Partida Rol por web

El misterioso alfarero

IV. Venganza o Auxilio

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27/02/2014, 01:40
Tomás "Caracortada"

Sólo faltábanos que la Fortuna, puta o diosa según cada quién, nos siguiera echando una mano, pues bien parecía que hasta el momento sonreíanos, aunque más bien pensaba en mí porque el pobre del alemán no debía ser de su agrado. Mas tuvimos la mala suerte de toprezarnos con un par de borrachos que, a esas horas, son frecuentes por las callejas de la Villa, gritando con voz hiposa burlas hacia nos.

Agaché la cabeza para que no me vieran el rostro, no sólo por la mi cicatriz sino por el brillo peligroso de mis ojos, que bien me hubiera gustado clavar por lo sano mi acero en aquellas apestosas carnes y cortar así de raíz el cantarín de aquellos beodos. En un tris estuve de facerlo, pues como siguieran con esas en grave apuro nos pondrían.

Mas lo juicioso era que largáramos de allí y acabáramos con aquello de una vez por esa noche, que, tal y como oí a uno de aquellos fulanos, si queríamos conseguir lo que nos habían prometido quizás tuviéramos que ponernos en persecución de los titiriteros y de aquel alfarero que tantos problemas nos estaba dando, sólo esperaba que aún estuvieran por la Villa y no tener que salir a buscarlos por los caminos, más que nada para acabar con aquello de una vez por todas. Aunque... bien pensado quizás fuera mejor pillarlos en descampado.

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28/02/2014, 18:54
Braccio da Montone

No dije nada, pues saqué la turquía para que fablara por mi. Et la sola visión de su negro agujero preñado de muerte ante la jeta de los fulanos, junto con el siniestro "crec" que hizo el perrillo cuando lo eché hacia atrás debía convencer a los beodos que, si les disparaba a boca de jarro en la cara, ibanseles a acabar las bufonadas e la vida.

Claro que, con las tintas que estaban apareciendo en nuestros últimos negocios, poco nos quedaba por hacer sino irnos, que mucha gente echaríasenos encima si sonaban las plomadas en aquel callejon, claro que eso non lo sabían los beodos.

Marcharsus de aquí con paso quieto et boca cerrada, o sus la cierro yo de un plomazo. - Dixe con voz amenazante, et por si aquello non les convencía, saqué al tiempo la guardamano, la cual les regaló un resplandor tan siniestro como la mano que la asía.

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28/02/2014, 19:34
"Bogggrrrrachos"

El hipo se les perdió. Debio írseles a la mejor mancebía de la Villa, puesto que recuperaron incluso color de cara y razonamiento, y en siendo encañonados por Braccio que abrieron sus ojos, metiósele la poca chepa para el pecho, y estiraron el gaznate, alertados, mientras tragaban saliva. No hicieron sino dar unos pasos para atrás, pues era de cierto como que estaban vestidos de medio cura que no tenían nada que hacer. Y entonces, por la misma calle que vinieron, marcharon, desapareciendo. Y pocos encuentros como tales acaban de plena forma, que tan segura es la cuchillada para un extraviado en la noche como que los mejores sonetos de las Españas procedían de Madrid.

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28/02/2014, 19:40
Lázaro de Tormes

¿Y ahora qué? -preguntó el viejo Lázaro con rostro dudoso-. No acababa de entender la importancia de aquel preso, de ese Mauro, que había salido de allí a punta de espadazo. ¿Sería verdaderamente importante, como oyó de boca de Hans dentro de la Cárcel, o tal vez tendría la lepra o algo peor y habrían de limpiarle? A él le sonaba más bien lo primero que lo segundo, aunque no fuera cierto todo aquello...

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01/03/2014, 18:07
Braccio da Montone

Agora nos movemos. - Respondíle sécamente a Lázaro. - ¡Andiamo!. - Et fize por encaminarme en dirección a la taberna, más siempre con sigilo, tiento, et ojos e oídos alerta...

- Tiradas (1)
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03/03/2014, 17:36
Hans el Alemán

Nada que añadir a lo que dijo el italiano, pues tanto él cómo Tomás parecían hombres acostumbrados al cortejo del manto de la noche para hacer fechorías y otros menesteres, cosa en la que yo no era muy ducho salvo que fuese para escapar de la alcoba de alguna esposa de cliente, y de esas, las menos.

Así que me centré en Mauro y en darle cobijo y amparo, como cura et monaguillo, no sea que se nos muriese de camino a la bodega...

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03/03/2014, 21:24
Tomás "Caracortada"

Quitados aquellos dos borrachos de en medio, sólo quedábanos seguir camino esperando no encontrarnos a más indeseables, ya fueran beodos como esos dos o mangas verdes en nuestra busca. Había que salir cuanto antes de allí y, avivando el paso, dispúseme a volver, junto al resto, a la bodega llevando casi a rastras al infeliz del Mauro.

