Partida Rol por web

Terminado tu peregrinar y tu aventura con el conde-lobo pones rumbo a Mouromorto para reunirte con tu buen amigo Bernal de Castro, canónigo de la localidad.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que os vísteis y tenéis muchas cosas que contaros. La velada está siendo agradable, a la buena conversación con un viejo amigo hay que sumarle los platos de jamón que os estáis comiendo y el buen vino al que le estáis dando salida.

Con el estómago lleno al lado de la lumbre, echando unos tragos de vino y unas risas por los viejos tiempos. Cerca estás de contarle a tu amigo la aventura con el conde cuando golpean la puerta dos veces. Bernal se levanta presto-Disculpa Teolfo-murmura, y se dirige a la puerta. Sale de la casa y se le escucha que habla con alguien en la puerta...

Teolfo estira el cuello y afina el oído...

... Y pierde el equilibrio y se cae de la banqueta en la que estaba sentado, tirándose la tinaja de vino que compartían por encima. Sus vestidos tienen ahora olor a vino y manchas rojas. No pasa nada: Así disimulan las manchas de sangre anteriores. ¿Habrá oído su amigo el trompazo desde fuera?

Al rato vuelve Bernal con rostro lívido. Se te queda mirando como preguntándose que ha pasado para que estés en el suelo y lleno de vino, pero nada dice. Cuando por fin habla, se disculpa-Perdona, pero tengo que partir enseguida.-respira resignado y aclara-una campesina ignorante quiere llevar a cabo un rito pagano con su hijo recién nacido, en el curso de lo cual lo más probable es que lo mate. Hay que impedirlo, antes de que sea demasiado tarde-termina de decir con determinación. Mientras habla abre un arcón, saca de el una espada que se ciñe a la cintura-Por si acaso-dice con una pálida sonrisa. Luego se echa sobre los hombros una gruesa capa de pieles y se dispone a abandonar la estancia. En el umbral se vuelve a medias y dice-No debería preguntártelo, pero...¿te gustaría acompañarnos? Cuantos más seamos mejor-

Teolfo se vuelve y de bajo la mesa saca su morral del que saca un saco en el cual vacía las raciones de viaje y la manta. Coge un pedazo de bizcocho y lo envuelve en paño junto con un par de lajas de jamón que atrapa con su manaza. Ese paquete introduce en su morral, que echa al hombro, y tras ciger su arco de la pared opuesta a la chimenea ( no se vaya a secar), Teolfo sale por la puerta sin haber dicho una palabra...

Cuando sales por la puerta te topas con dos hombres, uno grande y fuerte, el otro menudo y feo. Van pertrechados para el combate, sendos gambesones, arcos, espadas al cinto y cuernos de caza. -Rodrigo Mayor y Ginés de Alcántara-te los presenta Bernal-este es Teolfo-Los hombres se mantienen en silencio, limitándose a lanzar una furibunda mirada a Bernal. Este se encoge de hombros y suelta una risotada. Después empieza a explicarte la situación-El rito solía realizarse antaño en el bosque, ante un roble centenario. Es una especie de bautismo diabólico, y en lugar de agua se usa fuego.

-Teolfo, de Yuso, para servirles. Bernal pidióme auxilio et presto he de dárselo.-  Teolfo inclina la cabeza humildemente. - Don Bernal, partamos pues sin demora.- Teolfo mira detrás de los hombres. Él no tiene montura, y espera que la expedición sea a pie. 

Sea-dice Bernal. Y os ponéis en marcha de inmediato.

Os adentráis en el bosque, es noche de luna llena, de modo que se ve bastante bien-dividámonos en dos grupos. Yo iré con Teolfo. Nos llevaremos uno de los cuernos. Un toque será para pedir socorro, y dos que la madre y el niño han sido encontrados.-Dice Bernal.

Sin más os separáis y empezáis a buscar el rastro de la madre, la bruja y el niño.

- ¿Por qué en nombre de Dios me hayo otra vez en medio de un bosque, buscando algún mal?- Musita Teolfo...

Pudistes seguir el rastro de las mujeres sin problema hasta llegar a un claro del bosque donde había un roble gigantesco y centenario. Ante el se encuentra una vieja mujer, la cual baila enloquecida ante una gran hoguera con el pelo adornado con hojas de muérdago. Otra mujer, más joven, se mantiene a distancia, llorosa. Teniendo entre sus brazos un niño recién nacido que no para de llorar.

Bernal actúa rápido, desenvaina la espada y lanzando un aullido se abalanza contra la anciana, derribándola de un solo golpe y matándola sin piedad. Luego se gira hacia la madre del niño y sonriendo con crueldad empieza a avanzar lentamente hacia ellos con claras intenciones de matarlos a ambos.

-¡No, por favor! ¡SOCORROOOOOOO!-grita la madre a la desesperada retrocediendo unos pasos después de ver a la bruja morir y a Bernal que se le echa encima.

- ¡AMAMANTARLO!... 

... Grita Teolfo con todas sus fuerzas. Teolfo no ha entendido bien las intenciones de Bernal, aunque le parece dispuesto a matar a la madre, se resiste a creer que vaya a hacer lo mismo con el bebe. Pero de cualquiera de las maneras, está dispuesto a que ninguna de las dos cosas pase. -Bernal, Si dais muerte a aquesta femna, el infante morirá por seguro. ¿De qué sirviere pues que hayámoslo salvado de un rito bárbaro, si por no haber podido estar bautizado su alma se pierda en el limbo?

Teolfo le agarra del brazo que empuña el arma con una mano, sin emplear toda su fuerza, para no parecer agresivo, y agarra el cuerno con la otra, para soplar los dos toques convenidos.

Cuando pegas el grito el niño se caya de repente. Bernal se vuelve hacia tí y se suelta el brazo de manera violenta, sin que te de tiempo a coger el cuerno-¡Apártate estúpido! Todo el que sea manchado por la brujería debe morir por la espada.¡ES LA LEY!

- ¡Ley! ¡Pues traigámoslos delante del señor y que se someta la madre a una Ordalía!... 

Teolfo se pone delante de su amigo, mirándolo de frente y le agarra por los hombros.

- Bernal, amygo, vos non podéis decidir.- 

Y coge el cuerno y sopla dos veces.

Es más grande que la ley de los hombres-dice con un extraño brillo en los ojos-¡Es la ley de la FRATERNITA VERA LUCIS!-Levanta la espada y se prepara para atacarte-¡Apártate o muere!

La madre protege al niño contra su pecho y aprovecha la pelea que estáis teniendo vosotros dos para internarse en el bosque y escapar.

Al sonido del cuerno todavía no hay respuesta.

Del rabillo del ojo percibe como la mujer y bebe se escabullen, y Teolfo percibe como una furia indecible se apodera de su amigo, y se prepara para lo peor, su antes amigo es ahora es una bestia furiosa, y ahora él va a ser parte de esta tragedia. 

Teolfo se movió lateralmente mientras retrocedía ligeramente, sin dejar de mirar a Bernal, con la intención de escapar corriendo cuando éste hubiera embestido. Se encomendó al señor sin decir una palabra.