Partida Rol por web

El Teatro de los Muertos

Capítulo II: Intermezzo

Cargando editor
30/03/2016, 00:48
Narración


Imagen original de Polyvore

Lord Chamberlain se encuentra sentado en el enorme sillón de terciopelo que parece haber sido construido para albergar sus desproporcionadas medidas. Han pasado casi tres días, en los que has practicado incesantemente junto a John y los mecánicos actores del dueño del lugar en lo que, según te dijo tu compañero, es la única sala del viejo cinema. Dicho espacio es bastante amplio, y en los momentos de descanso, has podido contar hasta mil lugares. Y aunque su reflexión del otro lado está llena de escombros, con sillas en mal estado o llanamente inexistentes, dejando solo las gradas peladas en madera y concreto, de éste lado has podido detallar admirar la enorme diferencia en términos del mobiliario: Desde sillas de un material rojo, cómodo y suave, hasta unas enormes cortinas oscuras que cubren el escenario, sin que haya rastros de la antigua pantalla. Reflectores, cuerdas y andamiaje existente sólo del lado de los Wraiths están ensamblados con cuidado, dándole un aire profesional a la compañía y arrojando un aire de realidad a todo el trabajo de las prácticas.

Sólo a uno de los ensayos había asistido el noble, quien había aplaudido emocionadamente. El resto del tiempo, según respondían sus sirvientes, se encontraba en su despacho atendiendo sus propios asuntos. Y ahora estabas allí, en aquel lugar junto a una de las salidas de la sala, en lo que parecía haber sido hace muchos años un café elegante para los intermedios de las proyecciones y ahora era más un salón adecuado según los deseos de Chamberlain. En la barra, en lugar de haber un escaparate con comida, vajilla o neveras, hay libros de varios tamaños y formas. Algunos de cubiertas gruesas que parecen haber visto años y años, maltrato y toda suerte de calamidades; mientras que otros tienen un aire novedoso, casi resplandecientes.

En el centro de la sala está el masivo sillón que sostiene el pesado cuerpo del lord. El suelo cuadriculado en blanco y negro está solo cubierto bajo el mueble y bajo él con una elegante alfombra roja. Una mesa a su derecha tiene un enorme candelabro de color bronce oscuro con una única vela que tiene en la punta un brillante y azulado cristal que refulge en toda la habitación. No hay rastro de sillas o mesas, en su lugar, armaduras de aspecto antiguo se alzan en algunos sitios, así como esculturas de varios tamaños. Hay al menos dos bustos de deidades griegas, una estatua en tamaño real que crees haberla vista en algún panfleto de algún museo famoso y otras dos de enormes animales en color negro y blanco. Las paredes están cubiertas con enormes pinturas del tipo que seguramente encontrarías en un museo también, y su posicionamiento bloquea el lugar, arrojando una oscuridad tan sólo interrumpida por la fuente de luz a la diestra de Chamberlain.

Todo el lugar huele a humedad y aunque esperas un silencio sepulcral, la verdad es que parece transmitir pequeñas y apenas audibles vibraciones desde ciertos lugares. Incluso el brillante cristal parece tener un silbido suave y tranquilizador mientras deja entrever a través de densas y espesas sombras, la figura de tu dueño.

Notas de juego

Has recuperado dos puntos de FdV por haber pasado dos noches.

Cargando editor
18/06/2016, 20:45
Lord Chamberlain

-Ah, querida Angelina- dice el robusto hombre al notar tu presencia y sonríe. Se remueve en su silla, redistribuyendo el peso de sus carnes. Hoy está vestido con una túnica roja con vetas doradas que parecen iluminarse al caerles el brillo de la lámpara. -Me han dicho mis estimados sirvientes que querías verme- añade el hombre. Está flanqueado por dos de los wraiths del personal. Los mecánicos guardias ataviados en el uniforme de trabajo y que John llama despectivamente "casi-drones".

