Partida Rol por web

El saco de Boom

Plantando el cerco (Escena 1)

Cargando editor
25/11/2014, 21:51
Frederik van Halen

El valón se rascó la ralla que tenía en el centro del pelo y escuchó a ambos. Luego miró el mapa y consideró las opciones, al cabo, asintió.

-Bien, haremos ésto. Los arcabuceros de la infantería irán con un grupo de gastadores a tender esa emboscada en el camino que entra en el bosque en la linde de las turberas. Con ellos irá una parte de los reiter en calidad de pistoleros y para el cuerpo a cuerpo. No más de veinte.

Señaló el dique.

-Mientras, profundizaremos la contraescarpa del dique para podernos ocultar mejor en él. No nos llevará mucho rato. Aquí pondremos a los piqueros, y para que no nos flanqueen, montaremos los caballos de frisia que hemos traído, más algunos más que fabriquemos con unos troncos. Les obligaremos a cargar por un pasillo a nuestra elección, donde primero se toparán con una molesta descarga de pistoletazos, y cuando lleguen arriba, las picas. Si Dios quiere no hará ni falta abrir las compuertas del dique, aunque lo tendremos como último recurso, así como el repliegue de la fuerza del bosque hacia el puente y volarlo. Los reiter recargarán luego e irán disparando a discreción sobre el enemigo conforme quiera subir, y cubra los huecos que se vayan produciendo. Si es que se producen.

Carraspeó y miró a Vélez.

-Cabo, le pongo al mando de la fuerza de tiradores que detenga el ataque por tierra en el bosque. Partan cuanto antes y llévense a unos cuantos gastadores para que les ayuden en lo de la trinchera. La fuerza que defenderá el dique estará al mando de Hoffman, y la de reserva a mis órdenes en el molino.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Sacaste 13 de 12, mala suerte :(

Cargando editor
25/11/2014, 22:51
Martín Vélez Manrique
Sólo para el director

Velez asintio ante las ordenes, no muy convencido de ellas, no veia claro el asunto del bosque.

-Quien manda, manda, habra que intentar hacer lo mejor posible con esas ordenes y punto.

Se calo el sombrero y ehizo un gesto de despedida.

-Reuno a los hombres y parto ahora mismo. Si el capitan de los reiters fuera tan gentil de mandar a sus hombres al camino hacia el bosque nos reuniremos con ellos y nos pondremos en camino.

Notas de juego

Infiero que no llevamos piqueros, con lo que solo avisare al catalan para este sarao, si no es asi, y va todo el grupo, comentamelo para dirigirme a todos ellos, no creo que nos vinieran mal, pero las ordenes quedan bastante claras. Con lo que me digas sigo escribiendo.

Cargando editor
26/11/2014, 01:24
Director

Notas de juego

El catalino y el muchacho pueden utilizar armas de fuego. El alemán también tiene armas de fuego, pero imagino que le molará más cortar cabezas de caballo a golpe de montante.

Cargando editor
26/11/2014, 10:40
Martín Vélez Manrique

Salio del molino con rapidez y reunio un grupo de tiradores, tambien dio orden de que el catalan que se encontraba de guardia fuera relevado para que pudiera reunirse con ellos.

Una vez reunidos les explico.

-De acuerdo con las informaciones que se han extraido al prisionero que ha traido la patrulla, los herejes se dirigen hacia nosotros para atacarnos, un primer grupo, compuesto por caballeria, atacara de frente, un segundo por nuestra retaguardia compuesto por infanteria. Un grupo, nosotro mas un una veintena de retiers tudescos los vamos a emboscar en un bosquecillo cercano, la idea es aniquilar al grupo antes de que lleguen a a nuestro campamento. Nos esconderemos en el bosquecillo y les daremos una sorpresa. Si las cosas se ponen mal, retrocederemos hasta un puente que atraviesa una acequia de aguas bravas, el capitan habra tomado providencia para volarlo si asi es necesario para cubrir una retirada y alli montariamos resistencia con la acequia como foso, en ultimo caso retrocederemos hasta el dique, pero no va a ser necesario ¿verdad?. Desconocemos el numero de enemigos y la composocion exacta, es mas solo contamos con la informacion del prisionero asi que no se confien sus mercedes y esperen cualquier cosa. Iremos deprisa para poder posicionarnos bien.

