Partida Rol por web

El túnel estaba ya frente a ellos, solo tenían que sumergirse aun mas y adentrarse en él. La corriente estaba a su favor por lo que no seria difícil nadar a través  del mismo, aunque no se podría decir lo mismo para los infantes que conformaban el escuadrón de apoyo de la infantería ligera.

Mas aun, era preocupante el no saber aun cuanto tendrían que nadar; aquel túnel bien podría tener solo unos tres metros de extensión, aunque también podría tener mas de cien y eso seria demasiado arriesgado.

Y al tiempo que muchos infantes se adentraban en las frías aguas para introducirse en la oscuridad perpetua, en el abismo de lo desconocido, el resto se mantenía firme en la orilla del agua, esperando para lanzarse y nadar a toda prisa. Y ese momento estaba por llegar, el bicho tanque ya se podía ver a la distancia, y aunque no venia en la dirección en la que ellos estaban, probablemente no tardaría en encontrarlos y lanzarse sobre ellos.

Un vibrar en el suelo se hizo perceptible de forma constante, seguido unos pocos instantes después del característico sonido del avanzar de un grueso contingente de bichos. Ya estaban cerca, y aunque iban tras el taladro, era de esperarse que se dispersasen por toda la zona.

Las vibraciones que se transmitían a través del agua eran confusas y extrañas, pero anunciaban actividad en el exterior: estaba claro que el taladro generaba alarma en el nido arácnido allá por donde pasaba, eso y los propios movimientos de la IA.

El camino estaba claro, y ellos, los que tenían oxígeno y calefacción, debían pasar si o si: esas eran las órdenes.

La corriente iba en su favor, lo que significaba que haría presión contra su espalda. El cuerpo no estaba tan bien diseñado para resistir la presión por la espalda y hacia abajo como lo estaba para resistir la presión de frente y subiendo: siempre fue más fácil subir cuestas que bajarlas. Por todo ello, activó los servos de aumento de fuerza de la armadura: se sabía bastante inepto en estas lides, y no quería poner en peligro a sus compañeros más adelantados.

Tengan mucha precaución para no ser arrastrados, sobre todo los que ya vienen por detrás. De ser llevados por el agua, correrían el peligro de empujar y hacer perder pie a los que vayan delante.

De momento parecía que todo iba bien, comenzó a moverse...

Atravieso el túnel sin mayor problema, manteniendo el paso de Sonny (y ayudándole a avanzar, si fuera menestar) e iluminando su camino.

Los sonidos, el movimiento e incluso la confirmación visual nos dice que es el momento de salir de ahí pues los bichos se acercan a nosotros y sé como tiende a terminar eso. Doy la orden para que los últimos nos retiremos mientras los bichos aun no nos encuentran. Me pregunto si esos bichos no piensan realmente, pues no sé si querrán seguirnos por el agua o simplemente asumirán que no hay nadie más que ese taladro que se marchó haciendo el ruido que les atrajo.

Comienzo a nadar junto con los de la ligera, Bockman y Mkoll. Somos quienes cerramos el grupo y voy nadando todo lo rápido que puedo, pero intentando mantener a mis compañeros de nado a la vista, no permitiendo que ninguno se quede atrás lo suficiente como para amenazar su vida. Sé que los de la ligera deben tener frío y además están con la respiración contenida, algo que me preocupa pues no sé el tiempo que nos tomará atravesar el túnel que tenemos delante.

Continúo nadando lo mejor que puedo, manteniendo la formación y con los ojos y oídos abiertos para detectar cualquier clase de movimiento ajeno al grupo, algo que nos pueda atacar en medio de nuestro nado, cuando somos más vulnerables.

Sonia tenía la agobiante sensación de que los cabrones de los bichos iban ya dándoles mordiditas en el culo, que los tenían encima. Y eso que ella ya estaba bajo el agua, nadando hacia donde quiera que llevase aquél dichoso sitio. Sinceramente, rezaba por que de verdad estuvieran yendo a algún sitio.

- Sonny, detrás de mí, me adelantaré por el túnel lo más rápido que pueda - dijo firmemente -. Necesitamos saber si llegan a alguna puta parte. Gawayn, Wimger, quedaos lo más cerca de él que podaís - se pudo escuchar a Ramírez suspirar por el comunicador, para luego decir algo socarrona -. El sueño de toda chica, bucear en un lago casi helado a través de un túnel siniestro y oscuro, al tiempo que los arácnidos nos persiguen. Sinceramente, las vacaciones perfectas.

Y, tras activar su traje de combate, se adentró en el túnel, nadando lo mejor y más rápido de lo que fue capaz. Joder, posiblemente lo estaba haciendo mejor que en toda su vida. En el momento perfecto, de hecho.