John está tras de ti. Por instrucciones de Chamberlain, ninguno podía ser llevado a sus camerinos si no estaba el otro, razón por la cual, había terminado por asistir contigo a tu pequeña audiencia. Sin embargo, el lord no le dedicó ni una simple mirada. Desde la puerta, un tercer sirviente otea el lugar con su inexpresivo gesto.

-Da un paso, acércate niña- añade con voz gruesa e imperativa, esbozando una sonrisa filosa. -Soy todo oídos-

Cargando editor
19/06/2016, 14:54
Angie Doyle

Por mucha fuerza con que lo desease aquella pesadilla no dio paso a ningún despertar. Y las horas se convirtieron en días mientras los ensayos se sucedían. Al menos podía volcarme en la interpretación y así me sentía mejor. Eso y la presencia de mis dos nuevos amigos, una dentro de mi cabeza y el otro fuera, fue lo que me mantuvo en pie y poco a poco esa sensación desoladora fue atenuándose un poco en mi pecho, hasta que volví a sentirme más fuerte.

El cosquilleo en mi sien no desaparece nunca y me recuerda que sigo estando muerta. Y poco a poco he ido asumiendo que eso no va a cambiar. Así que aquí estoy ahora. A punto de pedirle al gordo que me deje ir a ver si encuentro alguno de mis grilletes, o como sea. Me he portado tan bien estos días que ni siquiera mi madre me reconocería, pero ahora... Ahora quiero buscar a Josh. Necesito saber que esa mirada que me dedicó realmente fue para mí.

El cristal azul que corona la vela atrae mi curiosidad por su funcionamiento, pero me da miedo preguntar y que la respuesta sea que ha sido forjado con el alma de un wraith como yo, así que en cuanto esa idea acude a mi mente, aparto la mirada de él y la pongo sobre el lord, esperando que me haga caso.

Doy un paso hacia delante cuando me invita a ello, pero antes de decir nada, hago una de esas reverencias que tanto le gustan.

—Milord —digo al incorporarme de nuevo—. Le agradezco que haya sacado tiempo para recibirme. —Hablo así, como con mucha ceremonia y florituras para que esté contento. —La verdad es que sí, deseaba verle... Me gustaría hacerle una petición.

Hago una pausa al llegar ahí y cruzo las manos por delante, con una postura de niña buena que me daría náuseas en otra vida, pero que ahora pienso utilizar para conseguir salir de aquí un rato.

—Me gustaría ir a buscar uno de esos Grilletes de los que me habló... Para descansar y recuperarme. Si le parece adecuado, por supuesto. —Otra reverencia, de esas nunca faltan con este tipo. Y ya de paso añado algo más, para que quede más ceremonioso todo. —Milord.

—Cruza los dedos, tía —pienso en dirección a Elie mientras espero respuesta del gordo, con la mirada baja en lo que me parece que debe ser una postura sumisa.

- Tiradas (1)

Motivo: Carisma+Etiqueta+lazorradeElie

Tirada: 10d10

Dificultad: 6+

Resultado: 7, 4, 7, 8, 2, 7, 1, 10, 2, 8 (Suma: 56)

Exitos: 6

Cargando editor
26/06/2016, 23:09
Elie Godnay

Durante aquel par de días Elie había permanecido constante en la cabeza de Angie, siempre lista para comentar cualquier cosa que tuvieran delante. Más de una vez había alabado la interpretación de la chica y más de diez había criticado las de los demás, dejándolos a la altura del betún. Era evidente que si no se ensañaba más con John era sólo por compasión, pero aún así no escondía que el chico le daba más lástima que otra cosa.

De igual manera aquella presencia había dejado claro lo que pensaba de un director que ni siquiera acudía a los ensayos. Estaba claro que lo único que quería era que Angie compensase la falta de criterio y trabajo de él con su luz, y aunque ella fuese capaz de hacerlo aquello no era justo. Y más si esa compañía era tan importante como el gordo decía.

Es ahora, en aquella especie de refinada audiencia, cuando Elie una vez más escucha desde ese lugar escondido en el cerebro de su amiga. Observa a través de sus ojos las armaduras, aquella extraña lámpara y al lord y deja que una sensación de descontento emane del sitio que habita. Es un descontento remanente, fruto de verse acompañadas siempre por aquella cara sin emoción. Sin embargo esta sensación no tarda en ser sustituida por expectación.

