Partida Rol por web

 El lugar en el que se despierta Katsu es un apacible lugar, la pradera esta situada en un lugar calido en donde la brisa mueve levemente la hierba, salvo algunos arboles y las pequeñas colinas no hay nada mas.

En el suelo donde se ha despertado Katsu hay pequeños animales, puede observar tambien como los roedores de la pradera siguen sus apacibles vidas, los pajaros se escuchan en lo alto y la tranquilidad se respira en el ambiente

Aquel sitio... aquel sitio no le era conocido. Era agradable, un sitio agradable, mucho verde, pajaros cantando, rayaba lo idilico y bucolico. Colinas, algun arbol salpicando el paisaje... y de aderezo los tipicos animales de pradera. ¿Aquello era una pradera? Podria decir que si. Se levanto o lo intento, pero su cuerpo estaba pesado.  Aun estaba mareado... tomo un poco de aire fresco... pero era calido. Era tan calido. Lo habia echado de menos... el frio del Valle y ahora aquello. Volvio a mirar, no sabia donde estaba.

Vale se sento. Necesitaria un par de minutos para estar bien del todo, que no es que fisicamente no lo estuviera... era solo, confusion. No sabia donde estaba...¿y su hermana?¿y la chica del pelo rosado? Aquella pelea... le habia dejado un regusto amargo.Hizo un par de inpiraciones profundas, cogiendo aire ampliamente, y se levanto poco a poco. Su cuerpo respondio bastante bien pero aun estaba un poco entumecido.

Y miro, miro a sus alrededores, con una inspeccion visual para buscar mas informacion. Muchas preguntas. Demasiadas preguntas.Tenia que saber donde estaba. Tenia que saber donde estaban las otras personas... y sus cosas. Muchas cosas por hacer, tenia que moverse y espabilarse. Antes de andar, echo un vistazo lo que viera, determinaria que haria... si es que podia reunir alguna pista... 

Katsu que se encontraba algo mareado se da cuenta que por fortuna tiene todo su equipo, aparentemente nuevo como si no lo hubiese usado, pero se encuentra solo, o al menos durante unos segundos ya que no tarda en escuchar unos pasos, casi por instinto mira hacia atras viendo como camina un hombre tranquilamente con una pipa en la boca, el hombre parece de mediana edad, tiene le pelo canoso y algunos desgarrones en la camisa y suciedad, lo que denota que se trata de una camisa con bastante uso, ademas lleva puesto un chaleco de cuero, unos pantalones del mismo material y un cinturon sobre el que cuelga un sable, unas botas de viaje bastante usadas terminan el atuendo del hombre que observa a Katsu,a l verle dice:

- Vaya chico, no deberias dormir en medio de la pradera, y mas con esas armas tan curiosas que tienes ahi, cualquiera podria venir y asaltarte, estas tierras no son muy peligrosas pero nunca se sabe

El hombre da una larga calada y tras expulsar el humo dice:

- Por cierto, me llamo Rufus, encantado

Su primer contacto humano. Bueno tenia sus cosas y alguien a quien preguntar. Era algo. El chico saludo al otro humano con su mano diestra.  La verdad, no deberia preocuparse de salteadores... podria despacharlos rapidamente. Y bueno, el tal Rufus iba armado.¿un mercenario?¿un aventurero?¿un guardia? Quien sabe. No se encogio de hombros, pero tenia necesidad imperiosa de relacionarse con otras personas... y de saber donde estaba:

-Eh... Hola, Rufus...mi nombre es Katsu... y bueno, como habras podido deducir no soy de estas tierras... un placer, si pudieras decirme donde nos encontramos... ando un poco deshubicado... e intentare ayudarte de otra manera... estoy buscando a unas personas... unas chicas ariasianas... bueno dos chicas arisianas y una elfa gris con pintas de samurai y unas katanas... no las habra visto ¿no?

