Partida Rol por web

Lentamente  las  cuatro  piedras  descienden  hasta  llegar  a  un  par  de  centímetros  del  suelo  y  a  unos  cinco  metros  de  la  extraña  mujer  que  está  sentada  de  espaldas a  vosotros. 

Su  melena  de pelo  verde  es  lo  que  más  resalta  de  todo  ella. Va  vestido  con  un  traje  de  entrenamiento, con  botas, calentadores  morados, mallas  verdes  y  una  camiseta  marrón. 

Cuando  llegáis, se  gira  para  miraros  y  os  fijáis  que  lleva  una  máscara. 

- ¡Ya  era  hora! - Dice  volviendo  a  daros  la espalda. - Este  año  se  lo  ha  tomado  con  calma. 

Habla  de  forma  desagradable, cortante  y  desafiante, como  si  apenas  fuerais  una  molestias  para  ella.

- Espero  que  merezca  la  pena. - Y  se  levanta, girando  sobre  si  misma  para  miraros  a  trabes  de  su  máscara. - En  primer  lugar  debo  decir  que  felicidades  por  haber  pasado  la  primera  prueba. - Por  la  forma  de  decirlo  parece  que  no  se  alegra  demasiado. - Sin  embargo... - Y  aquí  vuelve  a  hablar  de  forma  segura  y  engreída. - Esto  dista  bastante  de  haber  terminado  para  vosotros.

La  mujer  empieza  a  pasearse  por  delante  vuestro.

- Mi  nombre  es  Shaina  y  seré  la  encargada  de  evaluar  si  sois  aptos... - Hace  una  pequeña  pausa. - O  no. - Y  se  acerca  a  Yelena  parándose  justo  delante  de  ella. - Para  vestir  una  de  las  armaduras  sagradas... Y  parece  que  la  segunda  opción  está  mas  cerca  de  algunos  que  de otros. - Y, estando  quieta  delante  de  la  joven, gira la  cabeza  para  mirar  a  Artemias.

Aunque  es  bajita, 1,75  y  delgada, tiene  algo  en  su forma de  moverse  y  de hablar  que  os  impide  interrumpirla.

- En  una  pequeña  aldea  al  sur  de  Cork, Irlanda, se  han  empezado  a  producir  cierta... Desapariciones. Creemos  que  tiene  que  ver  con  alguna  bestia  mitológica  que  ha  resurgido. Desde  el  Santuario  os  facilitaremos  el  transporte  hasta el  pueblo, donde  os  está  esperando  otro  de  los  reclutas  a  prueba. Allí  tenéis  que  investigar  lo  sucedido  y, en  el  caso  que  se  trate  de  una  bestia  mitológica, neutralizarla. ¿Alguna  pregunta? 

Al  ver  a  la  mujer, su  forma  de  caminar  y  de  hablar... 

Recuerdas  que  Donovan  te  hablo  algo  sobre  una  mujer  de  pelo  verde. Según  recuerdas  era  un  caballero  de  plata  a  la  que  no  es  aconsejable  cabrear  ni  interponerse  en  su  camino. 

Alexander se bajo de la piedra tranquilamente, como si los problema de la mujer caballero no tuvieran nada que ver con él, levanto la mano mientras mantenía su mirada en la mujer caballero.
- Solo una, ¿cuando partimos?-

¿Ya dudan de mí y apenas hemos empezado? Pues bien estamos...

Todo es fantástico y maravilloso. Estoy deseando entrar en combate. Como esta señora se vea apurada con que igual consigo la armadura, igual es capaz de echarme a la bestia mitológica para salirse con la suya. 

Puede que no sea la mejor en ataque, pero soy una buena maga. 

No sólo cuenta el ataque, a mi modo de ver. 

Ahora sí que me está beneficiando tener la cara tapada. Puedo mantener la postura sin moverme un ápice y los demás no pueden ver la sombra que ha cruzado mi rostro. 

Me limito a oír y escuchar. 

La  mujer  se  aleja de  Yelena  y  vuelve  a  acercarse  a  la  silla. 

- En  tres  horas... Tiempo  suficiente  para  llevar  a  esos  dos  a  la  enfermería. - Mientras  permanece  de  espaldas  lanza  hacia  atras  algo  pequeño  y  brillante  dirección  a  Yelena. - Enseñar  eso  para  que  os  den  preferencia. También  podéis  ir  a  la  armería  por  si  os  sentís más  seguros  con  alguna  protección  extra.

La  mujer  se  vuelve  a  sentar.

- Un  coche  os  espera  en  la  salida norte  del  Santurario. ¿Más  preguntas?

La santa que tenemos delante parece dura, si es cierto que algunos estan más dañados que otros pero es que esta prueba parecia diseñada a la medida de alguien como yo, pero sin duda las aptitudes de los demas seran muy utiles en otro tipo de situaciones. Sin embargo hay algo que no me acaba de convencer

¿Es necesario neutralizarla? La mayoría de las criaturas no atacan sin una buena razón quizás se pueda encontrar otro tipo de solución ¿no? Pregunto.

La  mujer  se  da  la  vuelta  y  mira a  Opa  fijamente.