La oscuridad de las tinieblas del lago se ve hendida por la potencia de la luz de mi linterna eléctrica, fiable en la mayoría de las situaciones cuando las pequeñas luces de los trajes no son suficientes. A ambos lados, la Cabo Sonia y Gawain observan lo mismo que yo, y en grupo avanzamos hacia allí teniendo como única unión de conciencia con el resto de la unidad una larga cuerda que va moviéndose detrás mío, sinuosa, cortando el agua y ralentizándome. No se podría decir que nadamos, sino más bien vamos saltando y maniobrando en un entorno de baja gravedad y alta densidad. Y sin embargo...

Sin embargo parece que el entorno de ahí atrás no es tan bueno. El ruido se escucha a través del comunicador, las órdenes, y parece que la prisa es importante. Viendo a mi lado moverse a ambos, Cabo y consejero táctico, la primera de los dos vuelve a soltar órdenes y no puedo evitar otra media sonrisa pensando en su voz cuando... bueno, en cosas que no vienen para nada al caso. -A sus órdenes, Cabo. -Digo, maniobrando ligeramente mi trayectoria antes de soltar una risotada que evito pasar por el intercomunicador. -Si se me permite la opinión, la espeleología submarina es una gran afición, señora. Pero las hay mejores, señora. -Respondo, mientras hago un gesto que imita bastante el de la Cabo, activando los servos de la armadura y saliendo disparado detrás suya. No tan rápido y tan bien como ella, desde luego, pero noto que poco a poco voy dejando a Gawain detrás y evitando que me recorte mucha distancia por delante.

Las luces de mis compañeros danzan delante y, en esta húmeda oscuridad, es lo único que me permite diferenciar adelante de atrás. Si las pagaran bastaría un pequeño giro para quedar totalmente desorientado. Delante un nuevo túnel. Activo el trje para empujar con más fuerza y llegar al otro lado.

El empuje es seguro y pronto veo a los más adelantados bastante cerca.

Burnette salió disparado hacia el agua en cuanto su sargento dio la orden, y activó por precaución los sistemas de acondicionamiento del traje de combate. No quería quedarse atrás en aquellas lóbregas aguas.

Wayan enseguida nota que le cuesta mucho trabajo mantenerse cerca de sus compañeros. No solo es más débil que ellos, tampoco estaba acostumbrado a la armadura.

Para empeorar el problema tarda demasiado en pedir ayuda, al principio muerde fuerte e intenta mantener el ritmo, pero lo único que logra es desfondarse. Cada vez se va quedando mas atrás hasta que no le queda más remedio que rendirse. Las ordenes de Sonia le sirven como pié.

- Lo siento, no soy capaz de mantener el ritmo - es difícil saber si su voz denota mas rabia o vergüenza. - No puedo mantenerme cerca de Sony - añade sin aliento.

El explorador también procuró apresurarse tras el grupo, ya que no tenía muchas ganas de que los puñeteros bichos le pillaran, y menos en medio de aquella corriente de agua. Por ello, incluso volvió a activar el potenciador de fuerza del traje, para asegurarse de que su avance fuera más constante y seguro. Por suerte, a diferencia de lo ocurrido al salir del taladro, en esta ocasión sí supo mantener el ritmo, e incluso avanzar de forma relativamente rápida. 

El combate le había mermado las fuerzas a Dereck, porque le estaba costando mucho seguir el ritmo de sus compañeros. Y no era el mejor momento para quedarse atrás. 

Sigo caminando junto a nuestro zapador por el lecho del túnel sumergido. Parece que él sabe mucho mejor que nadie a dónde vamos...

Frente a ellos está el túnel que conecta la laguna con lo que quiera que haya más allá, seguramente otra laguna parecida a la que intentan dejar atrás. ¿Qué les esperará al otro lado? ¿Les llevará a algún lugar? Siente la presión a su espalda de seguir escapando de la marahunta de arácnidos que les sigue. Espera que no se metan en el agua, suficiente tienen con cruzar el túnel sin perder a nadie por congelación o ahogamiento.

Los de la ligera deben de estar pasándolas canutas con ese trayecto perfecto por un lago helado.

-Cabo, podría dedicarse a esto de nadar en lagos subterráneos en su retiro. Se le da mejor que a los profesionales.

Activa el traje como sus compañeros para no quedarse muy atrás. No quiere que los bichos le acaricien.

Bockman se mantuvo a la altura del sargento en todo momento, cuando los bichos avanzaban cerca del final del túnel, la ligera comenzaron a nadar, detrás el sargento, el artillero y el Loco comenzaron a cerrar el camino avanzando lo más rápido posible con aquellos trajes. Podían respirar bajo el agua gracias a aquellos maravillosos trajes, por suerte la energía del de Bockman estaba siendo sólo usada para respirar y mantener la temperatura. No necesitó añadir la energía adicional para nadar ya que su cuerpo de gimnasio fue suficiente para mantener el ritmo. - Bueno tendremos que volver por otro sitio supongo. El camino de vuelta está cerrado.

