Partida Rol por web

Nolan me devolvió el saludo, acompañado de un mensaje que me desconcertó. Parece ser que en esta academia es muy importante algo tan insignificante como decir Lord o Lady. Cuando seamos polvo, poco importa cómo nos hayan llamado. Tenía a los magos por personas sabias, que no necesitaban de lo que otros digan de ellos para sentirse respetados, porque su poder estaba en su interior y no en títulos vanales. Me equivoqué. 

El Administrador habla del alma y de los cuestionamientos singulares, las hojas que Nolan nos entrega también mencionan esas cosas. Eso me me resulta algo sorprendente, ese sueño fue orquestado por una parte de mi que en realidad no soy yo. De repente el poder de la magia se me hizo insignificante comparado con este hallazgo, el de una existencia dentro mío que me acompaña, y desde hace un mes, me habla. Leo algunos párrafos sueltos entre tantas hojas, muchos me cuesta comprenderlos y otros me generan nuevas preguntas. 

No presto demasiada atención a los diálogos que la aprendiz mantiene con alguien, tal vez sea su alma, o tal vez tenga tres almas, aunque sí registro que las piedras son importantes para ella. El joven impaciente sigue siendo fiel a sus principios, pero el que no dudó en matar hace un ofrecimiento poco común, su sed de justicia iba en dos direcciones, incluso cuando estaba en juego su comodidad. Los papeles dicen cosas que no termino de entender, así que los releo. El chico de lentes hace preguntas prácticas pero a mi me inquietan otras cosas.

- Lord Lorlen - si para él es importante que lo llame así, a mi no me molesta hacerlo - eso que ha comentado del Alma es muy revelador, pero yo tuve la sensación de que además de la voz que me hablaba había otra presencia, como le conté antes. Eso significa que tengo dos almas? O alguien más se metió en la intimidad entre mi alma y yo? - lo último no me gusta nada, al menos mis pensamientos quiero que gocen de privacidad.

- En los papeles menciona que un mago puede despertar sólo a un par de durmientes, y con diferencia de diez años. Pero Lady Eliza y Lord Julius nos despertaron a los siete en una tarde. Cómo es posible?- Eliza cada vez se me hace más misteriosa, puede estar en varios lados a la vez, puede comunicarse con el subdirector sin siquiera entrar a su despacho, y puede despertar a más magos que ningún otro profesor. Quién es esta mujer?.

- También tengo otra inquietud. Aquí dice que los cuestionamientos singulares no suceden siempre, y quienes viven esa experiencia es después de varios años. Pero los siete lo vivimos y con gran intensidad, hablamos con nuestra alma incluso antes de aprender la magia más básica. Da la impresión que nuestras almas quieren decirnos algo importante, no le parece? A mi me gustaría aprender más acerca de estos cuestionamientos, es eso posible? - este asunto captura toda mi atención, ya tendré tiempo de estudiar conjuros y practicar mis nuevos talentos, ahora me sacude la novedad de esta convivencia inesperada conmigo mismo.

Observando a la única chica de la sala, y del grupo, en sus desvaríos, pensé que estaba mal de la cabeza o que no podía tener más de ocho años por muchos más que aparentase. Hablaba sola, pero no haciendo un comentario en voz alta como cualquiera podría, ella mantenía conversaciones con alguien que los demás no podíamos ver… Luego se puso a retar a la estantería con su espada hecha de papel porque, según ella, había hecho desaparecer los libros que eran sus amigos, en fin...

Nolan nos comunicó que el trato para referirse a los magos debía ser por su nombre de pila, precedido de Lord y Lady. Esto no era algo a lo que estuviera acostumbrado, pero no me suponía ningún problema adaptarme a dichas normas si era necesario.

Mucho más importante y útil fueron los documentos que nos dio como primera lectura. Y no solo por lo que se puede leer en sus páginas, también porque pude darme cuenta de que en realidad si que sabía leer. No supe en el momento de mirar las letras del texto si podía entenderlas por mi mismo o quizás por arte de magia. El hecho es que podía leer lo que allí decía. Todo esto me llevó a pensar en lo que sucedió hace rato en la habitación al mirar los libros de la estantería, incluso abrí alguno, pero en aquel momento no entendía nada de lo que veía. Tendría que volver a intentarlo más tarde, había uno que me llamo mucho la atención, incluso sin entender nada.

