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El Siniestro Secreto de Marjal Salino - La Casa Encantada

4 - Explorando la Casa Encantada

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07/12/2020, 11:24
Narrador

Os despedisteis de vuestros compañeros de aventura quienes, con el pretexto de esperar al cazador, se iban a correr una buena juerga con Perico Gamuza. Más responsables, decidisteis ir avanzando la exploración de la Casa Encantada. Salisteis de Marjal Salino por la puerta norte y tomasteis el camino que se dirigía hacia la mina que los enanos habían abierto recientemente.

El pantano boscoso se extendía a un lado del sendero como una serpiente lánguida. El musgo verde y pálido colgaba, pesado, sobre los cipreses, y atisbasteis un mapache y alguna zarigüeya trepando por entre las ramas. El aire era húmedo y bochornoso, y el horizonte estaba cubierto de una niebla gris como una mortaja. Los insectos os zumbaban en el oído. Las pocas personas que debían desplazarse por el pantano solían utilizar balsas de madera para navegar a través de las fétidas aguas, vigilando por la aparición de caimanes y otras amenazas sobrenaturales. 

Una hora y media después de haber abandonado Marjal Salino divisasteis la casa de la que os habían hablado. Era un edificio decrépito en lo alto de una colina. 

La casa tenía dos plantas y estaba construida en piedra marrón y vidrio esmerilado. Tenía balcones de hierro forjado, y las ventanas tenían dibujos de dudoso gusto como serpientes y esqueletos bailando. A su alrededor, delimitando la finca, había un muro de ladrillo que se había derrumbado en muchos lugares dejando al descubierto el terreno interior. Una puerta de metal ornamentada yacía abierta al final del camino que conducía a la casa, chirriando al balancearse ligeramente con la brisa cargada de salitre. La flora silvestre crecía en todo el patio interior, pero el paso del tiempo no podía ocultar la evidencia de un jardín bien cuidado que una vez estuvo aquí. Cerca de la casa, había un pozo de agua sobre la hierba alta con una tapa de madera podrida. 

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07/12/2020, 22:50
Oona

El que más habló durante el camino a la Casa Encantada fue Gary. Volaba cerca de Hellas y le prguntaba por su vida, interesado en saberlo todo sobre ella, porque de Oona ya lo sabía todo y lo que más le gustaba al dragón era conversar con las personas. Por su parte, la genasí avanzó en silencio casi todo el viaje, sumida en negros pensamientos, fastidiada por estar haciendo aquello sola, agradeciendo la compañía de la muchacha sin expresarlo en voz alta y rumiando sobre su sentido de la responsabilidad.

Imaginaba por un momento que la investigación en la taberna, con la presencia de Perico Gamuza (del que no tenía nada en contra), se desfasaba y acababa en una juerga monumental. ¿Con qué cara se presentaba ella ante el capitán Fireborn para decirle, borrachos todos y con una resaca de mil demonios, que estaban investigando? Sentiría demasiada vergüenza ajena y respetaba demasiado al capitán como para recibir una de sus miradas de decepción. Casualidad o no, mientras pensaba en el capitán, se tropezó con una piedra del caminó y estuvo a punto de caerse. Fastidiada con la distracción, continuó hacia la Casa Encantada en silencio, aunque si Hellas le preguntaba algo, ella respondía por cortesía.

Cuando llegaron al sitio, Oona se dedicó a estudiar la zona para, primero, buscar posibles entradas. Le interesaba la que usaba el servicio de la casa, no la puerta principal, porque sería más discreto. Una mansión de ese tipo tenía que tener dependencias para la servidumbre, de modo que tras un vistazo, encontró lo que buscaba junto al pozo. Miró a su compañera.

-Deberíamos entrar por aquí. O podemos dar otra vuelta y mirar por las ventanas. Lo que prefieras hacer, no te obligaré a nada, si quieres quedarte fuera puedo echar un vistazo rápido. No quiero encontrarme con el maestro Dumballah ahí dentro.

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12/12/2020, 13:36
Hellas Blauerwels

Hellas respondió a la conversación con Gary hablándole de su cotidiana vida. Su antiguo trabajo en la taberna, su trabajo en la peletería de Kester, Hauser... Incluso les habló del episodio de los pescadores secuestrados por los piratas de Nelanther. Eran muy pocos los que sabían esa historia, pero teniendo en cuenta que Oona ya sabía de sus habilidades especiales, no tenía ningún motivo para ocultarlo.

