Partida Rol por web

El Secreto de los Buenos Hombres

Reunión en el Cenobio

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14/12/2010, 03:00
Director

El relato de una noche de tormenta.

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14/12/2010, 03:01
Director

Siempre antes de que se desate una tormenta hay una especie de tención en el aire que enrarece el ambiente.

Desde la ventana de tu celda puedes ver el escabroso terreno de las montañas cercanas a los Pirineos y el camino barroso que llega a el pequeño monasterio de San Emerio, donde vives con tus hermanos en meditación. No se trata de una de esas enormes abadías llenas de libros, cálices de oro y monjes sodomitas. Aquí Dios les ha mostrado el camino de la santidad disfrazado de oscuridad y tus hermanos te ven como el más cercano a Dios. Un angel tenebroso.

Estás en estas cabilaciones cuando ves por el camino alguien que se acerca al galope. Ya estan cayendo los promeros goterones de la tormenta y los relampagos hacen que las viajas cornejas que anidan en el campanario emprendan el vuelo.

Cuando el jinete llega a la empalizda que rodea al monasterio, un rayo ilumina su estampa y te das cuanta de que parece ser un caballero. El hemano portero sale a consultar cuál es la razón por la que se encuentra ahí escuchas la voz potente y profunda del visitante que dice:

- Vengo en busca de Fray Bernardo. Traigo un mensaje importante para él.

El hermano portero alza la vista en dirección de la ventana de tu celda, a la espera de lo que tú digas.

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14/12/2010, 13:29
Fray Bernardo

Bernardo hace un gesto con la mano, en señal de conformidad. Acude al encuentro del mensajero, algo extrañado y preocupado. No es común recibir visita de gente a tan altas horas de la noche, y menos aún un caballero. Pero es esta naturaleza lo que le preocupa más. Si viene un noble a darle una noticia, ¿no podría ser que le ha ocurrido algo a uno de sus familiares? Hace mucho que no tiene contacto con ellos, y por eso mismo alguno podría haber sufrido un percance. Si le palpitara el corazón, lo haría de temor. Pero no le palpita, y por ello mismo no teme. Ha aprendido a abrazar la muerte.

-Decidme pues, yo soy Fray Bernardo -dice al llegar ante el mensajero.

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15/12/2010, 10:17
Director

El caballero deja las riendas de su caballo al cuidado del hermano portero y se acerca a ti, saludandote con una reberencia y diciendo:

- Saludos, Fray Bernardo. Soy Fernando Ortega, criado de vuestro maestro. Estoy acá para entregarte información importante personalmente y en privado.

Ante esta petición, llevas al visitante a tus aposentos privados y una vez ahí te cuenta:

- Vuestro maestro y señor mío os da sus saludos y te pide vuestra comprensión por no haber venbido el personalmente para hablar contigo, pero se encuentra muy ocupado trabajando junto a otros hermanos en la organización de una nueva cruzada contra los moros. Se dice que los infieles estan reuniendo un gran ejército para manchar sibre Toledo, por lo que el rey de Castilla esta forjando alianzas con todos sus pares cristianos de la provincia. Pero esto no es lo que me trae aquí, sino una petición de vuestro mestro. ël desea saber si estais dispuesto a dejar este cenobio y viajar a Barcelonaen una misión especial. Es de suma importancia que me digais si vuestra respuesta es positiva para poder daros los detalles, pues así lo ha determinado mi señor.

El hombre habla sin mucha emoción en la impostación de su voz, como si fuera un mensaje aprendido de memoria. Posiblemente tu maestro le había implantado cada palabra profundamente en su mente para que las repitiera exactamente, sin posibilidad de error... sin que diera información de menos ni de más.

 

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16/12/2010, 14:58
Fray Bernardo

-Por supuesto que estoy al servicio de mi maestro -dijo él de buena gana, pero torció el gesto, pensativo-. Pero... nunca he abandonado este monasterio ni a mis hermanos. No al menos desde hace una década. Barcelona... Apenas recuerdo nada de esa ciudad. Deja que lo piense un momento

El fraile hizo al portero abandonar la estancia, para poder hablar en privado con el mensajero. Abandonar el monasterio... Era peligroso. Aquellos tocados por Dios no resistían la luz del sol, y el viaje de noche no era un camino de rosas. Sin embargo, no tenía más opciones. Su deber era obedecer a Lluis.

-Está bien. Lo haré. Dime lo que deba saber.

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17/12/2010, 01:28
Director

El caballero asiente ante tu respuesta y, como si ya estuviera determinado para ese caso, comenzó a decir:

- Mi señor estará contento por tu disposición. Ahora puedo contarte más detalles. El advenedizo principe ventrue de Barcelona está llamando a representantes de todos los clanes que se encuentran en sus dominios para discutir acerca de la conveniencia de dejar que se establezcan en el condado comunidades de herejes cátaros. No sabemos cuales son las intenciones del príncipe, pero algunos piensan que desea atraer a los cruzados a tierras aragonezas y así poder extender aún más su influencia. Aunque también cabe la posibilidad de que en verdad simpatice con esos herejes, lo cual tampoco es conveniente.