 Lorlen, por su parte, nos contó de que iba el tema de los sueños que habíamos tenido y el por qué de estos. Después de ver su reacción y de leer algunos párrafos de los textos que nos dio Nolan, llegué a la conclusión de que, para ellos, lo que nos había pasado no era nada extraño. Según los textos, los magos detectan el potencial mágico de un no-mago, el tipo de magia que estos pueden tener y hasta donde puede llegar esta. Con todo esto, quise probar suerte a ver si sacábamos algo en claro.

- Por lo que dice aquí sobre detectar el potencial mágico - dije señalando los textos que nos dio Nolan- , imagino que ya sabían que podría ocurrir algo especial al hacernos despertar. ¿Hay algo en nosotros, que hayáis visto o sentido, que podamos o debamos saber? 

El profesor alzó un dedo —Una cosa más. Nuestras túnicas —dijo extendiendo los brazos y levantando su túnica roja mientras lo hacía— indican n-nuestro... rol. La túnica marrón —dijo señalando lo que todos los aprendices vestían— indica que se trata de un aprendiz. La roja —dijo extendiendo nuevamente los brazos— de un instructor o... p-profesor. La túnica azul —prosiguió mirando al administrador, quien le devolvió la mirada— es única del administrador, ¡al igual que la... b-blanca, que es del director... Las túnicas moradas son usadas por los alquimistas, las verdes por los sanadores, las naranjas por los guerreros... —Percatándose de que no había explicado aquellos terminos el profesor rápidamente se acomodó los lentes e intentó enmendar su error— Estos tres últimos son especializaciones dentro de los magos, no todos nos encargamos de lo mismo. Los arquitectos llevan túnicas amarillas y los investigadores de magia normalmente llevan el color cian... También están los magos de justic— La explicación se vio interrumpida por las palabras de Lorlen.

—Está bien, Julius. No necesitan saber cómo identificar a a magos con los que no se toparán.

—S-sí... es cierto.

—¿Alguna otra pregunta? —preguntó con tranquilidad el administrador.

Al pasar su mano por la estantería y aunque sus ojos le decían algo totalmente distinto, Misha pudo palpar los lomos de varios libros, así como las letras escritas en estos con su respectiva textura y relieve.

Tomo nota mental de todo lo dicho, aún hay cosas por aprender y lo primero que haré cuando vuelva a ver a Eiara será pedirle hacer un tour por el castillo, tengo tantos lugares que buscar también tendré que meditar... Pienso,( como tantas veces me había propuesto anteriormente) que esta vez los estudios me los tomare enserio, por in tengo una vocación, sonrío irónicamente mientras pensó en mi padre. Me fijo en las palabras del administrado, sobre que habían encontrados algunas particulares y pregunto ¿qué particulares? 

Me interesa los acontecimientos de la última escuela y sobre todo la estricta organización de lo que será mi nuevo gremio, enseguida lo comparo mentalmente conga organización de la sociedad y de la predestinación, y ...

El mago de azul va respondiendo cada pregunta y a las que hice les llega su turno como a las demás. La primer respuesta es clara, no sabe lo que ocurrió. Recuerdo las sensaciones opuestas que sentí en cuanto dibujé el símbolo sobre el papiro, no eran mías, al menos no de lo que conozco de mi, y si una de ellas no era mi alma, entonces debía ser alguien mas. La segunda respuesta me desorientó aún más, no recuerdo haber visto siete magos en la sala en la que Eliza y Nolan me evaluaron, siendo magos bien podrían no haber estado presentes, pero andarse escondiendo no habla bien de ellos. La tercera la responde con otra pregunta la cual no estoy en condiciones de responder, me acabo de enterar que existe el alma, no se siquiera de quién era la segunda emoción que sentí, no tengo la menor idea de qué significaba ese símbolo, así que no puedo saber qué podría querer decirme mi alma con lo que ocurrió. Hago silencio en ese momento, él continúa y el final de su frase me confunde del todo. Las hojas que tengo el la mano sugieren que esos cuestionamientos singulares son algo sumamente fuera de lo común, a veces no suceden, y de hacerlo, tardan años, así que no veo cómo voy a saber más de ese evento si nadie me lo explica y no volverá a repetirse quién sabe hasta cuando. Mi alma aprendió de mi decisión? O yo aprendí de ella?. Mi sed no es saciada, pero me doy cuenta que tampoco lo será, no al menos de la boca de Lorlen. 

