Partida Rol por web

En realidad ¿de dónde habrá salido este curioso personaje? Desde las arenas, parece que ha venido, y busca el conocimiento de manera insistente. Es por ello que Akbar, en alguno de los conciliábulos mantenidos en la sombra de alguna taberna, llegó a la conclusión de que Bel-Shanaar y su amo sacarían provecho el uno del otro ¿y, por qué no, también el fiel Akbar?

—Acerca de esas ruinas del interior de la ciudad te mantendré informado en cuanto confirme mis fuentes, bastante esquivas y no siempre fiables —dice el esclavo entre susurros, recordando nuestro primer encuentro casual — Pero ahora también mencionas unas misteriosas tablillas— continúa hablando casi al oído de Bel-shannar, en una estancia sombría y fresca, mientras beben discretamente en un reencuentro largamente esperado — pues quién sabe. Si algo de eso figura entre las posesiones de mi señor, quizá él mismo en persona estaría dispuesto a desvelarlo. No te ofendas, pero eres un forastero y tendrás que ganarte la confianza de un nacido en Kish, lo cual no es fácil — sonríe, tratando de aplacar cualquier amago de incomodidad

—Cuando llegue el momento, arreglaré un encuentro, si a él le parece bien. No te preocupes, seguro que mi señor y tú os entenderéis a la perfección. Yo no soy más que un humilde esclavo. - añade con un aire de misterio en su semblante.

El lugar está a media oscura. Los pocos Wardu, apenas superan media docena, parecen escuchar al Wardu albino con atención.
- He tenido una visión, una visión de unas ruinas - comenta Ibraham dirigiéndose a sus oyentes con aire de solemnidad - sé que Ishtar algo me quiere decir, si pudiera adivinar donde se ubica ese lugar...seguro que nuestro destino está unido a ese lugar.

Ese lugar...con los brazos cruzados escuchas a ese profeta. Seguro que ese famoso erudito historiador, Burna-Buriash sabe algo de ese lugar. Quién sabe, puede que ese albino tenga razón y la antigua Annunaki se esté comunicando con él para destituir a esos dioses profanos venidos de las estrellas a los que adoran los Awilu. Enmerkar acaricia el filo de su arma. Su amo buscaba gloria y destacar para hacerse merecedor de su familia, quizás ese lugar puede ser un punto de partida donde los Wardu liberados y su amo puedan hacer historia y volver a reescribir la historia de Akad. El guardia Wardu reflexionaba todas estas cosas.

Burna volvió a levantarse tras su repetido sueño, entonces cayó en la cuenta. Sé donde he visto esa ruina. Se levantó y fue a su biblioteca. Buscó entre sus libros y encontró las tablillas que buscaba, allí estaban aquellas ruinas.

- Una visión - Kadashan se meció la barba rizada - un lugar secreto donde los Wardu comenzar una nueva vida.
El noble se paseó por su estancia algo inquieto.
- Conquistar ese lugar y crear un nuevo Imperio - comenta en voz baja - ese sí que sería un hecho para rubricar mi nombre. - ríe nerviosamente - yo comandando un ejército de nuevos Wardu con la promesa de libertad creando un nuevo imperio rivalizando con el propio Sargón...Ese profeta puede ser una pieza importante

- Si Kadashman, el tal Burna-Buriash parece ser un humano con muchos conocimientos, tal vez un brujo, debemos ir con cuidado con él. Y él conoce el lugar del que habla es tal Ibraam el blanco.

Sonrio afablemente ante Akbar que tantas veces me había servido bien, a pesar de que debería ser suspicaz con el Muskhenu (Al fin al cabo, su fidelidad más inmediata es consigo mismo y con su amo) No puedo dejar que me caiga bien y le digo:- Por supuesto y estare ansioso de conocer a quien te tiene como sirviente, pues nunca me has hablado mal de él. Conociendote es sintoma de respeto que no de miedo.- Tras beber un trago de mi vaso, no puedo más que felicitar al posadero, que ha conseguido que me olvide de que no hay nada peor que el pis de camello... Por lo menos la visión de la Muskhenu que lo ha servido es grata, por lo que decido dejar de lado la bebida y reanudo la conversación:- Se que soy un extranjero, aqui y en todos lados, incluso en mi ciudad natal me miran con suspicacia, pero te aseguro que saldras gratificado tanto tú como tu amo de mi investigación.-

Si... es probable. Pero nadie mejor que yo sabe que un Awilu por encima de todo adora al poder. Y el poder verdadero lo otorgan los demás. Burna-Buriash quiere algo, y nos ganaremos su confianza acercándole a él a ése algo.

En... función del transcurrir de las cosas, ya veremos que hago con él en el futuro. Por el momento, hacerle pensar que somos sus amigos... e incluso seguidores... puede ser muy provechoso para mi causa.

Asi que lo primero es lo primero, vamos a hablar con él a ver qué tiene que decir. Vamos Enmerkar, hay que encontrarle cuanto antes.

Debo platicarles de mi visión, Tomó un poco de agua del cuenco simple en sus manos

Había ruinas... -paseo por el recinto, su mole blanca se movía de un lado al otro- las ruinas eran de piedra-arena color cobre.  La luz entraba como filtrada por pequeños huecos en el techo, luz de lado como sables de motas de polvo.  La voz de Ishtar cantaba en ellos.   

