iba a decirme a mí que estos ropajes a los que tanto desprecio iban ayudarme en estos momentos?

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23/02/2014, 22:25
Director

Notas de juego

Un inciso. Aunque "os cubráis" con sotanas, casullas o estolas, aquello no es un monasterio, sino una iglesia. Como tal, no vive nadie allí, y se cierra en la noche. Lo que tampoco sabéis es si os siguen o no, si os buscan o no o si "cualquier" cosa o no, ya me entendéis.

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24/02/2014, 17:27
¿Qué se le ha perdido a vos? (Dj)

Diagnosticar allí era como encontrar una aguja en un pajar. Tan lleno de negrura que nada podía hacerse; y tal que así no pudo Hans otear más allá de los latigazos y moratones que tenía Mauro por el cuerpo. Mientras Hans abría con la mano que quedábale la cómoda con las prendas eclesiásticas, oíais golpes bajo ella, que no serían sino de alguaciles que querían subir, aunque ya saben vuesas mercedes que subir con aquel mobiliario encima no era sino vano menester...

Sacando algunas prendas, comenzásteis a colocároslas de sobrevestas, en las cabezas o alrededor del cuello, y para más "inri", a oscurs. Sin duda que aquello parecía un mal avenido camerino de fulanos del cantar, danzar y recitar; como esa compañía teatral y de espectáculos de esa misma plaza, aparecida de mañana.

Una vez salísteis de la sacristía hasta la sala principal, efectivamente comprobásteis que las únicas luces procedían de un pequeño atril lleno de velitas y candelas muy pequeñas, colocadas en pequeños recipientes donde la cera ya derretida quedaría despositada. Obviamente, tras echar mano del gran cerrojo de la puerta principal, comprobásteis que estaba cerrado. Sin embargo, en otra de las alas de la Iglesia de San Salvador había una puerta que siempre permanecía cerrada.

Ésta no tenía llave, sino un tablón que encajaba sus resortes con la pared, y no hicísteis sino apartar dicho tablón para hacer abrir el postigo. Aquella puerta solía abrirse para aliviar la masificación, entrada y salida de fieles en fechas señaladas en el calendario de Dios, y tan menuda y de poca importancia el resto del año era que ni siquiera tenía llavera.

Tras retirar el tablón, la puerta se abrió. Ésta no daba a la Plaza de la Villa, sino más bien salía a un callejón que iba directamente a ésta (al menos no salíais a plena vista, donde también aguardaba la entrada de la Casa y Cárcel). Tras asomar la cabeza ataviados como un cura a punto de dar el bautismo a un pequeño zagal, mirásteis a un lado y a otro, y Mauro seguía apoyado en los suyos.

A lo lejos algún alguacil corría, alejándose por el otro extremo de la plaza. De momento teníais vía libre.

Notas de juego

El punto naranja es la entrada principal de la Iglesia. La puerta verde es la secundaria, y lugar donde estáis.

Todos: Tirada de Escuchar (PER) o Otear (PER)

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24/02/2014, 17:29
Lázaro de Tormes

Nada más salir a plena calle, aunque aún estando delante de la puerta lateral de la iglesia, Lázaro se giró un poo y miró hacia arriba, hacia la fachada lateral. Se mordía los labios, negando, como recordando algo y luego musitó algo sin cautela alguna, aunque más bien para él.

Será cabrón el arcipreste -susurrando-. En fin... Venga, agárrate, ¡muchacho! -decía tomando por uno de los brazos al maltrecho Mauro-.

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24/02/2014, 18:26
Hans el Alemán
Sólo para el director
- Tiradas (3)
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24/02/2014, 22:47
Braccio da Montone
- Tiradas (1)
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25/02/2014, 00:01
Tomás "Caracortada"

Menudas pintas debía llevar, pero en la noche y si andábamos entre callejones y esquivando farolillos y demás, deberíamos pasar desapercibidos, o eso quería creer. En el fondo tuvimos suerte de que la puerta principal no estuviera abierta, porque así no nos toparíamos de bruces con la plaza y de cara a toda la casa y cuartel. Salimos por la pequeña puerta del callejón, pendientes de cualquier movimiento a nuestro derredor y no se me escaparon las palabras del fulano que acababamos de salvar.

- Arcipreste, obispo o fraile... ¡qué más da! Igual de cabrones sonlo todos. Pero luego contará a que vienen esas palabras.

Sentía curiosidad por lo que el hombre acababa de decir, más para él que para nos, pero escuchar le escuchamos igual. Bien a las claras veíase que conocía el lugar como la palma de su mano.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Joer con las tiradas hoy ¬¬

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25/02/2014, 19:51
¿Qué se le ha perdido a vos? (Dj)

El anciano se quedó mirando a Tomás un poco. Ciertamente todos hacían gracia en estando de aquellas guisas, que no parecían sino esclavos de divertimento u otra cosa peor. Y quizá por estar sumamente pendiente de quién les puediera ver así, de los alguaciles y del Mauro aún como en estado catatónico, que ninguno se vio percatarse de dos sombras que por la calleja que iba a parar a la calle mayor se acercaron con silencio sombrío, muy pegadas una de la otra. Eran los reflejos de dos tipos, los cuáles sólo vísteis estando ya una vez a vuestra altura.