La revelación de los colores de las prendas me resulta inverosímil, si cada mago era único e irrepetible, pretender organizarlos por sus prendas era más difícil que simplemente dejarlos ser. Por qué la humanidad insiste tanto en dividir en grupos, en lugar de contemplar lo que realmente es cada individuo, sin forzar su naturaleza? Las paredes de la academia se me hacen tan antiguas como sus tradiciones, pero si por siglos o milenios no cambiaron, no voy a ser yo quién lo haga ahora. - Gracias Lord Lorlen, yo sólo tengo una pregunta más - mi inquietud nada tiene que ver con la magia pero hasta el momento nadie ha podido resonderme, espero que al menos el administrador pueda hacerlo - Yo vine acompañado, pero no se dónde está el Señor Clemens. Él no se presentó a la prueba, no aspira a convertirse en mago, pero es un buen amigo y pensé que podríamos estar juntos si usted lo autoriza - ahora dudo que le hayan permitido entrar, parecen estrictos en los modales y no se si harían una excepción como esta - Podría seguir estando acompañado de mi perro? -  

La joven aprendiz se detuvo en su enfrentamiento contra la biblioteca, en el momento en el que escuchó la explicación, por parte del administrador, respecto a las almas de los magos, si bien no tardó mucho en perder total en interés en la explicación en el mismo instante en el que oyó que comenzarían la instrucción ese mismo día. Eso era algo bueno, estaba cansada de esperar y de escuchar cosas que carecían de relevancia para ella, aún más todo aquel tema tan oscuro como el asunto de que los magos eran perseguidos. Aquello era algo de lo que ella se encargaría en el futuro. De momento, debía de aprender, antes de preocuparse por cualquier otra cosa. Ni siquiera sabía cómo funcionaba su propia magia, algo que ciertamente le interesaba en demasía. Aún así, evitó pronunciar palabra alguna sobre aquel tema, sabiendo que, probablemente, se enojarían con ella o algo parecido. Tendría que esperar un poco más, incluso si odiaba esperar. - Calma, mi pequeña. Pronto tendrás aquello que deseas, es sólo cuestión de tiempo. - Aseguró la emperatriz, haciendo uso de su tono cariñoso, dejando en claro lo importante que era la joven para ella. - La paciencia es una necesidad para toda clase de aprendizaje. Aún así, tienes potencial, mi aprendiz. Estoy seguro que serás mi mayor orgullo. - El hechicero parecía confiado en el futuro de Morgause, incluso si algo así era más que normal, teniendo en cuenta que habían estado en su mente durante un largo tiempo. La aprendiz era el mundo de los tres, no podían estar en otra parte, ni tampoco esperar nada más. - Sí, lo sé. Tendré paciencia. No quiero que estén tristes. - Se expresó la joven con cierta seriedad en su voz, algo inusual en ella. - Aunque es bueno que hoy comenzaremos con todo. - Dijo de buen humor, antes de esbozar una amplia sonrisa de satisfacción. Tan sólo tenía que esperar a que terminaran con todo ese asunto de las preguntas.