—La verdad es que es digno de una cuento de terror, ¿verdad?—dijo Hellas al ver la casa en la lejanía poniendo los brazos en jarra.

La verdad es que con sólo verla se le ponían los pelos de punta, pero no estaba dispuesto a reconocerlo. Además, no es como si estuviera indefensa. Ya había sido capaces de enfrentarse a piratas y ganar. Esto... bueno, no tenía nada que ver con los piratas, pero seguro que podía afrontarlo.

¿Qué piensas Oona?—preguntó mientras se acercaban— ¿Los piratas la han convertido en un refugio o el fantasma de Dumballah sigue haciendo de las suyas? Teniendo en cuenta como murió Helvenya, pensaría en algo más mundano, ¿no crees?

Y finalmente allí estaban. Hellas comenzó a examinar el exterior de la casa con detenimiento.

—No te preocupes por mí—dijo asomándose con cautela al pozo—. Por  mí no hay problemas en entrar. Para eso hemos venido. Echemos un vistazo al menos a las estancias principales hasta que lleguen Aranna y Colibrí.

- Tiradas (1)
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12/12/2020, 14:19
Comadreja

Os colasteis en la casa por entre las desmoronadas lindes de la finca, pasando por encima de los abanicos de ladrillo que el tiempo había arrojado sobre las malas hierbas que habían crecido en el otrora cuidado jardín. Un desagradable viento cargado de humedad os golpeó en la cara mientras cruzabais la maleza cuidadosamente, acercándoos a la entrada lateral de la vivienda. Oona se preparó para examinar cautelosamente el pozo en busca de cadáveres o restos, pero Hellas fue más directa: apartó la tapa de madera podrida de un empellón y atisbó el interior. La superheroína no vio absolutamente nada, por supuesto, puesto que el fondo del pozo estaba oscuro como la boca de un lobo.

Entonces escucharon un susurro entre las hierbas altas al moverse. De entre las malas hierbas brotaron, rápidas, cuatro comadrejas escurridizas y voraces. Sus ojos eran brillantes y astutos, y chillaban y os enseñaban los dientes lanzando mordiscos al aire.

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13/12/2020, 01:05
Oona

Gary alzó el vuelo en cuanto las comadrejas aparecieron, demasiado asustado por ellas, mientras Oona las miraba con extrañeza. ¿Qué mosca les había picado? Odiaba a los animales terrestres, eran demasiado escandalosos.

-Pienso que deberíamos estar todos en esta Casa y no solo nosotras dos, como idiotas -gruñó mientras cogía un grillo que encontró por el suelo y lo lanzaba contra las comadrejas-. Odpieprz sie -masculló.

Notas de juego

Dormir sobre las comadrejas, TS Vol CD 16

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13/12/2020, 01:13
Comadreja

La magia de Oona descendió sobre aquellas criaturas. Dos de ellas se durmieron en el acto. Las otras dos estuvieron demasiado asustadas, al ser recorridas por magia hostil, para pensar en atacar. Dieron media vuelta y pusieron pies en polvorosa dirigiéndose a su madriguera.

- Tiradas (4)
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13/12/2020, 01:19
Oona

Oona comprobó que las pequeñas criaturas estuviesen bien dormidas y luego se desentendió de ellas. Pensó que a lo mejor con haberles tirado un poco de comida habría sido más que suficiente y que se había extralimitado lanzando un conjuro sobre ellas. Pero en, no quería que Aranna llegara y viera que habían atacado a las chillonas criaturas que, a lo mejor, solo estaban defendiendo su madriguera.

Se aproximó a la puerta, se ajustó los guantes y se dedicó a inspeccionarla palmo a palmo en busca de posibles trampas.

Notas de juego

Oona elige 20 en Buscar para encontrar algún tipo de trampa. Total 30

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13/12/2020, 15:52
Hellas Blauerwels

—Buen trabajofelicitó Hellas a Oona tras dormir a los animales—. Esperemos que al menos consigan sacarle algo a Anderhoff. Así me sentiré menos idiota.

La joven comenzó a exminar también la puerta buscando cualquier cosa que pudiera llamarle la atención. Como un mecanismo secreto o quién sabe, una trampa.

Dado que tiene más bono que yo, le doy un +2 a Oona.

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13/12/2020, 16:33
Narrador

No había ninguna trampa para incautos esperándoos, de modo que Oona puso su mano enguantada en el pomo de la puerta y trató de abrirla. Estaba un poco atascada porque la humedad había dilatado la madera, pero no cerrada con llave, de modo que se abrió con un empellón.