¿Donde se encontra?¿Que habia pasado? Necesitaba respuesta con urgencias... o almenos informacion. Dependiendo las circunstancias, ya veria que podia hacer... Y si, habia preguntado directamente por ellas. Habia sido descuidado pero no tenia mucho que perder. Tendria que ser mas cauteloso pero la impaciencia lo mataba. Su espiritu rebullia, tenia que hacer algo rapidamente... si, estaba ansioso...

El hombre se mece la barbilla y dice:

- Umm pues estamos es Keroum donde ibamos a estar? debes estar muy desorientado en verdad muchacho

Se acerca un poco a Katsu y añade:

- La verdad no he visto a una chica arisiana, y Arisu queda bastante lejos, por lo que tengo entendido la gente de alli es un poco rara y no es muy normal verles aqui, en lo de la elfa gris, eso si que es raro de ver, la mayoria te diran que no existen pero yo si he visto algunos con sus dragones, impresionantes pero hace bastante que no veo a ninguno y menos vestido de Samiraqui has dicho?

Pues mira, debia disimular muy bien, porque el era de alli... En fin, suspiro. Keroun. Realmente estaba lejos de Arisu y del Valle del Viento. ¿Porque estaba alli? Y sin pistas de las chicas. Bueno, las seguiria buscando. Tenia dinero aun en gaians del Valle... por si lo necesitara. Aquello le afecto un poco. ¿Dragones con elfos? Se debia haber perdido algo... pero no le dio mas importancia. La verdad, tenia ganas de hablar, asi se distraia y no pensaba en todo lo que habia pasado. Cuando tuviera el estomago lleno pensaria que hacer... y en que sitio de Keroun estaba. Paso a paso. Debia tener paciencia... una cosa era lo que queria, otro lo que necesitaba:

-Bueno, yo he estado en Arisu por algun tiempo, son personas trabajadoras y tienen sus cosas... sus armas son especialmente atractivas... y te agradezco la informacion... no sabras donde hay una poblacion cerca de aqui...

Un poco de comida caliente, le haria mucho bien. Los planes podian esperar. Podria meditarlos un poco... no sabia, quizas pudiera usar su Ki de alguna manera... durante su pelea, habia hecho cosas con el que casi rozaban lo... raro. Pero ahora no tenia ni a Elenaide ni a Hiromi para ayudarse. Y Rufus, pues podia sacarle mas cosas:

-La verdad es que si me guiaras hasta alli te estaria muy agradecido... y si me pusieras en situacion y me explicaras cosas de Keroun sabria agradecertelo... con alguna invitacion en una taberna o algo asi...

No es que fuera muy sutil. El no lo era. Pero vamos, solo hacia lo que recordaba que le habian enseñado, trata a la gente bien y con generosidad y te lo devolveran con creces. Era justo. Lo divertido era... que se sabia defender... habia mejorado bastante... aaa sus sueños, ojala pudiera estar con Elenaide-dono una temporada larga... era una maestra magnifica... Ademas habia unos ejercicios de respiracion que queria probar. Pero la verdad, es que aunque aparentara tener buena cara... aun tenia herida profundas recientes. Quizas y solo quizas hubiera empezado a dar algunos pasos adelante, pero su equilibrio era precario.  Caminaba por el filo de una navaja, haciendo malabarismo. Equilibrio. Esa palabra le sonaba... y no le gustaba mucho lo que le recordaba.

Solo el tiempo diria que pasaria con el muchacho...

Rufus sonrie ampliamente y dice:

- Claro hombre, nunca viene mal un poco de compañia y esa cerveza gratis te la agradezco, de hecho por aqui cerca hay una pequeña aldea que tiene una posada bastante buena, venga vamos y charlemos un poco mientras caminamos

Rufus hace un gesto para que Katsu le siga, aparentemente se dirige hacia un camino no muy lejano mientras dice:

- Pues Keroum es el reino mas tranquilo y pacifico que puedas ver, al menos en sus ciudades, los Keruban son unas gentes muy pacificas, no se si les conoces

El dia habia empezado como practicamente todos los dias en los que Gabriel se encontraba en su casa alla en Marlock, tranquilo y aburrido, sin embargo, segun fueron pasando las horas la cosa se habia animado y para el eso era algo muy bueno ya que su contacto le habia llamado, se trataba de un hombre de confianza que hacia de intermediario entre el mercenario y los contratantes, y que siempre que llamaba tenia un buen trabajo, aunque le habia dicho que este era un gran trabajo que le daria mucho dinero y que incluso podria darle fama, pero eso si el queria.