Les dio unos momentos para que recogieran el equipo y se dirigio al catalan.

-¡Catalan!, a mi vera y cuida del muchacho que va a ser combate confuso, es un buen elemento preferiria no perderlo tan joven. ¿Como ve el lance su merced?

Cargando editor
26/11/2014, 11:22
Karl Moritz

Asiento a lo que ha dicho el cabo... Poco sabemos, pero lo que está claro es que hemos de darle un buen escarmiento a esos luteranos traicioneros.

Sus órdenes son sensatas y lógicas. Atacar y retroceder, aunque lo que no veo tan claro es eso de retorceder por el puente.

Si hemos de retroceder por ese puente seremos como reses en un matadero. Todos apilotonados y con la zanja a nuestras espaldas. No podemos retroceder.

Podría decir algo, pero tampoco iba a cambiar gran cosa y tampoco quiero crear confusión ni desánimo.

No retrroseder. Terrsio avansar y matar enemigos. Enemigo no esperrar. Sorrpresa y muerrte llegar a ellos.

Mascullo mientras preparo la mecha de mi arcabuz y compruebo la pólvora.

 

Cargando editor
26/11/2014, 12:43
Martín Vélez Manrique

-No me gusta el plan, lo haria de otra manera, pero ordenes son ordenes. Karl, me llevare a los arcabuceros, los piqueros permaneceran aqui donde seran mas utiles contra la caballeria, tu caso es especial, pues puedes ser util en ambos lados, tu escoges donde quieres estar, si segando a los jinetes con el montante o con nosotros, desde luego seras bienvenido, pero esta en tu mano.

Cargando editor
26/11/2014, 12:56
Pedro Negrete

- Cabo, si vuestra merced me lo permite, déjeme aclarar que el puente está muy maltrecho, como dije. Es de tablazones y cuerda, y sólo permite el paso de una persona. No cuestiono las órdenes, y mal rayo me parta si lo hicera. Solo apunto a que si tenemos que depender del puente para una retirada, vamos a estar muy jodidos. Habrá un acinamiento para pasar por él y eso lo aprovecharían los herejes. Pero yo hago lo que se me mande, y que no se diga lo contrario - miro al Cabo, que es hombre sensáto para darse cuenta de los inconvenientes del puente.

Por lo demás, yo ya tengo mis armas encima, bendición de la guardia. Y haré lo que se me diga, aun tenga que encomendar mi pellejo a un puente cochambroso. Pero se lo pienso poner bien dificil a los herejes antes de llegar a ese punto, ya lo creo.

Notas de juego

Leí el último post de Velez después. Pedro es piquero, entonces se le supone que se queda en el molino?

Cargando editor
26/11/2014, 13:34
Karl Moritz

Asiento a lo que dice el cabo, como haciéndome cargo de la situación.

No prreocopar. Sólo pasar puente de ida. Volver cantando victoria. No ser nesesario usar puente de vuelta.

Me golpeo el pectoral de metal, sin espaldera.

No ser nesesario peso en espalda. Enemigos sólo poder verme de frente.

Tras lo cual vuelvo la vista al cabo.

Solisitar ir con rücken. Rücken ser lo más importante. Negrete ser buen soldado. Cabo ser buen mando. Todos buenos combatientes. Gran honor Karl combatir con rücken.

Cargando editor
26/11/2014, 14:23
Martín Vélez Manrique

Notas de juego

Creo que los piqueros se quedan en el molino, karl es mas dificil de clasificar por ello podra ir donde quiere a menos que el master decida otra cosa, el plan tiene sus lagunas, si, esperemos no tener que comprobarlas.

Cargando editor
26/11/2014, 15:16
Perot Vilaplana i Llonch

A Vilaplana no le queda muy claro por donde se van a retirar. Si el enemigo viene por la retaguardia, y la emboscada no funciona, pueden quedar copados. Pero como es un soldado nuevo, prefiere no discutir. Además atacar un grupo emboscado en un bosquecillo le recuerda otros tiempos.

