Partida Rol por web

El retorno de Rayas.

1) ¡Puuuurrrrended al traidor!

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03/10/2015, 09:17
Supergato

Supergato no se había preocupado nunca por religión gatuna alguna. Para él todo aquello era como alienígena. Como él, claro. Llegó a la casa y comenzó a dar una vuelta alrededor de ella con el rabo bien levantado. Si veía algo importante, daría indicaciones al resto de gaticos con el rabo. Bajarlo significaba "cuidado" y "sigilo" moverlo hacia los lados "dispersaros para atrapar lo que sea" y moverlo hacia delante y atrás "a la carga". 

De momento no veía forma alguna por donde entrar a esa casa, refugio de Rayas, el aparente gatico faldero. De todas maneras, estaba orgulloso de liderar a aquella tropa de gatos. Nunca se habían visto tantos con una misión tan importante. No se acordaba mucho de la misión, pero les dejaría empezar a ellos y se dedicaría a hacer cosas gatunas, sí, aquello era lo mejor. 

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03/10/2015, 16:17
Queen Ginebra

Y mira que es mucho decir, pero estaba echando de menos su antigua trupe. Que panda la nueva...¿gatoreligión? Los dejé ahí perdiendo el tiempo y fui a lo que estábamos. ¿Cuanto tiempo iba a tardar mi humano doméstico en notar mi ausencia? Ahora con cuatro bocas que alimentar estaba completamente insoportable.  Me dispuse a explorar la casa en busca de una vía de acceso, preferiblemente algo que no fuera un árbol. Mis curvas no están hechas para tales bajezas.

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Notas de juego

Putos dados, no diré mas. 

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03/10/2015, 16:31
Ophelia

Como era normal, Ophelia viajó a la retaguardia del grupo, acompañada de Felicia. No tenía sentido ir delante cuando alguien los guiaba, y si aparecía un perrete por la espalda más les valía tener buenas defensas. Así que ahí estaba ella, esperando la oportunidad de clavarle las afiladas garras a uno de esos chuchos tan desagradables, y evitando tener que escuchar las historias del soplón de Lúculo.

La casa a la que llegaron era enorme. Enorme como para meter al menos todos los botes de basura de la ciudad. ¡Y eso significaba mucha comida! Lo que también significaba era que, si tenían tanto atún como ella podría poner botes de basura, entonces tendrían delicioso pescado de sobra. El gato de la capa inicio el camino con una frase heroica, como solo un supergato puede hacer, y ella pensó que todos empezarían a moverse, pero Zoe interrumpió la marcha con una propuesta que no le hacía nada de gracia. Era su comida. Su atún. ¿Por qué tenía que compartirlo? ¡En la calle había mandado a aleccionar gatos por tocar sus botes de basura o por siquiera cruzar a través de sus dominios sin darle una visita! Era por lo mismo que quizás para la gata nórdica no sería la mejor de las ideas compartir una casa, por más desperdicio que fuera en patas humanas. 

¿Qué tal, Fusfus? - maulló en dirección a su compañero - Bola de Nieve está MIA y Sphynx trabaja posando para imágenes ridículas de esas que se ven en las paradas. ¿Cómo va todo? ¿Sigues con comida ilimitada? - y es que esa era la gran ventaja de vivir en casa. Sin embargo, habían gatos decentes, como el enorme y peludo felino a su lado, que se ofrecían a compartir ese beneficio con gatos libres y callejeros como ella misma. Aunque no había reclamado esa invitación aún, no había olvidado tal bondad.

A ver, a ver... - se acercó a la casa, buscando como entrar para poder hacer la misión de una vez. Ya habían un gato, no, una gata y el supergato viendo eso, pero parecían tan perdidos como ella o más. Más, definitivamente. - ¿Qué tal si...? - dijo en voz alta mientras buscaba.