Notas de juego

Poco más se puede decir.

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04/03/2014, 19:08
Director

Y en teniendo la puerta de Guadalajara comarcana*1, comienzo de la Calle Mayor en Amaneciente, os dirigísteis hacia allí, no sin antes vigilar con cuidado por si salía de la penumbra oscura, hablando en eufemismo, algún corchete de tan rauda forma y cuestión como los estoperoles*2 prenden prestos antes de hacer escupir palanquetas reales de sus cañones, como en plena batalla de navales.

¡Pero ay! Que ninguno del pópulo*3 hubiera de habitar las calles llenas de estufillas y candelas de no ser en queriendo recibir dentellada y "mediapalma"*4,  y pareciera que todos guareciéranse en sus casas y ni tan siquiera alguaciles veíanse, que ya andarían registrando la Imperial y Coronada del cabo al rabo...

...Mas entonces, en un proviso y "a papo lleno"*5 que el italiano se paró en seco y se quedó fijo penetrante, como observando "persianos y siseros"*6, como estupefacto.

Notas de juego

*1: Cercana
*2: Especie de mecha
*3: pueblo
*4: cualquier acero (arma) de esa longitud
*5: "en un instante y abiertamente"
*6: persas (turcos) y recaudadores (de impuestos), respectivamente

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04/03/2014, 19:20
Lázaro de Tormes

¿Habéisde lugar para el "secretado", verdad? -dijo Lázaro al ver pararse a Braccio preguntando sobre si teníais un lugar seguro para resguardar al liberado-. E también para nos, que tan llevamos la muerte en las éspaldas como carne viva lleva éste... ¡Ay, mi mujercita...!

Y en cierto modo era tal que así, que nada os libraba de la horca si arrestados, dios no lo quisiera, fuéradeis.

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04/03/2014, 19:23
Claudia

Sin duda que tus ojos vieron lo que vieron, e no fue otra cosa; y que por tal paraste en seco. Era ella... ¡la esposa! Era Claudia, semioculta en una casa junto a la misma puerta de Guadalajara. ¡Miraba a un lado y a otro, como temerosa!

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05/03/2014, 09:56
Braccio da Montone

Alcé la mano a modo de señal para que los míos detuviéranse. - Mirad allí. - Dixe en voz queda al tiempo que señalaba una casa que hallábase junto a la puerta de Guadalajara. Allí encontrábase media oculta Claudia, la esposa de Mauricio.

Parece asustada. - Añadí.

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06/03/2014, 17:07
Tomás "Caracortada"

Pareme justo cuando el italiano dionos el alto miando hacia donde él decía. Entre las sombras veía a la mujer del Mauro, esperando por nosotros.

- ¿Y acaso te extraña? Ahora toda la guardia irá no sólo tras nos sino también sospecharan de ella y su hermano. Espero que nos haya buscado buen refugio o lo pasaremos mal.

Miré todo en derredor para comprobar que no hubiera moros en la costa antes de ir hacia la mujer.

- Tiradas (1)
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06/03/2014, 17:46
Hans el Alemán

Me detuve cómo buenamente pude, evitando con la destreza de la que era capaz, que el Mauro cayese al suelo. Tome su testa con la diestra, a la altura de la frente y le susurré al oído, no sin cierto desprecio:

— Ya está ahí la tu mujer. Espero que valgas lo que hemos pagado por ti, hideputa, que mucho perdimos por la tu culpa...

Luego se me vino una idea a la cabeza, que andábamos muy sueltos con el Lázaro y no quería yo seguir repartiendo el pastel que bien se nos prometió. De estas que tomé a Braccio y al de la cicatriz por el codo y les susurré también, procurando que el preso no nos oyese demasiado, aunque a aquellas alturas de la fábula, poco me importaba:

— ¿Y éste, qué? ¿Uno más a repartir o cuál es el cuento? Sabe demasiado para dejarlo irse de rosas y a mi no me agrada llevarlo de sanguijuela, que parece de los que muerden y luego no sueltan.

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07/03/2014, 15:07
Director

Notas de juego

Os dejo decir/actuar/ir lo que /donde queráis.

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07/03/2014, 23:39
Braccio da Montone

Calma Hans, non adelantemos acontecimientos. - Et acerquéme al cojo et agora manco alemán; - Quizá pueda aqueste servirnos un poco más.

