Partida Rol por web

El Ocaso de los Magos

Gran Torreón - Dormitorio de Senca

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16/11/2019, 07:48
Narrador

El dormitorio de Senca no es nada del otro mundo, pero es sin duda acogedor. Una ventana redonda a través de la cual puedes desde las alturas observar enormes extensiones de praderas está ubicada sobre tu cama de madera, sobre la cual reposa un colchón de buena calidad con un par de almohadas de plumas y mantas afelpadas. Hay un par de muebles con libros y recipientes cuyo contenido desconocido tampoco llama realmente la atención, así como una caja con diversos cachivaches y un par de pergaminos vacíos. En frente a tu cama hay un cofre de madera reforzada con hierro, con su respectiva llave, también de hierro, insertada en la cerradura. Al costado de tu cama se encuentra también un antiguo telescopio que posiblemente ya no sea de utilidad para lograr el objetivo con el que fue diseñado, aunque con algo de suerte serviría para ver distancias relativamente cortas. Aparte de la puerta de madera que daría a un largo pasillo y las tablas viejas que recubren la pared, suelo y techo, impidiendo ver los bloques de piedra que había tras ellas, lo único que resaltaba en la habitación eran unas pinturas de personas abrazadas hechas con grafito encuadradas y colgadas en la pared. Quizás se tratase de antiguos magos, grupos de graduados o quién sabe qué, pero parecían tener sus años.

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16/11/2019, 07:50
Penélope

Poco a poco te fuiste despertando. Aún con los ojos cerrados y sin realmente pensar mucho acerca de en dónde te encontrabas te desperezaste, estirando cuerpo y brazos. Sentías que todo tu cuerpo estaba algo oxidado, como si no te hubieses movido por mucho tiempo y el sedentarismo hubiese pasado factura; además, el hambre te estaba matando. Cuando abriste al fin los ojos notaste la presencia de una mujer que te observaba desde la silla que había en una esquina de la habitación, con cierta sorpresa en el rostro. Enseguida se levantó y se acercó a ti.

Oh —suspiró con cierto alivio—, pensé que no despertarías nunca —confesó para luego hacer una breve pausa mientras te analizaba—. Mi nombre es Penélope, y he sido designado como tu sirvienta durante tu estancia como aprendiz de mago en Gran Torreón —explicó mientras levantaba las manos y miraba a su alrededor, haciendo clara alusión a que ese era el lugar en donde se encontraban—. ¿Cómo te encuentras?

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16/11/2019, 11:55
Senca Temno

Al despertarme, una sensación extraña recorrió mi cuerpo, como un dolor cansado generalizado, ¿Aquello había sido un sueño?, lo que era indudable es que había dormido, ¿cuanto?.

Espera, cuanto tiempo llevo aquí, Pensé a las palabras de la mujer, un sobresalto hizo que pusiera todos mis músculos en tensión, ¿había sido el cansancio?, no podía ser, el cansancio nunca me había dejado tener una noche tranquila en lo profundo de mis sueños. ¿Había sido la cama?. ese extraño objeto que tenían las familias en sus casas, me había pasado alguna vez en mis viajes, algún campesino me había ofrecido su hospitalidad permitiendome dormir en una de esas, camas, eran cómodas y hacían que el cuerpo olvidara todo cuanto sufría, aunque también hacían de mí alguien débil en cierto sentido, no estar alerta era un problema al despertar, dormir era un problema cuando no podía despertar ante cualquier estímulo.

Aún así, nada me impidió estirar mis músculos, esa chica era pequeña, con una cara dulce, no parecía un enemigo, miré a mi alrededor mientras la escuchaba, hasta que llegó la palabra, "Sirvienta". ¿Sirvienta?.

Me acerqué a ella, toqué su cara, una pequeña muestra para saber que lo que me encontraba era real, había entrado en el torreón y había tenido una visión, cómo si no iba a desaparecer de la zona de ejecución así. Fue un tacto hermoso, hacía mucho que no tenía contacto humano con alguien, siempre que algo así había pasado, mi espada estaba entre mi mano y el cuerpo del humano de enfrente, me gustó la sensación, incluso me ruboricé en cierta medida. Soltando al instante su cara, Perdón, disculpame.

Bien, Penélope, no comprendo muy bien eso de sirvienta, aunque he oído cosas, son personas que hacen todo cuanto se les ordena, y reciben comida y alojamiento, ¿es ese tu caso?.