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04/10/2015, 00:33
Azrael

Azrael había permanecido en silencio durante todo el trayecto. Era su primera misión, ¡no podía fallar al coronel bigotitos! Además, las anécdotas de Lúculo eran de lo más emocionantes, auténticos relatos de todo un veterano de las guerra eterna entre hombres y felinos. Casi sin quererlo la gata negra empezó a verse a sí misma como una gata ya madura y experimentada guiando a un grupo de cachorros hacia su primera misión…

La llegada a la casa del traidor Rayas interrumpió su fantasía justo en el momento en el que sus “alumnos” le traían una bandeja llena de queso camembert. ¿Ese pedazo de mansión era donde vivía el traidor? ¡Menudo perraco el Rayas! ¡Vaya vidorra se estaba dando a costa de darle la espalda a los suyos! Cuando vio que algunos gatos del grupo iban a explorar para buscar una entrada, Azrael se puso a buscar también. Rodeó la casa mirando por todas partes con la esperanza de encontrar una ventana abierta o una puerta para el perro.

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04/10/2015, 01:09
Zapa

Poco a poco todo los felinos empiezan a rodear la casa buscando una entrada o un hueco por el que colarse... yo ya he encontrado uno bastante bueno en una ventana entreabierta, pero creo que por el momento no se lo voy a decir al resto, parece muy fácil y mi instinto me dice que podría ser una trampa....

Lo cierto es que dejo a la familia de gueatos, podrán decir lo que quieran pero estoy convencido de que son unos gatólicos de misa diaria...

Cuando veo de nuevo al rarito de la capa no puedo sino pensar en engancharsela de alguna manera, es que es tan ridículo que dan ganas de agarrarsela y empezar a patear con las patas traseras....

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04/10/2015, 05:57
Mitones
El grupo había atravesado al fin el interminable jardín repleto de pasto hasta llegar al muro color crema del refugio del traidor. Las sólidas paredes no parecian mostrar ningun agujero para escabullirse, y a los ojos bicolores de la gata, no parecian ser escalables por sus garras.
 
Pronto el grupo comenzó a fragmentarse en búsqueda de alguna entrada, un árbol, una ventana abierta o lo que fuera que pudiese darles una entrada a aquella mansión donde el traidor, ese tal Rayas, se escondía rodeado de lujos y comida que hacían chillar a la gata interna de Mitones hasta ensordecer completamente su interior. Al ver que cada gato estaba en su propia búsqueda, la gata prefirió sentarse en la hierba para aprovechar de lamer sus patas y descansar.
 
Creo que serviré más de vigía por si sucede al... - un saltito minúsculo entre la hierba atrajo de pronto la atención de la felina que enseguida se puso en posición de caza para acercarse al desprevenido grillo escondido en el pasto nocturno.
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04/10/2015, 20:48
Maldito

Maldito iba al lado de Isis durante el camino al nuevo "hogar" de Rallas, pero el tiempo que duró el paseo se le paso en un maullido. Estuvo todo el rato pensando en el atún (y por lo visto para Isis también), ya que al ser un gato callejero, el futuro festín que se iban a dar era algo fuera de las posibilidades de su día a día.

Lo único que le saco de su ensimismamiento fue la gran sombra que apareció a sus espaldas, cuya reacción de Maldito fue darse la vuelta arquear la espalda (si hubiese tenido pelos, se le habrían erizado), sacar las uñas y pegar un bufido. Pero acto seguido se dio cuenta que era un gato llamado Fusfus y que no había ningún peligro, así que se tranquilizó, le saludo, se presentó y le pidió disculpas por el malentendido.

Poco después llegaron a la enorme casa y los gatos empezaron a escampar por todo el jardín en busca de alguna entrada, así que ni corto ni perezoso Maldito se pego un garbeo al rededor de la casa en busca de una entrada pero no vio nada por dónde ir.

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04/10/2015, 21:22
Marfelina

Los gaticos dejaron la conversación a un lado y dieron paso a la búsqueda de una entrada hacia aquella gatabulosa casa, cada uno iba por su lado, así que ella hizo lo mismo. Se puso a rodear la casa sin mirar al suelo, estaba atenta observando si las ventanas estaban abiertas. La rama de un arbusto hizo que la gata se tropezara y casi cayera por una ventana que daba hacia el sótano. Agarrada con sus zarpas en el borde de la ventana empezó a pedir ayuda - ¡GATICOS! ¡AYUDA! ¡MEEEEW! ¡QUE ME CAIGO! ¡MEEEEEEWWW! ¡MEEW! ¡ZOEE! ¡SUPERGATOO! ¡MEEW! - no sabía la altura que había entre sus zarpas traseras y el suelo, ni podía girar su cabeza, un movimiento brusco podía hacer que se cayera y hacerse mucho daño - ¡MEEEW! ¡SALVADME! ¡ZOEE! ¡SUPERGATO!

