Partida Rol por web

El Recolector de Gusanos [+18]

La Reunion - Mansión de Westminster

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01/05/2020, 22:10
Director

EL CADÁVER DESAPARECIDO

Londres, 12 de enero de 1838. Una constante tormenta eléctrica va tomando la ciudad y oleadas de insectos y alimañas
recorren las calles en busca de un lugar seguro. Es común ver, al menos en los últimos días a los transeúntes ir de techo en techo para poder desplazarse mientras que por las noches se ha convertido en tierra de nadie, incluso las criaturas están por la labor de subirse encima de las personas para no morir ahogadas por la constante inundación.

Sir Thomas Tennyson, ha pedido a su sobrino Gerald que reúna a un grupo de investigadores para encontrar el cadáver de su hijo, un niño de tan solo cinco años, fallecido debido al efecto de una extraña enfermedad.
Gerald Tennyson, ha citado en su mansión de Westminster a dos hombres a los que su reputación precede, así como a su más fiel criado, para explicarles de qué se trata la petición. Allí también se encuentra la maestra y tutora de su primo quien llora desconsolada por la casa debido a la perdida del niño y seguramente por la incertidumbre de que sera de ella, de que trabajará.
Adam Clayton y Howard Blake son recogidos por un carruaje de sus domicilios particulares. Es bastante difícil el viajar a pie y mas aun para contratar un transporte, las calles son barrizales debido a la intensa tormenta.

Al llegar los hombres a la mansión, arrebozados en sus abrigos debido al frio, fueron "asaltados" en la entrada de la propiedad por una ávida periodista.

Notas de juego

He aquí una pequeña introducción que converge a todos los personajes. De aquí en adelante poseen los medios para desarrollar cada acción individual y conjunta del inicio de la trama. Procurare facilitar la información inicial de cada personaje cuando os toque dar un parte informativo, pero de momento podéis "meteros" en la piel de vuestros avatares. Cualquier duda podéis enviarla por privado sin problemas.

¡Bienvenidos!

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02/05/2020, 20:42
Joanne Tremblay

Desde que había retomado la pequeña imprenta de su difunto marido intentaba estar atenta a todas las noticias que circulaban a su alrededor, aunque fueran pequeñas. Al principio le costó captar de nuevo a sus vecinos, que apenas se acordaban de aquellos viejos recortes con anotaciones que hacía hace años, sobre todo porque las noticias que escribía eran de un tinte distinto a lo que estaban acostumbrados. Había intentado plasmar su pensamiento subjetivo dentro de la propia noticia y, teniendo en cuenta que su ánimo no era el de antaño, sus escritos se teñían de pesimismo.

Ya no le conformaba comentar la última tendencia venida del extranjero o la subida de algunos alimentos por diversas crisis que asolaban la ciudad, necesitaba algo fresco en lo que poder sumergirse y volver a sus raíces mientras superaba la pérdida en una nueva etapa de crecimiento profesional.

Así llegó a sus oídos la noticia del cadáver, un asunto bastante turbio pero que los noticiarios comentaban sólo por encima. Pensó que era una oportunidad perfecta para tener una noticia fresca desde inicio, investigar a fondo como una verdadera periodista indagando con los implicados, observando las pruebas… lo que fuera con tal de salir de casa y honrar la memoria de Robert.

Puede que la emoción de su primer reportaje fuera lo que hizo que se levantara pronto para prepararse antes de visitar la mansión. Vistiendo como siempre un traje negro al permanecer en luto junto con una capa gruesa que funcionaba de abrigo cubriendo sus hombros y sosteniendo entre sus manos una libreta desgastada con algunas hojas un tanto amarillentas por el paso de los años junto a un lápiz, esperó en la puerta sabiendo que allí iban a reunirse varias personas cercanas para encontrar el cuerpo del niño.

Estaba apoyada con la espalda en la pared, anotando un par de preguntas que quería formular cuando escuchó un carruaje, apartándose mientras cerraba su libreta. Se ajustó su capa, ocultándose del frío para acercar los pasos de distancia que la separaba del carruaje, observando el interior con curiosidad para saber de quienes se trataban.

