Partida Rol por web

El dia habia empezado como todos los dias, aburrido para algunos, con muchas posibilidades para otros, pero a fin de cuentas un dia normal y corriente, un dia como otro cualquiera, tal vez se disponian ir a trabajar, o a clases o quizas simplemente a salir a tomar el aire o a hacer deporte, lo unico que importaba era que todos habian salido de su casa. 

Tras atravesar la puerta algo extraño sucede, es como si alguien hiciese una foto con un potente flash justo delante de la cara cosa que hace que estes durante unos segundos cegado, pero lo mas extraño no es eso, es el sentimiento de desvanecerse, de perder la consciencia.

Cuando pasa un tiempo indeterminado algo comienza a sentirse, la sensacion del aire soplando, un hormigueo en el cuerpo provocado por la hierba al mecerse con el suave viento. Poco a poco la consciencia llega a todos los presentes y al despertarse, unos antes que otros pueden ver una imagen que no es la que esperan, frente a ellos hay una extensa pradera

Una larga extension de hierva con apenas unos pocos arboles, a lo lejos pueden verse lo que son campos de cultivo de algunas granjas dispersas y un sistema montañoso no muy lejos. Los que miran hacia el norte pueden ver como hay un camino de tierra que parece atravesar la pradera en direccion a las montañas y que viene de un bosque no muy lejano.

Pero en ese lugar hay varias personas, todas ellas parecen extrañadas y estan tumbadas en el suelo:

Me levanto un poco hasta quedar sentado en el suelo y empiezo a mirar a mi alrededor.Donde estoy?Que ha pasado? A continuación empiezo a mirar todo a mi alrededor, empezando por el resto, a los cuales miro con calma. Noto algunas manchas en mi visión así que me limpio las gafas para quitarlas, entonces me doy cuenta que estoy un poco deslumbrado y me vuelvo a colocar las gafas mientras espero a ver normal otra vez. Echandole una mirada al cielo miro la hora.Me pregunto quienes serán estos? Se lo pregunto?...Ya dirán algo.

Mi cabeza...¿Que demonios había pasado? Intenté abrir los ojos aunque la luz del sol me cegó. Mientras mis ojos se acostumbraban a la luz, me di cuenta que mis manos tocaban hierba y todo olía mas a naturaleza de lo normal. Cuando finalmente pude abrir los ojos, pude ver un inmenso campo verde. Pero no eran los terrenos que veía al despertarme todas las mañanas. No había vayas, ni ganado, ni ninguna casa cerca. Solo campo.

Me levante, despacio, aun mareado. Mire a mi alrededor y me di cuenta de que no estaba solo. Había otros 4 chicos a mi alrededor. ¿Quienes eran? ¿y donde demonios estábamos? Esto no me gustaba nada. Uno de ellos estaba sentado.

-Oye, ¿tu sabes donde estamos?-no tenía muchas esperanzas de que el supiera algo, pero había que probar suerte.

Al escuchar como me hablan me giro y encogiendome de hombros d¡go-No. Supongo que en algún campo pero aparte de eso nada. Mi cara practicamente grita confusión.

Uno de ellos era un joven en torno a veinticinco años. Estaba tendido boca abajo y respiraba trabajosamente. De algún modo salió de la inconsciencia y poco a poco se levantó. 

El estupor era una mera sombra de lo que expresaba su rostro. La más completa sorpresa le embargaba. Se miró las manos, en su mano derecha había una alianza de oro. La sacó desconcertado y miró la parte de dentro. Le quedaba holgada. Volvió a ponérsela.

Se tocó el pelo fino y lacio, especialmente la zona que ocupaba su frente. Miró a los otros con gesto extraño. Cogió un estuche que había al lado, lo abrió dejando al descubierto un cristal con dibujos y deslizó el dedo.

Luego levantó la cabeza, como buscando algo y miró alrededor. Seguía asombrado.

¿Dónde estoy? ¿Isabel? ¿Nuno?

Y seguía mirando alrededor desconcertado.

Al salir de casa, aún con las llaves en la mano Pyaray se vió cegado por la luz, pero no era la luz matinal de la mañana, sino que....

Despertó en aquel prado infinito, borrosa aún la lejanía. El chico iba vestido de chándal, en la cintura llevaba una de esas riñoneras perroflautas o Hippsters, como quieran llamarla, y en la mano llevaba un manojo de llaves que podrían haber pertenecido a cualquier mazmorra, no estaba solo, y cuando su primer impulso fué apartarse apresuradamente, se relajó al ver que estaban tan confundidos como él.

Se levantó despacio, ayudándose con las manos y viendo entonces en el horizonte algunas casas y granjas mientras escuchaba hablar a los tipos que habían con él. Se empezó a pasar la mano por la lengua, no recordaba un viaje de Lsd como este, no un cambio tan radical.

Al avanzar, un detalle en particular, algo tan tonto como el sonido de tierra perceptible solo al vibrar de la suela de la bamba con el suelo, le hizo saber algo, que en su tono siempre irónico y marcado de locura manifestó en voz alta

Esto no es Kansas, Dorothy

Esto no tiene ningún sentido - Responde el joven a Josu. 

