Partida Rol por web

El Páramo

Capítulo 2: Tortura y protección

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18/08/2018, 13:00
Director

Los aventureros llegaron extasiados a ciudad Robleda.En el alguacilazgo pudieron ya respirar tranquilos y relajarse.Una cálida hoguera calentaba el lugar, diversas alfombras decoraban el suelo.En las paredes colgaban escudos y varios tipos de armas, cruzadas entre sí.Algunas cabezas de animales disecadas también decoraban la sala.En la mesa del Burgomaestre, habían diversos platos de comida, cecina, pan, jamón y queso entre otras exquisiteces del momento, jarras de cerveza y vino acompañaban a estos alimentos.El Burgomaestre se levantó de su asiento al ver que os adentrabais junto con Riselna.Con sus brazos abiertos os dio la bienvenida

Al lado del Burgomaestre permanecía de pie un misterioso elfo de cabellos dorados que por ahora guardaba silencio, observándoos seriamente.

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18/08/2018, 13:10
Ridgern Cabezayunque

El viaje de regreso a Robledal fue duro. El cansancio y el sueño pesaban más que el barro pegado a las botas. Pero los aventureros habían cumplido con su cometido y sacaron fuerzas de flaqueza pensando quizás en la recompensa que les esperaba.

Los prisioneros, también exhaustos, tampoco dieron muchos problemas. Ni siquiera el jefe trasgo cuando despertó. Una simple y amenazante mirada cruzada por Ridgern bastó para hacerle entender cual sería su destino al menor intento de algo.
La ciudad empezó a divisar se a lo lejos y a medida que se acercaban se escuchaba algo de alboroto en su entrada. Lo que los aventureros no podían imaginar es que todo el jaleo fuera un gentío que esperaba a su entrada para recibirles con elogios y vítores. Ridgern miraba a un lado y a otro con su típica cara de pocos amigos. Una sensación de satisfacción le invadía por dentro, pero el enano no sabía manifestar sus sentimientos. El pelirrojo y orondo personaje no pudo evitar fijarse en un hombre que, jarra en mano, recién salió de una taberna a saludar a la comitiva. Ridgern se acercó a él y sin mediar palabra se tomó la bebida de trago, dejando al hombre perplejo aunque contento por haber invitado a beber a uno de los proclamados héroes.

Varios soldados llegaron con paso solemne y se hicieron cargo de los prisioneros, no sin antes recibir una mirada inquisitiva del enano y un escueto...

- Son nuestros prisioneros, decídmelo a vuestro superior...

Tras eso apareció Riselna que intervino para que las gentes dejarán pasar a la comitiva y se dirigieron al alguacil a go. Donde esperaban ser recibidos por el burgomaestre.

- Riselna, acuérdate de lo de los prisioneros, son nuestros.. . - Le recordó Ridgern con su común tono inquisitivo.

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18/08/2018, 13:12
Lia Davis

Como a sus compañeros, el viaje de regreso se hizo muy pesado. Además por culpa del objeto, la muchacha tenía que ir caminando, algo que le ponía de mal humor. Eso sin contar que esa noche no había dormido casi nada. Todo ese cansancio se traducía en muy mal humor y enfado. Al más mínimo suspiro de cansancio o risita de los prisioneros, hacían estallar a Lia; la cual soltaba un sonoro tortazo sobre los prisioneros acompañado de algun que otro ¡No te quejes! o ¡¿De qué te ríes?!

Con los compañeros no era mucho mas amigable. Refunfuñando todo el camino y soltando miradas asesinas al que se acercaba demasiado. Tanto el enano como la clérigo la dejaron tranquila el resto del camino.

Tras la parada para el almuerzo, la muchacha morena se animó un poco más y durante la tarde se entretuvo colocándose los distintos pirsins y pendientes de la cara, dejándo guardados los que iban debajo de la ropa, e intentando peinar su enmarañado pelo. Tras dos horas intentándolo, lo dio por imposible y se hizo un moño.