Buenas noches, caballeros.- Saludó con educación sin saber realmente quiénes eran. Sabía los nombres de aquellos que iban a la reunión, pero teniendo en cuenta que nunca los había visto en persona no sabía quién era quién.- Disculpen, ¿Tennyson? – Preguntó a Adam Clayton y Howard Blake, mirándolos sucesivamente para ver quién era el encargado de aquella reunión.

Notas de juego

No sé si se conocen previamente, así que he preferido poner que sabe de los nombres pero no las verdaderas identidades. Si está mal lo modifico :)

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02/05/2020, 23:44
Sebastian Moore III

La mañana había sido bastante gris y no tenía pinta de que iba a mejorar, una densa atmósfera se concentraba en la mansión ayudados por los lamentos y quejas de los parientes cercanos del niño.
Además parecía que cada persona del servicio tenía más de una preocupación en la cabeza.
Aunque eso no era un problema para él, ya que había estado fuera bastante tiempo y volver a la mansión inundaba su corazón con alegría.

Cuando Sebastian llegó a la mansión decidió poner algo de orden para que el servicio fuera exquisito consiguiendo así que tanto el Señor Gerald y el Señor Thomas pudieran descansar concienzudamente.
Para la reunión preparó una de las salas más tranquilas de la mansión. La sala en cuestión se usaba comúnmente como sala de música por lo que estaba apartada de las demás habitaciones de la casa.
Hizo el té como a el Señor Gerald le gusta y mandó preparar algo de comer, frutas y pastas. Después azuzó a la chimenea un buen par de tocones para que la habitación estuviera caliente.

Cuando todo estuvo dispuesto se puso su abrigo y cogió uno de los paraguas que estaban en la entrada para salir a recibir a los invitados.
Abrió la puerta y vió como una mujer y dos hombres a los que él no conocía estaban hablando. Sin pensárselo mucho se encaminó hacía ellos.

Notas de juego

Entiendo qué como criado de Gerald que ya estaba en la casa. Si no es asi puedo modificar el mensaje.

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03/05/2020, 00:46
Director

Notas de juego

Por ahora vais perfectos. El criado esta en la casa con Gerald y la Maestra. Los otros tres, por llegar.

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03/05/2020, 06:37
Adam Clayton

Absorto como había estado en el estudio de aquellos antiguos volúmenes, Clayton no se dio cuenta de la hora que era ni como el anodino manto de nubes se había transformado en una creciente y desalentadora tormenta. Ante la falta de luz natural se vio obligado a encender la lámpara de gas. Fue entonces cuando advirtió que la lluvia azotaba la ventana de su estudio con fuerza y que un carruaje se apeaba en la plazuela frente a casa. La cita con Sir Thomas Tennyson, por supuesto.

Se preparó con premura, recogiendo ciertos utensilios convencionales (y otros no tan convencionales relacionados con la ciencia del mesmerismo) que guardó en su blando maletín de cuero. Salió de su hogar con el sombrero calado, uno de sus mejores abrigos, el maletín en una mano y el paraguas en la otra. La lluvia caía con fuerza y aunque el embaldosado impidió que se le embarraran las botas a punto estuvo de resbalar cuando una huidiza rata se cruzó en su camino.

El carruaje lo transportó entre sacudidas, bamboleos y el frecuente retumbar de los truenos. Al asomarse por la ventanilla del vehículo tuvo un presentimiento funesto. Hubo un destello, el crepitar de un relámpago, y le embargó un poderoso escalofrío. El magnetismo de la tormenta parecía traer algo más que lluvia y por un segundo sintió el deseo de ordenar al cochero que diera media vuelta. 

Finalmente, su transporte se detuvo frente a la mansión de Sir Thomas Tennyson. Clayton descendió del carruaje y, al hacerlo, observó de inmediato a la mujer de luto que aguardaba frente a la mansión de su cliente. Al principio pensó que formaba parte del personal de Sir Thomas, pero enseguida salió de su engaño. La mujer aguardaba en el exterior, tratando de protegerse de la lluvia con la proximidad de la pared y en sus ojos se advertía un brillo que él conocía demasiado bien. El brillo de una curiosidad insaciable.

Al aproximarse la mujer lo abordó.