El trabajo habia sido encargado por el señor y la señora Perklins, ese nombre era muy conocido en las islas ya que el era un importante politico, con un gran poder y mucha influencia y ella era una reputada cientifica que investigaba nuevos usos para la fuente energia principal de las islas. El contacto de Gabriel solo le dijo que deberia estar en la lujosa mansion de los señores Perkins a una hora convenida y a esa hora era cuando el hombre llego.

El lugar era impresionante, una casa de dos plantas y muchos metros cuadrados, un jardin rodeaba toda la casa y a este una muralla que el personal de seguridad se encargaba de mantener custodiado, sin embargo parecia que habia demasiada seguridad, sin duda no era normal que un politico tuviese tanta seguridad, la respuesta llego pronto, en cuanto Gabriel fue conducido a un despacho donde le esperaban marido y mujer

El hombre parecia preocupado, el asunto no parecia gustarle demasiado, pero tenia que terminar pronto con el y el hecho de haber contratado a un mercenario indicaba que tenia que hacerse con garantias y con discreccion, al ver a Gabriel llegar se acerca y extiende la mano, entonces habla con voz clara y autoritaria, de una persona acostumbrado a a hablar en publico:

- Bienvenido señor Gabriel, tal vez me conozca pero mi nombre es Marcus Perklins y a mi esposa aqui presente y a mi nos gustaria contratar sus servicios como mercenario ya que nos han dado muy buenas indicaciones sobre usted

Hace una leve pausa y a continuacion añade:

- Ire directo al grano pues es un asunto de gran importancia para nostros, deseamos que encuentre a nuestra hija desaparecida

La mujer se acerca con una carpeta en la mano y con un tono de voz mas amable dice:

- Por favor, ayudenos a encontrar a Serah, no es mas que una niña, le pagaremos bien, pero consiga encontrarla

Gabriel puede ver como sobresale de la carpeta una fotografia de la chica:

La curiosa pareja habia comenzado a caminar tranquilamente por el sendero que les llevaria fuera del bosque, de hecho no tardaron mucho en llegar al linde de este. El dia estaba despejado y no hacia apenas calor, la suave brisa que soplaba hacia que la marcha a pie fuera mucho mas agradable que cualquier otra forma de movimiento, incluso el dragon parecia disfrutar del caminar por el bosque, ademas los arboles y su sombra favorecian esta sensacion.

Tras un rato llegaron a una pradera, la hierba se mecia levemente con el viento y el aire olia a frescor, hierba ligeramente humeda y zonas recien segadas, sin duda debian estar acercandose a una poblacion ya que a lo lejos podian verse como comenzaban algunos campos de cultivo y alguna que otra granja salpicaba el paisaje.

El camino que seguian les llevaba hacia la direccion de los cultivos, aparentemente no habia nadie en la zona, pero tras un vistazo mas detallado podia verse como dos personas caminaban por el sendero, iban hablanod entre ellos y al parecer seguian la misma direccion que estaban siguiendo los dos aventureros

La noche habia sido larga, Belyye habia conseguido descansar cerca de unas ruinas, pero en alguna ocasion se habia despertado muy alterado por ruidos o por sus propios sueños, lo que sabia que habia descansado a duras penas; ante si tenia un paisaje bastante tranquilo, un largo camino de tierra que no sabia realmente a donde dirigia o las ruinas en las que habia descansado, el aventurero no habia investigado a fondo las ruinas ya que habia llegado demasiado cansado como para iniciar una exploracion.

El dia era tranquilo y apacible, el sol calentaba lo justo y el viento sopla con suavidad, nada hace presagiar que pueda cambiar radicalmente para empeorar, por lo que es un buen dia tanto para internarse en unas antiguas ruinas como para proseguir su camino.

