Partida Rol por web

El Secreto de los Buenos Hombres

La Ciudad Condal

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08/02/2011, 14:05
Director

La verdad es que es dificil mantener las apariencias entre dos vampiros, en especial cuando el amanecer se acerca y uno de ellos debe meterse en una caja para escapar del letal sol. Esto fue lo que pasó al rato de haber dejado ese páramo maldito en el cual se encontraron con esa Cosa. Al final, el proverbial sentido común de fray Javier, quien captó la situación que se presentaba y al final hizo que Bernardo entrara a su caja y a Jaime lo cubrió muy bien con gruesas mantas para que el sol no le afectara.

Para cuando las estrellas ya han salido, ustedes se encuntran ad portas de las murallas de la ciudad de Barcelona. El primero en despertar es Bernardo, quien al salir de su caja puede ver las murallas de la ciudad y las luces de la gente que acampa afuera de la ciudad. Al ver mucha gente vestida de blanco se da cuenta de que hay cataros entre ellos.

 

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08/02/2011, 15:51
Director

Por su lado, Jaime despierta y como siempre le cuesta hubicarse en el tiempo y espacio en que se encuentra. No obstante, en ese momento escucha una voz en su cabeza que le dice:

- Ya has llegado a la gran ciudad y serás mi heraldo. Mi voz será la tuya.

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09/02/2011, 00:24
Fray Bernardo

Si Jaime también llevaba consigo la sangre bendita, eso significaba que su teoría podía ser correcta. La criatura se había alejado de ellos al no poder tocarlos por su divino regalo. Sin embargo, no terminaba de imaginar cómo podría Jaime haberla adquirido. Había tenido su tiempo para pensar mientras conciliaba el sueño, cada vez más pesado conforme se alzaba el sol. Se lo preguntaría más tarde. Al fin y al cabo, era un motivo de alegría. Nunca había visto a otro como él aparte de Lluis, aunque sabía de su existencia por éste. Ahora mismo iba en pos del Príncipe de Barcelona, para convencerlo acerca de los cátaros... y era bien visible que el problema ya estaba a las puertas de la ciudad.

Sustituyó a las riendas del carro a Javier, para que pudiera dormir, y miró de reojo los campamentos de cátaros según los iba pasando.

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10/02/2011, 20:41
Director

Javier agradese que Bernardo tome las riendas para él poder descansar. Luego hace una pequeña oración y se queda dormido.

Cuando pasan por la ciudad la guardia tiene mucho cuidado que ninguno de los cataros que acampan fuera de la ciudad. No obstante, cuando se dan cuenta de que en el carromato van dos benedictinos y un pordiocero, les dan pase libre a la ciudad.

El primer destino de Bernardo en la ciudad es presentarse ante el lider de los lasombra locales. Se trata del obispo Felipe, u hombre de Dios como Bernardo, que durante muchos años ha defendido los intereses del clan en Barcelona, en especial en contra de los ventrue.

Como era natural, Monseñor Felipe recide en la casa episcopal de la ciudad y ahi Bernardo es recivido por sus sirvientes que le hacen pasar de inmediato a conocerlo, dejando a Javier y Jaime esperando junto al carromato.

En un salón muy elegante pero escasamente iluminado te espera un hombre de mediana edad ataviado con el violeta de la dignodad obispal. Cuando entras te ofrece su anillo para que lo beses y dice:

- Bienvenido a nuestra ciudad, Fray Bernardo. Vuestro sire me ha hablado muy bien de vos.

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12/02/2011, 13:27
Fray Bernardo

Bernardo besó el anillo de Monseñor Felipe con la cortesía y devoción que se esperaba en un hombre de Dios.

-No han sido parcas sus palabras en ensalzar vuestra tarea, Excelencia -contestó Bernardo aún arrodillado. Se puso en pie cuando Felipe se lo indicó, y se dispuso a explicar lo que había visto en su viaje-. Monseñor Felipe, debéis saber que el Reino de Aragón está en peligro. No sólo los cátaros se han multiplicado tanto en los caminos como en la ciudad, sino que anda suelta una criatura demoníaca. Conoce tanto mi esencia como la del viajero que recogimos en el camino, y puede que sea el culpable de las matanzas por doquier. Atacó incluso a caballeros cruzados. A nosotros no nos tocó, y quiero pensar que es el regalo de Dios lo que nos protege, pero debe de ser investigado y eliminado de inmediato. Debemos proteger las almas puras, Excelencia.

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14/02/2011, 16:30
Director

Cuando logras abrir los ojos y volver plenamente en ti, ya no estás en los caminos sino en los caminos, sino a las afueras de una casa señorial en lo que supones es la ciudad de Barcelona. No ves al hermano Bernardo, sino solo al joven fraile Javier, quienduerme en un rincón del carromato.

Afuera te encontrabas con laciudad y con gente que aún caminaba por sus calles. Entonces la voiz de tu cabeza te habla de nuevo:

- Ve donde el príncipoe y da testimonio de lo que viste.