- Entesos, cabo. Tu, donam un cop de mà (échame una mano).- le ordena al chaval, que al parecer va a ser su escudero esta batalla. Recoge mosquete, arcabuz, pistola, espada y daga.- No se preocupe, señor. Cuidaré del xiquet como si fuera mi hermano pequeño.

Claro que todos mis hermanos están muertos.

 

Cargando editor
26/11/2014, 18:04
Director

A grandes males, grandes remedios. Mientras se preparó la marcha hacia la tubera, los gastadores habían dispuesto un improvisado y precario puente junto al de cuerda. Estaba formado por unos tablones largos entrecruzados, reforzados por unos travesaños de madera clavados en diagonal en la cuesta. Los primeros hombres lo probaron, sin saber muy bien si acabarían en el fondo de la acequia. Pero el puente aguantó de manera bastante competente, combándose apenas un par de centímetros. Podían marchar por él una fila de dos hombres completamente equipados. Por prudencia, cruzaron los acarbuceros y mosqueteros al ir con menos peso de armadura, y la cosa pareció funcionar. Habría que ver como se comportaba el dichoso puente a su regreso, especialmente si se retiraban peleando o huían desorganizados.

Mientras marchaban por el camino del bosque en dirección a la turbera, los gastadores de Van Halen colocaban las cargas de pólvora en el puente, lo que no les dió mucha confianza de cara al regreso. El bosque, como ya habían indicado, no era natural. Se trataba de una densa chopera, con árboles plantados para sacar combustible para las lumbres de Boom. Eran visibles cobertizos de leñador, ahora abandonados, a la vera del camino, con los tocones donde cortaba la leña menuda para poderla sacar en mulas o carros.

La chopera no era un buen lugar para guarecerse, definitivamente. Frondosa, con los árboles muy juntos pero estrechos, que estorbarían muchísimo los movimientos. Conforme marchaban, se comenzaban a arrepentir de la elección del terreno. Una hora más tarde, todavía de noche, alumbrándose con fanales, llegaron a la linde de la turbera. Aquello si era prometedor.

Se trataba de un terreno parcialmente inundado por las recientes lluvias, donde se había extraído gran cantidad de turba con rapidez, sin duda de cara a almacenar provisiones para el invierno (los holandeses eran optimistas sobre la duración del sitio). Era una paisaje llano, de tierra fangosa, surcado por bancales llenos de agua de los que se había extraído la turba. Sería díficil para el enemigo avanzar allí, y el cuerpo a cuerpo se dilataría lo suficiente para pegarles unas cuantas buenas escopetadas.

No todo eran, sin embargo, buenos noticias. Los gastadores informaron que imposible practicar una trinchera en la linde del bosque debido a que la tierra estaba copada por los árboles. Resolvieron construir unos parapetos con ramas y piedras, que no estaba claro que protección podían brindarles.

Había que darle al seso, y rápido. No muy distantes, a unas leguas de distancia, vieron las pequeñas luces de unos fanales alumbrándose en la oscuridad. Los holandeses caerían sobre su posición en no más de hora y media.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Vélez, tírame táctica en dificultad fácil (2d6+1). Y sácala buena xD.

Modificadores por el momento:

  • Terreno: Turbera. Campo de tiro despejado, +1 al uso de armas de fuego. Terreno embarrado, retrasa el cuerpo a cuerpo en al menos 1 turno adicional.
  • Tipo de tropa: compañía de arcabuceros (ESP)
  • Moral:
    • El ejército está inmerso en una campaña victoriosa (ofensiva del cardenal infante en Alemania): +1 a la voluntad.
    • La tropa confía en su oficial: +1 a voluntad.
Cargando editor
26/11/2014, 18:44
Director

Hacía dos horas que habían partido los arcabuceros y la actividad en el dique era febril. Los gastadores trabajaban a destajo para cortar, ensamblar y colocar los caballos de Frisia. Los piqueros españoles se colocaron frente al camino de acceso que ascendía por el dique, lugar por donde era más probable que se produjera el ataque.

En total, eran sesenta piqueros formando en un pequeño rectángulo al mando de un cabo llamado García. Los tudescos se situaron en sus flancos, protegidos detrás de los caballos de Frisia. Empuñaban arcabucillos de rueda y mantenían cerca sus pistolas cargadas.

