Partida Rol por web

La primera noche que hacen en el glaciar, rodeados de esqueletos y ya sin poder encender un fuego como Dios manda por miedo a que los merodeadores los localicen, termina el turno de guardia de Nex, quien despierta a Khasim para que comience el suyo.

La batalla contra los esqueletos y la frágil barrera entre la vida y la muerte están muy patentes en la mente de ambos. Si los esqueletos del túmulo hubieran despertado antes o ellos hubieran tardado más en despachar a los ya despiertos... podría haber pasado lo mismo que con el anterior grupo de Khasim.

Khasim tiene muy en mente esto, pero también la extraña magia que vio realizar a Nex. La sangre de este salto de la herida autoinflingida hacia Seimus restableciendo su salud por completo, ¡Hasta la flecha que se había clavado fuertemente en su pecho salió por arte de magia!

¿Qué esconde esta extraña criatura y qué es ese pacto del que habla?

Durante el cambio de guardia es el único momento en que todos duermen, menos Kashim y Nex. No es la primera vez que Kashim ve hacer "Alsihr al'aswad", pues en Estigia había más de un nigromante que honraba al Dios de la muerte, y estos eran respetados más por temor que por poderosos. Pero este tipo de magia difería mucho de lo que estaba acostumbrado. Rituales de culto, cánticos y despedidas formale de compañeros caidos para que estos pudiesen encontrar el camino en el más allá.

-En mi tierra, los que son como tú les llamamos "Mustahdir Al'aswad". De todas formas, ahora creo que los emisarios de los muertos en mi tierra no ser más que charlatanes al haber visto lo que tú hacer con señor malhumorado, el "Alsyd Alhasin".

Veo que tener poder, pero todo poder tener precio. Al conocerte, tú pedir mi sangre...sangre no importante para mi, he derramado tanta que podría llenar dos Kashim con ella, pero...¿Por qué querer? Y si te la diese...¿qué pasar con mi alma?. No importa vivir o morir, aquí no tengo nadie, pero me esperan en el otro lado...

Al escuchar a Khasim, Nex se sienta en un tronco al lado de las tiendas. Después de lo ocurrido, sería difícil dormir, por lo que piensa que es una gran idea conocer al nuevo integrante del grupo... en profundidad. Es una noche muy fría y, abrigado con su característica toga negra y el mantón piel clara - aunque parece más grisácea comparando con su pálida cara -, Nex atiende al gracioso acento cantarín de Khasim. Al oírle hablar sobre el pacto de sangre, Nex intenta disimular la alegría que llena su cuerpo. Su sangre empieza a brotar tan violenta y alegremente de su corazón que se olvida por completo del frío. Aun así, hace un esfuerzo por no mostrar su ansiedad y sólo le dirige una leve y amable sonrisa.

- Todo beneficio requiere un sacrificio, Khasim. Has visto el poder de mi magia - mientras habla, Nex saca lentamente la daga ceremonial de su cinto. Khasim ve al hechicero tranquilo y relajado, no como la primera vez que le pidió sangre. De hecho, Nex no mira a Khasim. Tiene los ojos cerrados y, con la daga en su mano derecha, empieza a susurrar en un idioma incomprensible -. Mutrap, Siugnas, Solf - abre los ojos y se hace un pequeño corte en la parte superior de la muñeca izquierda -. Es muy poderosa. Controla el flujo de la sangre - Nex sigue mirando su muñeca izquierda, mientras un hilo de sangre empieza a flotar hacia su mano derecha, ya con la daga guardada de nuevo en su faja -. La sangre la escucha y obedece sus órdenes. Puedo cambiar su temperatura, hacer que cure heridas, crear objetos a partir de ella - en cuanto dice ésto, Khasim se fija en que el hilo de sangre que brotaba de su mano izquierda, se ha convertido en una flor de sangre que agarra con su mano derecha -. Pero todo requiere un sacrificio - termina diciendo mientras mira a la flor y a su herida.

Kashim observa al Al'aswad en silencio mientras hablan. Sabe que no te puedes fiar del "Alsihr al'aswad", y las palabras de Nex no le cogen por sorpresa. Aún así, sigue teniendo curiosidad por tan peculiar personaje y sus extrañas habilidades.