Por su parte, el administrador no había hecho otra cosa más que decepcionarla, ya que no se había explayado demasiado en su respuesta. Aquello, podía significar muchas cosas, entre ellas, que no sabía nada, o bien que había preferido ignorarla, lo cual era ciertamente descortés de su parte, o al menos eso fue lo que la emperatriz pensó. - Comienzo a detestar a este patético campesino que piensa que es un "Lord". No es más que una broma de mal gusto. - Se expresó furiosa, disgustada por el hecho de que no le hubiera dado una respuesta apropiada a su querida Morgause. No obstante, hubo algo que molestó un poco a la aprendiz, y eso fue la explicación respecto a que cada mago que había estado presente, durante la "prueba", había ayudado a "despertar" a uno de los aprendices allí presentes. En su caso, le había tocado ser "despertada" por un sujeto que no parecía muy amable, en vez de Eliza, la cual había sido realmente amable con ella, incluso si las voces la habían asustado, impidiendo que ésta se metiera en su mente. - Me hubiera gustado que fuera Eli... - Murmuró un poco enojada con aquello, si bien no tardó mucho en recomponerse, quitándole importancia. Daba igual, ni siquiera sabía si podría aprender algo de la chica de la capucha roja, por lo que no había sentido en preocuparse por algo así. - Ninguno de ellos será tu maestro. Yo soy el único maestro que necesitas. - El mago oscuro afirmó con total confianza en sus palabras, dejando en claro que Morgause no debía de pensar mucho en el asunto de quién la había despertado. Por otro lado, la aprendiz se mostró confundida, en el instante en el que el administrador dijo algo sobre que un tal Lord Jar Jar la ayudaría en algo, si bien no tenía idea en qué. Ella no necesitaba ayuda, excepto para buscar algunas piedras brillantes, o saber cuál era la comida favorita de Eliza o Auxibia. Tal vez... podría preguntarle sobre eso al tal Jar Jar. - Ninguna pregunta. ¿Puedo retirarme? Quiero irme a explorar. - Quería explorar un poco aquel sitio misterioso, además de, tal vez, empezar una colección con las túnicas de diferentes colores.

Particularidades. - corrigió a Eliron. Las respuestas habían sido origen a nuevos enigmas y si Lord Lorlen no cortaba aquello rápido pasarían toda la mañana haciendo preguntas. Le sorprendió la petición de Sarthan, dudaba que dejasen entrar a una persona a la torre sin ser un mago. Aunque quizá tuviese suerte con el perro. La loca siguió en su línea, hablaba sola pero parecía que sus voces y ella se alegraba de empezar cuanto antes. En serio iban a enseñarle magia a alguien tan... ¿Volátil? Seguía pareciéndole una locura.

Milo miró a Lord Lorlen y negó con la cabeza desechando la idea de hacer más preguntas, las tenía, pero iría resolviendolas poco a poco, ahora quería empezar a practicar para ir descubriendo el mundo de posibilidades que se abrían a sus ojos. 

¿qué particulares? 

—Aquellos en quienes se vieron estas particularidades lo sabrán.

Gracias Lord Lorlen, yo sólo tengo una pregunta más - mi inquietud nada tiene que ver con la magia pero hasta el momento nadie ha podido resonderme, espero que al menos el administrador pueda hacerlo - Yo vine acompañado, pero no se dónde está el Señor Clemens. Él no se presentó a la prueba, no aspira a convertirse en mago, pero es un buen amigo y pensé que podríamos estar juntos si usted lo autoriza - ahora dudo que le hayan permitido entrar, parecen estrictos en los modales y no se si harían una excepción como esta - Podría seguir estando acompañado de mi perro? -

—Con que el perro era tuyo... Está enjaulado. Has tenido suerte de despertar justamente hoy, pues a la tarde Lord Hyo iba a llevar a cabo alguna clase de experimento y dijo que lo más probable era que el animal no sobreviviese; le haré saber que tiene dueño. Siempre y cuando no moleste a nadie puede quedarse en los alrededores de Gran Torreón.

Ninguna pregunta. ¿Puedo retirarme? Quiero irme a explorar.

—¿Explorar? —preguntó Lorlen levantando una ceja— El tiempo libre no es un derecho sino una recompensaensa para un aprendiz. Julius les dará su primera instrucción y tendrán en ella su primer contacto con la magia. Qué harán o no luego dependerá de lo que él considere adecuado.