Al llegar a la ciudad, le sorprendió gratamente el recibimiento. Incluso se escabulló de la escolta soldadesca y cogió encantanda algunas de las flores que le ofrecían los aldeanos compensando a los más atractivos con un beso en la mejilla.

Cuando vio que se quedaba atrás, Lia se apresuró a seguir a los demás y entró en el algucilazgo. No sin antes entregar a un mozo las riendas de Perchita y asegurarle parte del botín y la gloria si se aseguraba de que la trataban bien en los establos.

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18/08/2018, 13:13
Camil de Hojafuerte

-Bienvenidos.Pasad, pasad, poneos cómodos.Servíos si lo deseáis- señaló ahora al festín que había sobre la mesa-.Celebremos vuestra victoria.Ya me ha contado Riselna que os desenvolvisteis bien contra esos trasgos.Me alegra que seáis duchos guerreros- rió complacido cogiendo una copa de vino y levantándola hacia vosotros.

-A vuestra salud, mis queridos aventureros- y acto seguido dio un profundo trago.Dejó la copa y aplaudió una sola vez, frotándose ahora las manos, observando con atención lo que portaba Varuna-.¿Tenéis algo para mí?- preguntó con una amable sonrisa, mirandoos a todos a los ojos.

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18/08/2018, 13:17
Riselna

Riselna intentó tranquilizar al enano, posando su mano sobre su hombro y dándole un par de golpecitos, asintiéndole a este tras su recordatorio de los trasgos.Una vez entraron en el alguacilazgo, Riselna realizó una leve reverencia de cabeza hacia Camil y dio paso a los aventureros.

-Disculpadme mi señor, si no os importa, vuelvo a mis quehaceres diarios, los caminos nunca están seguros

Camil asintió y con gesticulando con su mano, le indicó que se podía marchar.

-Fue un placer, compañeros.Quizá nos volvamos algún día por los caminos de la Marca.Tened buena suerte, adiós- la semielfa se despidió de ellos y salió por la puerta, cerrándola tras de si.

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18/08/2018, 13:22
Varuna

Realizó una reverencia al igual que Riselna, ante el burgomaestre.Riselna se despidió de ellos, lo cual le entristeció la idea de quizá no volver a verla, o de separar sus caminos.Posó su mano sobre su hombro, y asintió con una sonrisa sincera.

Tras esto, parece que el burgomaestre brindó por ellos y acto seguido preguntó sobre el objeto.Varuna dio un paso al frente y le entregó el arma.

-Aquí la tenéis mi señor.Espero que sea de vuestro agrado- añadió mientras Camil agarraba el objeto.

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18/08/2018, 13:25
Camil de Hojafuerte

Vio como Varuna se adelantó para ofrecerle aquel arma.Camil se movió, saliendo de detrás de la mesa que le separaba de los aventureros y agarró el mismo el arma.La colocó en otra mesa de madera de aquella sala, y desató con paciencia las cuerdas que impedían que el cuero se desenrrollase.Finalmente, fue apartando el cuero poco a poco hasta que finalmente, pudísteis ver como algo relucía bajo la luz de las llamas de la hoguera y los candelabros.

-Magnífica...- casi susurró absorto por la magnificiencia de aquel filo.Lo agarró y analizó cuidadosamente, probando su filo, estudiando su forja y decoración.Asentía complacido una y otra vez-.Sí...sí....Es esta sin duda, es la real y original- pegó un par de espadazos al aire comprobando el equilibrio y manejo del arma.Hasta que finalmente la volvió a enfundar en su vaina y se la entregó a un par de soldados para que la guardasen a buen recaudo.Ahora se dirigió hacia vosotros.

-Era una espada de un difunto paladín que estaba bajo mis servicios y bajo los servicios de Robleda.Murió en una peligrosa misión y su arma bendita quedó abandonada en el campo.Era una reliquia familiar muy importante, y su mujer e hijos me rogaron traerla de vuelta.Por suerte, aquella anciana la encontró.Bueno, supongo que estaréis esperando vuestra recompensa- chasqueó sus dedos y un soldado trajo tres bolsitas de cuero.Camil las agarró y se las entregó a los aventureros, uno a uno.