Disculpen, ¿Tennyson?

Clayton hizo un ademán cortés con el sombrero.

Me temo que no, mi querida señora. Mi nombre es Adam Clayton. Y le ruego que disculpe mis prisas. Como se habrá dado cuenta, el tiempo no acompaña para mantener conversaciones a la intemperie. Mientras decía esto el portón de la mansión se abrió y un caballero, que no podía ser otro que el mayordomo de Sir Thomas, salió al encuentro con paso firme sosteniendo un paraguas.

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03/05/2020, 11:14
Howard Blake

Howard Blake no estaba de humor. Y no era de extrañar, aquella interminable tormenta minaba los ánimos del más dichoso. Si por él fuera, esa mañana no hubiera salido de casa. Hubiera encendido un buen fuego, un café negro y espeso y... sí, probablemente también lo hubiera acompañado con una botella de ginebra.  Sin embargo, la realidad era que necesitaba comer, vestirse, tener un techo bajo el que resguardarse aquellas gélidas noches. Y no todos los días el trabajo llamaba a la puerta. 

Surgido a través del manto de lluvia, apenas pudo ver a través de su ventana cómo el carruaje paraba ante su puerta. Tuvo un escalofrío, incapaz de olvidar el desagradable incidente del otro día. Pero esta vez el conductor del coche de caballos era un sirviente de la familia Tennyson. Se apresuró, vistiéndose con diligencia e introduciendo su material de trabajo en un raído maletín de cuero oscuro. Ya en el quicio de la puerta echó una última mirada a su pequeña habitación. Decidió llevar consigo también la pistola de chispa. 

El segundo escalofrío llegó al entrar al carruaje. Dentro le esperaba el mismísimo Adam Clayton, un tipo de dudosa reputación, a caballo entre la erudición y la charlatanería. Le saludó fríamente y no propició mayor conversación hasta que llegaron a la hacienda de los Tennyson. Tenía un mal presentimiento. Si el señor Clayton estaba involucrado en este caso es que, bien la familia no creía en los métodos tradicionales de investigación, o se encontraba demasiado desesperada como para hacerlo. 

Una mujer los esperaba en la entrada de la mansión. Y no se trataba precisamente del servicio del señor Thomas Tennyson. Blake suspiró cuando la señora los abordó. Una periodista. Por fortuna, Calyton la despachó con bastante elegancia. 

-No es el momento ni el lugar, señora -se limitó a decir. 

Después pasó de largo, deseoso de zafarse de aquella penetrante lluvia y poner sus pies al calor de una buena chimenea.

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03/05/2020, 12:05
Gerald Tennyson

Gerald Tenysson apareció por la puerta de la casa en el momento en el que la breve conversación entre la periodista y uno de sus invitados (probablemente el señor Clayton, si bien no podía estar seguro) había llegado a su fin. Amante de las entradas teatrales, consideró que ese era el mejor momento. Se quedó bajo el porche de la casa y comenzó a hablar a los allí congregados.

Estimados amigos –comenzó Gerald con un tono de voz animado a pesar de las circunstancias–, no pueden imaginar la enorme alegría que siento al haber acudido tan raudamente a mi llamada.

Su traje, perfectamente hecho a medida y cuidado hasta el más último detalle, hubiera podido servir al Lord Speaker o a cualquier miembro importante de la Cámara de los Lores. Muy probablemente la gran mayoría de ellos no se lo hubieran podido permitir.

Una única pregunta –hizo una pausa perfectamente estudiada ante el espejo, probablemente–. ¿Podría decirme alguno de ustedes quién es la encantadora dama que les acompaña?

Adelantó una pierna y se colocó en posición de descanso militar al tiempo que giraba su rostro esperando una respuesta inmediata, que era la forma de proceder que tenía todo el mundo ante él.

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03/05/2020, 15:45
Director

En cuanto Sebastián abre la puerta de la mansión a todos los que provienen del exterior os invade un aire cálido, reconfortante, haciéndoles caer en cuenta que realmente hace demasiado frio, no habíais notado realmente lo entumecido que teníais los cuerpos hasta ese momento.

El estilo de la mansión era bastante conservador, había una serie de pinturas, bustos y decoraciones que daban idea del estatus social de su morador pero aun así, resultaba austero, comedido.