-He visto, pero no he entendido. Tú decir hacer un "Aitifaq", pero saber cual es ese precio del que hablas. No firmaré nada que no sepa ni comprenda, y menos si esto impide mi avanzar en el más allá. Debería de haber muerto ya varias veces y aquí seguir en pie...Parece que aún tener asuntos por resolver en esta vida, pero sean los que sean, no quiero que el precio a pagar sea mi descanso en la otra.

Al'Aswad, ser honesto y mostrar tu forma y tus intenciones, cual ser ese precio del que hablas.

Nex deja caer la flor de sangre y en cuanto toca la nieve, empieza a derretirse en ella, dejando una mancha roja entre los dos personajes:

- Sólo necesito unas gotas de tu sangre, ni siquiera tiene que ser mucha cantidad - "en realidad, mejor que no sea demasiada cantidad... Heh, heh, heh" -. Necesito saborear su composición, entender su flujo, hacer que me escuche... Sé que puede parecer algo violento, pero la magia de sangre es simplemente un recurso más de los hechiceros. Hay magos que controlan el flujo del agua, que crean criaturas animadas de la tierra, como nuestro amigo Válgueras - dice señalando hacia la tienda donde se encuentra durmiendo el otro mago - o que usan el poder de la luz para sanar a sus aliados. Yo uso la sangre como recurso. Y nuestra sangre no está atada a nuestro alma. Así que si eso es lo único que te preocupa, puedes estar tranquilo, tu alma seguirá su camino en este vida y en el más allá.

Kashim sopesa la voz del hechicero... No está seguro si dice o no la verdad...pero de hecho, si no fuera por él y los demás, ya tampoco estaría preocupándose de estas cosas. En ese mo,ento se acuerda de lo que leyó en la carta de vuelta a su hogar, cuando tuvo que huir de Estigia...

"Deberías de haber muerto, yo te vi morir..."

Está bien Al'Aswad...yo creer en tu palabra si tu darme tu palabra.

Kashim desenfunda su daga y se realiza un pequeño corte en el antebrazo, suficiente para empapar un poco el filo de su arma. Luego le ofrece el arma al hechicero.

Deberías tener cuidado Al'Aswad....algún día la sangre de un "Laenatan" podría atragantarse en tu garganta.

Nex prueba la sangre de Kashim de la daga que este le presta.

Pero esta no es una sangre normal... dura, punzante, con un sabor mucho más metálico del que Nex está acostumbrado a saborear. Es una sangre que guarda mucho poder, demasiado para un ser humano corriente. El sabor le llena de gozo, de calor, de humanidad y a la vez de poder desenfrenado. La sangre cosquillea su lengua y entumece su garganta. La sensación de energía que transmite este liquido es abrumadora.

¿Que poder posee este hombre para que su sangre sea tan especial, tan distinta a ninguna otra?

Al probar esa sangre, Nex entra en un estado de trance y le invade una sensacion que nunca había sentido... O quizá sí... Se acuerda de aquella muchacha hace muchos años. "Su cabello rizado y rubio, sus ojos azules, sus carnosos labios, su piel pálida… su sangre azul". La sangre sigue bajando por la garganta de Nex, pero él ni la nota. De hecho, Nex deja de sentir y de pensar. Sólo sigue sumido en el recuerdo de la sangre de aquella jóven doncella que dejó muerta en el cementerio años atrás.

Nex, involuntariamente, empieza a encorbarse mientras sigue chupando la daga de Kashim, hasta que la deja completamente limpia y la deja caer al suelo. Acto seguido, levanta la mirada hacia Kashim. Una mirada perdida que ha teñido su habitual iris blanco en un rojo oscuro, del mismo color que el charquito de sangre en la nieve. Se avalanza hacía Kashim en busca de más sangre, mientras balbucea unos susurros.

Kashim, observa como Nex lame de manera soez y perturbadora la daga, generándole preocupación y asco al unisono... "¿Habré hecho lo correcto?". Sigue observando como se relame y no encuentra la misma reacción que cuando lamió la flecha de Sigmus...su comportamiento parece más desenfrenado y errático...Da un paso a atrás...no sabe lo que ocurre pero no le gusta. "La ultima vez no ocurrió así...algo...no va bien..."