Andé por la habitación toqueteando todo cuanto había, los pergaminos no tenían nada escrito, los objetos eran extraños, ¿Para que sirve esto? Susurré al aire tocando el telescópio y mirando a traves de él, ¿unos ojos que permiten ver más lejos?, Un cofre con la llave, abrí el cofre pero no pude, haciendo fuerza como un niño que no sabe como funciona eso, moví la llave aunque al tocarla, desencajé su posición y la impidió girar, Esto tiene que servir para algo, Hice algo más de fuerza en el cofre, y saqué la llave con otro movimiento, tirandola en el momento, Esto tiene que tener algún mecanismo, ¿cúal será?. Volví a comentar al aire mientras examinaba la llave, cogiendola del suelo con cara de estupefacción.

Mientras tocaba todo aquello, continué hablando con la chica, entrecortando la conversación con mis susurros, Si no he entendido mal, harás todo cuanto te diga, lo haremos en dos partes, en la primera contestaras todas mis preguntas, en la segunda dejarás de llamarte sirvienta, serás amiga, compañera, no me importa la palabra, pero no harás nada que no quieras hacer, y harás todo cuanto quieras hacer, aquello que necesite y no sepa como funciona, me enseñarás si quieres, y cuando quieras salir a pasear, a rezar, o simplemente quieras algo para tí, lo harás, conmigo o sin mí.

Además, al no ser mi sirvienta, me tienes a tu disposición, parece que eres lo más cercano aquí a alguien con quien puedo hablar, igual que pido tu ayuda, si algo puedo hacer por tí, pidemelo, mi nombre es Senca, aunque supongo que ya lo sabes.

Dejé de inspeccionar todo para acercarme a la chica, ven, sientate. Dije ofreciendo un lugar en la cama, era muy cómoda, un buen lugar para hablar. 

Me encuentro bien, pero, ¿cuanto he dormido?, ¿donde está mi espada?¿sabes algo acerca del sueño de cuando entré en el torreón?. Me quité la parte de arriba de la ropa, enseñando mis tatuajes, ¿ves algo extraño en ellos?, los hombres del torreón hicieron algo, brillaban y dolían, ¿sabes algo acerca de por qué?, oh, y por curiosidad, ¿quién es toda la gente de los cuadros?

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17/11/2019, 13:23
Penélope

La chica instintivamente se alejó un poco de ti cuando tocaste su cara, aunque no lo suficiente como para evitar tu mano sobre su cara. Se mostraba algo sorprendida y por su expresión era fácil intuir que no se había encontrado del todo cómoda con aquello.

E...está bien —dijo ante tus disculpas, sonriendo levemente— Cada mago tiene un sirviente personal que se encarga de que no le falte nada, de que su ropa esté limpia y su alcoba ordenada, entre otras cosas. Aunque recibimos comida y alojamiento, nos pagan con dinares1 —explicó mientras sacaba de su bolsillo un dinar, mostrándotelo para luego lanzarlo hacia arriba y atraparlo mientras descendía. Escuchó atentamente, con una media sonrisa y las cejas levantadas tus indicaciones sobre darle libertad total, y cuando terminaste no pudo evitar reirse un poco— Gracias, Senca, pero me temo que aunque "estoy a tus órdenes" trabajo para los magos, y lamentablemente no puedo hacer lo que me plazca, como comprenderás. —La chica dio unos pasos hacia la puerta, mientras escuchaba el resto de preguntas que tenías para hacerle—. Me temo que no soy yo quien puede responder todas tus preguntas, Senca —respondió con tranquilidad—, principalmente porque, para serte sincera, no tengo idea de qué me hablas —confesó, encongiéndose de hombros— Has estado inconsciente en esta cama por un mes, aproximadamente y... —inspeccionó desde donde estaba tus tatuajes con la mirada— no, no noto nada raro en ellos... creo.

La chica abrió la puerta.

Iré a avisar que has despertado, ¿sí? Seguro los magos puedan solventar todas tus dudas —dijo con un sonrisa—. Te traeré tu desayuno... no hay demasiado para elegir pero, ¿tienes alguna preferencia? —preguntó Penélope, inclinándose un poco hacia delante.

Notas de juego

1. Dinar: Pequeña moneda color bronce con el rostro de Marcul Septum grabado en una cara y la bandera de Meter en la otra (Moneda genérica de Meter).