Julius sonrió tímidamente mientras se acomodaba los lentes. —V-vamos —dijo mientras la puerta se abría detrás de los aprendices—, síganme por favor. —El profesor caminó entonces hasta el pasillo, en donde esperaría a los estudiantes para guiarlos hacia la primer instrucción, en donde por primera vez en sus vidas harían magia, aquel milagroso don que tan solo unos pocos tenían la suerte de poseer, o quizás la desdicha, según el punto de vista que se tomase.

—Sarthan, Senca, esperen —dijo el administrador antes de que los jóvenes diesen un solo paso hacia la puerta—. Necesito hacerles algunas preguntas —explicó mirándolos a los ojos.

Cuando Milo me corrige le dirijo una profunda mirada alguien le tendrá que enseñar modales al chaval... Apenas escucho a mis compañeros pero se me olvida el enfado cuando el administrador comienza a responder a nuestras preguntas, no estoy contento del todo con la respuesta y me fijo en algo que me intriga y es la falta de respeto que el administrador siente hacia Juliusm,, a él no le llama Lord ...

con un simple movimiento de cabeza me despido y me adelanto para seguir al mago, me callo y no digo nada cuando pide a dos de mis compañeros que se queden, pero estoy intrigado y,también, en parte...

Observé con atención todas las respuestas. Una chica preciosa con toda la vida por delante prefiere dedicarse a ayudar a andar a chavales desconocidos, una escuela con más problemas de los que puede contar rechaza ayuda gratis. ¿qué le pasa a esta gente?.

Supongo que tendré que centrarme en la magia entonces, Sonreí cautamente.

Al escuchar las explicaciones sobre los tipos de magos, intenté recordar cúal era el de cada uno que había visto, ¿cúal será el mío?, Susurré al aire, escuchando el resto de respuestas y asintiendo a cada una de ellas. Para después ilusionarme al oír quea la primera clase sería ya mismo, estaba tan ansioso, todos aquellos temas sobre las almas eran ajenas a mí, no por falta de interes, sino por que no entendía todas esas palabras. El alma le pertenece a los dioses, y ellos nos lo otorgan, suponía que era normal que de vez en cuando, aquellos que somos tocados por ellos nos hablen de alguna manera. Era lo lógico.

Me dispuse a salir con mis compañeros, observando en último lugar a Milo, tenía más valentía de la que parecía y aparentaba. Aunque esas cosas pueden sentar mal a la gente que dispone de un gran apellido. Allá donde iba, lo que decían era la verdad, y todo el mundo parecía conforme. Aunque ese chico me gustaba.

Por supuesto señ, Lord, ¿he dicho algo malo?. Dije mirando con curiosidad al otro chico que habían mandado quedarse en el despacho conmigo. El otro que me intrigaba, decía ser un viajero, aunque al contrario que yo, había acumulado conocimientos más sociales, llenos de fiestas y bebidas de las que usaba mi abuelo.

Suerte? A la exactitud coincidente e inexplicable de la duración de nuestro sueño colectivo se suma, además de los cuestionamientos singulares que experimentamos individualmente, el hecho de que despertase en el momento justo para salvar la vida del Señor Clemens. Todo se parece más al movimiento de un reloj preciso que a unos dados que se tiran al azar, pero no puedo ver los hilos imperceptibles que mueven los hechos a mi alrededor, no aún al menos. - Gracias Lord Lorlen - soy consciente que ese detalle es una consideración enorme, no sólo por la ruptura de las tradiciones, también parece ser parte de nuestro entrenamiento el padecimiento innecesario y la muerte del Señor Clemens sin duda sería una oportunidad para ponerme a prueba, y por si eso fuese poco, la vida de ese perro se interpone con los experimentos de Lord Hyo. Inclino un poco mi cabeza hacia adelante en señal de gratitud, es lo menos que puedo hacer.