-Ahí tenéis.Soy un hombre de palabra- se dio la vuelta y agarró un par de granos de uva, comiéndolos desinteresadamente mientras os observaba-.Ya veo que han ocurrido muchas cosas durante la misión.Habéis tenido ciertas bajas inesperadas, luego que si la presencia de unos exploradores indeseados...- hablaba mientras comía aquella jugosa fruta.

-Soy un hombre previsor, y ya tengo algún que otro sustituto para el grupo.Este elfo se llama Zirodel.Es una espada a sueldo.Que no os engañe su aspecto tan poco aguerrido, puede llegar a ser un formidable asesino si se lo propone.Posee gran inteligencia y lo mejor de todo, ansía buscar nuevas aventuras que alimenten su alma y ya de paso, su bolsillo.Espero que podáis llevaros bien- presento al elfo que en todo momento permaneció callado, para darle ahora la oportunidad de que este añadiese algo a su presentación si lo deseaba.

-Comed y bebed un poco, conoceos, luego hablaremos de los trasgos- volvió a colocarse tras su mesa y se sentó, ofreciéndoles asiento a los aventureros para que le acompañasen en aquel banquete.

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18/08/2018, 13:45
Varuna

Se sintió complacida ante tal acierto y victoria.Habían completado la misión, y ahora sus manos sujetaban una bolsa con cuantiosas monedas de oro.La guardó a buen recaudo y se presentó a Zirodel tras la introducción del burgomaestre.

-Un placer conocerle Zirodel.Me llamo Varuna, y soy un devota clérigo de la grandiosa y poderosa diosa Ishtar.Espero que podamos colaborar y trabajar en equipo para lograr grandes acciones para nuestra causa- le tendió la mano y tras presentarse, se sentó frente al burgomaestre para disfrutar de aquel festín.Realmente necesitaba ese descanso y esos lujos para recobrar un poco los ánimos y energías.

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18/08/2018, 18:49
Ridgern Cabezayunque

La sala del alguacilazgo olía a Gloria.Para Cuando el Burgomaestre terminó su saludo invitándoles a comer, Ridgern ya se había bebido una jarra de cerveza y estaba despedazanzo un muslo asado. Saludó al ver que todos lo hacían, pero con la mirada puesta en el banquete. El enano se despidió de Riselna casi sin mirarla - Odos orojotas- Pronunció sin dejar de masticar. Ridgern tan sólo cesó la ofensiva de su apetito contra todos aquellos manjares cuando Hoja fuerte empezó a desvelar el contenido de la espada. El orondo enano casi se atraganta cuando empezó a adivinar lo que parecía una espada de muy bella factura. Por un momento pensó que había encontrado el arma de su familia, pero se desilusionó al ver como no era la que buscaba.

Notas de juego

Móvil, continuará

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19/08/2018, 09:03
Zirodel

Zirodel había estado observando a los aventureros oculto entre la multitud que acudió a recibirles. Quería fijarse en ellos antes de la presentación del burgomaestre. No obstante, le incomodó tanto bullicio y se marchó enseguida.

En los aposentos de Camil, con más tranquilidad, pudo seguir escrutando a aquellos héroes mientras el noble les pagaba su recompensa y desenfundaba el arma que habían traído. El elfo no pudo evitar desviar su mirada hacia la espada. Ciertamente era bella. Un gran trabajo digno de la manufactura élfica.

Cuando fue presentado, Zirodel hizo una reverencia.

-No sé si soy merecedor de tan gratas palabras, pero en verdad podrán contar con mi experiencia y mi espada si les place la compañía de este elfo-dijo con un tono serio y casi ceremonial.

Estrechó la mano de Varuna amablemente.