La política era el terreno sucio en el cual se peleaban la guerra santa tanto como en los campos de batalla. Ese fue uno de los primeros preseptos que te entregó tu maestro.

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17/12/2010, 12:34
Fray Bernardo

-¿Cátaros en Aragón? ¿Lo están diciendo en serio? -preguntó Bernardo sorprendido-. Nunca pensé que esos herejes tan recalcitrantes se atrevieran a asentarse en esta región.

¿Acaso habría quien se convirtiera a aquella creencia falsa que predicaba tonterías? ¿Acaso no habia dicho Dios "Creced y multiplicaos" mientras que ellos afirmaban que traer a un niño al mundo era un pecado? ¡Cómo les encantaba a las almas frágiles retorcer las escrituras!

-Ahora no tengo duda alguna -afirmó Bernardo-. Si esos insensatos pretenden venir a este lugar y corromper las almas ajenas, hay que hacer algo al respecto.

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18/12/2010, 00:27
Director

El emisario te hace una reverencia en muestra de respero, aunque todo carente de expreción en su rostro, como si se tratara de una cascara carente de voluntad, lo cual comenzaba a ponerte nervioso. No obstante, aún tenía algo más que decirte:

- Mi señor tiene una última información que entregarte, fray Bernardo. Nuestros espías nos han informado que las caravanas de cátaros que están pasando por los Pirineos traen reliquias que estaban en poder de los herejes. La mayoría es solo son falsificaciones sin valor alguno, pero dicen que hace tres semanas salvaron algo del saqueo de Carcasona. No sabemos que es, pero a lo menos dos cainitas y una docena de gouls los escoltan. Unos cruzados intentaron emboscarlos, pero solo encontraron la muerte. Ahora están en algún lugar del otro lado de los Pirineos apunto de pasar a este lado. Debemos saber que es eso tan inportante que traen con ellos.

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19/12/2010, 14:49
Fray Bernardo

-Me ocuparé de ello. Transmítele esto a mi señor y decidle que no habrá mella en la cristiandad de Aragón mientras yo pueda evitarlo.

Dicho esto, comenzó a pensar en el modo de llegar hasta Barcelona. Su equipaje sería más bien exiguo, pues había respetado siempre su voto de pobreza, pero necesitaba dinero para hospedarse en posadas. No podía dormir al raso. Eso, y un buen caballo. Sin él no podría llegar a tiempo antes del amanecer. Y un mapa. También necesitaba información sobre el camino. Se dio cuenta de que no podría hacerlo sin ayuda. Precisaba que alguno de sus compañeros viajase con él. Y el mejor modo de asegurarse que lo obedeciera y sobreviviera era uno que hasta el momento nunca había querido utilizar.

-Si eso es todo, puedes irte. Me pondré en marcha de inmediato.

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19/12/2010, 16:10
Director

El mensajero sale y es llevado por el hemano cillerero para que se alimente y descanse. Entonces soo en tu cubículo comienzas a pensar en quién podría serte de ayuda entre todos los hermanos de esa congregación. En ese momento el señor te ilumina y recuerdas al hermano Javier de Balaguer, un joven novicio que trabaja en la granja, pero que también es un hombre culto, que sabía leer y escribir y había estudiado los clasicos látinos y griegos de la pequeña biblioteca del monasterio. sSeguramente sería un excelente compañero con el cual poder viajar.

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19/12/2010, 16:36
Fray Bernardo

Bernardo despertó a Javier y lo condujo a una sala donde poder hablar con él tranquilamente. Esperó a que el monje se recompusiera del sueño para que prestase toda su atención a lo que tenía que decirle.

-Javier, eres un hombre culto y responsable, y por eso necesito tu ayuda. Es muy importante. Tengo que viajar hasta Barcelona, pero mi condición me impide hacerlo normalmente. Quiero que tú vengas conmigo.

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21/12/2010, 00:08
Javier de Balaguer

El hermano se despereza un poco y tarda en entender lo que le propones. No obstante, cuando está totalmente conciente, te dice:

- Si puedo ayudaros en algo, hermano, suy un hombre humilde al servicio del señor. De todas maneras, soy solo un novicio y hay hermanos mucho mejor más sabios que yo para una misión de ese tipo.

La humildad era una de las cualidades que todo hermano debía mostrar y Javier lo estaba haciendo muy bien... demasiado bien. Había algo debajo de esa humildad, una alegría y orgullos soterrado que solo un conocedor de las debilidades humanas como tú puede vislumbrar.

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21/12/2010, 00:33
Fray Bernardo

-Está bien que observes los votos y promesas que hacemos los hombres de Dios, pero no hace falta que menosprecies tus capacidades delante de mí. Eres joven, sí, pero por esa razón, vital. Cuento con tu energía y tu resolución, y también tu moral. Y con tu inteligencia, que no es para nada mediocre. Lo único que te falta, hermano, es un pequeño empujón.