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04/10/2015, 22:06
Rey de los gatos

Al tiempo que algunos gaticos veían que una de las ventanas del sótano estaba abierta para colarse por ella, Marfelina sin darse cuenta tropezó y cayó dentro. ¡Ya tenían por dónde entrar a la casa!

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05/10/2015, 00:44
Maldito

Mientras Maldito daba una vuelta por los alrededores de la casa, una llamada de auxilio le llego a las peladas ojeras. Sabía que era una gatompañera de misión y que estaba en peligro, así que sin pensárselo ni un momento se puso a la carrera en dirección a la llamada. Al girar la esquina vio el hueco de la ventana y supo que el sonido venia de allí.

Maldito metió la cabeza, buscó alguna señal de peligro y como no vio nada se lanzo dentro para ayudar a Marfelina.

- ¿Estás herida? ¿Que ha ocurrido? -

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Notas de juego

Master, como si no hubiese tirado, jajajajjaaj.

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05/10/2015, 15:24
Queen Ginebra

Buscaba una vía de acceso, sin mucho éxito, cuando algunos maullidos llamaron mi atención. Estábamos perdido facultades si un gatico pedía auxilio sólo porque se iba a caer. ¿Desde cuando los gaticos tenemos miedo a la caídas? Si siempre caemos de pie...No es que seamos míseros chuchos o torpes humanos. La cuestión es que me dirigí hacia allá.

Marfefina, estás perdiendo facultades...Déjate caer y ya....- la miré con los ojos entrecerramos- Tenemos que pasar el resto y hay prisa....

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05/10/2015, 16:45
Fusfus

-Oh, claro que tengo comida ilimitada, mis humanos hacen todo lo que quiero, si no se despiertan con mi magnificencia sobre el cuello y casi muriendo asfixiados -esbozó una sonrisa mientras Marfelina gritaba- además, ya sabes que les exijo la mejor comida o se la tiro al suelo. El otro día le quité al humano un pez de color rosado que parecía casi reverenciar. Dijeron algo de caro y yo le distraje, me subí y lo tiré al suelo, y claro, todo lo que toca el suelo es mío y los humanos ni siquiera luchan por él. Quiso castigarme, que ridículo....

Y así era Fusfus, estaba hablando y hablando sin enterarse de nada de lo que estaba ocurriendo en ese momento en la casa.

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05/10/2015, 16:51
Zoe

Marfelina a gritado!! debo ir!!

Me sitúo cerca de mi gata, miro a un lado y otro sin saber que hacer así que la tomo con mi boca por la nunca para que no se caiga y ayudarla a ir descendiendo con mas cuidado, pego mi panza al suelo y saco mis zarpas traseras para aferrarme a la grama.

Do doy ah zorltahteh!!

Daticos zubirseh enzima miah!!

Grito con lo que me queda libre de hociquillo

 

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05/10/2015, 17:33
Zapa

Madre mía que histérica... ni que cayera por un barranco... si solo es un sótano.... desde luego no sé quien será más faldero, si el Rayas ese o algunos de los que nos acompañan...  En fin... ayudaremos... pego un salto y mi cuerpo grande cae sobre Zoe para hacer contrapeso.... Joé... el Fusfus podía ayudar que seguro que a ese no lo  mueven ni tres gatos...

Chicos, por aquí podemos entrar!!!, digo en alto señalando la ventana del sótano con la patita para que se enteraran hasta los más despistados...

 

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05/10/2015, 17:41
Zapa

Cuando se acerca Felicia, me arrimo a ella y le susurro...

Creo que vamos a tener complicado evitar que estos mendrugos destrocen la casa... sin embargo tengo una idea... pero necesito que me ayudes... la única manera que se me ocurre de evitarlo es que piensen que hay gente en la casa... seguramente en esta casa tengan una de esas ventanas que hacen tanto ruido y en la que se ven animales, campos, personas y toda clase de cosas... esas ventanas se suelen abrir con una especie de llave que tiene botones... tocando esos botones haríamos mucho ruido y seguramente los gaticos se asusten y salgan corriendo.... Necesito que tú localices esa llave de botones y la pises en el momento adecuado.... yo por mi parte localizaré las luces y las intentaré encender al mismo tiempo para que la impresión seá mayor... Tendré que hacerlo en un descuido para que no me vean....

