Partida Rol por web

Tras no mucho tiempo los dos hombres llegan a donde esta el campamento, el mercader esta dormido en el interior de la carroza ya que se escucha como ronca en el interior del lugar, fuera en el campamento con la fogata ya encendida y aun comiendo estan los dos mercenarios, al ver llegar a Tenebrae y a Ducky la mujer se pone en pie y dice:

- Parece que has encontrado algo en el bosque, quien es ese?

La mujer tiene su arma envainada, pero aun asi parecia atenta y preparada por lo que pudiera suceder, no deja de mirar a Tenebrae y en especial a sus armas, por otro lado el otro hombre simplemente sigue sentado miranod de reojo con su arco cerca pero sin cogerlo

Si no tienes lo que necesito, no pretendas negociar nada conmigo... La espada corta no me sirve, pero si consigues un Mandoble o una espada bastarda, puede que lo piense. Así que no mires con mucho cariño mi nueva espada.

Eran las palabras de Tenebrae, tan directas como frías aunque no había rencor ni nada paracido en las mismas, no necesitaba un arma de hoja corta, necesitaba un arma de hoja resistente y capaz de permitirle cortar la carne de un solo golpe. Eliza era un mandoble, perfecta para decapitar una montura o cortar a un hombre en dos, maniobrable sin problemas al usar dos manos y no era lenta como podría llegarlo a ser un Claymore... Una espada corta no era lo que necesitaba y el no compraba nada que no le sirviera, por mas buena calidad que pudiera tener.

De todas formas, dejando de lado ese intento de trueque que el drow intentó hacer, Tenebrae no se mostró tan cortante como al principio, se limitó a seguirlo mientras esperaba ver que respuestas podría conseguir. Su movimiento debe ser volver al Valle del Viento, pero si estaba lejos buscaría el Templo mas cercano para intentar adelantarse a los pasos de la Orden... Si tan solo su Diosa le diera otra señal... Pero hasta que ella no se muestre ante él, intentara seguir con lo que debía hacer, esperando haber detenido realmente el Varander.

Parecían realmente una caravana mercante, el Señor durmiendo de forma sonora y aquellos en la fogata Mercenarios que se mostraban realmente atentos y desconfiados. Parecían ser seres que se tomaban su trabajo en serio, él notaba como estaban atentos a sus gestos, esperando cualquier mal paso para atacarlo... Allí Tenebrae estaba en desventaja, pero no tenía razones para luchar con ellos y hasta ese instante, el Drow parecía cumplir con su palabra.

Soy el que le salvó el cuello a vuestro amigo... Pueden llamarme Tenebrae.

Hablaba él mismo y se presentaba, aunque sin los títulos correspondientes ya que no lo consideraba tan necesario ante los Mercenarios, él mismo lo fue por unos meses y los títulos no eran algo que pudieran interesarles en realidad. Pero la verdad es que al verlos tan atentos, dudaba que los atacantes del Drow tuvieran oportunidad alguna en ese lugar.

Al ver los mercenarios tensos procuré tranquilizarles, Tenebrae me había salvado la vida y no quería que mis compañeros se mostraran descorteses con el.

- Podéis estar tranquilos, no creo que tenga ningún motivo para iniciar combate. Es cura o paladin o no se que...

Miré hacia el carromato, August estaría durmiendo a pierna suelta y no veía motivo para despertarle aún.

- Si no os importa terminad vosotros la guardia, hemos abatido a un grupo de bandidos no muy lejos de aquí. No creo que vuelvan, pero no estaría de más que alguien se quedara despierto.

Le hice un gesto a Tenebrae para que se sentara cerca del fuego y nos acompañara. Lo cierto es que mi intención era dormir un rato, lo justo para despertarme a tiempo de hacer la guardia del alba, cuando mas cuesta seguir con los ojos abiertos, en especial para los humanos, y así tener controlado al nuevo.