Tras el llamado de Nolan, Lorlen me pide que me quede junto a otro de los aprendices. Mis pies no se mueven mientras los demás van saliendo de la sala. No puedo solventar los gastos de estos estudios si de eso es de lo que quiere hablar, o tal vez vaya a reprenderme por sacar el tema de mi desnudez con la profesora Eliza. Anticiparme no tiene sentido, sólo debo esperar algunos instantes y sabré de qué se trata, así que aguardo en silencio. Senca me hace una pregunta que no puedo responder, tan solo levanto los hombros en un gesto que refleja mi desconcierto y mi indiferencia por igual.

La mención de un perro llamó la atención de la aprendiz, la cual miró a Sarthan y luego al administrador, esperando saber cuál sería la decisión respecto al animal en cuestión. Por un momento, se preguntó si sería un pequeño perro adorable, o uno bastante viejo aunque igual de adorable. También sería interesante si podría hacer que dicho animal hablara, como esperaba hacer alguna vez con las piedras de su colección, si bien, teniendo en cuenta la respuesta de Lorlen, era algo que dudaba. No obstante, lo que más sorprendió a la joven fue el hecho de descubrir que uno de los magos había pensado en realizar algunos experimentos con el mismo, lo que ciertamente habría sido algo muy triste. - Pobre perro... - Murmuró, un poco enojada ante el hecho de que alguien hubiera considerado algo así. - No deberías acercarte mucho a esa criatura, mi pequeña, de seguro tiene pulgas o garrapatas. Es la mascota de ese campesino, no me sorprendería en lo más mínimo. - Afirmó la emperatriz en un tono que denotaba cierto desprecio hacia Sarthan, así como el perro en sí. A Frederika le gustaban más los gatos, aunque podía tolerar a los caninos, siempre que fueran lo suficientemente pequeños para su gusto. - Los perros son una buena fuente de alimento cuando hay problemas con los cultivos, sí. La carne no es muy buena peeeerooo es carne. Es mejor que tener el estómago vacío, ¿verdad? Aunque prefiero una gallina, la verdad. - Allí estaba la campesina, Nalyr, para dar una buena lección respecto a la importancia de siempre tener un perro al lado en tiempos de hambruna, una idea que hizo que Morgause se estremeciera, no deseando pensar mucho en aquello. - Lyr... algunas veces me preocupas. - Dijo la joven, no pudiendo creer que su amiga hubiera dicho algo así.

De cualquier manera, las palabras del administrador ayudaron a interrumpir aquel otro pensamiento, no tardando en encogerse de hombros al escuchar que no podría explorar en ese momento. Tampoco le importaba demasiado, en especial si eso significaba que podría aprender algo de magia. - Está bien. Quiero aprender magia, así que no me importa. - Respondió de manera simple, dejando en claro que no le molestaba el hecho de no poder explorar en ese momento, aunque ciertamente no le gustaba aprender mucho de ese tal Julius, no cuando habría sido mejor aprender algo de Eliza. No obstante, no se demoró demasiado en desviar su mirada al mago en cuestión, preguntándose por qué hablaba de esa forma. ¿Acaso estaba nervioso? ¿Por qué? ¿No se suponía que era un mago poderoso? - Debilidad, mi querida. Es eso, o sólo actúa para darle una idea errónea al resto de los magos, lo cual sería muy inteligente de su parte. No deberías confiarte de esa muestra de debilidad. - Advirtió la emperatriz en un tono que denotaba cierta desconfianza hacia Julius. Había algo que no le gustaba de él, incluso si, por lo general, había muy pocos que pudieran ganarse el agrado de Frederika. - No sé... tal vez es un poco tímido. - O al menos eso era lo que le parecía a Morgause, si bien era posible que estuviera equivocada. Rara era la vez en la que la emperatriz se equivocara en algo, o eso creía. Sea lo que fuera, no dudó en seguir al viejo mago, demostrando entusiasmo ante la idea de que podría aprender algo nuevo durante aquel día. Aún así, no pudo evitar mostrarse un poco curiosa cuando dos de los aprendices tuvieron que quedarse con el administrador, si bien no se demoró demasiado en volver a concentrarse en sus propios asuntos, esbozando una amplia sonrisa que denotaba su entusiasmo.