También tendremos que intentar localizar a Rayas antes que los otros para avisarle y que pueda escapar... aunque si lo cogen, siempre podremos proponernos como voluntarios para vigilarlo, así también podemos dejar que escape....

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05/10/2015, 18:21
Isis

Niego con la cabeza al ver como Marfelina cae por el hueco de la ventana.

- Esa es una gran habilidad para encontrar entradas. - comento divertida pasando a su lado. Ahora déjate caer sobre tus patas y ya está. - añado saltando por encima suya. Ni que fueras tan torpe como un perro. Cualquier gato es capaz de caer sobre sus patas.

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05/10/2015, 19:45
Felicia

  Los minutos pasaban muy distraídos con todos aquellos gatos tan extravagantes, salir a la calle cada vez que los humanos estaban un tiempo ausentes algo que sin saber porque ocurría con una frecuencia de unos seis meses, era mucho mejor que pasar horas sola en casa, aburrida y cansada de entretenerse siempre con los mismos juguetes en forma de ratón.

  Sin duda era mucho más divertido cruzar la ventana que mirar por ella.

  Los maullidos del Meine-coon detrás de ellos la sorprendieron y la alegraron:

  —¡Fusfus!- exclamó feliz al verlo igual de elegante y grande, idéntico a su recuerdo como si los meses no hubiesen pasado. —¡Bienvenido, bienvenido!- maulló a mitad de un ronroneo. Pronto éste volvió a su habitual cháchara que la gata moteada casi había olvidado, y sonrió nostálgica. Al menos se había vuelto a reunir la mitad del equipo, seguro que ella y Ophelia ya no se sentían tan solas. Las explicaciones las dejó para ésta última, mientras Felicia copiaba un gato y probaba de morder la hierba del jardín. Aquello sabía raro, por lo que mientras los escuchaba estaba abriendo y cerrando la boca con la lengua inquieta y luchando por deshacerse de aquél gusto y probablemente de alguna brizna de césped.

  —Es cierto, la comida que crece del suelo sabe rara…- concluyó ante la propuesta del gato enorme de dejarlos solo con la comida verde.

  Cuando se hubieron puesto al día, se separaron como habían hecho los otros gatos, buscando alternativas o caminos por los que entrar, Felicia miró a sus compañeros y en un instante de lucidez reflexionó que podrían ser algo más sigilosos. ¡Poco futuro como ladrones de guante blanco tenían trece gatos merodeando a su antojo! De pronto, los maullidos estridentes de Marfelina prácticamente confirmaron aquél pensamiento. Felicia fue de las últimas a ir hacía el origen de tanta histeria propia de una gata en celo.

  —¡Que se calle! ¡Despertará a medio barrio!- se quejó con esa vocecita tan susurrante y suave que la caracterizaba casi como si le diese pereza hablar en alto. —Suerte que parece que no hay humanos a la casa o ya los habría despertado todos.- Lamentó sacudiendo a disgusto esa cola deformada suya como si de un látigo se tratase.

  Pero el enfado era algo que solía ser muy efímero en nuestra gata, así que antes de lo que se muere un insecto bajo las patitas suaves de un felino, ella ya estaba escuchando lo de que ellos siempre caen de cuatro patas y pensando que no era del todo cierto, al menos en su caso. Ella recordó como al saltar al sofá se había caído muchas veces sobre su culo, porque sí, Felicia era gata y una ladrona de guante blanco pero más de una vez se había caído de espaldas aunque siempre se levantaba igual de digna.