El recibidor estaba ampliamente iluminado pero de forma tenue, la mayor fuente de luz provenía de la habitación contigua donde se oía el crepitar de la chimenea, acompañado por un susurro o un llanto reprimido sobre las manos o un pañuelo, eran quejidos de tristeza acallados.

Ante los tres recién llegados, estaban estos dos hombres de imponente figura.

Notas de juego

Os iré dejando en notas información que cada personaje debe saber o apuntes de cosas que puedan notar. Os pido que para mantener el ambiente de inmersión del resto hagáis lo mismo, notas privadas, así mantenemos el ambiente de misterio compartido.

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03/05/2020, 15:54
Director

Notas de juego

Evelin, tu estas en la sala, junto a la chimenea, sollozando. Has insistido en formar parte de esta ayuda, investigación por el cariño que tenias al niño.
Ademas tus mayores motivaciones son llevar luz a aquellos necesitados, poder educar aquellos que no pueden pagar una instrucción privada, este trabajo te permitía eso, intentas de alguna forma extender tu estadía allí, ser de utilidad para continuar cumpliendo tus cometidos.

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03/05/2020, 16:03
Director

Notas de juego

Gerald en este caso, acude a estos individuos por necesidad, no cualquiera se animaría a llevar una investigación paralela a la policía de forma abierta y socialmente no estaría bien visto que los Tennyson se vieran involucrados con un detective caído en desgracia como Blake o peor un "charlatan" como Clayton. Pero dada las circunstancia, la perdida, el clima hay cierto margen que os permiten actuar. El sabe que debe reunirse con su tio una vez que ponga al día a los dos hombres.
Sin mucho preámbulo, Gerald debe solicitar que lo ayuden a encontrar el cadáver desaparecido de Leonard Tennyson, hijo de Sir Thomas, enterrado hace tan solo tres días en el cementerio de West Norwood, en el distrito
de Lambeth. El sabe que la policía metropolitana tiene preso al resurrector, un tal Lewis Thorpe. Sin embargo el individuo no colabora, e incluso insiste en su inocencia. Mientras tanto, el cuerpo del pequeño no aparece por ninguna parte y su tumba se haya vacía, sin posibilidad de ser velada por la familia.

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04/05/2020, 08:37
Gerald Tennyson

Tras hacer pasar a sus invitados a uno de los salones de la casa, decorado con cierto estilo barroco y con cómodos sofás que invitan a descansar en ellos hasta el día del Juicio, Gerald les invita a todos a sentarse, incluyendo a la desconsolada Maestra que se encuentra destrozada emocionalmente.

Debo ir sin más preámbulo al asunto que nos ocupa –dice con tono serio y solemne–. Mi tío, Thomas Tennyson, ha sufrido el duro golpe de perder a su hijo, Leonard Tennyson. Hace tres días fue enterrado en el cementerio de West Norwood. Hasta aquí la parte que podríamos considerar «normal».

Gerald hizo una pausa, tragó saliva y miró a sus invitados de hito en hito.

Pero entonces entró en escena el «resurrector», como se hace llamar –continuó, con la voz casi en un susurro–, un hombre llamado Lewis Thorpe… quizá el señor Clayton haya oído hablar de él… que tanto la policía como yo estamos convencidos de que ha sido el ladrón del cadáver.

El joven aristócrata se puso en pie para seguir hablando. Los nervios comenzaban a hacer mella en él de nuevo, como si lo reviviese todo por primera vez.

Pero ese rufián no colabora… ¡incluso afirma que es inocente! Y mientras tanto, el cadáver de mi pequeño primo no aparece por ninguna parte –se gira para mirar de nuevo a sus invitados–. No tengo a quién acudir –añade en un insólito alarde de patética sinceridad–. ¡Necesito su ayuda!

Notas de juego

Supongo que la señorita Tremblay está en el grupo, dado que Gerald ha invitado a todos al interior de su casa. Tiene la idea de que una periodista puede tener amigos, contactos y confidentes muy distintos a los de la policía. Si sigue allí, le hará una oferta económica (o ella podría solicitarla, no sé qué sucederá).