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19/08/2018, 23:46
Ridgern Cabezayunque

Camil les presentó a un elfo. A Ridgern Le sonaba la cara, pero no sabía de qué. Probablemente porque todos los elfos eran iguales, pensó. Las chicas lo saludaron formalmente, pero Ridgern tenía otras cosas mejores que hacer en esos momentos. Sin separarse de la mesa le dedicó una de sus rudas miradas y, mientras mostraba un muslo ya casi en el hueso que portaba en la mano derecha y la jarra de cerveza que asía con la izquierda, Pronunció - Perdona que no te salude, tengo las manos bien ocupadas- No cabía duda alguna de que el enano no se sentía para nada interesado en saludar al elfo. Sin embargo sí que prestó atención a las últimas palabras del burgomaestre a las que respondió diciendo: - Sí, ya hablaremos de nuuuuuestros prisioneros. Pronunció Ridgern justo antes de empezar a sorber con ansia su cuarta jarra de cerveza.

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22/08/2018, 15:10
Lia Davis

Lia dejó que sus compañeros hablaran con el burgomaestre mientras se acercaba sigilosamente a la mesa y comía disimulada alguna verdurita asada y los condimentos dulces de la carne asada.

Cuando le dieron la bolsa con el oro se limpió las manos en el mantel y la cogió, abriéndola ahí mismo y echando un vistazo rápido para hacer un contaje aproximado.

Cuando se disponía a coger aire para relatar sus aventuras ante el grupo de soldados, con la vaga intención de sorprender a alguno con su habilidad con la magia, el Burgomaestre le interrumpió presentando a un elfo rubio.

Con un encogimiento de hombros, se colocó detrás de Varuna y se presentó tras esta:

Hola! Yo soy Lia. Y tengo habilidades que siempre hacen falta en un grupo de aventureros y nunca se le da importancia. Tengo labia y sé cocinar- Guiñó un ojo divertida y se rió bajo por un chiste que solo ella entiendía

 

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22/08/2018, 22:01
Director

Todos se presentaron con cortesía al nuevo integrante, para más tarde sentarse en la mesa y disfrutar juntos de aquellos manjares.No tardó en acabarse la bebida, y un criado trajo nuevas jarras de vino y cerveza para reponerla.

Ahora con las barrigas llenas y algo más relajados, el burgomaestre se dispuso a conversar de temas más serios con sus invitados.

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22/08/2018, 22:03
Camil de Hojafuerte

Carraspeó con su mano en forma de puño delante de su boca.

-Pasemos a asuntos más importantes- se levantó apoyando ambas manos en la mesa y les dio la espalda a los aventureros.

-Seguidme- dijo de manera seria y escueta.El burgomaestre anduvo tras pasillo y escaleras que bajaban más y más, trayecto siempre iluminado por antorchas.Podíais sentir ya el olor de la humedad.De vez en cuando se escuchan gotas caer.La luz de las antorchas reflejaban las elaboradas telarañas que decoraban las esquinas superiores de vez en cuando.Algún desagradable insecto cruzaban los pasillos empedrados y húmedos, huyendo de la presencia de los humanos.Finalmente, el pasillo cesó, dando lugar a una puerta de madera, reforzada con metal en sus bordes y diversas zonas tachonadas por su superficie.Una pequeña ventana adornaba su zona superior, la cual estaba bloqueada por barrotes de hierro.Un soldado bien pertrechado la custodiaba, y con una simple mirada del burgomaestre, asintió y abrió la puerta, dejandoos paso.

Siguiendo al burgomaestre, entrasteis en aquella sala.Era bastante grande.Del techo colgaban cadenas gruesas de hierro, que sostenían jaulas, algunas con esqueletos y otras vacías.A su vez, también colgaban cadenas con ganchos en su extremo, algunos de los cuales sujetaban cabezas, algunas casi recién cortadas, otras ya en estado de putrefacción.A lo largo y ancho de la sala, había una gran variedad de instrumentos de tortura, maneras inimaginables que podrían hacer hablar hasta al más aguerrido guerrero.De pronto escucháis un grito desgarrador.Al fondo veis al jefe trasgo, atado a una especie de X formada por dos tablones de madera.Las extremidades del trasgo estaban totalmente estiradas y unidas a estas tablas, a través de sus muñecas y tobillos.Delante de él había una mole alta y musculosa, de un color grisáceo.En su cabeza había una capucha negra que se le pegaba al rostro, dotándole de un aspecto cadavérico, decorado con púas y pinchos en la parte superior.Sus manos estaban vestidas con unos guantes altos de cuero y púas, y estas aguantaban un hacha enorme e imponente.En su cintura descansaba un gran cinto del cual colgaban diversas cadenas acabadas en garfios.

