Partida Rol por web

La afluencia del Barril Borracho era la de siempre, el ambiente también y ni que decir de la comida y las bebidas. Cualquiera diría que no había nada de raro, pero si lo había; la cara de los nueve que están en la barra, que enfretaba la desconfianza y el desconcierto con la valentía y la determinación. Singular combinación.

El discurso del anciano de la barba luenga y enmarañada fue el causal de todo. Cualquiera lo tomaría como chiflado, y lo normal era eso, pero de alguna manera, ese “chiflado” consiguió algo para nada desdeñable; llenar de valor a un variopinto grupo que apenas algunas cosas tenían en común. ¡Nadie podría negar que la voz de ese anciano era bien persuasiva!

Harto de ver a unos clientes así, Tom el Alto, un humano de cabellos rubicundos y panza de cervecero, que el sobrenombre de “Alto” no lo tenía  de casualidad, se dirigía hacia ellos con el paso tambaleando debido a que estaba equilibrando copas vacías con platos sucios. All llegar a ellos y del otro lado de la barra,y dejando reposar el montículo, levanta la voz y dice:

—¡Piesredondos Romard, te traje más trabajo! —grita Tom al cocinero que también hace las veces de limpiador, el cual era un hobbit viejón— Ahora sí, ustedes —dice digiendo la voz a los de la barra—, ¿qué diantres os pasa? ¡Tal parece que acabáis de ver a un mago! Levantad esos rostros y pedid una cerveza y algo de puerco asado, creánme, os hará sentir mejor —después de fruncir el ceño, probablemente debido que ha estado pensado en algo, Tom el Alto dice todo entusiasmado— ¡Por supuesto! ¿como no lo advertí antes? Ese viejín de la barba larga os ha dicho algo. Mi recomendación es que no le hagáis caso, solo es alguien que hace nosequé con los fuegos artificiales y que tiene el cerebro algo seco.

Y sin dar tiempo para una respuesta, Tom fue junto a otros clientes.

Me dirijo hacia Agonar a quien conozco ya que somos compañeros y le digo:

- Al Orthanc habrá que ir, pero no sin el estómago vacío y sin provisiones- me giro hacia el camarero y pido una, digo dos cervezas y dos raciones de comida de queso con pan.

Artamir levanta un poco la mirada.. Cantinero, traedme diez cervezas. Yo invito esta ronda. Empezando a dirigir la mirada a las ocho personas que lo acompañaron mientras que el viejo de barba luenga y enmarañada les hablo. Hola, no nos hemos presentado correctamente. Me llamo Artamir. Parece que todos seremos compañeros en esta aventura. Alguien tiene un poco más de información de la que se nos proporciono? Se observaba que era un grupo muy variado, tanto en razas como en clases.

-No me gusta la compañía de otra gente que no sea de mi raza, pero Saruman es un mal mayor según cuenta la gente. El mago dijo que se tenía que ir que tenía otros compromisos con hobbits, ents ..., tú pareces un hobbit-dirigiéndome a Narsed- sabes algo que nos pudiera interesar antes de partir. Yo me llamo Eradan.

-Tabernero, que sean 10 las raciones de queso y pan.

 El medio eIfo que estaba sentado al lado del silvano con arco frunció el ceño.

- Ya que compartiré cerveza y comida con todos vosotros estaría muy bien presentarme. Mi nombre es Bergess, este es mi compañero de viaje Beledur.

Mientras hace su presentación, piensa en si las historias le pueden ofrecer algo más de conocimiento.

Había permanecido en silencio, con la mirada perdida como sopesando las palabras que nos acababan de llegar.
Sin embargo tras el grito de Tom el tabernero, el hobbit volvió de su ensimismamiento y levantó la cabeza a la par que una profunda sonrisa y alegría volvió a su rostro.

Tras las palabras de invitación de Aramir y Eradan, la sonrisa del pequeño hobbit era hasta casi tan grande como él mismo y su felicidad era tan grande como el puente del Brandivino.

Pues si ya tenemos pan, queso y cerveza, no me quedaré yo tampoco corto con estos compañeros tan generosos. Comenta el pequeño Hobbit con simpatía y mientras coge su bolsita con monedas para observarla. ¡¡¡ROMARD!!! ¡¡¡AMIGO MÍO!! Grita con su voz estridente. TRAENOS TAMBIÉN DIEZ... Y tras permanecer varios segundos callado moviendo sus pequeños dedos en la bolsa para tantearla, baja el tono de voz drásticamente Traenos también un par de manzanas y un cuchillo para cortarlas.

Rápidamente se gira hacia Eradan. Hola Eradan, mi nombre es Nasred. Intenta alargarle la mano para estrecharsela, pero rápidamente comprueba que sus pequeñas dimensiones le impiden llegar hasta el humano, y para no quedar en ridiculo aprovecha su movimiento para levantarse en el taburete y dirigirse a todos. Y ¡soy el mejor explorador que se puede contratar en esta región! Y sobre sus asuntos con Hobbits, siento decirlo que no tengo la menor idea, pero gracias a todos los contactos que tengo en esta ciudad, estoy seguro que pronto me enteraré.