De momento, se ordenó echar las picas al suelo y aguardar sentados, para resultar invisibles al ojo enemigo. Estaba oscuro como el sobaco de un negro, pero las primeras luces del alba se aproximaban. El frío era intenso, y más con la armadura puesta.

Cargando editor
26/11/2014, 18:51
Sigurd Hoffman

El sargento de los tudescos estaba al mando de las tropas del dique. Con un puñado de soldados, controlaba la esclusa que usarían en caso de necesidad para anegar el terreno bajo. En ese momento se encontraba dentro de la caseta del guardés, examinando la actividad de la ciudadela de Boom desde el catalejo.

-Schiebe... -masculló.

Inmediatamente después, vieron partir a uno de los tudescos a todo correr hasta el molino, dando la nueva al capitán. Nueva que ellos evidentemente no conocían, pero que podían intuir. Al cabo de unos minutos, se cursaron las órdenes. La escuadra de mosqueteros que estaba de guardia para responder a posibles contingencias fue desplegada junto a los piqueros.

El sargento alemán informó al cabo García, y todos pudieron escucharle en su castellano macarrónico.

-Holandeses querer engañar. Se acerca caballería pero ser dragones, seguidos infantería. Una compañía parecer, o más. Será ataque infantería cuesta arriba, dejarán caballos abajo, pienso.

- Tiradas (2)
Cargando editor
26/11/2014, 20:07
Martín Vélez Manrique
- Tiradas (1)

Notas de juego

pues no prometo nada, que soy bastante gafe. Bastante ramplona.

Cargando editor
26/11/2014, 21:09
Karl Moritz

Hans se queda en el campamento. No es un hombre de armas y será mis ojos y mis oídos mientras estoy fuera. El camino es algo desmoralizador, aunque el trabajo de los gastadores es bueno. Rápido y práctico. no se puede pedir más. Ni falta que hace. Formo parte del ejército ganador. Sino, no estaría en esta parte de la trinchera.

Una vez examinado el terreno verifico que nos va a tocar plantarnos en la linde del "bosque", mientras les damos unos cuantos aracabuzazos antes de llegar al cuerpo a cuerpo. Gruño con cierto desagrado y me paseo un poco por la zona (dentro de lo decente y sin ser censurable) en busca de una zona lo bastante despejada como para poder mover mi montante con cierta libertad (una zona donde existan bastantes tocones). Allí planto mi montante, con la punta clavada en el suelo, y aprovecho la cruz para apoyar en ella el cañón del arcabuz. Me preparo todo el aparejo para recargarlo. La bolsa de los proyectiles colgada de uno de los gavilanes del montante, el cuerno con la pólvora en el otro gavilán y la baqueta y la estopa entre el meñique y el anular.

Notas de juego

Tampoco está mal... La media.

Cargando editor
26/11/2014, 23:28
Director

No hay mal que por bien no venga. Vélez tuvo una brillante idea, en la que si todos colaboraban apenas iban a gastar tiempo. Tal idea se expuso acto seguido, y él tomó ejemplo llevando las primeras esportillas: usar la turba que había extraída y amontonada cerca de su posición para reforzar el parapeto. Se trataba de derramar sobre piedras y ramas aquella amalgama que amortiguaría el impacto de las balas. A ello se dedicaron los soldados, conscientes de que su propia vida estaba en juego.

Al cabo de una hora, habían construido un parapeto sólido tras el cual podían guarecerse los tiradores. Se colocó otro grupo aprovechando una pequeña cerca de piedra, de tres cuarto de vara de altura, que había junto al camino. La idea era que entre ambos grupos se estableciera un fuego cruzado sobre los herejes.

Esperaron luego durante un largo rato, mientras iba amaneciendo. Las manos estaban sucias de acarrear turba, pero los arcabuces estaban limpios, a punto de ordenanza. Esperaron abrigados bajo sus capas y tabardos, procurando no resultar muy evidentes tras el parapeto.

-Ahí vienen -dijo un mosquetero.