Los pantalones están a punto de caérsele, se los sujeta de nuevo apretando el cinturón. La camisa le queda grande también. 

Yo ... yo tengo mujer y un hijo. No puedo estar haciendo ... lo que quiera que estemos haciendo.

Tan desconcertado está que queda callado unos segundos.

Soy Jose Javier, pero todos me llaman Jose.

Mientras el grupo parecia empezar a despertarse y algunos de ellos a tratar de averiguar donde se encontraban comienzan a escuchar algo, no muy lejos de alli se escucha una melodia, una cancion tocada por una flauta que poco a poco va acercandose, pasado apenas un minuto el sonido es muy claro y puede identificarse perfectamente el sonido del instrumento, el cual por otro lado esta siendo tocado sin producirse ningun error en las notas cosa que cualquiera que sepa algo de musica puede notar ademas de que el sonido es muy limpio, lo que indica es que esta siendo producido por un instrumento y no por algun tipo de reproductor.

Los que miran en direccion a la musica pueden ver como por el camino viene caminando una persona con tranquilidad que toca una flauta, aparentemente es bastante buena con ella. Segun se acerca pueden ver que se trata de una mujer de largo cabello rubio, aparentemente viste con ropas ligeras, unos pantalones ajustados y un top con unas mangas de color verde y un pañuelo rojo al cuello, sin embargo lo que mas destaca de ella no son sus ropas que si que son algo extrañas, sino que lleva colgado del cinturon una espada, aparentemente es una especie de sable o florete. La mujer camina tocando la flauta sin hacer caso de los alli presentes sobretodo porque el camino esta a unos 100 metros de donde estan ellos, pero para los extrañados chicos lo mas extraño no es el equipamiento de la mujer ni sus objetos, sino sus orejas, unas orejas que porque todo el mundo sabe que no existen pero sino cualquiera diria que es una elfa

con mochila en mano y las llaves de la casa resonando, sentí el suave pasto que se mecía con el viento, solo luz blanca era lo que mis ojos veían y poco a poco siluetas y voces comenzaban a aparecer, tenia algo entumecido el cuerpo pero me arrastre hasta poder quedar sentado, coloque mi mano en mis ojos como quien recién despierta y mire con mi mas singular cara de idiota que podría llegar a poner

-Ah?,...-

un simple sonido salio de mi boca al mirar al rededor

"espera, que carajo hago aquí!??, yo juro que acababa de salir de mi casa... sera esto algo así como lo que paso en btooom?,... o quizá fui secuestrado!, las drogas para secuestrar hoy día son muy eficaces"

mire mis manos en busca de algo extraño quizá alguna cadena o algo parecido

"¿nada?, en serio nada de nada?"

otras dos personas comenzaron a hablar, parecían igual de desconcertadas que yo y al fin una tercera persona les respondió

no tenia ni idea de lo que estaba pasando, pero algo tenia que hacer, no me podía quedar callado

-Hola?,...-

al instante en que abrí mi boca escuche una suave melodía así que me dedique a mirar el paisaje, al fondo una bella chica, con un florete... parecía ser del lugar y si ninguno de los que están a mi lado parecían saber nada, supongo que ella si

me puse de pie algo tambaleante aún algo afectado por la situación, coloque la mochila en mi espalda y levante la mano haciendo señas tratando de llamar su atención

-Eyy!!, Disculpa!-

Esa música... Años en conservatorio y no la había escuchado tan limpia mas que un par de veces. Me giré y vi a una... espera, ¿una elfa? ¿esto era una jodida broma o que?

Sinceramente esto me descolocaba cada vez mas. O me habían drogado hasta las cejas o esto era una maldita pesadilla. O un sueño, si es que me lo montaba bien. Uno de los que apenas se había despertado se levantó y corrió donde la mujer haciendo gestos. 

-Eh, gente, yo me voy a acompañar a ese. Si alguien viene... pues que venga-solté una sonrisa y me di la vuelta para seguir al chaval que corría.

Jose no dijo nada. Miraba embobado a la elfa. Se pellizcó fuertemente el reverso de la mano, hasta el punto que dejó un cardenal en la piel.

¡Ay! se quejó.

Iba a decir algo pero vio a Josu salir detrás de la mujer. Mierda Exclamó Venga, vamos todos.

Y siguió a los otros dos.

Al parecer nadie tiene ni idea de lo que está pasando, mientras los otros se van presentando yo me quedo callado escuchando, antes de que tenga tiempo a presentarme se empieza a escuchar una música a lo lejos, es bonita, a medida que se acerca veo que quien la toca es una mujer,Igual nos puede decir algo de est...Eso son orejas de elfo? Y esa mierda que lleva allí es una puta espada?Al parecer a los demás les da igual y se acercan, yo por mi parte los imito pero me quedo ligeramente atrás.Me da muy mal rollo, pero igual nos puede contar algo.