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04/05/2020, 17:16
Evelin Lowett

Mi llanto más que por la perdida del niño, es motivado por la incertidumbre de mi futuro, ¿ahora qué sería de mí, de mis ideales de una educación diferente? Tener que volver a casa y bajar la mirada ante mis padres, o quizá peor tener que impartir educación ligados a las escrituras religiosas, niego con la cabeza, exhalo intentando calmar mis sollozos, ahogando el sonido tras el pañuelo húmedo con mis lágrimas.

Los invitados por fin han llegado, se pueden escuchar las voces acercándose al salón, inmediatamente me pongo en pie, como gesto de saludo, inclino mi cabeza a los caballeros y a la señora que los acompaña; a pesar de que he logrado mantener la compostura, cada que el señor Gerald Tennyson menciona algo con referente al pequeño, es imposible sucumbir al llanto. Nuevamente tomo asiento, y extiendo mi mano para tomar la taza de té que ahora su contenido se encuentra frio.

Fue entonces cuando surgió la palabra mágica, ayuda, en mi caso significa extender, de alguna manera, mi estadía en la casa Tennyson, así que, sin más, me levanto de inmediato, con rostro serio y mirada fija respondo a su clamor, -para los que quizá no me conozcan, mi nombre es Evelin Lowett, soy, o bueno, era la maestra del pequeño Leonard- con mi pañuelo toco suavemente mis mejillas, terminando de secar mi rostro, -por el cariño que aun siento por mi querido alumno, insisto en ser parte de la ayuda o cualquier tipo de investigación que se presente; como todos sabrán, la labor de un maestro es llevar luz a aquellos necesitados, y a mi parecer necesitamos de aquella luz que ilumine el camino en la búsqueda de la verdad.

Sin más, paso la mirada entre los allí presentes, esperando algún tipo de comentario, ya fuera positivo o negativo, me estaba jugando el todo por el todo.

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04/05/2020, 17:19
Gerald Tennyson

Gerald no supo en un primer momento cómo responder a la señorita Lowett. Por un lado se trataba de una dama que, según todos los cánones y creencias de los Tennyson, no debería ser puesta en peligro. Por otro lado era una persona más que estaba dispuesta a ayudar. Una, además, en la que su tío Thomas tenía puesta toda su confianza. Debía aceptar por mucho que fuese contra sus principios más profundos.

Le estoy muy agradecido por su ofrecimiento, miss Lowett —afirmó Gerald muy ceremoniosamente—. No dude que tanto mi tío como yo mismo sabremos compensarla por ello.

Se quedó en pie, mirando a todos los presentes, esperando más ideas, propuestas y ofrecimientos.

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04/05/2020, 17:50
Joanne Tremblay

Aquello iba a ser mucho más difícil de lo que pensaba.

Entre que no tenía la experiencia suficiente para abordar a los invitados y que desconocía los formalismos clásicos, tuvo que limitarse a apartarse del camino de aquellos hombres y morderse la lengua, esperando encontrar el momento idóneo para un nuevo intento.

No sabía muy bien cómo proceder ahora, alzando la mirada sobre el cielo encapotado cuando escuchó la puerta tras de sí abrirse, girándose en el proceso. Entendió por sus palabras que esta vez sí estaba frente a Tennyson, adelantándose con su libreta en la mano zurda sin abrir.

Me hubiera gustado presentarme en otras circunstancias, pero por desgracia el tiempo no ha corrido a favor, aun así disculpe mi torpeza.- Extendió la mano en un formal y educado saludo.- Mi nombre es Joanne Tremblay, periodista.- No sabía si “periodista” era un título que en realidad le correspondía, pero no tenía tiempo de meterse en formalismo.- Me gustaría ayudar en este terrible caso en todo lo que pueda e informar al mundo sobre ello.- Sonrió, sabiendo que de inmediato podía ser expulsada, y con razón, de la casa.

Por suerte para ella logró entrar, recibiendo la cálida bienvenida que hizo que se quitara la capa que llevaba de abrigo, dejándola a un lado colgada tras alisarla. Como instinto, buscó un asiento en el que sentarse, abriendo por fin su libreta y escribiendo algunas anotaciones generales cada vez que alguien intervenía, intentando recabar toda la información posible.