Efectivamente, la infantería holandesa apareció al otro lado de la turbera, a unos tres cientos metros, marchando en orden de columna. Entre ellos distinguieron uniformes de color azul, aquellas libreas que utilizaban los suecos. Dios los criaba y ellos se juntaban. Calculaban que se trataba de una compañía de infantería, de más de 200 hombres, con un núcleo de piqueros y unas escuadras de arcabuceros, incluyendo otra de mosqueteros, que eran los suecos. Les doblaban en número, incluso algo más.

El capitán holandés, que iba a caballo, chapoteaba por la turbera, adelantándose un poco al grueso. Creyó distinguir algo, y miró a través de su catalejo. Los españoles se agazaparon más, pero la visión del parapeto era evidente. Si los holandeses conocían el terreno, sabían que aquello no estaba allí antes. Así que, precavido, mandó a sus hombres formar para marchar a través del cieno. Los arcabuceros iban delante y los piqueros detrás.

No había que fijarse mucho para ver que les costaba mucho moverse en ese terreno. Algunos soldados cayeron al fango y sus compañeros debieron tirar de ellos, perdiendo en algunos casos el calzado. De ese modo el avance del enemigo fue lento, ya que en su cautela no querían desorganizarse. Pronto se percataron de que había enemigos esperando, y eso les puso tensos. El humo de las mechas de los arcabuces, visible en aquellas primeras luces, les había delatado finalmente. Su sargento les conminó a avanzar sin temor, y en realidad era admirable ver la valentía que se gastaban aquellos hideputas marchando por la turbera mientras los españoles aguardaban a que estuvieran a tiro. No faltaría mucho para eso.

Algunos rostros se giraron en dirección a Vélez, esperando la orden de fuego. Era su prerrogativa.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

La tirada para impactaros con armas de fuego pasa de ser "Normal" a "Difícil".

Cargando editor
26/11/2014, 23:47
Pedro Negrete

Aguardé en mi posición desde el momento en que mis compañeros marcharon para la escaramuza en el bosque. Con todo equipado como piquero escuché las órdenes y me coloqué en mi posición. Reservándo fuerzas, sentado y con la pica al lado en el suelo, el frio calaba bien los huesos. La inactividad era mucho peor en estos casos. Ya metido en faena, cuando tienes que mirar por tu pescuezo y defenderlo de las mañas de cualquier hijo de vecino, ahí ya daba igual frio que calor. En esos casos la sangre hervía y solo queda mirar al frente y vender bien caro tu pellejo al enemigo. Solo queda sobrevivir.

Algo dentro de mi no se sorpende cuando el sargento de los tudescos informa al cabo de la argucia hereje. Ello implicaba que, o bien el holandés capturado nos ha mentido en toda la cara, o bien que sus compañeros de pecado han decidido hacer un cambio de planes si han echado en falta al pelirrojo. No importaba cual fuera el caso. Importaba que debíamos defendernos al precio que sea.

Una compañia con dragones. Estábamos en minoría, y nos iban a llover arcabuzazos holandeses a diestro y siniestro. Espero órdenes de inmediato. No era nuevo en esto. Recuerdo Breda y otros tantos sitios, que han dejado un recordatorio a modo de cicatriz en mis carnes. Algunas muy feas, y todas ellas son mi mejor hoja de servicios.

Presto atención en todo momento, quiero saber a cuanto están de aquí. Aunque si ya lo han visto, no debe faltar mucho para que se nos echen encima. Se me viene a la mente mis compañeros que iban a por la supuesta infantería de retaguardia. A saber que han encontrado, Dios nos pille a todos confesados.

 

Cargando editor
27/11/2014, 00:59
Director

Los soldados comenzaron a inquietarse, más por no poder ver nada que por tener miedo. Pasaron los minutos, largos como horas, y los oficiales eran los únicos que espiaban los movimientos del enemigo. Escucharon, lejanas, las primeras descargas de arcabucería de sus compañeros en la retaguardia. Eran como un leve rumor que se fundía con el relente matutino.

-Atención -se ordenó- Vaqueta.

Sin necesidad de componer el toque de guerra, los que tenían armas de fuegos comenzaron a cargarlas, del modo mecánico y eficiente al que estaban entrenados. Ya podían escuchar cascos de caballos aproximándose. No habían tocado cornetas, ya que al parecer seguían creyendo que aquello sería un golpe de mano rápido y que no habían organizado una defensa apropiada. Después de todo, quizá el prisionero si tenía razón, pero en su ignorancia había confundido a los dragones con caballería de choque. Ambos usaban caballos.