Había bebido de Javier como había bebido de todos los frailes del monasterio. Nunca tomaba más de lo necesario, y lo único que les producía era un ligero mareo. Recordaba su sabor, suave y delicioso a diferencia de la sangre rancia de los ancianos. Era el momento de que Javier probase la suya. Se acercó la muñeca a la boca, esperando a ocultarse los colmillos con la manga antes de sacarlos, y se mordió hasta hacerse sangrar. Luego le ofreció la vitae derramada al joven fraile.

-Bebe, Javier. Si bebes no serás como yo, pero tendrás mi fuerza y mi resistencia y podrás caminar bajo el sol.

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21/12/2010, 22:10
Javier de Balaguer

Fray Javier t6e mira por un momento con extrañeza. El sabía lo que eres, o por lo menos creía seberlo, y no se sentía asustado por ellos. No obstante, el se persigna y te dice:

- Aceptaré la comunión de vuestra sangre como si fuera la misma de Nuestro Señor, hermano Bernardo.

Y con delicadeza sella tu herida con los labios y comienza a beber. Sabes que lo que haces es por una misión que Dios te encomendó, pero hay algo lujurioso en ese acto que no puedes evitar sentir.

Después de un rato debes quitarle bruscamente tu mano al hermano Javier, ya que parecía que no se cansaría de beber. Cuando lo haces, se te queda mirando con los ojos llenos de lagrimas y te dice:

- Esto es sublime, hermano Bernardo.

Entonces cae de ridillas y se abraza de ti.

- Siento como si en mi alma ardiera un nuevo fuego... es imposible describir exactamente con palabras esto.

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24/12/2010, 18:01
Fray Bernardo

 Bernardo se sintió incómodo al hacer análisis de sus impresiones durante aquel acto. Había logrado desterrar sus ansias de carne en la no vida, pero aún así de vez en cuando le asaltaban sus antiguos fantasmas. Tal era el caso. Ver a Javier con los labios enrojecidos y las pupilas dilatadas provocó en el fraile un agudo dolor que sólo consiguió acallar apretándose las uñas contra la palma de la mano.

-Lo sé. Es el don de Dios. Pero no debemos olvidar, Javier, que aunque todo lo que vemos es obra de Dios, el diablo tiene el poder de utilizarlo en nuestra contra muchas veces, por abuso o por carencia. Sigue los designios del Señor y recibirás de nuevo mi comunión.

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28/12/2010, 00:23
Javier de Balaguer

Fray Javier asiente frente a lo que le has dicho con una sumisión que va más allá de todo tipo de obediencia mandada por los botos de San Benito. Además, había una devoción tan plena en los ojos de Javier que por un momento te maravillaste de que alguien sintiera un amor tan intenso y puro por ti. No obstante, había que preocuparse de los detalles más terrenales del viaje y, en ese momento, el novicio demostró que era la mejor elección que podías haber hecho:

- Querido hermano, si hemos de viajar a Barcelona debemos tener cuidado para que vos no corrais riesgos. En los establos tenemos un carromato que se usa para ir de compras al pueblo cercano, pero no creo que los hermanos tengan problemas para presindir de él por un tiempo. Si viajamos en él podríamos ir sin parar ni de día ni de noche, pues tú podrías dormir en su interior y a salvo de la luz del sol. Si deseamos más seguridad, podríamos llevar una caja llena de paja en la cual os encontrarías cómodo.

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28/12/2010, 13:31
Fray Bernardo

Bernardo suspiró. No necesitaba respirar, pero en ocasiones se sorprendía a sí mismo haciéndolo por pura imitación. Estar tan cerca de su rebaño le reportaba extrañas manías. Pero el motivo del suspiro no era otro que el temor a sufrir el daño que producía el sol. En sus primeros días había tratado de resistir en lo posible el sueño que lo aturdía al amanecer, en un intento de volver a contemplar el sol. Pero tan pronto sus rayos alcanzaban su carne, un humillo y un chisporroteo surgían de ella, como del cochino puesto sobre el fuego, y el fraile se vio obligado a retirarse mientras aullaba de dolor. Recordarlo casi le producía escozor, y desde luego que no deseaba repetirlo. Sin embargo, no deseaba atraer la atención de nadie si paraban en una posada y dormía todo el día en su habitación con las ventanas tapiadas. Iba a tener que confiar en el novicio. No por nada lo había escogido a él.

Asintió, pero puso sus condiciones:

-Cuando viajemos de día tú llevarás el carro, pero a la hora del atardecer cambiaremos el sitio. No quiero que te fatigues en exceso. Ah, y esa caja... Hay que forrarla con algo para asegurarnos de que no se cuele el sol ni por una rendija, porque es en extremo doloroso.

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30/12/2010, 00:36
Director

Javier parece feliz de rtu desición y pone manos a la obra. Mientras tu pre4paras las pocas pertenecias que posees como monje, el novicio ya tiene esperando en el patio del monasterio el carromato con una caja llena de paja y cuyas rendijas han sido selladas con brea. Perfecta para que duermas durante el día.

Las cossas están saliendo mucho más rápido de lo que esperabas, pues antes de que amanezca ya podrás estar en camino a Barcelona sin nigún problema.

Notas de juego

Tú decides que llevarás en tu equipaje. Seguimos en la escena "La balada de un Loco".