Sólo se oía el ligero ruido de las ropas de lino y su respirar pesado en lo que pausaba para recolectar su visión.   Había esfínges de barbas trenzadas, y de una de ellas venía una negación.  Peligro.

A un lado, -siguió- con un azadón en las manos, estaba parado Enlil mismo, sus pies como los nuestro.   De repente, con el sonar de una tormenta por llegar, sus manos rugosas me abrieron un camino en el muro, un túnel sombrío y húmedo. 

Avancé por este largo túnel, por lo que fueron horas y horas en el sueño y visión, y hacia el final vi brillar gotas de su sangre como rubíes cayendo del techo.  

Al caer cada una formaba una flor roja de hermosura indescriptible.  Todas diferentes.  

Una y otra y otra, hasta formar un campo extenso como la tierra entre ríos y bello como el rostro de Ishtar.

He meditado por días y esto es algo de lo que concluyo.  Esto es lo que se.

Como ustedes saben, somos creados usando gotas de la sangre de Enlil.  

Si supiéramos donde la tienen guardada los Awilú, ¡y la tomáramos para nosotros!, sonó su voz atronadora, ¡ tomaríamos nuestro destino en nuestras manos !

No seremos inocentes, sólo sería el principio.  Miren que los mushenku, nuestros semejantes en esclavitud y compañeros en el camino de Ishtar, tienen para si la capacidad de crear familias, de tener hijos, y aun no tienen libertad.  Son muchas las cadenas, pero para nosotros esta es la primera con la cual comenzar.

Pero del resto de la visión, no se.  No se que significa.  No se que me quiere decir Ishtar.  El lugar no lo conozco.  ¿Cómo saberlo?

Asiento con mi enorme cabeza astada:

- Seré su sombra amado Kadashman, como siempre.

Sigo a mi amigo y señor con mis armas a la espalda.

Me mantengo alerta por si alguien viene a molestarnos en la reunión, y pienso en las imágenes de que habla Ibraam y recapacito sobre la sangre de Enlil. Espero que todos se vayan para poder hablar a solas con Ibraam mientras lo acompaño a su hogar a descansar para que no le ocurra nada.

Parece que esa semana iba a ser muy activa. Burna aparta las tablillas asintiendo a su apreciado sirviente Akbar. Kadashman quería tener una entrevista con él. ¿Qué querría?. Volvió su atención a las tablillas, era un libro prohibido, si llegaba a oídos de la Ensi Ashlultum, la Gran Gudapshu, tendría un serio problema. Suerte en que podía confiar en Akbar, estaba seguro que daría su vida por él.

Tu nombre es Enmerkar, ¿verdad?   

Miro con cara de rabia al insolente Wardu blanco que me ha ignorado como si no existiese.

Maldito Wardu... para poder hablar con Enmerkar, ¡antes debes presentarte ante su amo que soy yo! Faltarle al respeto a un Awilu se castiga con latigazos...¡¿Quien es tu amo?! ¡Contesta!

Interpongo mi gran mano entre mis dos amigos y le digo a Kadashman:

- El es un espíritu libre, que habla con los dioses antiguos que piden paso a los que ahora mandan. No seas duro con él, es un profeta y como tal debe ser tratado. Nos ayudará en nuestro objetivo, en el tuyo y en el mío, así que trátalo como a un igual y te ayudará de manera más rápida.

Y los propios Awilús, como éste, -continuó como si Kadashman no hubiera hablado-  también son esclavos: esclavos de sus vicios, de su ambición, de sus prejuicios.  Para que ellos sean verdaderamente libres, ¡deberán permitirnos nuestra propia libertad![/B]

Aprecio a mi señor, pero debo de ser cuidadoso. No quiero que se me note mi propio interés en el extranjero, y además tampoco estoy seguro de sus motivaciones.

—Mi señor, Bel Shanaar se siente impaciente. Yo no me fiaría de él completamente hasta conocerlo bien (y quizá ni aun entonces), pero parece una persona a la que vos mismo deberíais juzgar. ¿Debo concertar una entrevista? ¿Lo haré venir a vuestra hacienda, para charlar en intimidad a salvo de oidos indiscretos? ¿o tal vez preferís verle el rostro en otro lugar de la ciudad, uno alejado de vuestro santuario personal? Conozco alguno de esos lugares, tabernas tranquilas en las que saciar la sed sin ser molestado.

Espero que Burnia no de por hecho que me tomo bastantes libertades.

—Aguardo vuestra respuesta, amo.

Mi fiel Akbar, teniendo un criado tan inteligente como tú no tengo que pensar en nada. Concierta una entrevista con Bel Shanaar en una de esas tabernas tan tranquilas que conoces.

Después de irse mi fiel criado guardo las tablillas en mi mesa en un cajón cerrado con llave, cuya llave se halla escondida detrás de un cuadro.

Tu también? Ésto es increible! Ésto me lo pagareis ambos... maldit... Hmff... hmmm... tranquili... tranquilidad... 

Mi situación actual es precaria y no debo actuar sin pensar. Enmerkar es mio... pero... no puedo arriesgarme para que exista la posibilidad de perderlo. Por ahora no tengo nada mas con qué protegerme eficientemente... y mi vida vale mas que las de muchos otros seres.

Les seguiré la corriente... por el momento.

Me quedo unos segundos mirandoles antes de contestar.

Veo que te importa mucho éste Wardu, Enmerkar. Está bien. Que hable.