-Ah, sí- se giró hacia vosotros tras ver la escena de como aquel hombre le propinaba un brutal puñetazo en el rostro al trasgo-.Os presentaré- os indicó que le siguieseis.Anduvisteis a través de diversos instrumentos de tortura, sillas con pinchos por toda su superficie, potros, toda clase de utensilios afilados y puntiagudos, una especie de ataúd con pinchos en su interior.Todo allí era lentamente letal y tortuoso, incluso algunos instrumentos aún estaban empapados en sangre, seca y e incluso húmeda.En un lateral de la sala, había un horno de piedra, similar al de un herrero, con su leña encendida y diversos instrumentos semi-introducidos en el fuego, adquiriendo un aspecto rojizo vivo.Candelabros de hierro colgaban del techo, con velas en proceso de derretimiento, iluminando toda la sala, especialmente una zona hecha a modo de celda, con algún que otro esqueleto.Algunos cadáveres desollados, colgaban también del techo, dejando bajo estos un charco de sangre.En general el lugar poseía un aspecto lúgubre, oscuro y siniestro.

-El es Krüger- extendió su brazo con la palma abierta, dejándoos que os acercaseis hasta a él y al trasgo-.Es el verdugo de Robleda.Es un hombre de pocas palabras, pero le encanta su trabajo, sinceramente, a veces pienso que nació para esto.Hace de la tortura un arte, y nunca se le ha resistido ningún prisionero, sin duda saca la información que necesitamos con precisión, como un cirujano.Le tendréis a vuestra disposición si lo necesitáis, ya que puedo intuir por tu actitud, enano, que deseáis torturarlo e interrogarlo vos- finalmente aclaró la situación quedándose con sus brazos en jarra, mientras observaba al trasgo, con su rostro sangrante y su cuerpo magullado.

El verdugo, tras la presentación del burgomaestre, asintió hacia a vosotros junto a un gutural gruñido.Probablemente sería su manera se saludar.

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23/08/2018, 02:47
Lia Davis

El pasillo cada vez más oscuro, junto con la humedad, no hacían presagiar nada bueno. Pero a pesar de sus sospechas y desconfianzas, la sal pilló a Lia de sorpresa. No se esperaba ver un espectáculo tan macabro. 

Los cuerpos colgando, la mayoría ya muertos; las cabezas decapitadas, los gritos,... fueron superior a los nervios de la muchacha y no pudo evitar cogerse de la mano de Varuna a la vez que le murmuraba No me encuentro bien, este lugar...es tenebroso. Por favor, no estemos más del necesario.  A medida que lo iba susurrando y perdía el aire por su boca, perdía también el color de sus mejillas. A todas luces no tardaría en caer desmayada.

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23/08/2018, 09:19
Ridgern Cabezayunque

El banquete duró menos de lo que Ridgern hubiera deseado y cuando el Burgomaestre les invitó a seguirle, el insaciable enano apuró hasta el final siendo el último en salir, no sin antes haber armado sus manos con una buena jarra de cerveza recién traída y otro de los jugosos muslos.

Tras un breve paseo por el interior del húmedo edificio de piedra, llegaron a la sala de torturas donde un imponente verdugo estaba a punto de tomarla con el jefe de los trasgos, cuyos pies y manos estaban sujetos y estirados sin piedad ninguna. Aquella habitación era sin duda la peor pesadilla que un prisionero podía tener.

Tras presentar al verdugo, Camil invitó al enano a torturar al trasgo.