Lázaro, habenos ayudado bien, et non olvidaremos aquesto. Al su momento serás recompensado, más habemos un último favor que pedirvos antes de buscar secretado.  - Y es que non fiábame yo de la Claudia allí solitaria, pues habíamos de reencontrarnos en la bodega et non en plena calle a vista descubierta. - Acercarvos a aquella moza buen Lázaro, si, aquella solitaria et nerviosa. - Añadí señalando a Claudia. - Fazed como que le pedís limosna, et en voz queda susurradle que lo que espera anda ya muy cerca. Et si os da a entender que non hay peligro, señalarle donde nos encontramos.

Et dixele a los mios; - Mejor que se acerque ella a nos, que nos a ella.

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08/03/2014, 01:02
Tomás "Caracortada"

De índole desconfiada habíame vuelto la vida y ver a la mujer del Mauro allí esperando, cual vulgar ramera a la caza de incautos, fizo que los mis sentidos pusiéranse en alerta. Quizás no tuviera motivo para sentirme así y la pobre moza sólo estuviera tan nerviosa y ansiosa de abrazar al su marido que prefería salir sola de noche que esperarnos en la bodega. Pero también pudiera ser que, mi retorcida mente encontraba muchos motivos para tal pensamiento, que sólo fuera el cebo de una emboscada.

Pero el italiano tuvo buena idea al mandar al infeliz que nos había ayudado a escapar a tantear el terreno. Sólo había que esperar que la mujer diéranos la señal de que podíamos seguir avanzando y sólo esperaba para que la susodicha lleváranos a lugar seguro. Yo bien hubiera querido que fuéramos directos a la bodega porque, vestidos de aquella guisa, con un medio muerto a cuestas, una mujer nerviosa y un viejo zorro que podía jugárnosla a las primeras de cambio, no éramos la discreción personificada.

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08/03/2014, 13:41
Hans el Alemán

No me tranquilizaron demasiado las palabras del italiano, pero tampoco era cuestión de hacer debate ni corrala de aquella historia. Me limité a asentir con mi rostro contrariado y a sostener al herido que bien parecíamos La Trinidad, una pintura de un griego que había visto yo en el retablo mayor de Santo Domingo el Antiguo, en Toledo. El Lázaro debía ser el espíritu santo, sobrevolando como paloma sobre los tres bravos que habíamos asaltado la Casa y Cárcel de la Imperial y Coronada. 

Por si las moscas, aflojé un poco el espadín, no fuera menester tener que sacar los aceros rápido, que yo en las peleas ahora me enteraba solo de la misa la mitad. 

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09/03/2014, 11:57
Lázaro de Tormes

Estaba claro.

Y es que ese italiano no quería sino el mandarme a ver si había alguaciles por la zona y, en caso de haberlos, que me dieran caza a mí, e por eso mandábame. Mas hubiera recompensa o no, lo cierto es que sacáronme de la Cárcel, y aparte de que buenas "matavecinos" llevaban encima, me consideraba afortunado de no seguir aspirando el olor de orines y sudor de los otros apresados en el edificio...

Aguardad pues... -dijo el viejo-. Y entonces se puso a caminar por la callejuela hasta la cercana puerta de Guadalajara.

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09/03/2014, 12:02
¿Qué se le ha perdido a vos? (Dj)

El que se hacíase llamar "Lázaro" caminaba un poco renqueante, y llevaba algo de cojera como Hans (no por accidente, sino por edad y quizá alguna caída o paliza recibida, quién sabe). Andó tocando la pared de la calle con su mano, tanteándo fachadas y pasando por las pocas candelas que por allí había; veíais su rostro pasar iluminado por éstas, y cuando la calle terminó y abriose a diestra y siniestra, miró a cada lado apostado en la esquina, comprobando que no había corchetes de los que resguardarse.

Tras comprobar que no había peligro, cruzó la calle y en cuestión de varas estuvo delante de la puerta. Los tres vísteis (ya sabiendo la posición de Claudia por Braccio), como la mujer de Mauro se percataba del Lázaro, y pegaba su espalda a la pared en la que estaba, mas inútilmente: el viejo la tenía localizada.

Bajo la puerta, vísteis cómo Lázaro se acercaba, levantaba las manos y la chica estuvo a punto de huir. Luego pareció calmarse la cosa. Tras un intercambio breve de palabras, Claudia reaccionó nerviosa por algo. Lázaro se giró hasta donde debíais estar (la calle era oscura y él no os podía ver a vosotros), y notásteis cómo os hacía señas con la mano para que fuérais hasta allí. Claudia, a su vez, intentaba discernir algo del lugar donde estábais

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10/03/2014, 20:25
Braccio da Montone

¿Andiamo?. - Preguntéles a mis compañeros, pues aunque el asunto parecía seguro, ocho ojos et cuatro testas veían et pensaban mejor que dos et una...