Nex deja caer la daga y levanta la mirada. Sus ojos, negros como la noche no presagian nada bueno. El hechicero se abalanza contra Kashim doblegando la postura de su cuerpo y obligándole a doblar una rodilla. kashím agarra los brazos de Nex, pero teme más por su dentellada que por su fuerza física. Haciendo gala de su proeza de fuerza, Kashim empuja a Nex hacia un lado arrojándolo contra la nieve, cayendo este bocaabajo y separándose de él rotando sobre su rodilla clavada en el frío suelo.

Kashim adopta posición en guardia aprovechando la distancia que ha ganado retrocediendo levemente le permite pensar con más claridad. No está armado, pero la complexión de Nex y su entrenamiento y reflejos le dan seguridad como para poder reducir a la criatura. No quiere herirle, pero tampoco se fía... Alarga el brazo hacia su lanza, justo al lado de donde se encontraba durmiendo. La empuña con ambas manos pero no apuntando hacia el ser que yace en la nieve, sino a modo de barrera entre ambos.

-¡Shaytan! Min Alaliha... Qué demonios hacer...¡Parar! ¡Tú parar ahora mismo!

Susurra a Nex de manera grave, intentando mostrar fuerza a la vez de no despertar a nadie. Kashim cree poder controlar el altercado sin que los demás se percaten de lo ocurrido. Si nadie le ha advertido de esto, es porque posiblemente, nadie sepa nada de esto.

Nex se levanta lentamente, confuso, mientras una gota de sangre cae por su barbilla. Al incorporarse, dirige una mirada apagada hacia Kashim y, tras limpiarse el mentón con la manga de su toga, levanta las manos en señal de perdón.

- Lo siento, amigo... esto no ocurre normalmente. Tu sangre me ha hecho perder el control... espero que puedas perdonarme - Nex baja las manos y se sienta en la nieve, a distancia del kurshistaní- Verás, siempre he tenido esta obsesión por la sangre. Es algo inquietante, pero es parte de mí. Hay muchos tipos de sangre y muy distintas, incluso de un humano a otro... pero tu sangre es algo distinto. ¿Será por tu raza? ¿Acaso no eres humano, Kashim?

Kashim observa al confuso personaje sentado sobre la nieve. Parece que ha recuperado la compostura y vuelve a ser él mismo. Ante las palabras del Al'Aswad, Kashim le mira con extrañeza y perplejidad. Clava la lanza sobre la nieve y se sienta al lado de ella. Deja de mirarle y centra su atención en sus propias manos. Las observa detenidamente, como tratando de buscar algo que ya no está. Su mirada choca con el anillo de su mano derecha y lo hace girar sobre su dedo y mientras mientras exhala una sonrisa triste.

-Hace años me hicieron esa misma pregunta. Debería haber muerto, pero no fue así. Nuestro plan era reunirnos en la vida más allá de la muerte, pero algo me retuvo aquí, entre los vivos. Durante muchos años yo creer que fue una terrible casualidad, pero tus palabras arrojar más oscuridad sobre mis dudas. No poder responder a tus preguntas Al'Aswad, no tengo esas respuestas.

Kashim entrelaza sus dedos y apoya su boca y menton sobre ellas, como si orase. Mira al infinito, escudriñando la oscuridad, en silencio. Tras unos segundo, expira con fuerza soltando un leve gruñido. Apoya sus manos en sus rodillas y se levanta, desenterrando la lanza de la nieve y dirigiéndose hacia su escudo.

-Es tarde Al'Aswad, tú descansar, ahora yo guardia.

Aún siendo la temporada veraniega en el confín del mundo, la perpetuidad de la nieve y los incesantes vientos arrecian la ciudad con la caida del Sol.

Una noche, como cualquier otra, Nex se encontraba en su habitación tomándose un descanso después del día, y disfrutaba de una entretenida lectura en el silencio de la noche y el confort de una estufa que caldeaba el ambiente, mientras recostado en un pequeño pero cómodo sofá, se deleitaba echando un vistazo a algunas ilustraciones del libro  "Lingua Duk'Zarist, Nepranus". En mitad de la lectura, alguien llamó a la puerta. Tarde para ser una visita usual...¿Quien sería?.

Nex preguntó desde su silla mirando fijamente la puerta para que se identificase la persona que llamaba.

-Kashim.