El tornado nos ha traído a Oz, ahí está el camino de baldosas amarillas y ahí la bruja a la que hay que robarle las botas

El resto de "perdidos" se acercan apresuradamente a la primera figura que ha aparecido, una elfa que Pyaray observa como si fuera lo más natural del mundo, no reconoce ni siquiera que lo que salga por la flauta sea música, bastante tiene con identificar el instrumento por el oído.

El grupo se apresura mientras él guarda las llaves en su riñonera, y con las manos en los bolsillos de la sudadera gris echa a andar por detrás del grupo, sacando el móvil, mirando la hora... las 08.10h. Saca el zumo Pascual que lleva para el desayuno y se comienza a beber el bric con tal de despejarse, mientras mira el sol para ver si concuerda con la hora del móvil.

Ya sabía que iba a pasar, no esperaba que fuera tan pronto, pero ya me debo haber vuelto loco
 

La mujer al ver a tantos hombres y con ropas tan extrañas correr hacia ella deja de tocar la flauta y se la guarda en el cinto, observa en un primer momento desconfiada y con la mano cerca de su arma, la mujer mira no solo las ropas sino si llevan algun tipo de arma, pero al ver que no llevan se queda mas relajada, aun asi no parece terminar de bajar la guardia. Con una melodiosa y suave voz responde a los comentarios:

- Si? que es lo que sucede? 

Mira de arriba abajo a todos como extrañada sin duda parece que nunca ha visto a gente similar a ellos

-Perdona si te eh asustado señorita-

ya me sentía mejor, mi cuerpo habia recuperado todo su esplendor y pude notar aquellas caracteristicas extrañas en su apariencia, aunque mi mente estaba concentrada en otra cosa, así que no me centre mucho en eso

-Es que, veras no soy de este lugar, de echo ni siquiera recuerdo como termine aquí, solo se que estoy en una pradera y no en mi casa-

mande mi mano detrás de la nuca, colocando un pequeña sonrisa mientras la miraba

-¿me podrías decir, donde estoy exactamente?-

Ah claro, como le habla él y no el enfermo de Pyaray no saca el spray anti-violador

Hubiera sido la segunda esta semana, y es que había una gran propensión del mundo a demostrar su aversión por el tipejo que parecía abstraído de todo y observaba a la elfa de arriba a abajo desde fuera del corrillo que a su alrededor se había formado... que fuera como una elfa y tocando la flauta eran detalles menores, parecía que nadie reparara en que llevaba una espada.

Pyaray se veía capaz de defenderse de una chica tan delgadita y fina como ella, pero no iba a ponerle a prueba ni mucho menos a prestarse a recibir una herida por molestarla a la mínima increpancia, se resistía entonces a dirigirse a ella, que ya estaba recibiendo las preguntas acertadas. Pyaray se dedicaba a mirar la hierba alrededor sin perder detalle de la elfa, como desconfiado del verde prado, si alguien les había traído hasta aquí, les estaría observando, y esperaba ver detrás de cualquier piedra una máscara blanca con espirales en los mofletes. Había tanto pirado imitador por ahí....

La elfa algo extrañada mira a todos y dice:

- Estamos en la pradera de Reming cerca del pueblo de Vermil en el reino de Farais donde sino

Viendo las ropas de todos y la forma de hablar parece comprender algo y dice:

- Parece que no os salio demasiado bien el hechizo y os ha desorientado, bueno al menos parece que estais enteros

Jose había quedado esperando a ver la reacción de aquel ser tan extraño. La palabra elfa le venía a la mente. ¿Dónde está Feanor y los Silmarills? Se preguntaba con sorna por dentro. Tal vez de debajo de algún sitio saliese algún hobbit, con un par de pucheros para cocinar el segundo desayuno. Aquello era demasiado extraño.

Todos parecían unos niñatos. Tenían aquella edad después de la adolescencia y antes de la madurez en la que se hacen locuras y él ... él ya no tenía la edad que solía tener. No estaba calvo y su barriga había desaparecido. ¿Habría desaparecido aquello? Y se tocó el pecho, pero notó la cicatriz debajo de la camisa. Por supuesto, eso no iba a cambiar tuviese la edad que tuviese.

Pero ... ¡Qué chorradas dices!  Explotó al escuchar a la elfa hablar del reino de Farais. ¿Y cómo vuelvo a España? ¿Dónde hay un aeropuerto?

Se le veía realmente nervioso. Se tocó la cartera a través del bolsillo, algo de dinero debía tener. ¿Sería suficiente para comprar un pasaje? ¿Qué divisa usarían allí? ¿Cómo iba a explicar a su mujer lo que había pasado? ¿Qué coño había pasado?

-Relaja pezones campeón-le dije a Jose, que parecía alterado-. No es buena idea asustar a la única persona que podría ayudarnos-dicho esto me gire a la dama, y arrodillándome suavemente ante la elfa la cogí de la mano, y mirándola a los ojos la dije-. Disculpe los problemas que podamos causarle, pero necesitamos saber donde estamos, ya que ninguno de nosotros sabemos donde estamos. No es ni de lo mas lejos asustarla nuestra intención.