La situacion se termina calmando y la noche pasa con tranquilidad, por la mañana el mercader se despierta y sale de su carromato mientras se estira y come algo, al ver a Tenebrae se acerca y dice:

- Umm quien eres? no te recuerdo y creo que no te he contrado

Mira a los mercenarios, el hombre y la mujer niegan con la cabeza y mira a Ducky

- He de suponer que es un amigo tuyo no? si es asi tendras que compartir tu parte con el, no estoy dispuesto a pagar mas por alguien que no he contratado yo

No tenía ninguna intención de repartir mi parte con Tenebrae, y menos ahora que necesitaba cuanto pudiera abarcar para preparar mi regreso.

- Creo que podemos prescindir de sus servicios, August. Tan solo necesita que le ayudes a orientarse y le indiques como llegar a no se que sitio...

Miré a Tenebrae y esperé a que éste le contara su situación. Prefería no mediar en la conversación.

Había pasado una buena noche a pesar de todo lo que pasó, Tenebrae no era un hombre de muchas palabras, sobretodo cuando estaba rodeado por personas que claramente lo vigilaban. Pero por otro lado, el calor de la fogata y algo de comida caliente fue mas que bien recibida, alimentar el cuerpo para luchar con energías, descansar para reponerlas... No eran malos mercenarios, pero ellos se preocupaban mas por el oro mientras que él, dejó atrás esas costumbres para retomar su verdadero camino.

De todas formas, con la llegada de la mañana y él despierto para cuando se mostraba aquel hombre cuyo nombre parecía ser August, pronto escuchaba como no parecía muy dispuesto a pagar por una espada extra, aunque tampoco se mostraba dispuesto a no dejar que fuera con ellos. Claro que pronto aquel drow mostraba como le dolía la idea de repartir su paga con él, pero por suerte las monedas no eran tan importantes como sus preguntas.

De hecho, teniendo en cuenta que casi muere... Creo que debería pagarle la mitad sin dudarlo. Pero no es el dinero lo que me interesa en estos instantes, quisiera saber en donde se encuentra el Valle del Viento, limita con el Reino de Vermass... Si estoy lejos, me gustaría saber en donde puedo encontrar el Templo elemental mas cercano.

Eran las palabras de Tenebrae que buscaba recordarle al Drow como casi terminaba sin vida para que así, pensara dos veces antes de decir que podían precindir de él. Puede que su camino se separara del de ellos, pero ese Drow debía recordar lo que paso y no mostrarse tan codicioso.

El hombre se queda unos segundos pensando y dice:

- Pues si, conozco esa region, pero esta muy lejos, en el otro continente de hecho seria un viaje muy muy largo.

Mira a los alli presentes y añade:

- El templo mas cercano es el de la tierra, esta en Drasenloft cerca de la capital nuestra ruta nos lleva por ahi, de hecho he de llevar unos libros a ese lugar que dicen que mas que un templo es una gran biblioteca

Cuando oí aquellas palabras se me cayó el alma a los pies. ¿El extraño vendría con nosotros? No es que tuviera nada en contra suya, pero no podía permitirme compartir la recompensa con él, ni aguantar todo el viaje su deje de superioridad.

Por otro lado, así que era aquello lo que August transportaba: libros... ¿Que clase de libros necesitarían de un grupo de tres escoltas? Sabía por experiencia que una hoja de papel podía contener infinidad de información de vital importancia, desde rutas de caravanas, balances comerciales, a planos de invasiones; pero nada de eso se almacenaba en una biblioteca...

Miré a Tenebrae con resignación. Quizás pueda sacarle partido al viaje y aprender algo de él, al fin y al cabo se manejaba mejor con la espada que yo...

- En marcha pues. 

Comencé a recoger el campamento, até los sacos al lado del carro y eché un cubo de agua sucia encima de las ascuas que aún hacían un esfuerzo por vivir tras una noche de festejos.

- Tenebrae, puede que August o uno de los otos tenga una vaina de sobras para tu espada...

Me até las botas hasta arriba y me dispuse para comenzar el camino en cuanto el resto estuviera listo.