- Será un placer - contestó Ridgern, que animado por las cervezas que empezaban a regar su sesera pronunció - Al fin y al cabo los prisioneros son nuestros y  espero una digna recompensa por haberlos traído hasta aquí. Si por mí hubiera sido ya estarían criando malvas en el pantano, pero tuve que contener mi instintivo odio ancestral  por la insistencia de Riselna. Y Varuna utilizó su sagrada magia curativa en contra de su voluntad para complacerla. Además de que Hemos tenido que atravesar el pantano con ellos... todo eso tiene un precio.  Sin contar con la valiosa información que ya hemos obtenido de los secuaces de este apestoso. Por cierto ¿ Donde están...?

El enano sonrió, sus ojos empezaban a inyectarse en sangre,  aunque más que sangre  era alcohol, como de costumbre,  lo que enrojecía la mirada del rudo enano. Se dio un paseo por la sala mirando aquí y allá, examinando con atención los utensilios de tortura hasta que al final se decidió por uno de los hierros incandescentes que ardían en la forja. Se lo pasó al jefe trasgo por delante de la cara - Bien , bien,  Ya sabes lo que tienes que hacer, contarnos más de lo que ya sabemos gracias a tus secuaces. Empieza a hablar y si eres listo sufrirás poco... Dinos, a quién sirves, dónde está su guarida, cuántos sois, cual era tu misión aquí, de qué raza es vuestro señor , qué aliados tiene, con qué armas cuenta...  Todo esto lo dijo Ridgern acerando  el hierro incandescente a la cara del jefe trasgo poco a poco para que pudiera notar el calor de metal ardiente. - Tú eliges, por las buenas o por las malas...

Pero las palabras del enano no parecieron amedrentar al prisionero, que se resistía a hablar, por lo que Ridgern pasó a la acción. - Bueno , tú lo has querido. Empecemos por borrarte esa marca tan bonita que os ponen a todos Y sin reparo alguno, apretó el hierro candente contra la piel del trago, justo encima del grabado a fuego que lucia. El olor a pellejo de cerdo quemado empezó a extenderse por la sala y el trasgo comenzó a gritar de dolor.

Tras eso y sin ningún tipo de escrúpulos, el sanguinario enano tomó un cuchillo y empezó a cortarle las orejas hasta que las separó por completo de su cabeza, enteras y de una pieza - Las orejas no te hacen falta para hablar, las guardaré como trofeo, espero que el primero de muchos-  La sangre brotaba de la cabeza del maltrecho prisionero que sabía que el enano, su enemigo ancestral, no iba a tener piedad y empezó a hablar para que aquello terminara cuanto antes. El enano invitó a Camil a que aprovechara para preguntarle lo que deseara, mientras empezaba a torturarlo con saña. 

El olor a sangre de trasgo parecía haber  imbuido a Ridgern en un estado de inquina colérica hacia aquella criatura. La mezcla del odio ancestral con el alcohol ingerido hizo una reacción explosiva en el interior del enano que, desterrando de su ser cualquier resquicio de clemencia, empezó a torturar atrozmente al prisionero. Tenazas , martillos , clavos, látigos, cuchillos.... Pocos de los sanguinarios utensilios que había en la sala, quedaron sin probar la piel del jefe trasgo, que como un cerdo en su matanza, iba encharcando el frio suelo de la macabra sala con su sangre hasta su lenta y angustiosa muerte.  Si Riselna hubiera estado presente, sin duda se habría arrepentido de no haberle dejado morir aquella noche. 

El enano se acercó a un cubo con agua, con más naturalidad de la que la situación merecía, y se lavó las manos, dejando el agua de un color rojo intenso - Bueno, él lo ha querido, se podía haber ahorrado el sufrimiento. Estos trasgos son tontos hasta el final, les viene de nacimiento. ¿ Seguimos con el banquete...?

- Tiradas (2)

Notas de juego

Supongo que habrá bonificadores a intimidar por el instrumental, pero como los desconozco dejo las tiradas sin más, dando por hecho que la primera falla y la segunda acierta.