El camino habia sido largo y durante los ultimos 3 dias las altar torres de la ciudad se veian en la lejania, la ciudad de Faris, capital del reino humano de Farais y mas conocida como la ciudad blanca por el color de todos sus edificios se extendia ante los ojos del Drow. Las puertas de la ciudad se encuentran abiertas de par en par, sin duda debido a que durante el dia la ciudad es un importante centro comercial de la zona.

Junto a Ducky caminaban toda clase de personas de todas las razas, aunque lo que mas predominaran fueran los humanos. Mercaderes tratando de vender sus productos, granjeros que acudian a los mercados de la ciudad, ciudadnos de las afueras que trataban de adquirir alimentos, o simples viajeros que estaban alli por casualidad, toda clase de personas parecian entrar en la ciudad.

Segun lo que habia escuchado el drow y por experiencia propia en las ciudades mas grandes siempre era donde habia mas trabajo, en especial para un mercenario y como el era uno y con poco dinero decidio acudir a la ciudad grande mas cercana, la venganza era importante, sin embargo, sin dinero no podra acometerla ya que sus objetivos eran personas demasiado poderosas e influyentes en su ciudad.

Al traspasar las puertas de la muralla puede darse cuenta que la ciudad es muy grande, por lo que sabe esta dividida en 7 zonas, divididas en diferentes alturas, en donde la mas alta es en la que se encuentra el palacio real y en la mas baja el mercado.

Por fin habia llegado, el viaje habia sido extraño y al mismo tiempo fascinante, era la primera vez que viajaba en un barco volador, estas naves no se conocian en Gaia hasta hace poco cuando los Shanjim con su magia las han introducido, segun parece antes de la caida y posterior resurgimiento de esta raza eran un medio de transporte muy comun en el mundo, pero ahora solo algunos podian decir que habian montado en ellas.

La ciudad e los Shanjim se veia impresionante a lo lejos, construcciones de diversos tipos pero armonizadas entre ellas, se notaba el gusto por las torres y la importancia que daban a las aguas ya que habia por toda la ciudad. El atardecer no hacia mas que engrandecer la ciudad dandole unos tonos rojizos muy llamativos y que acentuaban la bellezad e esta. 

La embarcacion se habia retrasado debido a unos problemas con el tiempo y llegarian a la mañana siguiente aunque podian ver la ciuda dperfectamente, el capitan de la nave habia informado que esa noche no tendrian que pagar camarote ya que era por culpa de ellos y no harian que sus clientes tuvieran que pagar mas de lo acordado. 

Aun quedaba un tiempo para la cena que se servia en el comedor y la mayoria de las personas estaban en la cubierta observando la ciudad.

La sangre comenzó a teñir todo aquello que tocaba con un desagradable color carmesí, a los pies de una silueta el mundo parecía haber muerto y haber quedado detenido en el tiempo, aquel ser que parecía haber perdido todo rasgo de la humanidad que tal vez nunca llego a tener se miro las manos llenas de sangre sin sentir ningún tipo de sentimiento por lo sucedido.

Poco a poco el cielo se fue tiñendo del mismo rojo mientras a lo lejos se escuchaban los sollozos de los inocentes temiendo por que llegara pronto su fin, los ojos rojos del misterioso ser de apariencia humana parecían perdidos en el infinito como esperando a que algo finalmente llegara, de mientras una extraño espíritu creado por oscuridad apareció en el hombro del joven cuyo pelo blanco había quedado totalmente teñido por el rojo de la sangre.

“Bien hecho ¿Ves? Solo tienes que seguir lo que diga padre y conseguirás grandes cosas, todos tenemos muchas esperanzas en ti, no nos decepciones” Aquel extraño humano comenzó ha andar a paso lento y constante en la dirección que había estado mirando en silencio, su paso era constante y monótono mientras el ruido de sus pies chapotear en la sangre de los cadáveres que poblaban todo el lugar poco a poco se hacia mas fuerte, solo amortiguados por el sonido de alguien llorando, cada vez con mas intensidad.