Al otro lado del continente... Eso si que era un obstáculo a sus planes, para cuando llegara aquella confrontación se habría terminado y el resultado podría ser bueno como malo. El Varander pudo haberse detenido, pero estaba claro que las consecuencias de haberlo hecho de aquella forma tan brusca, fue terminar lejos de su apreciada espada y de Eliza. Pero seguramente La Orden seguía en movimiento y debía adaptarse, el Templo de la Tierra será su destino para advertirles y prepararlos para la llegada del enemigo.

Entonces parece que iré con ustedes y les prestaré mi ayuda hasta que lleguemos al Templo de la Tierra... Pero como aún no me presenté formalmente, lo mejor será que lo haga ahora. Soy Sir Tenebrae de la Temple, miembro del Clan de la Temple y Paladín del Equilibrio.

Terminaba diciéndole a ese mercader al ver que a pesar de aquel giro inesperado y haber terminado demasiado lejos del Valle del viento, no dudo en adaptarse para continuar con sus objetivos y los designios originales de la Diosa e incluso, una vez mas se presentaba de manera formal ante August terminando por tomar su segunda espada larga y apoyar la hoja en su hombro, como hacía con su arma de hoja carmesí.

No será necesario, ya que estaré apoyándolos, prefiero viajar sintiendo mi acero listo para ser usado.

Aquellas palabras que le dedicaba al Drow, no eran con un tono tan duro frío como fueron las palabras durante la noche anterior. En esos momentos el afrontaba diferentes dificultades, pero debía avanzar y continuar con sus objetivos, confiaba en que su espada volvería a él al igual que confiaba ver de nuevo a Eliza... No podía estar esperando o perder tiempo y viajar de regreso al Valle cuando habían otros templos que aún peligraban, debía mantenerse en movimiento porque La Orden no lo esperará.

El grupo comenzo a moverse, aparentemente iba a ser un camino bastante tranquilo ya que la mayoria del camino transcurria por caminos transitados, de hecho en mas de una ocasion se encontraron con otras carabanas comerciales, con personas que caminaban de un lugar a otro, o simplemente personas que estaban por ahi, sin duda el reino de Farais era un reino seguro y en donde los caminos eran cuidados, incluso algunos guardias a caballo y a pie podian verse cerca de las principales ciudades.

Tras 5 dias de viaje August informa que van a avandonar las tierras del reino de Farais para introducirse en el reino de Gaibeth

- Bueno, ahora vamos a entrar en Gaibeth este reino esta lleno de barbaros y es montañoso, tambien hay una ciudad de elfos grises, aqui nos desviaremos un poco para comerciar con el mas imprtante clan de barbaros y despues iremos a la capital de los elfos grises

Se queda pensando y añade:

- Supongo que sabeis como tratar con las dos razas no?

Me quedé un rato mirando al suelo mientras escuchaba las palabras de August. Había tratado con bárbaros en varias ocasiones, principalmente en viajes comerciales en los que acompañaba a mi padre. Compraban las armas más toscas que uno se pueda imaginar y materiales que nadie más quería. Suponía que, cuando se le da mas importancia a la fuerza con la que atizas que a cómo lo haces: da igual asestar con una hoja bien afilada que con un hierro retorcido. De módo que estaba acostumbrado a sus rituales, como sacrificar algún animal para cerra propiciamente un trato o respetar sus ofertas, por estúpidas que fueran era poco recomendable hacerles enfadar.

Por otro lado nunca había tratado con elfos grises, y hasta cierto punto sentía más miedo que ilusión. Siempre estaba bien conocer culturas nuevas, pero todo lo que había oído en mis años en el camino era que eran criaturas salvajes, poco sociables y que se criaban junto a dragones.

- Dragones... -Repetí en voz baja sin apenas mover los labios. - August ¿Estas seguro que es buena idea comerciar con elfos grises?

Aquellos días de viaje fueron realmente tranquilos, Tenebrae notaba una gran diferencia comparado a lo vivido en las últimas semanas, tanta paz y tranquilidad le dejaba una sensación extraña. Ver a otros comerciantes, caminos cuidados y hasta algunos guardias cuidando de los caminos, cada paso que daba en esos caminos desalentaba la idea de que fueran a sufrir un ataque.