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18/11/2019, 07:58
Senca Temno

Dinares, así que así se llaman. 

Miré a la chica con curiosidad, ¿acaso prefieres cuidar a la gente a la libertad?, supongo que no soy quien para decidir por tí, aunque no creo que haya nada mejor que decidir tu propio destino. Contesté sonriendo a la chica, así que dinares, son esas piedras que la gente cambia por cosas, ¿no sería mejor trabajar para la gente que tiene esas cosas?, así no necesitarías esos dinares. Pensaba en voz alta, al aire. 

Bajé la cabeza ante la falta de respuestas, sobresaltandome cuando me dijo que llevaba un mes, ¿un mes?, ¿llevo durmiendo un mes?, aunque extrañado, por otro lado me sentía bien, un mes completo durmiendo, descansando, ni siquiera me había dado cuenta del exterior, supongo que por eso me encuentro tan descansado.

Supongo que eso está bien, comenté sonriendo, más calmado, la verdad es que hacía mucho que no dormía tan plácidamente ¿sabías?. 

Después, poniéndome la ropa superior, ante la negativa de Penélope a mi pregunta, ella fue a la puerta, ¿acaso elegís la comida cada día?, no vi a nadie cazando ni recogiendo plantas cuando estuve en la puerta, ¿de donde lo sacarán? 

Lo que traigas está bien, al fin y al cabo solo es alimento. Muchas gracias. 

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19/11/2019, 17:29
Penélope

La chica se mantuvo pensativa por unos segundos y finalmente tomó aire para hablar mientras su mirada se iba hacia arriba.

Ser libre significa, como dices, que tienes el privilegio de poder decidir tu propio camino, y yo he decidido trabajar de... bueno, lo que ves —te explicó con una sonrisa—, de quererlo podría simplemente irme... —su voz se apagó poco a poco y su sonrisa se difuminó un poco mientras llevaba la mirada a un lado—. Pero en todo caso, sí, trabajo para gente que tiene dinares: los magos —aclaró arqueando una ceja, para luego seguir escuchándote—. Sí, un mes —respondió cerrando los ojos—. Oh, la comida la traen de Pueblo Espina, creo, al menos la mayor parte de ella, aunque últimamente llegan cada vez menos cargamentos... En todo caso, enseguida vuelvo —dijo por último, haciéndote nuevamente una reverencia con la cabeza antes de salir de la habitación con suficiente velocidad como para no darte tiempo a responder.

Pasados unos minutos, la puerta se abrió y Penélope entró, esta vez con una bandeja sobre la que reposaba una tetera con su respectiva tasa de cerámica, que dejaba salir un apenas visible vapor blanco. También había una pequeña cesta con panecillos recién horneados, un pequeño pote con manteca casera y un pequeño cuchillo de untar hecho de plata a un lado. Además, había en un plato, al lado de dos tenedores de distintos tamaños, lo que parecían ser trozos de una brillante y jugosa fruta naranja cortada en cuadraditos. La chica se acomodó un mechón de pelo que se había deslizado hacia su rostro y apoyó la bandeja sobre una pequeña mesita que había en la habitación, a un lado de la silla en la que antes había estado esperando sentada. Dio unos pasos hasta alcanzar un lado de la cama y te ofreció su mano como sostén.

Lady Eliza está ocupada, pero me dijeron que vendrá en cuanto termine con unos asuntos. —Antes de que pudieses preguntar nada tu estómago rugió y el hambre, pasado ya el desasociego característico del despertar, se hizo aún más presente. Muy presente—. Ven, intenta ponerte de pie.

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20/11/2019, 07:07
Senca Temno

Me gustaba esa chica, tenía un cierto criterio, no acababa de comprender su vida pero era su decisión, y además, era un apoyo considerando que no sabía nada de donde estaba, simplemente en un cuarto. 

En el tiempo que Penélope no estaba en el cuarto, no pude evitar mirar a mi alrededor una vez más, se diferenciaba tanto de la habitación en la que estuve recluido ventanas, objetos, todo aquello me daba una sensación de relajación que unido al tiempo que había estado dormido me daban una sensación de seguridad que me gustaba.

Tenía intriga de saber quién vendría, ¿sería un mago?, ¿un maestro?, quien sabía.