Misha se alegró de que hoy empezaran las clases. Tener algo que hacer llenaría el tiempo mejor que simplemente dedicarse a especular sobre todo sin tener respuestas claras.

Le dedicó una reverencia al administrador y salió tras el profesor con los demás, salvo aquellos dos que debían quedarse. Por supuesto sintió curiosidad, pero no era asunto suyo. Su mente se centró más en el pobre perro que había salvado la vida por horas. Seguro que se alegraría al ver a su amo despues de un mes.

Ya en el pasillo se dio cuenta de que si había pasado un mes, su familia habría estado especulando sobre su vida y actividades en el torreón. Seguro que ellos pensaban que ya podía volar y en realidad lo único que había hecho había sido dormir como un oso en invierno. En cuanto tuviese algo que contar tenia que preguntar si había alguna forma de mandar una carta a sus seres queridos. Estaba seguro de que el médico y sabio del castillo se la leerían gustosamente.

Milo se percató de la mirada que le lanzó Eliron cuando le corrigió. Tenía que aprender a callarse, no era de buen gusto corregir a los demás. Se despidió con una inclinación de cabeza leve y salió de la habitación siguiendo a Lord Julius. Se acercó a Eliron y le tiró de la manga para llamar su atención. - Siento haberte corregido, no ha estado bien. A veces hablo antes de pensar. Perdón. - se disculpó murmurando sin dejar de seguir al grupo. 

Siento como Milo me coge de la manga y le miro curioso ¿Ahora qué querrá el chaval? Escucho lo que me dice y al principio me quedo un poco confundido, ya ni me acordaba de la ofensa. Le sonrío y pasó mi brazo sobre su hombro mientras río Tranquilo hombre, chaval, te voy a dar un consejo, ten más confianza en ti mismo, hombre y una ve hagas algo mantente firme, no estoy diciendo que no pienses lo que vayas a decir, no hagas como yo( así te ahorrarás muchos líos, ya te digo), pero mantente firme  y de esta manera te respetarán. Le hablo mientras le agarro y le llevó andando junto a mí. Pero ten cuidado, eh, elige bien a tus enemigos usa la cabeza, pero una vez que decidas algo llévalo hasta el final, ¿te he contado alguna vez la historia de cómo conocí a mi amigo Maxiem? Trabajaba para un ciego, que no le trataba muy bien, incluso mi padre trataba mejor a sus siervos que como lo hacía ese maldito ciego... Bueno pues eso yo y mis conpañeros de fechorías nos enteramos y nada los seguimos hasta un descampado, y cuando vimos que le comenzaba a pegar una paliza, le empezamos a tirar piedras al puto ciego. Y ya ves gane un gran amigo, la amistad es lo más grande que existe.... (Continuo divagando ) [...]por cierto alguna vez has escuchado las teorías de Carlx Max?... (Continuo divagando sobre teorías revolucionarias xd)

Me llamó mucho la atención la corrección hacia Eliron por parte de Milo. Aquel pequeño muchacho de gafas, tan  enclenque e inseguro de sí mismo, tan tímido...
Me sorprendió mucho que se atreviese hacer algo así, lo que desató en mí una sonrisa.
Lo peor fue que se disculpara después. En qué mala hora se le ocurrió hacer eso. Aquel charlatán empezó a calentarle la cabeza con diversas batallitas. Pobre chico...
No quedé muy satisfecho con las explicaciones, ya que no nos habían aportado nada en claro. Todas las respuestas generaban más preguntas.
La parte buena es que por fin íbamos a experimentar algo para lo que realmente servía aquel lugar. Al fin y al cabo la finalidad era aprender magia.
Seguramente las dudas que tuviéramos se irían resolviendo más adelante, ya fuera por nosotros mismos o por medio de alguien que satisficiera nuestras curiosidades.
Me despedí y seguí al grupo hacia la siguiente parada, sin echar muchas cuentas a los dos rezagados a petición de Lorlen.