Disculpe mi pregunta. Dice que el tal “resurrector” es un hombre llamado…- Bajó la mirada a sus anotaciones, buscando el nombre que acababa de escribir para no confundirse.- Lewis Thorpe, ¿hay alguna clase de prueba en su contra que demuestre que realmente sea él?

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04/05/2020, 17:59
Gerald Tennyson

Gerald había oído perfectamente cómo la señorita Tremblay se había ofrecido también a ayudar «e informar al mundo sobre ello». En cualquier otra circunstancia, por cualquier otro asunto, habría supuesto la expulsión automática de su hogar. O un aviso a las autoridades si hubiera sido preciso. Pero las circunstancias del momento y por el asunto que las concernía, hizo que el aristócrata callase.

Disculpe mi pregunta. Dice que el tal «resurrector» es un hombre llamado… —se interrumpió y bajó la mirada a un cuaderno donde había realizado anotaciones—. Lewis Thorpe. ¿Hay alguna clase de prueba en su contra que demuestre que realmente sea él?

Esa era una excelente pregunta. Él también había dado por buena la acusación contra Lewis Thorpe sin haberse detenido un instante a pensar en las circunstancias de su arresto.

Solo puedo suponer que las autoridades tienen razones de peso para haberle detenido —supuso Gerald—, pero no sé exactamente cuáles son las pruebas de cargo. Muy probablemente mi tío sepa algo más al respecto. ¿Quieren hacer alguna pregunta más, señores?

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04/05/2020, 19:42
Howard Blake

Blake levantó las cejas, sorprendido por la velocidad a la que el señor Tennyson había incorporado a dos personas, señoritas para más inri, a la investigación. El improbable tándem Clayton-Blake acababa de convertirse en un cuarteto todavía más inusual en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, se limitó a guardar silencio durante las presentaciones. Por muy bien o muy mal que le pareciesen al inspector las recientes incorporaciones, la decisión estaba, lógicamente, en manos del empleador. 

Se aclaró la garganta para hacer una pregunta cuando la jovencita periodista, la señorita Trembley formuló exactamente la misma cuestión que él pensaba plantear. Los cargos. Se mordió la lengua. Menudo descaro, adelantarse de esa manera a las autoridades competentes.

Todavía de pie, se decidió finalmente a romper su silencio. 

-Antes que nada me gustaría ofrecerle mis condolencias, señor Tennyson. Ningún padre debería jamás enterrar a su hijo. Pero ni siquiera poder garantizar el reposo a un alma inocente... -negó con la cabeza, compungido. -Debe de ser terrible. 

No todo era actuación en Howard Blake, sentía en el fondo el pesar de la familia Tennyson. Pero las formas eran las formas. 

-Una línea temporal nos serviría de gran ayuda. Dice usted que enterraron al chico hace tres días en el cementerio de West Norwood. ¿Quién descubrió la falta del cuerpo y cuándo? 

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04/05/2020, 22:59
Director

Notas de juego

Sabes que quien descubrió la falta fue el cuidador del cementerio por la mañana, dada la posición de tu tío, la noticia y las repercusiones fueron mucho más rápidas.
Es algo bastante común en esas épocas que los cementerios amanezcan revueltos, pero este caso conmociona más porque toca a un miembro de la clase influyente.

Gerald realmente no sabe nada mas, el esta tan en blanco como los demás pero debío acudir raudamente a la llamada de Sir Thomas

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05/05/2020, 00:03
Gerald Tennyson

Gerald Tennyson miró a Howard Blake con los ojos a punto de llenársele de lágrimas, pero manteniendo la clásica flema que el Imperio Británico mostraba a un lado y otro del mundo. Por muy dolorosa que fuese la situación, era absolutamente imperioso que se mantuviesen las formas para actuar y la cabeza fría para pensar.