Era una buena región, pero no es un sitio para alguien que estaba librando una Guerra contra La Orden y el avance de la caravana se le hacía demasiado lento. Aún así respetaba los tiempos de August sabiendo que al seguirlo lo guiaría hacia el Templo de la Tierra, él siempre mantenía en mente sus objetivos y con cada noche miraba las estrellas esperando ver a su adorada diosa, esperando recibir una señal o su guía... Pero ella no se mostró ante él, con eso sólo podía mantener su fé firme y seguir con su plan original.

Era así que cuando se detenían en aquel nuevo día y aquel hombres les anunciaba aquello, Tenebrae fruncía sutilmente el ceño al escucharlo. No conocía aquella tierra y puede que no conociera la forma de llegar al destino que buscaba, pero la palabra desviar no era una que le agradara demasiado.

Nos desviaremos por mucho tiempo? Mis asuntos con el Templo de la Tierra es de suma importancia.

Era lo primero que decía esperando que no fuera gran cosa el tiempo que ese hombre estaba dispuesto a emplear para visitar aquellos pueblos que desconocidos, de lo contrario estaba dispuesto a continuar hacia el Templo por sus propios medios. Pero antes de escuchar una respuesta, Tenebrae comprendía que sería bueno saber un poco mas de aquellos pueblos, sobretodo cuando escuchaba como el Drow no parecía querer negociar con los Elfos Grises.

No conosco nada sobre esos pueblos.

El hombre sonrie y comienza a hablar:

- Claro que es buena idea comerciar con ellas, son los unicos que conozco a los que puedes comprarles escamas de dragon sin tener que arriesgarte demasiado matando a uno de ellos, sin duda es un buen negocio ya que son muy apreciados por los herreros mas especializados, las armaduras hechas con esas escamas son las mejores, mas ligeras que una armadura de cuero y con mayor proteccion que la mas pesada de las armaduras de metal

Entonces mira a Tenebrae y dice:

- De hecho el camino hacia Drasenloft nos lleva por obligacion por el territorio de los barbaros, en cuanto a los elfos solo sera un desvio de uno o dos dias, pero viendo el equipamiento que llevas tal vez te interese comerciar con ellos tambien

El hombre hace un gesto para indicar a los caballos que hay que seguir en movimiento

Había oído hablar de las armaduras de escamas, pero para un mercader como mi padre aquello eran operaciones de riesgo. Por un lado eran caras de encontrar, y por el otro era difícil encontrar gente con suficiente dinero para que luego te las compraran a ti. Quizás esta fuera una oportunidad para adquirir alguna pieza de valor con la que "financiar" mis propósitos.

- Aún así no me gusta nada eso de que haya dragones sueltos...

Me pegué sin darme cuenta a Tenebrae, quizás pensando que él era el único que tendría alguna posibilidad frente a un dragón.

Al parecer seguían yendo a destino y el desvío no era demasiado, aunque si llegaban antes al pueblo de los bárbaros, Tenebrae no estaba seguro de seguir su camino con la caravana. Dos días podían ser la diferencia entre una victoria y una derrota, pero nada dijo al respecto.

Escamas de dragón... Cual es el precio de las armaduras? Aunque lo que mas me interesa no es una protección, sino un buen acero que esgrimir, un mandoble resistente.

Comentaba al escuchar a August explicar el porque iban a ese lugar, seguramente una coraza de escamas de Dragón debía ser bastante resistente, esas criaturas eran una verdadera pesadilla a la hora de enfrentar y sobre los que escuchó que hicieron frente a los Dragones, siempre se mencionaba lo difícil que era cortarlos o perforar la piel... Sería algo bueno para él llevar algo así, podría luchar mucho mas y el impacto sobre el enemigo sería superior. Pero lo mas importante no era su protección, sino su capacidad para herir y matar, tener un arma confiable y cuyo filo resistiera una dura confrontación.

No te preocupes por algo que aun no sucede, el miedo nubla tus sentidos y te hace dudar.