De buena mañana y en ayunas no me sale la crueldad que la situación merece. Lo dejo en manos del máster, que sé que le gusta el gore, para que se explaye cuanto quiera.

Las preguntas de Ridgern las escribo todas seguidas, pero son fruto del tira y afloja de la intimidación. Dejo la puerta abierta a que alguien más añada alguna, incluso Camil

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23/08/2018, 15:09
Varuna

Avanzó junto al resto por aquel entramado de pasillos oscuros y húmedos.Algo le inquietaba por dentro, le hacía sentir insegura y consternada.Y finalmente, sus peores presagios se hicieron realidad, al cruzar aquella puerta se topó con aquel espectáculo dantesco y macabro.En ocasiones tenía que apartar la mirada, no podía soportar aquel sufrimiento, su Diosa no lo permitía, solo era necesaria una ejecución rápida e indolora, era la justicia divina la encargada de castigar apropiadamente las almas de los enemigos abatidos.Aguantó a Lia, agarrando su brazo y de vez en cuando guiando su rostro hacia su hombro para ocultar de la mirada de la maga, aquellas escenas sangrientas y grotescas.

-Todos tenemos un lado oscuro, perturbador y monstruoso, incluso las ciudades más nobles.Siento la Muerte en cada esquina, se puede oler....la puedo sentir rozar mi piel y susurrarme al oído, cosas inimaginables, palabras que te hacen erizar la piel, estremecerte, tanta oscuridad junta, tanta vileza y sufrimiento acumulado, han generado energías diabólicas y oscuras- su voz sonaba alicaída mientras observaba con cierto temor a sus alrededores, sorprendiéndose más y más a cada paso que daba.Finalmente llegaron al verdugo y trasgo.Se mantuvo en silencio junto a Lia, observando como el enano hacía el trabajo.No pudo culparle, sentir cierto placer al arrebatar la poca vida y dignidad de aquella criatura, enemiga de la vida y de la luz, de todo lo bueno existente y por existir.Cerraba los ojos de vez en cuando, intentando evadir aquel momento, evitando castigar aún más su mente, que en parte sentía que al fin y al cabo, no había más que justicia entre aquellos muros de piedra, que sostenían gritos que helarían hasta la misma sangre de un Dios.

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23/08/2018, 19:35
Zirodel

Zirodel comió ligeramente durante la cena, y es algo que agradeció más tarde cuando bajaron a las mazmorras. Al elfo no le asustaba ver esos cuerpos mutilados, ya había visto muchos por desgracia, pero nunca es plato de buen gusto observar cómo alguien se recrea con la tortura, el dolor y la muerte. Menos aún con el estómago lleno.

Percibía el hedor de excrementos y sangre. Sentía aquel sofocante calor húmedo. Escuchaba los gritos de agonía... Si cerraba los ojos apenas podría distinguir aquel lugar de una prisión orca. Y es que cuando rebajamos nuestros actos a los instintos más primarios, nada nos diferencia de la más vil criatura.

Ese tal Krüger parecía un monstruo surgido del infierno, pero sorprendentemente fue Ridgern el que dejó constancia de su crueldad. El enano se recreó en el interrogatorio. Parecía tener muchos demonios internos. En cualquier caso, Zirodel no se entrometió. Se mantuvo al margen cruzado de brazos hasta que el terrible espectáculo terminara.

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24/08/2018, 13:14
Director

Cuando el enano preguntó por los trasgos restantes, el verdugo ladeó su cabeza hacia a este y alzó su hacha, como si le indicase alguna zona en el oscuro techo.Si los aventureros alzaban su mirada, podrían ver a los pequeños trasgos clavados por el hombro cada uno de ellos en unos garfios, colgados de una cadena.Parecía que habían perdido parte de su sangre, pero seguían vivos, los había mantenido vivos durante todo ese tiempo, haciéndoles sufrir un terrible sufrimiento durante todo ese tiempo, era una hazaña nada fácil de cumplir.