-Calacuerda -ordenaron luego.

Los mosqueteros dispusieron la mecha en sus mosquetes, tendidos éstos todavía en el suelo. Los alemanes amartillaron sus pistolas. Los caballos piafaron a no demasiada distancia, y los hombres pusieron los cinco sentidos alerta.

-Un poco más... -susurró el cabo.

Ya sonaban los primeros pasos sobre la cuesta, y podían escuchar a los holandeses darse ánimo al descubrir que el dique estaba protegido.

-¡Fuego, fuego!

Le descarga fue brutal. Los mosqueteros se alzaron y descargaron las bocas de sus cañones a caballero sobre los holandeses, segando numerosas vidas. Los holandeses trataban de responder al fuego con el fuego, pero sus disparos daban en su mayor parte por el terraplen. Por eso se animaron a intentar la carga, cuesta arriba, espada en mano. Los reiters se asomaron luego de sus escondrijos y comenzar a disparar de forma graneada, sin hacer grandes descargas. Escogieron bien sus blancos. De la flamante compañía de dragones quedó, tras diez minutos de tiroteo, más de cien cadáveres humanos y cincuenta de equinos tirados por el suelo. Una auténtica carnicería.

La infantería venía detrás dispuesta a vengar a sus compañeros, y tiraron una buena descarga que se llevó algún hombre suelto, haciéndoles agachar la cabeza. Tras la escopetada, sonaron tambores y escucharon el palilleo de las picas al cimbrear. Había llegado el momento del cuerpo a cuerpo.

-¡Piqueros, en pie! -bramó Sánchez.

Como un solo hombre, los piqueros tomaron sus lanzas y se levantaron, presentándose al enemigo que subía el camino del dique formando una columna que no tendría más de cinco hombres de ancho.

-¡Pica al hombro, paso de carga! -dijo Sánchez- Cuesta abajo, señores, echémolos de aquí.

El bosque de picas se abatió, y Negrete, que estaba en las primeras filas, fue el primero en comprobar como las picas holandesas se acercaban con valentía y desvergüenza. Uno, dos, tres pasos. Al cuarto, un holandés le tiró un golpe de pica que iba directo a su pecho.

- Tiradas (8)

Notas de juego

Tipos de tropa:

  • Compañía de piqueros (ESP)
  • Reiters (TUD)
  • Dragones (HOL)
  • Infantería holandesa (HOL)

Modificadores por terreno:

  • Dique: campo de tiro despejado, +1 a las armas de fuego, +1 a los ataques cuerpo a cuerpo. Aumenta la dificultad de ser alcanzado por armas de fuego de Normal a Difícil.

Modificadores a la moral:

  • Ambos ejércitos están inmersos en una campaña victoriosa (se anulan beneficios de moral extra).
  • Confianza moderada en el mando (Hoffman) +1 a la voluntad.

Hazme una tirada de defensa a ver si la sacas, luego el ataque que quieras (que sea ataque normal, no completo).

Cargando editor
27/11/2014, 11:22
Martín Vélez Manrique

Dio un vistazo para ver a todos los integrantes de la patrulla para ver que todo estaba en orden, se palpaba la expectacion y cierto nerviosismo en aquellos que tenian menos experiencia. Saco la pistola, la comprobo y la puso a su lado, bien cebada, por si tenia que recurrir a ella in extremis, comprobo tambien la carga del arcabuz y soplo la mecha. Miro a Martin y le guiño un ojo mientras le sonreia con animo de tranquilizarlo. Observo a la columna de herejes aproximandose mientras besaba la cruz que habia al final de su rosario.

-Apunten sus mercedes en la primera descarga a los oficiales y a los mosqueteros-susurro al catalan- pasa la voz.

Espero un poco a que la orden llegara a todos y cuando estaba la columna de enemigos a tiro de toda la patrulla, apunto y a la vez que disparaba grito.

-¡Fuego!.

- Tiradas (1)
Cargando editor
27/11/2014, 11:53
Karl Moritz

Cuando me llega la orden apunto al objetivo más visible y disparo a la señal.

 

- Tiradas (1)