Las bisagras de la puerta chirriaron quedamente al abrirse. Les recibió la penumbra de un pasillo de madera polvoriento, que giraba hacia la izquierda justo delante de una puerta cerrada. A ambos costados del pasillo, en el suelo, había un montón de velas apagadas de distintos tamaños y cubiertas de telarañas.

Vosotras estáis en el icono de Scooby Doo. La flecha que apunta hacia arriba es una puerta. La flecha hacia abajo es el pasillo por el que continuar.

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13/12/2020, 21:01
Hellas Blauerwels

Hellas entró con determinación en la casa por delante de Oona. No es que ella fuera de las que habitualmente se exponían de frente de cara al enemigo. Si tenía que pelear, lo suyo era hacerlo a distancia, pero después de que la genasí se hubiera encargado de las comadreas era lo mínimo que podía hacer. La joven tenía un alto sentido del compañerismo.

—Si las cosas se ponen feas. Lárgate—le dijo a Oona intentando ocultar el miedo que sentía.

La joven no puedo evitar pensar en Hauser. ¿Y si le pasaba algo? Sabía que Tata se encargaría de él, pero ella quería para su hijo algo mejor que la dura vida de pescador. Era un trabajo honesto, pero demasiado castigado.

Le tendría que haber exigido a Anders que se encargase de él si me pasaba algo antes de aceptar este trabajo.

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13/12/2020, 22:30
Narrador

Tras una frase dramática que nadie se creyó demasiado, Hellas abrió camino y se internó en el interior de la casa. Los tablones de madera del suelo gimieron bajo sus botas. Una cucaracha se escurrió por el rincón y agitó sus antenas. Las dos intrépidas aventureras doblaron el recodo y encontraron que el pasillo seguía hacia el sur, abriéndose en un gran recibidor que debía conectarse con la entrada principal de la casa. A cada lado del pasillo había sendas puertas, ambas cerradas.

El vestíbulo estaba sucio y mohoso. Las paredes estaban desnudas a excepción de un trío de máscaras demoníacas ahusadas, emplumadas y descoloridas alineadas en el muro occidental. Había trozos de muebles rotos esparcidos por el suelo, y más velas apagadas, mucho más grandes que las que visteis en la entrada lateral de la casa. Una escalera desvencijada, con algunos peldaños rotos, subía al siguiente piso y daba a una balconada que dominaba la estancia en el muro oriental de la habitación.

 

Haced una tirada de Percepción CD 18.

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13/12/2020, 23:09
Oona

Oona observó el pasillo. Luego observó las puertas que habían dejado atrás. Volvió a mirar el rellano y lanzó un bufido. No se sentía muy cómoda explorando la casa. No es que le diera miedo, nada de eso. Es que allí había sido capturada una mujer y su hermano, expertos exorcizadores, y ellas eran también dos. Y, la verdad, no le apetecía ser capturada y vendida como esclava. Sí, habían peleado contra peligrosos piratas, pero siempre en grupo. Nunca solos.

-Pues yo creo que por ahí está la cocina -comentóen voz baja señalando la puerta del fondo que habían ignorado antes-. Porque subir por las escaleras puede ser peligroso. ¿No te parece?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Percepción 10, no veo na.

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14/12/2020, 21:17
Hellas Blauerwels

Exploremos de momento esta plantale respondió Hellas. ¿Cómo prefieres abrir la puerta? ¿Con cuidado? ¿O le damos una patada?

La joven no tenía muy claro como quería hacerlo. Por un lado darle una patada implicaría relevar su posición con los peligros que eso podía atraer. Pero por otro lado si algo o alguien tenía interés en ellas después de hacer ruido, podrían afrontarlo... o huir. Aunque eso de momento no estaba dispuesta a reconocerlo.

- Tiradas (1)
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14/12/2020, 22:50
Narrador

Oona decidió abrir la puerta con sumo cuidado, y no dando una patada. Nada podía hacer sonreír a Oona, pues era fría como un pez, pero descubrir que estaba en lo cierto casi lo consiguió. Aquello era, efectivamente una cocina.

La cocina estaba sucia y húmeda, con manchas de moho gris y telarañas en el suelo, las paredes y el techo. En la esquina suroeste había algunos utensilios de cocina de hierro oxidado. Junto a él, debajo de la ventana, había un fregadero de piedra agrietado y descolorido. A la derecha del fregadero, un pequeño armario de madera cerrado se fijaba a la pared a un metro y medio del suelo. Contra la pared del fondo, un tramo de escaleras de madera conducía al piso de arriba; estaba deteriorada y faltaban algunos peldaños. En la puerta oriental había una nueva puerta.