Nex depositó el libro sobre la mesita en donde un cadelabro iluminaba su lectura nocturna. Avanzó hasta la puerta, abrió el pestillo y entreabrió la puerta. Kashim se encontraba con informal, una especie de sotana negra abierta por el pecho y un reborde color arena remataba la forma de la ropa. El cinturón era de cuero claro, a juego con el adorno de la propia vestimenta. No llevaba calzado, pero sus pies estaban limpios. En la mano sostenía un cuerno de Yak con algún tipo de bebida. El Kushitaní observa a Nex a través de la apertura de la puerta, con semblante serio.

-¿Puede pasar?...Necesito de tu ayudar.

"Hay algo oculto en esas runas, no lo termino de comprender... Y por otro lado, esas letras: G, M, S, A, R... Todo parece tomar forma poco a poco, pero del mismo modo parece que estoy aún más lejos de descubrir que es lo que hay detrás, o mejor dicho, quien...". Los tres golpes que suenan en su puerta le sacan de sus pensamientos, y al ver a Kashim, abre la puerta y deja que éste entre en su habitación. Es una habitación grande, los aventureros pudieron alojarse en una de las mejores posadas de Hildestheinn. Kashim entra y ve abierto sobre el escritorio el libro de tapa gruesa y granate que tantas veces habia visto a Nex. Su característico bastón se encuentra apoyado en la chimenea, y por alguna razón hay un cuenco de madera de tamaño medio en mitad de la habitación, lleno de sangre.

- Pasa, Kashim - dice Nex mientras cierra la puerta tras el Kushistaní -. Toma asiento - extiende la mano hacia una butaca, mientras coge el cuenco de sangre y lo vacía en la hoguera: fushhh -. Dime compañero, ¿qué te inquieta?

Kashim se muestra impactado al ver un cuenco lleno de sangre en medio de la habitación, pero lo rodea y se dirige hacia la butaca señalada por Nex. A pesar de que empieza a ver como usual los extraños rituales que su enjuto compañero realiza algunas veces, no deja de sentirse un poco incómodo con todo ello.

Mientras Nex vierte el contenido sobre la hoguera, un olor ferreo se empieza a extender por la sala. kashim está más que familiarizado con aquel olor que le recuerda a su entrenamiento en las áridas tierras estigias. Kashim apura su bebida mientras Nex se acomoda en sus dependencias y se limpia la barba con el dorso de la manga.

-Cuando nosotros estar en el castillo del rey de la no vida, yo ver al igual que todos nosotros espíritus de muertos convivir con gente viviente. En aquel castillo, vivos y muertos estar juntos, y poder hablar y encontrarse... Yo verte a ti hacer "alsihr" con sangre y tu dar vida para evitar muerte. Tú tiener gran poderes entre la vida y la muerte, y ahora tener nuevos libros con poder de los muertos. Yo necesitar que tu ayudar a mi a contactar con muertos, necesito de hablar con mis antepasados.

- Interesante... - dice Nex mientras se apoya en el escritorio con los brazos cruzados - pero eso parece más un ritual nigromántico que puramente mágico. Verás, todos los seres vivos tienen alma y, al morir, las almas van a parar al flujo de almas. Por lo tanto, las almas de tus antepasados deberían estar en el flujo de almas. Pero para saber manipular ese flujo hay que tener conocimientos nigrománticos, los cuales están extremadamente prohibidos. Incluso algunos de los hechiceros más poderosos temen las artes nigrománticas... - Nex deja escapar una leve sonrisa - La verdad es que suena interesante, pero no veo oportuno ni seguro preguntar por este tipo de rituales, pero allá donde nos dirijimos, en Terrasanta, puede que encontremos algún tomo o grimorio que nos haga entender cómo manipular el flujo de almas - de repente, se sienta en la silla del escritorio y empieza a abrir unos libros -. Espera, déjame echar un ojo en estos libros, por si encuentro alguna pista de cómo podemos conseguir lo que quieres. Tardaré un rato, así que ¿por qué no me cuentas mientras tanto qué es lo que te hace querer contactar con tus antepasados?

Nex abre tres libros en paralelo y empieza a ojearlos y estudiarlos mientras Kashim responde. "No creo que encuentre nada en el Uroboros Dankel, pero puede que Mundus Autem Draconis o Lingua Duk'Zarist, Nepranus tengan algo que me pueda dar una idea sobre este tipo de rituales".