Al llegar Penélope, un pequeño atisbo de decepción inundó mi mente, ocupados, aunque no había mucho problema, llevaba un mes aquí y seguía vivo, y lo más importante, entero. Posiblemente aquellos que me buscaban apenas habían podido seguir mis pasos, y un mes sin huellas es suficiente para desistir, era un buen momento, un momento en el que mi mente viajaba libre.

Claro, no hay problema, dije apoyándome en algún lugar duro de la cama, podía sentarme, pero notaba como las fuerzas flaqueaban, había adelgazado, no había duda, pero sobretodo en músculo, eso me causó un verdadero problema, otra vez, necesito entrenar. [*] 

Al sonar las tripas, se me escapó una pequeña sonrisa, ¿puedo pedirte que me ayudes a llegar a una mesa, me gustaría tomar ese desayuno?, dije algo avergonzado, normalmente mi forma física era algo que me había ayudado a mantener sano el cuerpo y la mente, ahora apenas podía llegar a una silla. 

Notas de juego

[*] dejó a tu narración si me levanto, si me caigo de nariz, etc xD, he dejado el poder sentarme por coherencia con el post anterior cuando enseñé los tatuajes. 

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20/11/2019, 20:14
Penélope

Sí, claro, apóyate sobre mí —dijo la chica, sonriente, mientras se inclinaba hacia tí para hacer de sostén y te acompañaba unos pasos hasta la silla de la mesa del dormitorio. Aunque durante los primeros segundos te tambaleaste un poco mientras tus piernas comenzaban a recordar cómo moverse, pasado ese momento sentías que podrías mantenerte parado y caminar con relativa normalidad como de costumbre, aunque intuías que correr probablemente te implicaría un esfuerzo sobrehumano. —Saldré a esperar a Lady Eliza, cuando termines de comer —dijo señalando con la mirada una túnica con capucha marrón perfectamente doblada que había sobre los pies de tu cama— vístete.

La chica te hizo una reverencia y desapareció tras la puerta.

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21/11/2019, 08:20
Senca Temno

Caminé apoyado en la chica hasta la silla, sorprendido por la falta de fuerza, por un momento pensé que la tranquilidad me hacía débil. ¿Sabes?, la última vez que me pasó esto nadie me ayudó a dar el primer paso, fue tan doloroso. Dije como agradecimiento. Intenté dar los últimos pasos a la silla con el menor apoyo posible, al fin y al cabo en algún momento debía volver al entrenamiento, no podía ser débil, podría ser mi muerte.

Por supuesto, gracias por la comida. Dije haciendo algo parecido a una reverencia, cuando llegaba a un lugar nuevo intentaba aprender sus protocolos para ser educado, aunque unas veces era más complicado que otras, y la falta de fuerza, estar sentado y un pequeño dolor que recorría mi cuerpo después de los pequeños pasos que había intentado dar solo hicieron una reverencia que no se parecía en nada a la elegancia con lo que lo había hecho ella. 

Perfecto, te avisaré. 

Comencé a comer, despacio pese al hambre, intentando masticar y tragar con calma, cuando pasas mucho tiempo sin comer el cuerpo se desacostumbra y se le debe acostumbrar otra vez, sino los dolores se pueden volver insoportables. Lo había visto en mi propio cuerpo. 

Tras un tiempo desayunando, paré al estar lleno, otro problema de llevar mucho tiempo sin comer es que el cuerpo se llena antes, y por tanto recibe menos energía, aunque prefería eso al dolor. 

Apoyado en la mesa, después en la silla, intenté caminar hacia la cama, me senté y me puse la túnica, busqué algo que me pudiera servir de apoyo, e intenté caminar hasta la puerta, ¿Penélope?, creo que ya estoy. 

Notas de juego

Si no pudiera caminar, borra todo lo del movimiento y ve directamente a ¿Penélope? (...) 

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21/11/2019, 12:34
Eliza Aldrwath

Tan solo a unos pasos de llegar a la puerta, el pestillo se inclinó hacia abajo y abrió, mas no había nadie pasando el portal. Sentiste unos pasos provenientes del pasillo de fuera y a Penélope hablar.

Lady Eliza —dijo en forma de saludo.

Penélope —respondió la voz de una mujer que instantes después haría aparición tras la puerta, con una sonrisa en el rostro.