Un par de minutos después el joven se detuvo y se quedo mirando en silencio, en el suelo desconsolada se encontraba una niña llorando encima de lo que parecía ser su madre, en ese momento la chica se giro asustada para darse cuenta de la presencia de aquel extraño personaje que parecía la mismísima encarnación de la muerte, pero en vez de huir se levanto patéticamente empuñando un cuchillo y gritando sin ningún tipo de sentido mientras se lanzaba desesperada hacia aquel que mato a su madre.

En ese momento en la mano del joven apareció de la nada una espada negra hecha totalmente de oscuridad que desprendía una extraña energía que parecía desear devorar todo aquello que tocara sin ningún tipo de misericordia... Con un simple movimiento el oscuro personaje levanto su arma y con un rápido movimiento dirigió su ataque contra la indefensa niña, era el fin... La espada poco a poco se aproximo a la chiquilla con la intención de asesinarla sin dejar nada atrás, de repente una voz interrumpió la escena mientras comenzaba a sonar el sonido de un arma cortar la carne y la escena se fundía en negro sin saber la resolución del enfrentamiento...

“¡Detente!” Belyye se despertó violentamente de su no placentero sueño, su respiración se había acelerado, sentía el sudor frío recorrer todo su cuerpo mientras cada latido de su corazón hacia que todo su cuerpo temblara. Aun confundido Belyye se llevo la mano al rostro y se quedo en silencio unos minutos mientras acaba de asimilar que todo aquello había sido un sueño, normalmente sus sueños sobre aquello resultaban violentos y dolorosos, pero en aquella ocasión había resultado incluso mas fuerte de lo que resultaba habitualmente.

Finalmente el joven sonrío de una forma algo tétrica y comenzó a reír entre dientes de una forma que posiblemente para muchos humanos resultaría desagradable y tenebroso. Simplemente se encontraba riéndose de si mismo mientras su mente se llevaba de cosas como “Un demonio que tiene miedo a sus propios sueños”, finalmente intentando recuperar un poco sus ánimos o intentando sobrellevar como siempre ese problema, se levanto y se preparo para proseguir su viaje.

Tras varios días de viaje Belyye había decidido tomarse un descanso, durante las primeras horas de cada noche el joven demonio siempre aprovechaba para usar sus alas, durante el día volar era peligroso ya que era fácilmente visible a distancia y aun que a cierta distancia era fácilmente confundible por un ángel, era mejor no correr el riesgo de que alguien decidiera darle caza, sobretodo resultaría muy violento encontrarse un ángel de cara que rápidamente lo reconocería al menos como un “no ángel”, mas que suficiente motivo como para quererlo fuera de su vista.

A causa de ese motivo Belyye tenia como norma propia no usar las alas durante el día y viajar a pie... Parecía ser que tenia dos opciones, podía continuar andando por el viejo camino para buscar un nuevo poblado, pero tras varias semanas sin mucho existo en los lugares que encontraba no tenia demasiados ánimos para proseguir el aburrido camino, entonces desvío la mirada hacia las ruinas.

Andar durante muchas horas era algo mucho mas cansado que volar, en vez de proseguir el camino había otra opción... Podía investigar durante el día aquel lugar, algo que no resultaría muy agotador y volver a ponerse en marcha volando en cuando el sol se pusiera, posiblemente en un par de horas volando podría recorrer la misma distancia que andar durante varias horas y después volar cansado. Así que tras meditarlo unos minutos finalmente se giro hacia las ruinas y con toda la tranquilidad comenzó a avanzar hacia ellas, posiblemente no encontrara nada interesante allí, pero nunca se puede se sabe, tal vez hubiera algo de utilidad allí.

Mientras avanza entre el gentío se deleita mirando las carretas de los mercaderes. Le traen recuerdos de su infancia y de cuando los tiempos eran mejores para él. De pronto se plantea que algún día, cuando esto acabe, quizás debería retomar las riendas del negocio familiar. Al fin y al cabo, su abuelo empezó de cero.