Le agradezco sus palabras, señor Blake —afirmó con total sinceridad—. En efecto, mi tío está destrozado, pero aún mayor es su ansia de descubrir el paradero del cuerpo de su hijo. Él me pidió ayuda a mí y yo he hecho lo propio con ustedes —hizo una ligera pausa—. Al respecto de su pregunta, ya sabemos que los ladrones de cadáveres recorren nuestros cementerios por las noches. Fue el cuidador del camposanto descubrió la falta del cuerpo de mi primo al día siguiente de su entierro. Y me temo que no hay más que pueda decirles dado que ni yo mismo sé más. Quizá Sir Thomas, mi tío y padre del desventurado muchacho, pueda ayudarnos a obtener más respuestas.

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05/05/2020, 00:24
Sebastian Moore III

Sebastián espera pacientemente hasta que todo el mundo entre para recoger los abrigos y sombreros de los invitados, guardandolos en una de las alacenas del recibidor. Deja el mojado paraguas en el paragüero, después se quita el abrigo y lo deja colgado.

-Si los caballeros me permiten les guardaré los sombreros tambíen- Después cierra la puerta cuidadosamente.

Cuando todas las personas han entrado en la habitación Sebastián con una maestría inigualable empieza a servir el té, empezando por el Señor Tennyson.

-Espero que disfruten del té, si alguien quiere algo más fuerte...Tenemos Whisky-dice dirigiéndose a los caballeros.

Cuando está cerca de la Señorita Lowett veis como coje otra tetera y vierte cuidadosamente el té en una tazita.
-Tenga querida una valeriana, espero que lo encuentre de su agrado- comenta mientras termina de servir a los demás.

-Perdonen si no me he presentado antes. Mi nombre es Sebastian More III. Soy el mayordomo de confianza del Señor Gerald Tennyson...La verdad que este ha sido un duro golpe a la familia. Pobre señorito Leonard...Ni en paz puede descansar. - Mientras os habla agarra una de las bandejas de plata con comida, veis que hay todo tipo de pastas y fruta. Empieza a daros unos platos de porcelana exquisita a juego con las tacitas de té,donde cuidadosamente a ido colocado las pastitas.

-Por favor, no sean remilgados y coman algo.- Cuando el aperitivo está servido se acerca al Señor Gerald y se queda a su lado.

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05/05/2020, 13:37
Adam Clayton

Clayton aceptó con una sonrisa cordial la taza de té ofrecida por Sebastian. Escuchó atentamente las intervenciones de cada uno de los miembros participantes, llevándose con discreción la taza a los labios de tanto en tanto, mientras escrutaba rostros, palabras e intenciones. Optó por adoptar un semblante docto y reservado que había ensayado y puesto en práctica en infinidad de encuentros sociales. Cuando vio su oportunidad se dirigió a su cliente.

Señor Tannyson, estoy convencido de que nuestros esfuerzos combinados servirán para dar con el paradero de su primo. Dicho esto, hay ciertas cuestiones acerca de este caso que me resultan inquietantes y que me gustaría compartir. —Hizo una pausa al comprobar que había captado la atención de la sala. —Todo parece apuntar a que el responsable de esta atrocidad no es otro que ese individuo detestable, ese tal... Lewis Thorpe. Según tengo entendido, y como estoy seguro que todos los presentes sabrán, hace unos años se promulgó la Ley de Anatomía. Dicha ley consiguió que personajes como Thorpe y otros de su ralea vieran desaparecer su "negocio" de resurrectores —dijo, y recorrió la sala con la mirada antes de detenerse de nuevo en Gerald—. La cuestión que me inquieta es que a día de hoy apenas quedan individuos de esa calaña. También estoy convencido de que su tío, el notable Sir Thomas, no habrá escatimado en la seguridad de la tumba de su hijo. Dada esta situación y dificultades me parece poco probable de que sea una profanación azarosa. El responsable, ya sea Lewis Thorpe, quién lo haya contratado u otra persona, se ha tomado muchas molestias en robar el cuerpo del pobre muchacho.

Entre sus elucubraciones rondaba la posibilidad de que el responsable de la profanación fuera algún enemigo de Sir Thomas Tannyson, en un esfuerzo por desprestigiar al aristócrata en un escándalo de índole personal, pero se guardó de exponer esta teoría de forma explícita. Con más ahínco se resistió a desvelar otras consideraciones, más rayanas al mundo de lo invisible, y de las cuales no tenía todavía ninguna prueba sobre la que sostenerse.