Notas de juego

Perdona que haya borrado tu respuesta, pero antes de quedarme sin computador por el fin de semana le había escrito otro post a Bernardo y la idea era escribirte uno a ti tambien pero ahí fue cuando el pc quedó en estado de coma. De todas maneras ahoar retomamos con todo al día.

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14/02/2011, 21:42
Monseñor Felipe

felipe escucha tu informe con mucha atención y procupación, pues como hombre de Dios dsabe muy bien que los tentáculos del Diablo se están extendiendo más que nunca por todo el mundo. Entonces te dice:

- Los días finales se acercan, hermano Bernardo, está en las escrituras. El demonio que ha estado atado en el abismo por mil años será liberado para quye haga de las suyas en la tierra antes de la segunda venida de Nuestro Señor. Creo fervientemente que estas herejías y manifestaciones demoniacas son signos de que el final está cerca... pero no solo de eso debemos cuidarnos, sino de algo importante que ocurre bajo nuestras propias narices. Espías me han informado que una banda de cataros ha sacado un carromato escoltado de Carcassone antes de que los cruzados purificaran esa ciudad. Algo importante llevan, quiza una reliquia que cayo en sus impías manos, pero no sabemos qué es.

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15/02/2011, 00:25
Fray Bernardo

-Sí, Excelencia, precisamente eso es lo que mi maestro me ha mandado a deciros. Se hallan a las puertas de los Pirineos, y tienen la sangre consagrada en sus venas.

Había algunos, decía Lluis, que renegaban del don que les había sido concedido y se entregaban al pecado de una inmortalidad de excesos y pasiones, de muerte y sangre, de pecado y lujuria. Debían tratar de reconducirlos, había dicho, pero en algunas ocasiones era mejor destruirlos. A veces era mejor acabar con la cizaña antes de intentar salvar a la mostaza, y que Dios terminase el trabajo una vez hubiesen liberado sus almas.

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15/02/2011, 22:21
Monseñor Felipe

Felipe se sorprende de lo bien informado que te encuentras, aunque muestra su beneplacito diciendo:

- Aquel que te inició dijo que eras una muy importante adquisición para nuestro clan y no se ha equivocado.

Luego te invita a que tomes asiento y te sirve en una suntuosa copa de oro un poco de sangre, lo cual te sienta muy bien después de tu largo viaje, en el cual solo bebeiste sangre que te fue donada píamente por Javier.

Luego, Monseñor se siente frente a ti y te dice:

- La situación es más complicada de lo que parece, hermano. Los cataros son un problema importante, pero no el más importante. Esta península debería ser el reino de Dios en la tierra, un único reino hispano y cristiano. Pero en el sur los moros son aún fuertes y tenemos a estos herejes que cruzan los Pirineos y se hacen pasar por peregrinos de Santiago, además de fuerzas demoniacas que asolan nuestros campos... Solo nuestro clan puede llevar paz a estas tierras.

Luego se pone de pie y se acerca a una ventana y sin mirarte, continua:

- Los ventrue de la ciudad quieren dejar a los cataros establecerse libremente, también los brujah por eso del libre pensamiento y otras patrañas heréticas. Pero a verdad detras de todo es que los ventrue quieren atraer a los cruzados a nuestra tierra y poder acabar con nuestro poder al mismo tiempo que extirpan ala herejía. Pero lo que en realidad me preocupa es esa manifestación demoniaca y su posible conección con lo que esos cataros estén trasportando en el carromato. Si os lo pidiera, hermano ¿Os haríais cargo de investigar que ocurre?.

 

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16/02/2011, 04:11
Sólo para el director

Quedé pensando en lo que decía la voz. Era extraña, no parecía nacer de mi, y eso me ponía en alerta. Miré desafiante hacia adelante (mirando nada en particular) mientras barajaba la posibilidad de que esa voz me quisiese buscar la ruina. ¿Y no sería entonces mejor opción que no le hiciese ningún caso? Como una vela apagándose, ese pensamiento desapareció. Pero queda el olor.

-¿Qué debería contarle al príncipe, exactamente? -murmuré, hablando conmigo.

Notas de juego

"No problem" por lo del post. Gracias por decírmelo ;)

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16/02/2011, 13:45
Fray Bernardo

Las otras casas de sangre, los Clanes, no estaban de acuerdo con las creencias e ideales de los Lasombra, le había dicho Lluis. Algunos, incluso, habían abandonado la senda cristiana y habían decidido abrazar una suerte de becerro de oro, como el poder del dinero y la nobleza o las filosofías de los sodomitas grecolatinos. Sin la férrea disposición piadosa de los Lasombra, tanto Aragón como los reinos cristianos de León, Castilla y Navarra se vería abocados a convertirse al Islam ante el empuje moro. Por ello, Bernardo no dudó en asentir a la petición de Monseñor Felipe.

-Por supuesto que sí, Excelencia. Pero... ¿acaso creéis que lo que portan los cátaros es algo más que una reliquia robada? ¿Podrían haberla pervertido? ¿O tenía maléficos poderes ya en Occitania?