 

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14/12/2020, 23:13
Oona

Efectivamente, eso era la cocina. Gary se puso a volar por la sala y Oona echó un vistazo antes de avanzar y seguir inspeccionando el lugar. Observó con curiosidad el armario cerrado, cuando todo lo demás estaba hecho un desastre, y al abrirlo se sintió decepcionada al encontrarlo vacío.

-Creo que dejaremos el sótano para luego -le dijo a Hellas, señalando las escaleras que descendían-. Vamos a mirar un poco más por aquí.

Dicho aquello, se dirigió a la puerta, que ella suponía era la despensa.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Oona elige 20 en Buscar, para un total de 30.

Ini 17.

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14/12/2020, 23:22
Hellas Blauerwels

Hellas había apretado los puños invocando el extraño poder que fluía por sus venas mientras Oona abría la puerta. Por suerte no habia nada. A continuación examinó concienzudamente junto a la genasí la cocina buscando algo que llamara la atención. Pero  sólo era una cocina vieja y abandonada. 

Entonces su compañera se acercó a la despensa para abrirla con la misma iniciativa.

Maldita sea, no puedo dejar que sea ella la única que se exponga—se recriminó sí misma.

Lo cierto era que en estos temas Hellas estaba muy verde, Oona se movía con seguridad de un lado a otro como si estuviera preparada para cualquier cosa. Seguramente podía aprender unas cuántas cosas más de ella. También lo habría hecho de Aranna y Colibrí, pero ellos parecían más interesados en otros menesteres.

Aquí vamos, mejorando con cada tirada la anterior.

- Tiradas (1)
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15/12/2020, 10:19
Ciempiés monstruoso

Cuatro ciempiés gigantes anidaban en el suelo, bajo el fregadero. Iban y venían entre su nido y la casa utilizando un agujero en el suelo de la cocina. Al sentir vuestra presencia, los ciempiés se deslizaron por el desagüe y desbordaron el fregadero. Cayeron al suelo y se arrastraron en vuestra dirección, chasqueando las mandíbulas.

¡Turno de Oona!

(17) Oona: 18/18

(16) Ciempiés monstruosos: ilesos

(5) Hellas: 15/15

- Tiradas (1)
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15/12/2020, 10:52
Oona

Oona puso los ojos en blanco y se aproximó hacia las alimañas para pisarlas con el tacón de la bota. Pero aquellas escurridizas criaturas esquivaron con habilidad cualquier ataque de la genasí.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ataque natural con el pie, fallo xD

Vamos a morir, ninguno de mis conjuros afecta a estos bichejos :3

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15/12/2020, 11:07
Ciempiés monstruoso

Los ciempiés esquivaron las furiosas botas de Oona y se le subieron las piernas, trepando con rapidez y lanzándole dentelladas en los muslos y las pantorrillas. Oona tuvo ganas de gritar mientras trataba de quitarse de encima a aquellas repugnantes y resbaladizas criaturas.

Los ciempiés monstruosos entran en la casilla de Oona provocando un ataque de oportunidad que Oona falla. Ataque: 14 (fracaso), 20 (éxito), 16 (éxito), 17 (éxito). Daño: 3. Oona tiene que hacer 3 TS Fortaleza contra 10 o sufrir 1 punto de daño a Destreza por cada TS fallada.

¡Turno de Hellas!

(17) Oona: 15/18 (pendiente de 3 TS Fort)

(16) Ciempiés monstruosos: ilesos

(5) Hellas: 15/15

- Tiradas (4)
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15/12/2020, 21:19
Hellas Blauerwels

Hellas sintió una gran repugnancia cuando vio salir a los ciempiés, pero esta se esfumó cuando vio a Oona tan decidida a pisar a los insectos. Por desgracia para la genasí, esta no atino y encima éstos comenzaron a enroscarse entorno a ella y morderla. Entonces la no-aventurera tuvo una idea.

Ya sabía que algún día lo usaría.

—¡Oona! ¡Sal de ahí!—dijo mientras sacaba del cinturón una botella de color verdoso.

En cuanto su compañera se hubo apartado, la joven arrojó con todas sus fuerzas la botella al suelo, allí donde se encontraban los ciempiés.

Acción de movimiento: Hellas saca el frasco de fuego de alquimista.
Acción estándar: Hellas lanza la botella contra la casilla en la que están los ciempiés.

- Tiradas (1)