De pronto choca contra alguien y lo saca del ensoñamiento. Vuelve a recordar qué le ha traído aquí, a Farais, de modo que se pone a pensar quien necesitaría los servicios de un mercenario. En los mercado suele haber comerciantes que necesitan escoltas para sus viajes, pero no es un trabajo muy bien pagado. "Quizas..." se pregunta mirando a lo alto de todo de la ciudad: puede que algún noble necesite un buen sicario, pero jamás le dejarán acercarse a los barrios altos, con aquellas pintas.

"Lo mejor será que busque una taberna y pregunte, esa gente se entera de todo siempre." Así que se dirige en busca de una escaleras para subir al segundo nivel, desde allí tendrá mejor vista de la ciudad y espera encontrar alguna posada donde preguntar por alguien que necesite de sus servicios.

Keroun. Keruban. Nunca habia estado en ese reino ni conocido a esa raza, y sus conocimientos eran... rudimentarios. Suspiro. No era alli donde deberia estar. No comprendia lo que habia pasado. Todo era confuso. La verdad, primero queria encontrar a tres personas, ampliable a cuatro... luego veria y se preocuparia por lo que habia pasado con Liath. Liath aquel guerrero era extremadamente poderoso... ¿podria competir con la elfa samurai? No lo sabia. Solo le deseaba lo peor y no toparse con el en mucho tiempo. No le echaria de menos. Se centro en el ahora, y siguio hablando con Rufus, tenia que dejar de desviarse:

-Lo siento maese Rufus pero parece que es la primera vez que estoy en Keroun y tampoco he conocido nunca un keruban... pero me gusta ser cuidadoso con los sitios que visito, no me gustaria ofender a nadie y menos buscar problemas... solo soy un viajero, un aventurero... quizas algunos dirian que un vagabundo...

No buscaba los problemas, ellos le buscaban a el. Recordo las ultimas palabras de su hermana antes de entrar en las ruinas, tenia que positivar, buscar algun motivo para seguir adelante... o simplemente seguir adelante. Su camino tenia muchos simbolismos y de vez en cuando se para a reflexionar un poco. Ok, vale habia mejorado bastante como guerrero y comenzaba a dominar Ki.  Habia dado pasos, pero eran pocos en un largo camino. Viajar, viajar y mas viajar. Habia visto cosas increibles y habia conocido a personas impresionantes. Eso le habia enriquecido mucho. Pero lo mas importante, es que aun le quedaban muchas cosas por ver y hacer:

-Solo le preguntaba por si los Keruban tenian algunas normas sociales que respetar... un dicho occidentalis dice "haya donde fueres, haz lo que vieres"...  y si me guia a esa taberna, le invitare a algo de bebida y puede que tambien a una comida... pero eso no lo he decicido jjejeje

Positivar, tenia que positivar... ellas lo habria querido que asi fuera.

La suerte habia aocmpañado a las dos amigas, justo cuando decidieron dirigirse hacia el mar un barco humano pasaba por la zona, con un poco de suerte y habilidad se habian escondido en la embarcacion, no sabian realmente a donde irian, pero a algun lugar donde habia humanos podian estar seguras que irian.

Las dos amigas se habian colado por una pequeña ventana que daba al interior del barco, alli aparentemente no habia nadia, aunque realmente no podian estar seguras. la sala en la que se ecnotraban debia ser el equivalente a una pequeña habitacion en el barco, aunque para ellas era enorme, una gran cama, una mesa y una silla de madera, ademas de un arcon que era mas grande que la casa mas grande del hogar de las dos Farian; la habitacion tiene la puerta cerrada, aunque con un poco de esfuerza ambas pueden pasar por la cerradura

Arween habia sido la primera en entrar, posandose sobre la cama dice:

- Vamos Torween no hay nadie, estoy segura que en este barco llegaremos a los reinos de los humanos

Se queda mriando el  lugar con la boca muy abierta y los ojos llendo a toda velocidad de un lugar a otro:

- Vaya que grandes son, cuando vi el barco no me lo creia pero si esto es una cama son muy grandes