Los cuerpos de los trasgos estaban empapados en su sangre, no tenían sus afiladas uñas ni colmillos, Igor ahora sólo tenía un hijo, y el bromista parecía sangrar bastante por su boca, como si le hubiesen cortado la lengua.No tenían nada de información, pero igualmente, era placentero para el verdugo hacer sufrir a sus víctimas, arrebatarles sus vidas lentamente, destruyendo su alma con el arte de la tortura, todo ello, alimentaba a la suya, como el más miserable demonio.

Por otra parte, el enano pudo saciar su sed de sangre y apaciguar aunque fuese un poco, su odio hacia los trasgos, y en cierta manera, descargar algo de esa frustración que le acompañaba a lo largo de su vida por haber perdido aquella espada excepcional.

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24/08/2018, 13:28
Jefe Trasgo

Escupe hacia el enano una madeja sanguinolenta, sin llegar a acertarle.Se mantuvo en silencio, serio, con mirada desafiante, mostrando que no tenía miedo a nada, sabiendo el destino que le deparaba.

-Me limpiaré el culo con tu barba, escoria enana- le respondió a Ridgern, ante su primer intento de intimidación verbal, sintiendo el inmenso calor que irradiaba el hierro a escasos centímetros de su rostro.Tras esto, Ridgern pasó a palabras mayores, estampando el hierro con contundencia en la marca que les identificaba.Justo en la piel que mantenía contacto con el hierro al rojo vivo, comenzó a salir un humillo gris acompañado de un sonido chisporroteante.

-¡¡¡AAARRRRRRRGHHHHHHHHH!!!- mordía con fuerza el trasgo para intentar apaliar aunque fuese un poco el dolor, pero no era la primera vez que le hacían eso, podría soportarlo-.humhhumhm....Basura diminuta....no debiste salir de la montaña, al menos hubieses vivido algunos días más.No importa que destruyas la marca, la tenemos introducida en nuestros corazones, y pronto la podrás ver hondeando a lo largo y ancho de todo el mundo- sin mostrar más quejidos, respondía con atrevimiento a su torturador.Ridgern ahora se dispuso a cortarle las orejas.El trasgo movía la cabeza, molestando el proceso de la amputación, hasta que Krüger se la sujetó con sus podersas manos, inmovilizándola con total perfección.Así, el enano pudo hacer su trabajo con más facilidad.Ante el avance del filo, el dolor se incrementaba en la el cuerpo del trasgo.

-AAAAAAARRGH BASTARDOOOO, NNGNHGNHGN, ¡¡MIS....MIS OREJAAS!!- ahora en su lugar, sólo había una mancha carnosa y sanguinolenta.De ahí en adelante, Ridgern fue destrozando su cuerpo con todo tipo de herramientas.Finalmente, el cuerpo del trasgo quedó destrozado, huesos rotos que además algunos de ellos sobresalían por la carne.Amputaciones varias de dedos, piel arrancada, genitales aplastados, nariz cortada a ras, clavos en uno de sus ojos, parte de su cuerpo abrasada por aceite hirviendo, y demás tipos de torturas monstruosas.El trasgo aguantó como pudo aquel infierno, sus gritos ya no podían salir de su garganta sin que la desgarrasen.Apenas tenía voz ni voluntad.Se desmayó por el dolor varias veces durante el proceso.La sangre seguía acumulándose bajo su cuerpo, llegando a la altura de los pies de los aventureros.En el charco se podían ver ellos mismos reflejados, con semblante oscuro, distorsionados por el goteo constante del brebaje carmesí.

Con sus pocas energías vitales que le quedaban en su cuerpo, se rindió, diciendo todo lo que sabía.Ante tal espectáculo, el burgomaestre observaba de brazos cruzados, con rostro serio, mostrándose paciente e inmune ante la visión de tales atrocidades.Camil se acercó al trago cuando este parecía que iba a decir algo, aunque probablemente serían susurros.

-Ss....s........Shaa.....gg..- comenzó a ahogarse en su propia sangre-...gr...grak...- los ojos de este se cerraron, su cuerpo colpasó con diversos fallos multiorgánicos hasta concluir en un infarto.