Montaña Jorobada es el nombre de esta pequeña aldea situada al sur del reino de Talona. Es una de las aldeas cercanas a las fronteras montañosas del sur.
Esta pequeña localidad no era para nada conocida, pero los últimos movimientos religiosos que han aparecido en la zona la han dado a conocer un poco más.
La aldea se compone de unas veinte chozas, todas ellas cercanas entre sí. y unos cincuenta habitantes, la mayoría cazadores y leñadores.
Os encontráis a las afueras de la pequeña aldea, todavía en el camino que lleva directamente a esta, pero lo suficientemente lejos como para no ser vistos ni ver nada de lo que pasa en la misma.
El paisaje que os rodea es el mismo de la última vez, un pequeño bosque con bastantes árboles de tamaño mediano, el cual se sitúa justo al lado de la aldea. Al otro lado empiezan las colinas que llevan a las montañas que se ven bastante cerca por lo grandes que son. El camino sigue hacia las mismas.
Laern se detiene en el camino, suspicaz. Aspira el aire con fuerza como olfateando y se vuelve hacia el grupo.
-Hmmmm... Quizás no debamos mostrar todo nuestro número. Seguimos siendo la autoridad, pero deberíamos repetir la misma estratagema de la última vez. Señores elfos, hostiguen y vigilen desde la linde del bosque, nosotros seguiremos.
Solo regresar a este lugar me pone de mal humor aunque no sea mi primer fracaso y posiblemente tampoco sea el último. Pero tener dos en el mismo lugar resultaría frustrante así que pienso aplicarme a fondo.
Miro a Laern serio dar sus indicaciones. ¿Cómo vamos a acercarnos? ¿Qué vamos a decir a los habitantes de la aldea?
Asiente a Laern y desmonta del caballo, esperando que Ireth haga lo mismo para empezar a caminar hasta el comienzo del bosque con las riendas en las manos.
- ¡Suerte, compañeros! -hubiera deseado estar en el grupo principal, pero ahora que tenía asignada esta parte de la misión, la cumpliría.
-Bueno como plan para entrar siempre podemos recurrir a la estrategia de la ultima vez ,entramos de incognito y si ya ha llegado hasta aquí esa religión , entro dando llamaradas y Laern habla como representante de ese dios , la ultima vez la cosa no nos fue tan mal - mientras en su cara se esboza una sonrisa un tanto picara
Laern se rasca el mentón mirando al hechicero, como leyendo sus intenciones.
-Aquí ya estuvimos, hechicero. Y como bien sabéis, siguen coladitos por su nuevo amo celestial. Y dudo que no recuerden nuestra última visita... Por ello hemos de tener cuidado -girándose hacia el enano-. Si nos preguntan, estamos de paso. No les hagamos sospechar. Aunque lo harán, la gente de campo es suspicaz por naturaleza. Mantened la guardia.
¡Ajá! Bien, queda claro que estamos de paso hacia . . . ¿a dónde se va por aquí? No quiero que me pillen en absoluta ignorancia en cuanto pregunten.
Tengo una terrible laguna mental sobre lo que aconteció aquí debido al cambio de personalidad. ¿Alguien sería tan amable de poner un resumen?
yo tampoco conozco lo que ocurrio aqui xD
Lo puse en el off-topic.
En acuanto a qué hay más allá de la aldea, me sumo a la pregunta, por si mi silencio no era indicador suficiente.
Laern sacude los hombros.
-No conozco ningún pueblo más allá... Decidles, si es que preguntan, que estamos de patrulla fronteriza y vamos a las montañas.
Y, espoleando a su caballo, acelera el paso hacia la aldea. Están perdiendo el tiempo elucubrando.
No, no conozco pueblo alguno ;)
-Con una voz alegre Zarek dice : -Bueno creo que es hora de seguir al líder y rezar porque la improvisación sea su fuerte - y entre risas sale galopando tras Laern
Todo el grupo, salvo los elfos, sigue a Laern en dirección al pueblo.
Cuidado con los destinatarios ahora que os separais.
Siguiendo las órdenes de Laern os adentráis en el bosque en busca de cualquier pista o cosa extraña.
Me gusta llevar la partida en "tiempo real", así que mientras empezáis a moveros por dentro del bosque los otros llegan a la aldea. Podéis dialogar todo lo que queráis, pero de momento esta parte queda pausada por mi parte. Aunque no creo que por mucho tiempo.
Os acercáis poco a poco a la aldea, al principio no parece haber actividad alguna en ella, de hecho no veis a nadie. Pero conforme avanzáis os dais cuenta de que la cosa es peor de lo que parecía pues hay algunos cuerpos en el suelo, aunque desde vuestra posición no podéis ver mucho más.
Mientras avanza entre la maleza, comenta con ganas de iniciar una conversación:
- Ireth, ¿cual es tu historia? ¿Por qué una elfa va con humanos y lucha por su reino?
Sin embargo no se permite el descuido de mirarla a la cara mientras habla y perder de vista cualquier indicio de actividad dentro del bosque: sigue atento con su misión.
Laern estaba instruyendo a Görg y a Zarek en las artes de pasar desapercibido, en las cuales ambos eran algo deficientes, por diferentes razones.
-No habléis más de la cuenta o... Se os ocurra nada raro -mirando al hechicero con una sonrisa bajo la barba-. No miréis demasiado fijamente a los campesinos, no se crean, con certeza, que les estamos vigil... ¡Dioses! ¿Qué ha pasado? ¡Vigilad, podría ser una trampa!
Laern adopta un trotar más cauto, mirando a todos lados, a cada sombra y esquina, mientras se acerca a la aldea.
¿Es de día o de noche?
La súbita interrupción en el discurso de Laern y su mirada fija en la aldea nos hacen girar la vista hacia allá. Pronto distinguimos lo que parecen cuerpos por el suelo.
Puede que los Dioses tengan algo que ver con lo sucedido, aunque no los de verdad precisamente. Acerquémonos para averiguar algo.
Miro atentamente intentando descubrir que ha sucedido, ha podido ser por flechas, humo, fuego, espadas, o cualquier otra cosa pero esas al menos dejarían huellas visibles.
Ireth, nuevamente, se encontraba en medio de la maleza, buscando algún rastro o seña de que les hubieran tendido una trampa cuando su compañero comenzó a hablar.
-Habla más bajo Elladan, que hasta un herrero en medio de su forja podría oírte- el elfo apenas había susurrado, manteniendo el sigilo propio de su raza, pero cuando tocó un tema personal, Ireth se sintió incómoda e intentó desviar su atención. -En verdad no estoy muy segura de qué hago con ellos- comentó encogiéndose de hombros. -Supongo que son tan buena compañía como cualquier otra... pero aquí tengo un nombre y un rango... por ahora no busco nada más- Elladan pudo notar la incomodidad de la joven al hablar. -¿Y tú? ¿que te trajo a esta compañía?
Os acercáis con precaución a la aldea hasta que llegáis a la altura de la primera casa, entonces veis que hay una pila de cadáveres en la plaza del pueblo, y algunos más desperdigados por ahí. Todos están llenos de sangre y todo parece indicar que las heridas fueron causadas por armas cortantes.
Es por la tarde, se me olvidó recordarlo, aunque ya dije que llegaríais por la tarde si no pasaba nada.