Poco sabía Berguess sobre el Orthanc; sabía que estaba en el medio de Isengard y por ende cerca del Bosque Fangorn, y que fue erigida por los dunedáin hacia el final de la Segunda Edad del Sol para proteger el Paso de Rohan, apenas eso. Ademas había escuchado rumores que el Fangorn se estaba deforestando indiscriminadamente por Isengard, otro rumor que había escuchado es que sus “hombres” (a falta de otro nombre) habían empezado a domesticar huargos. Pero eran solo rumores, y Berguess los trataba como tal.

Entre las conversaciones de sus compañeros, Bergess alzó la cabeza y comentó

- Puede que no nos sirvan de mucho los rumores que se oyen por ahí. Hace poco tiempo, escuche una conversación, por casualidad, en la que comentaban que el bosque en los aledaños de Isengard está siendo deforestado indiscriminadamente, y algo que no puedo llegar a calificar de peor o mejor, pero si igual de alarmante, los hombres que habitan la fortaleza están comenzando a domesticar huargos. Todo esto son rumores, pero después de escuchar semejante proposición de aventura puede que encontremos algo de verdad en estás historias para no dormir.

Lo observa a Tom el alto. Cantinero, por favor necesitamos una mesa para 9, acá no podemos hablar de los temas por el cual nos han reunido. Llevad todo a esa mesa y que nadie nos moleste. Para que apresure el tramite le dejo 3 monedas de plata. 
Mirando a las personas que están a su lado Necesitamos un lugar mas tranquilo para hablar y organizarnos bien, para nuestra pronta partida, como dijo el viejo.

—¡Pero si es Nasred! ¿cómo está el mejor explorador hobbit que conozco? —saludo amigablemente Nasred desde de la cocina, donde cocina a la vez que limpia.— ¡Enseguida marchan la cerveza, el pan, el queso y las manzanas! Disfrutad del Barril Borracho, la mejor taberna de toda Bree.

—Claro que sí, amigo —responde Tom el Alto al pedido de Artamir— ¡Así que decidistéis hacer caso a lo que os dijo el viejín!, no digáis que no os advertí cuando caigáis en la cuenta que no se debe hacer caso a gente extraña, y mucho menos si  estos tiene las agallas para dejarse crecer la barba así jajajajaj —ríe de su propio y chiste y al ver que Artamir hace ademán de darle unas tres monedas de plata como un tipo de soborno, le susurra— Aquí las cosas no funcionan de esta forma, es uno de los diferenciativos del Barril Borracho; el mejor servicio a todos, sin necesidad de monedas innecesarias como garantía de eso.

Dirige a todos hacia una mesa espaciosa, en donde almenos podrían entrar unas 12 o 15 personas y la arruma ligeramente. Una vez todos están sentados se despide con una sonrisa.

-Creo que no es casualidad que nos eligiera a todos nosotros. No obstante creo que compartiréis mi idea de que aquí muchos oídos poco amigables podría haber. Mi casa no está muy lejos de aquí así que podríamos ir a hablar allí. A su servicio Narsed - Y hago una reverencia poco típica de mi.

Sr Tom, esto no es un soborno ni nada por el estilo. Solamente es un gesto de amabilidad por el servicio, tómelo como una propina a sus servicios. Los mira a los demás allí presentes. Acá podemos hablar con mas tranquilidad, comer y beber también. Ahora quien quiere arrancar con este asunto?

Bergess se dirige a Beledur, su compañero de viaje desde Lothlorien y en susurros, mientras todos se sientan en la mesa, le comenta:

- Si es cierto que el bosque de Fangorn sufre una terrible deforestación, es un tema muy grave, puede que nos encontremos a grupos de los nuestros investigándolo.

Mientras todos se van sentando en la mesa, Bergess acerca su boca al oído de Beledur, y musita unas palabras a su compañero elfo.

Hago lo mismo que Bergess con Agonar

Gente de fiar si, pero no desveles mis secretos por favor te lo pido Agonar

¡¡Que grande eres Romard!! Grita Nasred hacia la cocina con una sonrisa. ¿Le habéis escuchado? ¡¡El mejor explorador hobbit que conoce!! Repite orgulloso con el pecho hinchado. Ante los movimientos de sus compañeros hacia la mesa, el hobbit observa el suelo y con una tremenda cabriola se baja del taburete, se nota que lo hace bastante a menudo.
Se dirige a la mesa y mientras sus compañeros toman asiento y comienzan a hablar, el pequeño hobbit se arrima lo máximo posible a la mesa y extiende sus brazos remangándose su roida camisa, sin quitar la vista a la cocina y al camarero.
Impacientandose, dice a los presentes sin desviar la mirada: Yo puedo guiaros sin problemas por esta zona y mis servicios no son nada altos. Dice como quitándole importancia. De la manera que prefiráis si sois nuevos por aquí. Podemos hacer turismo por las cuevas más bonitas y románticas, mientras mira de forma picaresca y rápida a Eradan y Agonar y a Bergess y Beledur hacer el camino más corto y rápido, o incluso el camino más silencioso mientras se lleva el dedo indice a la boca en señal de silencio de manera que nadie sepa que alguna vez nos movimos por estas tierras. Desgraciadamente si quereis ir hasta donde habeis dicho, al segundo o tercer día estaré igual de desorientado que vosotros.

Maldito Romard... No serás tú el cocinero hobbit más rápido que conozco. Susurra levemente y acaba mirando a sus compañeros en la mesa. Pero, ¿a alguién le han dicho cual va a ser la recompensa? Porque habrá una recompensa por hacer de mensajero del anciano ¿no?