Se trataba de una mujer mujer delgada que usaba un manto rojo con una capucha, la misma vestimenta con la que la habías visto por primera vez en el día de la prueba. Algo que llamó particularmente tu atención fue la sensación que te transmitía la presencia de aquella chica, y no se trataba de algo meramente psicológico; jamás habías sentido nada como aquello y tampoco recordabas haberlo sentido cuando la viste por primera vez, era como si tuviese un aura que fueses capaz de percibir. Su mirada era de alguna forma pícara y divertida, y te observó por unos instantes desde la puerta antes entrar de sentarse en la silla mientras la puerta tras de sí se cerraba aparentemente sola.

Buenos días, Senca —te dijo con una sonrisa—, veo que ya has despertado —comentó mirando la bandeja con la taza de té y cesta en la que antes habían estado aquellos deliciosos panecillos vacías—. Mi nombre es Eliza, y seré una de tus profesoras en Gran Torreón. Supongo que Penélope ya te habrá contado cuánto tiempo has estado aquí... —suspiró— Has de tener muchas preguntas —dijo sonriendo un poco—; no tenemos mucho tiempo, pero intentaré responder cuanto pueda.

Notas de juego

No te preocupes por ese tipo de detalles en momentos así, sólo si es un momento de tensión (que sí, es subjetivo, pero este claramente no es un momento de tensión se mire por donde se mire).

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22/11/2019, 10:13
Senca Temno

Paré en seco al escuchar los pasos, ya cerca de la puerta, apenas me dio tiempo a pensar algo cuando se abrió y la mujer de antes de mi "letargo" apareció.

Buenos días, dije en un tono amable, los nombres requieren de confianza, y ella parecía alguien importante en la torre, pensé que mejor tener algo de respeto. 

Si señora, parece que he dormido mucho tiempo, aunque debo agradecerle, nunca había estado tan descansado. Respondí con una enorme sonrisa, aunque supongo que debo volver a comenzar mi entrenamiento, ahora mismo soy débil, no puedo permitirmelo. 

Bajé la cabeza, si me permite, intentaré hacer las menos posibles, dije mientras escondía mis rastas detrás de la túnica, para que no molestaran, y ponía cara pensativa. 

Sobre usted, dice que es profesora, no comprendo, ¿que es una profesora? , ¿algo parecido a un mentor? Dicen que esto es una escuela Pregunté intrigado. 

Tampoco puedo evitar notar algo extraño en usted, ¿también ha sido tocada por los dioses?, ¿por qué no lo noté la primera vez que estuve con usted?. 

También, me gustaría saber donde está mi espada, perteneció a mi padre, solo queda eso de mi pasado, la necesito cerca. Comenté algo más serio, aunque sin perder la amabilidad, y por último, aunque no es una pregunta, me gustaría que supiera que estoy muy agradecido de haber estado aquí y haber sido atendido, si puedo ser de utilidad, se me da bien arreglar cosas, también conozco las plantas y se cazar, me siento un poco mal por todo vuestro esfuerzo, no teníais que hacerlo y aun así, dije mirando a Penélope. 

 

​​​​

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27/11/2019, 15:45
Eliza Aldrwath

La chica arqueó una ceja y en su rostro se dibujó una media sonrisa socarrona.

¿Señora? —dijo repitiendo la forma en la que te habías referido a ella— Lady Eliza o señorita Eliza —dijo llevándose una mano al pecho e inclinando la cabeza hacia delante. Después de todo, tenía sólo unos años más que el joven Senca—. Sí, pronto comenzarás tu entrenamiento, Senca —dijo mirándolo de pies a cabeza—, pero mucho me temo que no se tratará de entrenamiento físico —confesó con una sonrisa, que se transformó en una mirada en la que se odía entrever curiosidad cuando Senca preguntó sobre el objetivo de los profesores—. Un profesor —comenzó a explicar, llevando por un instante sus ojos hacia arriba— o profesora, es un mago cuyo objetivo es adiestrar a los aprendices —explicó mientras te señalaba con su dedo índice— y enseñarles todo lo que un mago debe saber para poder ser, en efecto, un mago —dijo abriendo más los ojos al pronunciar esa palabra. Eliza se echó un poco hacia atrás—. Aunque es cierto que es una academia, su función principal es la de ser la sede regional de magia, a la que todos los magos de provincias colindantes respondían... o así solía ser —dijo con más lentitud y un deje de nostalgia en la mirada, que se había perdido en algún lugar lejano por unos instantes, antes de volver al presente. Tomó aire y repasó tus palabras mentalmente—. Tocada por los dioses dices... —rió un poco— Sí, podrías decir que los magos somos gente tocada por los dioses, supongo. En todo caso, ahora que tu alma ha despertado eres capaz de identificar a quienes también han sufrido un despertar, lo naturalizarás rápido, no te preocupes. Tus pertenencias están en ese baúl de allí —dijo dirigiendo su mirada al baúl mientras la llave giraba aparentemente sola hasta desbloquearlo. Eliza te dedicó una mirada de complicidad—, aunque no sé cuán necesarias te serán.