Y es menester decir que más bien vísteisles vosotros a ellos dos, pues ambos caminaban como zambos, encorvados, mirando al suelo y apoyado uno en el otro, y faltó más de una, dos y tres veces el canto de media dobla para que los dos fulanos fuéranse al suelo, ilumandos únicamente por alguna candela puesta en la pared de la calle como mínima visión...: aquellos tipos llevaban "la vida padre", la cogorza completa, toña de mareo, y curda de deleite, y recuérdome que en aquella época se circulaban octavillas de San Felipe a la Almudena que dedicaban versos a individuos como éstos, que decíanse así:

De cogorzas y toneles
bodegones andan llenos,
sin amparo

Que alguacil y coroneles,
son de risa y no los menos
con descaro

Los de sabor, de aguamieles,
¡De Toro no!, los veintenos
mejor claros

Que en taberna o en burdeles,
en beber lo poco bueno,
no hay reparo

Mas volviendo al tercio que nos ocupa (que ya habrá tiempo de recogijarse con las letras anónimas que asolaban la Imperial y Coronada de punta a punta) que los dos tipos alzaron la vista y vieron a unos destartalados curas, párrocos, confesores... ¡No, no, no!: ¡Obispos quise decir! ¡Arzobispos si me apuran! Que no estuvo allí Su Santidad, el Papa allí presente con su hueste cardenalicia porque no bebieron dos vasos más los aquellos desgraciados fulanos... Y en entonces, al veros salir de allí, se miraron el uno al otro, palidecieron unos instantes, y tras un segundo de tensa inflexión y cavilación instantánea, que bramieron un carraspeo propio de quien se deleita en risas y burlas, de gracietas y desvarios: que riéronse en la vuestra cara, vaya, fruto de su real embriaguez, si me permiten decirlo así...

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25/02/2014, 20:31
"Bogggrrrrachos"

Ambos dos se reían, señalándoos con el dedo, mientras decían cosas:

Ja Jaa Ja -decía uno-, míra a "uiestos", ju ju... Si parecen ezas, esaz, esa "vieija" que te guiñó er... er... ja ja.. Mira a ese "ouitro", uo ja ja ja -realmente eran dignos de llevarse filosa de matasiete, e hicíerasele justicia a la Villa de Madrid...-. ¡Qué siu!, Y ese otro paireice uno di esos fulilanos de iesta "mallaña", los diel teatro tie digo... ja ja ja... Una piena que ya se fuieran, ji ji ji, ¡¡hip!!

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26/02/2014, 23:46
Hans el Alemán

Saliendo de la iglesia me acordé de muchas cosas, casi todas malas. No estaba yo muy cristiano, y me sentía, como decía aquel dicho español que como yo, zurdos, calvos y rubios, no habían de estar en el mundo. El rubio por bermejo, el calvo y zurdo por contrahecho. ¡Contrahecho! Así era yo, inútil de abrazar las correas de la casulla del cura, o colocar bien el cinto del espadín. Sudoroso, sediento y tenso, miré a nuestro San Salvador particular, cuándo oteaba la ventana. ¿Qué pensaría? Estaba yo tratando de desentrañar lo que su mente pergeñaba cuando escuché a los faltosos hideputas que vinieron a escandalizarse para su regocijo.

Bien me vi reflejado en aquellos pisaverdes, pues nos, habíamos entrado bien borrachos tras salir de la bodega y ahora salían otros a otros que recién comenzaban la cogorza a despedirnos. Baco nos pateaba el trasero con sus caprichos. Escupí al suelo con actitud poco clerical y quedeme con ganas de darles un Ave María con la filosa, que seguía yo caliente y ansioso de sangre.

Pero ganó el raciocinio y seguí en el paripé religioso; La priesa nos podía, por agora no pensaba que los dos se recordasen de nosotros, pero sí que me llamó la atención que hablasen de los feriantes, que ya habían partido. No recordaba muy bien si la mujer había dicho que el alfarero iba con ellos, y si era así ¿tendríamos que ir por los caminos tras aquellos y las joyas? ¡Por Dios que fuese mañana! Pues no sé si podré combatir tales vientos, cercado de penas y desgana como estoy, que empecé el día como doncel y acabé como bufón: cojo y contrahecho de mano y genio.

Notas de juego

Psicología (tenía una tirada oculta anterior) sobre Lázaro para ver si averigüé qué pensaba al hablar del cura (rabia, divertimento, ansia por robar algo...).