Eran las palabras que Tenebrae le dedicaba al drow cuando se le acercaba de aquella forma, se podía notar que su actitud estaba relacionada por el miedo. Lo cierto es que los Dragones son criaturas poderosas, pero no son inmortales y aún no había rastros de ellos, no servía preocuparse por algo que no pasaba como tampoco sirve tenerle miedo a algo que puede morir.

Miré a Tenerbae extrañado, pues bien era cierto que el miedo hacía dudar y te impedía pensar con claridad, siempre había sido partidario que en situaciones de miedo o estrés los sentidos se alertaban, aunque quizás estuviera equivocado...

- Bueno, como ya he dicho nunca he comerciado con ese tipo de material pero... Me quedé un rato mirando al cielo pensando en una buena relación de valores para deducir cuanto podrían costar. Teniendo en cuenta que un mandoble de acero cuesta entorno a los 60 o 70 gians dependendiendo de la calidad yo me atrevería a decir que podrían valer... ¿600 gians?

Me quedé mirando a August para ver si me había alejado mucho del valor real. No me importaba mucho el precio, pues no me los podría permitir, pero me daba rabia perder mis facultades de mercader...

Mientras reanudan la marcha el mercader habla:

- Bueno no es un mal precio, pero como las escamas escasean creo que se venden algo mas caras, yo de todas formas les vendo los materiales a los herreros, y suelo vender una escama por 200 Gaians asi que dudo mucho que la vendan tan barato, sobretodo porque son dificiles de tratar

El grupo seguia caminando, pasaron por varios caminos que conducian a las montañas, el sendero tras unas horas les llevo por una zona cercana a la costa en donde podian verse restos de varios naufragios en las costas rocosas

Andaba algo más ligero que los demás así que no era raro que sin darme cuenta me distanciara un poco de ellos. Me detuve un segundo para esperarles mientras observaba la inmensidad del mar. El aire traía un olor extraño, como a sal, pero también a madera podrida y algas en descomposición. Entonces reparé en los barcos naufragados que, encastados en las rocas, hacían un esfuerzo por no volver a ser engullidos por el oleaje.

Un tercer olor vino a mi, un olor familiar que no olía desde hacía un tiempo, para ser más exactos desde que salí de Faris: el olor a dinero. ¿Que extraños tesoros esconderían aquellos buques que en su día fueron llevados por el mar y ahora nos devolvía? ¿Especies, armamento, joyas, el sentido del humor de Tenebrae? Solté una risa estúpida teniendo en cuenta que estaba solo.

Quizás a August no le importara que me quedara rezagado unos minutos rebuscando entre los restos, al fin y al cabo ellos no iban muy rápido con el carromato y luego les podría dar alcance fácilmente. Así que corrí de nuevo hasta el grupo y le consulté August la propuesta.

- Será solo unos minutos. Además, quizás encuentre escamas y no haga falta dar un rodeo.

Lo cierto es que el rodeo no me importaba mucho, pero a pesar de las palabras de Tenebrae la idea de tratar con dragones no me convencía en absoluto.

Los precios que se mencionaban superaban a Tenebrae, las armas de buena calidad al igual que las armaduras tenían un coste alto, aunque al considerar lo que puede llegar a costar una escama de Dragón, las armaduras no parecían tan caras... Pero todo indicaba que iba a tener que conformar con un equipo común, tampoco podía perder tiempo buscando otras formas de aumentar sus ingresos, llegar al Templo de la tierra era su prioridad.

Era así que para cuando veía la extraña actitud del Drow, no pudo evitar fruncir el ceño levemente, él también vio los restos de los barcos abandonados, era como un cementerio en cierta forma. Pero no creía que fueran recientes y dudaba seriamente que fueran los primeros en transitar ese camino, por lo que si había algo en ese lugar, debió haber desaparecido hace tiempo.

Seguro que encontrarás algo? No debes ser el primero en pensar eso, los restos de aquellos barcos ya debieron haber sido saqueados.

Decía Tenebrae para que se diera cuenta de que lo mas posible de aquel intento de cacería de tesoros, terminara en una pérdida de tiempo. Aunque solo por unos instantes, dirigía de nuevo su mirada hacia ese lugar, solo para intenta ver algo que pudiera llamar la atención desde donde estaban.