Habiendo terminado de responder tus preguntas se levantó de su silla y caminó hacia la puerta que, una vez más, se abría sin que nadie la hubiese tocado.

Guarda tu agradecimiento para después, Senca —dijo de forma enigmática—. Penélope, acompaña al aprendiz a la oficina del director —la sirvienta asintió—. El administrador Lorlen quiere verlos —te explicó—, yo tengo asuntos que atender —dijo por último Eliza mientras te miraba con un atisbo de preocupación que no habías percibido antes para luego desaparecer tras la puerta antes de que pudieses decir nada.

Ven, el administrador espera —te dijo Penélope desde fuera del dormitorio, aguardando a que salieses para cerrar la puerta.

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28/11/2019, 07:28
Senca Temno

Perdón, a partir de ahora la llamaré Lady Eliza, nunca se me han dado bien esas cosas, tantos protocolos, nombres, ni siquiera se que significan la mitad de esas palabras. Reía. 

Mis ojos se abrieron ante la explicación de Lady Eliza, profesora, es lo que mi abuelo predijo, abriéndoseme aún más al escuchar que el despertar de mi alma llevaba poder encontrar otros magos. Eso significa que era verdad, me han hecho despertar, tanto tiempo, tantas penurias y aquí estuvo siempre. Mientras recobraba mi cara normal para intentar no parecer imbécil, bajé la cabeza ante la obvia falta de creencia en los dioses.

Caminé hacia el cofre y lo abrí, así que funciona así, dije sonrojado, observe que estaba dentro, y cerré haciendo el giro contrario con la llave, cogiéndola y guardandola. 

Volviendo a la puerta, despacio aunque con un ritmo más ágil que antes, no tiene que ser útil señ-Lady Eliza, solo recordarme de donde vengo, la espada apenas podría hacer un corte limpio ya, han pasado años y no abundan los herreros.

¿Puedo llevarme esto? Dije señalando la llave, esa caja parece segura siempre que yo tenga esto. Acabé asimiento que no podría ser destruida ni abierta sin contar con la llave. 

Vayamos, Penélope, cuéntame, ¿el director es como el jefe de este sitio? ¿Debo saber algo de él?, como por ejemplo como llamarle, sonreía en el camino, aún andaba despacio por lo que el camino la daría tiempo a contestar, mientras yo solo podía pensar en que tipo de persona habría al otro lado. 

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28/11/2019, 22:43
Penélope

Lady Eliza había ya desaparecido cuando preguntaste sobre la tenencia de la llave, pero Penélope respondió en su lugar mientras se aproximaba al cofre y sacaba la llave para entregártela.

Sí, es tuya —te respondió mientras la guardabas y salías de la habitación junto a ella.

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05/02/2020, 20:59
Narrador

Toc toc toc.

Silencio.

Toc. Toc. Toc.

El sol había asomado por el horizonte hacía ya poco más de una hora, tomándose con plena calma la tarea de derretir la nieve que había caído durante la noche para poco a poco calentar el frío viento otoñal que tan libre como era posible serlo recorría las amplias planicies aledañas a Gran Torreón, la última academia de magia en pie de toda Shinie.

Un cuervo dormitaba fuera, recostado en el marco exterior de la ventana. Respiraba tranquilamente tras el vidrio empañado de bordes escarchados mientras su plumaje etéreo, oscuro como la noche misma y brillante cual luna llena, relucía con fuerza ahora que los rayos del sol impactaban de lleno en él, calentándolo y relajando sus músculos entumecidos.

Mientras que te encontrabas cómodo y cálido sobre un colchón que se sentía como el paraíso, bajo numerosas y aterciopaladas mantas y con la cabeza cómodamente reposada en una mullida almohada de plumas, la habitación en sí estaba fría. Cada vez que exhalabas veías en el aire algo que se asemejaba bastante al vapor de agua y al tocarte las orejas podrías sentirlas notablemente frías.