- ¿Alguien  con  preguntas  inteligentes?

Logras  reaccionar  a  tiempo, abriendo  las  manos para  coger  lo  que  te  ha  lanzado. La  pieza  golpea  la palma  de  tu  mano  y  empieza  a  caer, aunque  logras  reaccionar  a  tiempo (por  los  pelos)  y  lo  coges.

Se  trata  de  una  pequeña  pieza  de  plata, del  tamaño  de  una  moneda. A  primera  vista  te  parece  que  tiene  forma  de  diamante, pero  cuando  lo  ves  mejor  te  das  cuenta  que  se  trata  de  una  pequeña  cabeza  de  cobra  hecha  de  plata. 

Todos  veis  como, por  los pelos, Yelena  logra  coger  lo  que  le  ha  lanzado. 

Por qué poco...

Observo el objeto y después cierro la mano. 

- Yo sí, ¿por dónde se va a la enfermería? Acabamos de llegar para la prueba - digo, mientras me lo guardo en un bolsillo. 

De reojo, aunque poco se me nota, miro hacia el chico que en teoría puede venir conmigo. 

Sinceramente, podría curarnos a ambos y ahorrar tiempo, pero no creo que nos venga mal dónde está cada sitio. Además, igual puedo echar una mano ayudando a los que no han superado la prueba. Estaban todos muy magullados. Desde Grecia hasta Irlanda, nos espera un viajecito largo. Podré descansar por el camino. 

- Deberíamos dejar a los heridos, sino han sido capaces de protegerse durante la prueba no creo que tenga lo que se necesita para ser un caballero de Athenea.-
La voz de Alexander sonó tajante, sus palabras fuero duras mientras miraba al grupo.
- si alguien quiere rebatir mi opinión, que lo haga ahora no pienso escuchar escusas durante el viaje.-

- Si  no  te  gustan  las  condiciones... - Dice  girandose  hacia  Alexander. - Nadie  te  obliga  a  quedarte  novato. El  transporte  sale  en  tres  horas, lo  que  hagáis  en  ese  tiempo  es  decisión  vuestra. 

La  mujer  permanece  mirando  al  muchacho  unos  segundos.

- La  enfermería  se  encuentra  en  el  centro  del  santuario, no  tiene  pérdida.

Le dedico una mirada dura a Shaina pero me muerdo la lengua antes de decir lo que no debo a un caballero de Atenea pero cuando Alexander abre la boca encuentro con quien desquitarme.

Ellos pasaron la prueba igual que tu por lo que tienen bastante resistencia... y alguno de ellos tienen aptitudes que no son solo resistencia. Si no me equivoco la chica se habia curado cuando se subio a la roca y creo que fue una de las que ataco al encapuchado desde cierta distancia así que la considero bastante apta y si hace falta ya los cubriré yo mientras hacen lo suyo... si crees que no seré capaz ponme a prueba. Digo mirandolo fijamente.

- Si  queréis  terminar  bajo  tierra, la  segunda  forma  más  rápida  es  peleando entre  vosotros. - DIce  mirando  a  Opa. - No  queréis  saber  cual  es  la  primera.

Era bastante clara, hacerla enojar a ella.

Sonreí ante la idea de eso y luego dije al aire, aunque claramente dirigidas a Alexander:

-Si se espera nunca recibir heridas en un combate, entre reclutas o mucho más adelante entre santos y enemigos de estos, entonces o se tiene una idea demasiado sobre valorada sobre una mismo o una extrema estupidez e inconsciencia...por otro lado, creo que 3 horas son suficiente para poder encontrar la enfermería y estar listos para partir- dije haciendo una reverencia a la caballero mujer y comenzando a caminar para salir de ese lugar.

Alexander río ante lo que habían dicho, mientras le daba la espalda y se dirigía al embarcadero.
- Creo que no entiendes que esto ha sido una mera prueba, sino han sido capaces de protegerse a ellos mismo en este entorno controlado, como lo harán contra una bestia míticas y aun mas como protegerán a las personas inocentes.-
- Simplemente no me gusta tener que llevar mas gente a la que salvar el pescuezo.-
Alexander camino tranquilamente hacia el embarcadero mientras ponía sus manos a la espalda, mientras ignoraba al resto.

Miro a Alexander y no me puedo contener. De hecho, me falta un tris para gritárselo en ruso, pero me contengo porque hubiera sido maleducado por mi parte. 

- Tú no has tenido que salvar el pescuezo a nadie. De hecho, yo no te he visto ni la intención de mirar a ver qué les pasaba a los demás. He conseguido mi pañuelo sin tu ayuda ni la de nadie, así que deja de alardear como si te debieramos algo. Además, la mayor parte de mis heridas están curadas - añado mientras me levanto las mangas y muestro los cortes de las piedras que ya no son más que marcas sucias -. Deja de comportarte como si fueras el único útil sólo porque has tenido suerte. 

Cojo aire y me dirijo hacia Shaina: 

- Si nos disculpa, creo que es mejor que nos vayamos ya. 

Miro hacia el chico de cabellos rojos. Esperando su respuesta.