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05/10/2015, 20:26
Felicia

  Hemos hablado de como fue el traslado durante los meses en que Felicia no acudió a ninguna misión, pero apenas os he contado como afectó en lo más fondo de su ser todo aquello. Muchas cosas habían pasado por los ánimos y la comprensión de Felicia y mucho tiempo sola había tenido para reflexionar con todo ello. Cierto que los humanos la habían esterilizado, le habían robado una parte importante de ella. Y era algo que se prometió no perdonarlos. Pero al vivir en la nueva casa y recuperar todas sus cosas que había creído perdidas, o mejor dicho robadas, hizo que no solo lo material volviese a ella. Las caricias, la comida por la mañana, que le rascasen detrás la oreja, o bajo la barbita, que compartieran parte de la carne de su cena o que jugasen con ella durante un buen rato corriendo por el pasillo o al escondite, o que la dejasen ver la tele y dormir junto a ellos le devolvieron buenos recuerdos de su niñez y recordó que al fin y al cabo era feliz con sus compañeros humanos. Amaba a sus compañeros gatunos pero más aún aquellos que le daban cobijo, amor sin condiciones y comida. Así que quería impedir que los felinos les hiciesen ningún daño y a poder ser sin perjudicarlos tampoco a ellos, pues no cabía ni la crueldad ni el odio en su pequeño corazón. Así fue que sin darse cuenta, Felicia había pasado de ladrona de guante blanco a espía doble…

  Al llegar a la casa, la gata moteada había aprovechado el caos generalizado de los gatos sembrados por el jardín para separarse y permitir que Zapa se le acercase. Cuando así lo hizo, escuchó lo que éste tenía por decirle aprovechando que Marfelina los tenía distraídos a todos con sus chillidos.

  Se quedó un rato sentada en el suelo con la cabeza ladeada pensando que sería aquello que le pedía hacer. Al fin se acordó del televisor y asintió.

  —De acuerdo, haré lo que pueda.- Maulló a su vez casi inaudiblemente. –Pero con tantos de los nuestros juntos será difícil hacer nada. Son muchos ojos. Si se separan será mejor ir cada uno por su cuenta en un grupo distinto. Mientras, sé discreto y no llames la atención.- Le censuró. —¡Oh! Y una última cosa. Queremos que fracasen para poder seguir nuestras vidas con los humanos, pero… no les hagas ningún daño, pues aunque su causa no sea la nuestra: no herimos a los nuestros. ¿Estamos?-  Le pareció oír un crujido y se hundió en la tierra, agazapada y con las pupilas dilatadas entornando sus orejas hasta que hubo pasado el peligro. —Haremos el plan dentro de las posibilidades. Ahora, separémonos.

  Luego se fue corriendo casi dando saltitos hacía el origen de aquellos lastimeros maullidos llegando como hemos dicho una de las últimas al lugar.

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06/10/2015, 01:32
Supergato

Las orejas de Supergato se tensaron. ¡Había una gatica en peligro! ¡Sus habilidades eran necesarias! Dejó de preguntarse que hacía allí, donde estaba y por qué tenía una cosa detrás de su culo que podía perseguir y voló hacia donde se escuchaban los gritos. Una pobre gatica, Marfelina había escuchado que se llamaba, estaba cayendo por un agujero en el suelo.

¡Sin pensar se lanzó! ¡Él la rescataría! Con su capa ondeando desapareció por el agujero... y vio como la gata estaba en el suelo y él caía a toda velocidad hacia ella... 

... y cayó encima, era blandita. 

—¡Te rescaté!— dijo Supergato muy ufano

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06/10/2015, 03:34
Ophelia

Antes que encontrara algo, la madre del gatito más pequeño se puso a maullar como si en eso se le fuera la vida. Que exageración. Ophelia se había enfrentado a una jauría de perros rabiosos y no había chillado tanto. Bueno, quizás no eran una jauría exactamente, eran algo así como 3... y tampoco rabiosos, porque uno tenía una cinta rosada. ¡Pero eran perros feos que le querían robar su comida! Perros cobardes también, porque al primer zarpazo en el hocico, corrieron todos. 

Mira que gritar así por caer. Psst. Como si no fuesen los animales más gráciles para caer de todo el mundo. 

Pero ya que Fusfus le hablaba, solo ignoró a la gata y le prestó atención a él. Entre un viejo amigo y una reina del drama desconocida no había dónde perderse. 

¡Mmm, pez! ¡Hace meses que no como pez! - se relamió los bigotes pensando en ese emparedado de atún perfecto - Si te pasas por el callejón te puedo presentar al resto de los que viven ahí, y te muestro dónde está la mejor comida de la ciudad. No será pez, pero hay unas bolas de carne con salsa de vez en cuando que de seguro te apetecerían. - responde mientras empieza a caminar obviando el drama y espectáculo del resto, saltando por la entrada que habían encontrado.