Toc toc.

La puerta volvió a sonar. Habías dejado tu calzado a un lado de la cama y el manto de aprendiz a los pies de la misma, aunque ahora se encontraba en el suelo posiblemente por los movimientos que habías hecho con las piernas mientras dormías.

Notas de juego

Tu resistencia mental se ha restaurado por completo.

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06/02/2020, 06:59
Senca Temno

Abrí los ojos, boca arriba mirando el techo sobrio aunque mucho más adornado que los techos sobre los que había dormido. A excepción de las cúpulas estrelladas de las noches a la intemperie. 

Al abrir los ojos, como si de una abdominal se tratara, me quedé sentado sobre la cama, con las piernas estiradas, mirando toda esa ropa que me protegía del frío, más de lo que estaba acostumbrado. Otra noche sin pesadillas. 

El sobresalto era ya un acto reflejo, aunque esta vez no tenía sentido. Llevaba tanto recordando mi pasado conscientemente, exactamente desde que estaba aquí. Notaba el descanso, mi cuerpo, aunque aún débil, notaba las horas de sueño, se podía decir que prácticamente rejuvenecía. ¿Será esto una nueva etapa?, ¿es acaso que podré dormir bien para siempre?. 

Miré al suelo donde mi calzado se unía con mi túnica, cogí esta última, al sonar la puerta, no era la primera vez, aunque en mi abstracción apenas me había dado cuenta. 

Quien será. Decía poniéndome el calzado y acomodando la túnica. Ahora era un aprendiz, y eso significaba tener un protocolo. 

Me levanté, observando que podía sin dolor, había ganado algo respecto de ayer. 

Abrí la puerta. Con la mirada tranquila, la mente algo descolocada por lo que el lugar estaba haciendo en mí. Y miré en silencio quien estaba al otro lado. 

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07/02/2020, 15:58
Penélope

Penélope esperaba afuera, con una bandeja en sus manos. Sobre ella descansaban un par de frutas y... ¿hongos? Eran de color marrón oscuro y el vapor cálido que salía de ellos olía extraño, y aunque no era un mal olor tampoco era uno que invitase de forma natural a que los comieras. Había también dos huevos cocidos, ya pelados y cortados en rodajas. Como era de esperar, también había un cuchillo y tenedor en la bandeja, así como un vaso con agua.

Buenos días, Senca, ¿has dormido bien? —te preguntó antes de levantar las cejas y lanzar una desconfiada mirada al plato que llevaba en sus manos—. Traje tu... desayuno. Los hongos no saben muy bien y al masticarlos se siente como si estuvieses masticando una masa arenosa —señaló antes que nada, dándole prioridad total a explicarte la textura de los hongos— pero... —negó con la cabeza y apretó los labios mientras se encogía de hombros— es lo que toca hoy.

Entró a la habitación, retiró la bandeja de la cena de la noche anterior con sus respectivos cubiertos, plato y vaso y colocó en su lugar la del desayuno.

Iré a llevar esto a la cocina —dijo mientras se dirigía a la puerta—. Los profesores han decidido darles algo de tiempo libre durante la mañana, y por lo que me han dicho luego tocará meditar de nuevo, así que... Parece que estás libre hasta entonces. Puedes recorrer los alrededores y conocer un poco Gran Torreón por tu cuenta o esperar a que vuelva para poder guiarte si quieres encontrar un lugar específico —explicó—. Ah, y si te vas solo... intenta no perderte —te pidió con una sonrisa.

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07/02/2020, 17:04
Senca Temno

Me alegró ver a Penélope, siempre tan risueña. Aunque era tan educada que a veces asustaba.

No hay problema, he comido cosas peores que esta. Mucho peores. Creo que puedo arreglarmelas solo, aunque en algún momento deberías quedarte, sigo queriendo escuchar la historia de la chica que prefiere cuidar a otros. Dije con cara de curiosidad, Algún día trae comida para los dos.

Quería hablar con lord Julius, quería saber la respuesta a algo que le pregunté, y después quería ir al lugar de los libros, una vez escuché a unos niños decir que en las escuelas existe algo así. Pienso que aunque haya viajado mucho, no se nada. Quizá esos manuscritos den algo de luz a algo que me está reconcomiendo por dentro. Espero que estén escritos en algún idioma que conozca. Apenas sabía dos, más que la mayoría, pero menos de los necesarios para comprender. Solo el común, y el de mi aldea, y dudaba seriamente que alguna de esas hojas tuviera el idioma de mi lugar de nacimiento. Aunque quien sabe.