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16/02/2011, 22:13
Director

La verdad es que estás maás lleno de incertidumbres en ese momento. Una voz que no sabes de donde viene te indica que hagas cosas para las cuales no entiendes cuál es la razón. Pero por una extraña razón, sabes perfectamente el camino que debes seguir para llegar al castillo del príncipe en Barcelona, cosa rara porque la mayoría de las veces ni siquiera sabes donde estás cuando abres los ojos cada noche. No obstante, ahí estás, indeciso; dejás a esos monjes y sigues los llamado de esa voz o esperas a ver que te dice el hermano Bernardo.

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16/02/2011, 22:31
Monseñor Felipe

- No sabemos nada de ese reliquia... incluso puede que sea otra cosa. No obstante, de ser una reliquia verdadera, entonces no hay manera de que la hayan mancilladeo, como los infielers no han sido capaces de mancillar los santos lugares. Y de ser algo maligno, hemos de encargarnos que nadie pueda usarlo.

El obipo parece realmente preocupado por lo que pueda hacer aquello que los cataros llevaban, incluso más que de la situación de los que herejes que se estaban asentando en el territorio de Aragón.

- Ahora espero que no esté muy cansado por el viaje
- continúa el monseñor - debemos salir de inmediato para la reuni´ñon que el principe ha citado en su palacio.

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19/02/2011, 04:09
Sólo para el director

Pienso: no tengo porque ser agobiado por esta voz. Si quiere que hable con el príncipe, démosle lo que quiere.

Me levanto, empezando a caminar hacia el refugio del príncipe, sin tener nada claro que le diría si conseguía hablar con él. Supuse que se me aclararían las ideas sobre la marcha.

Notas de juego

Perdona, he recibido un mensaje de un tal "monseñor Felipe". No se si debía recibirlo (porque no se de donde sale, ni nada), te informo por si acaso. ^.^

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19/02/2011, 12:41
Fray Bernardo

-La pereza es un pecado capital -respondió Bernardo-. Sobre todo para los inmortales como nosotros. Vayamos pues, de inmediato.

Contaba con que Javier pudiese estar solo unas horas. No era ningún niño, y la sangre que le había otorgado le daría fuerza y salud si las necesitaba.

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20/02/2011, 19:18
Director

A pesar de que no conocias esa ciudad, no te es dificil dirigirte con paso seguro a l lugar en el cual podías encontrar al principe. Era como si simplemente supieras exactamente en que esquina doblar y que callejòn te llevaría más rápido. Al final llegas a un palaciomuy grande y custodiado por sos guardias con cara de pocos amigos que te miran de pies a cabeza como si fueras lo más raro que han visto en ese noche. Uno de ellos, pretendiendo despacharte rápido, se acerca y te dice:

- Si quieres sobras debes ir por la puerta trasera, aunque creo que a estas horas no conseguiras nada ¡Ahora largo de aquì!.

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20/02/2011, 20:01
Director

Entonces pones manos a la obra y, mientras el señor Obispo se prapara para salir, sales a ver como están Jaime y Javier. No obstante, te encuentras con que el jóven fraile se encuentra solo en durmiendo dentro del carromato. Cuando le despiertas él te dice que no sabe nada de vuestro compañero y te dice:

- No lo sé, hermano, pero Jaime me parece algo inestable, como sisu mente divagara demasiado.

Tu también te habìas percatado de aquello, pero esta desaparición podía ser preocupante, en especialsi esa cosa demoniaca aín vagaba por ahí. No obstante, la presencia del monseñor te saca de esos pensamientos pues te apresura, diciendo:

- Ya estamos listos para partir, hermano. Ocurre algo.

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20/02/2011, 23:32
Fray Bernardo

-Esa criatura le llamó loco. Quizás no se equivocara, pero... ¿quiénes somos nosotros para jugar? Mientras no sea dañino para nadie, no es nuestra tarea detenerle en nada. Y, además, tenemos que reunirnos con el Príncipe -respondió Bernardo-. Si todo está listo, partiremos de inmediato.

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21/02/2011, 16:59
Director

Así, el obispo te invita a acompañarlo en su carruaje, lo cual supone un honor especial, ya que elresto de sus séquito los seguía a caballo. No hay mucha conversación rescatable durante el viaje, solo trivialidades y preguntas acerca del jçoven fraile que te acompañaba.

Así llegan al palacio condal donde tiene su sede el refugio del príncipe. Ahí, en el patio principal son recocibidos por el senescal de la casa, quien les da la bienvenida pero al cual el obispo no presta mucha atención. Así entran en un enorme salón de estilo románico en el cual ya estaban reunidos algunos de los invitados. No obstante, esto todo parecía normal hasta el momento en que un mro hace ingreso a la sala. Entonces el obispo le queda mirando con rostro congestionado y dice:

- ¿Qué hace en una ciudad cristiana un Infiel? ¡Exijo que este moro sea expulsado de la sala!

Y todo el sequito de lasombras que estaban contigo secundaron al obispo, aunque el moro ni se inmutó.

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21/02/2011, 20:49
Fray Bernardo

Bernardo no sería quien llevase la contraria al buen obispo, y menos en materia de infieles. Miró al susodicho moro con el ceño fruncido. ¿Qué sería lo próximo? ¿Judíos?