Por ahora parece que nos separamos de los bichos, pero tenemos que tener mucho cuidado, no sabemos cómo es el terreno y podríamos sufrir algún accidente fatal. 

Nado lo más rápido que puedo para alcanzar a los primeros, nado por el túnel y me doy cuenta que en cualquier momento podríamos tener otros graves problemas. ¿Qué pasa si no cabemos por alguna parte del túnel?. Contamos con que avanzaríamos por los pasadizos que los bichos tienen construidos, pero...

Dejo eso a un lado, una cosa es tener preocupaciones porque todo salga bien y otra, volverse loco viendo dificultades donde aún no han aparecido.

-Si mi cabo- digo para dejar constancia de que estoy enterado. 

Mostrando no solo una gran determinación sino también una gran destreza y técnica a la hora de nadar a través de aquel túnel sumergido, las fuerzas del escuadrón Fox cruzaron el túnel sin problemas casi en su totalidad. Para cuando Sonny vislumbró el fin del túnel mismo se encontró con que la Cabo ya estaba fuera del mismo y nadaba hacia la superficie con suma facilidad.

Los trajes no flotaban por lo que fue mas difícil para todos el ascenso a la superficie en comparación con el impulso inicial y eso se hizo notar mas aun cuando los infantes ligeros alcanzaron a varios de ellos de ultimo momento, quizá movidos por el intenso frío del agua.

Una vez fuera del agua se encontraron en un amplio túnel que avanzaba de forma incierta. El camino estaba por completo inundado y al menos de momento el agua tenia una altura de hasta un metro, lo cual claramente dificultaría y retrasaría su avance.

Para cuando la mayoría se encontraban ya evaluando la situación, el sargento Evans hizo aparición saliendo a la superficie del agua. Lamentablemente no era el último, Mackeyn aun no salía y el teniente había comunicado por radio que aun estaba lejos.

Gracias al duro entrenamiento, Burnette no se quedó atrás, y en cuanto salió del agua y pisó tierra firme, se puso en posición con el rifle en alto, preparado para una posible emboscada. La cabo Ramírez ya hacía tiempo que había salido del agua, y observó cómo miraba los túneles, quizás intentando averiguar qué camino sería el más adecuado para encontrar su objetivo: la Reina. Se adelantó junto a su superior, y señaló hacia el frente.

- Creo que ese es el túnel más apropiado, cabo - dijo, mirando a través del visor - El grosor y refuerzo de las paredes, así como el tipo de excavado parecen hechos para soportar un mayor número de tropas... o a los más grandes.

Desactivó los sistemas de oxígeno y fuerza suplementaria mientras esperaba la respuesta de Ramírez.

James hizo pie, y enseguida desconectó los sistemas de oxígeno y de fuerza de la armadura, para ahorrar. Lo siguiente fue mantener el subfusil fuera del agua, intentando dejar una mano libre, por si tenía que agarrarse a algo. Por si acaso, mantuvo la correa sujeta a su cuerpo, de modo que si tenía que soltar el arma rápidamente, no se le quedara por ahí, perdida.

Tras asegurarse él mismo, se dispuso a esperar a que salieran Mckeyn y el tenient, pensando qué camino sería mejor para avanzar.

Viendo como sus compañeros se quedaban atrás, Dereck apretó el paso. 

Vamos Wayan, que nos perdemos la diversión- animó al soldado para que avanzase con mayor rapidez.

Wayan asiente a Derek y cierra los ojos. Los deportes nunca fueron lo suyo. Nadar tampoco. Encima la maldita armadura no ayuda nada. Pesa. Patalea y mueve los brazos con todas sus fuerzas sin asegurarse que lleva la dirección correcta. Sin descanso. Hasta reventarse. Hasta que no puede más. En ese momento deja de nadar, derrotado, esperando a los bichos o algo peor.

- Un momento... - piensa - ¿porque no noto el peligro si me voy a ahogar? - en ese momento abre los ojos y ve difuminados por apenas unos pocos metros de agua las luces de las armaduras de sus compañeros. Apenas a dos brazadas. Lo ha conseguido.

El teniente sale del agua sonriente y se deja caer en el suelo agotado.

- Un segundo por favor, necesito un respiro - dice, pero en su voz en vez de vergüenza hay felicidad. La primera vez que lo escuchan sus compañeros, la primera vez que esta feliz desde que se enteró de que tendría que venir a esta maldita misión...