Tras oír lo de la sala, se me iluminó la cara, quería volver allí, mi alma debía estar activa, o aprendería la forma de hacer que hablara más claro. Intentaré no perderme. Dije cogiendo uno de esos hongos, para mirarlo un segundo y llevarmelo a la boca. ¿Ves?, solo es comida, entra en el cuerpo y da energía, en su objetivo no está que sepa bien, eso solo es algo inventado por la gente para dividir a los que pueden comer rico, y los que no. Y a mí me dan igual esas divisiones, solo comida. Sonreí a la chica. Un pequeño gesto de aquello que me intrigaba, sacaba expresiones en mí que no solían salir, como también me pasaba con los profesores. Aunque tarde o temprano, volvía la indiferencia.

Comeré e iré a buscar a Lord Julius, Gracias por la comida Penélope. Por cierto, ¿dónde puedo encontrarle?

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13/02/2020, 23:22
Penélope

Penélope abrio los ojos y levantó las cejas.

Pues... —dijo meneando la cabeza— Al haber sido asignada como tu sirvienta personal mi trabajo consiste principalmente en asistirte, con lo cual prácticamente no tengo otras tareas. Puedo venir cuando esté totalmente libre —dijo mirando por unos instantes la bandeja de la noche anterior que ahora sostenía en sus manos— y contarte la historia de la chica que prefiere cuidar a otros —dijo con un tono socarrón—, aunque te advierto que no tiene nada especialmente interesante. Sobre la comida... Sí, no creo que pase —admitió con una sonrisa sin dar explicaciones, aunque era posible que se debiese a que no tenía la potestad de servirse comida cuando quisiese ni mucho menos la de relajarse a tal punto de almorzar junto a un aprendiz como si fuese una huesped más de Gran Torreón—. Lord Julius suele estar en la biblioteca, la cual curiosamente es el lugar en donde guardan los libros —te informó, para luego mirarte algo extrañada mientras tan despreocupadamente comías aquellos hongos—. Hum... me alegro que te gusten —dijo algo confusa con una sonrisa que no acababa de formarse por completo—. Por lo general nunca estamos en un lugar específico —explicó luego haciendo referencia a las sirvientas—, pero en mi caso vendré un par de veces al día a traerte la comida, así que si por alguna razón me necesitases espera aquí y eventualmente apareceré. Bueno, iré a llevar esto a la cocina, nos vemos luego Senca —se despidió inclinando un poco la cabeza antes de retirarse de la habitación.

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14/02/2020, 17:56
Senca Temno

Todas las historias son interesantes. Pronto espero. Dije a la chica mientras oía donde estaba Julius. Quería conocer los ritos para dar el último adios a Darakar.

Al acabar las setas, me despedí de ella con una reverencia, al principio pensé que era cortesía, pero llevaba varias veces, supuse que así se saludaba la gente en esta zona. Gracias Penélope, espero verte después de la meditación. Quizá mi alma me diga algo más que necesito saber. ¿dónde está esa biblioteca?. Pregunté al acabar, y darla la bandeja, no había necesidad de hacerla dar dos viajes en vano.

Cuando me contestó, fui hacia allá, tranquilo, mirando cada puerta y cada pasillo que Penélope me había indicado, hasta llegar allí, tenía intriga, quería buscar información sobre la mente de los magos, sobre si la evasión que a veces se producía estaba causada por algo. Aquellos que se dedicaban al estudio estaban llenos de conocimientos, eso decían los viejos de las aldeas por las que pasaba.

Al entrar, busqué al hombre, ¿Lord Julius?, tenemos una conversación. Perdón por importunarle en sus quehaceres, me gustaría saber si hay algún rito de los que me habló. Algo que pueda hacer yo.

y dejé una pausa, También, usted sabe de estos libros, busco algo sobre la mente de los magos. A veces la mía parece no estar en mi cuerpo, y quería saber por qué. También sobre sueños, desde que estoy aquí no tengo ninguna pesadilla, descanso bien, quizá signifique algo. Dije en tono respetuoso, quizá me diera uno o dos de esos manuscritos, que pudiera llevarme a mi habitación para leer antes de dormir.

Si no es mucha molestia.

Notas de juego

Enfilo a la biblioteca.