—No hace falta cruzar los dedos —responde Elie cargada de seguridad—. Has entrado en su código, en su rollo, de puta madre. Te ha visto actuar. Fijo que con tiempo para currártelo te daría lo que le pidieras.

—¿Sabes lo que más mola de todo? —pregunta acto seguido—. Que el tío este es tan memo que no se da cuenta de que si eres tan buena actriz lo eres en todo. Se cree el plan de niña buena y las reverencias. Cuando nos piremos fijo que se queda pensando que piensa que te ha pasado algo antes que le has engañado.

Cargando editor
28/06/2016, 15:40
Lord Chamberlain

El Lord sonríe, visiblemente halagado por la formalidad con que te acercas y la ceremoniosidad con que actúas. Su rostro se deforma mostrando sus pequeños y alineados dientes, mientras sus ojos parecen medir con cuidado tus esfuerzos. Levanta su brazo, apoyando el codo sobre el brazo de su silla, mientras con su mano regordeta y sus dedos pequeños y abotargados, te pide que te acerques aún más.

-Ah, los Grilletes, es verdad- responde con su voz de barítono. -Lo había olvidado por completo, mi querida Angelina. He estado verdaderamente ocupado organizando los detalles de tu debut frente a un verdadero público. ¿No es eso increíble?- dice mientras te observa con cierto entusiasmo difícil de ocultar. -De hecho, esperaba tener una sorpresa para ti hoy, justo ahora...- y lanza una mirada por encima de tu hombro, seguramente hacia uno de los sirvientes que está más atrás. -... sin embargo, parece que ha habido un desafortunado retraso. Ejem. Con todo y todo, ¿crees que es buena idea que salgas justo ahora? Después de todo, el estreno es en tan sólo 4 días- dice, soltando de sorpresa la fecha de la obra.

-Y durante la noche, tendremos visita. Quisiera que toda mi troupe estuviese allí- pero sus ojos sólo se fijan en ti. -Supongo que si quieres salir ahora, es porque tienes una idea de cuál de tus Grilletes quieres visitar... ¿Me equivoco?- añade tratando de suavizar su voz.

Cargando editor
29/06/2016, 12:29
Angie Doyle

Sonrío mentalmente ante los elogios de Elie, pero no digo nada por el momento. Sería divertido que tuviese razón, la verdad. Pero ahora no puedo distraerme, así que mantengo mi posición hasta que el lord habla de nuevo, atrayendo mi mirada sobre su inmensidad. Obedezco y me acerco más.

Lo cierto es que su entusiasmo es contagioso de alguna forma porque por mucho que mis actuaciones tuvieran éxito, este tío parece tener mucho más poder de convocatoria y ya me puedo imaginar el teatro lleno de gente, todos escuchándome declamar a mí. Pestañeo sorprendida con ese anuncio de una sorpresa y lo miro con curiosidad, incluso exagerándola un poco, que vea que me suscita interés. Pero al escuchar la fecha del estreno se me abren los ojos como platos. ¿Cuatro días? ¿Sólo? Joder, es muy poco tiempo para tenerlo todo listo.

Tía, en cuatro días no sé si me va a dar tiempo de prepararme... A lo mejor es un fracaso total —pienso, buscando el apoyo de mi nueva amiga.

Pero entonces el lord hace su pregunta y asiento como respuesta, aunque mis palabras primero responde a lo anterior.

—Ay, milord. ¿Una sorpresa? —pregunto, orientando hacia esas palabras el entusiasmo que siento por salir a buscar a Josh—. ¿Para mí? No sabe cómo le agradezco que se preocupe así por mí. ¿Y sólo quedan cuatro días? Voy a tener que trabajar mucho entonces para que todo esté perfecto a tiempo —aseguro, mostrando mi mejor disposición—. Pero sí, milord. Creo que sé quién podría ser uno de esos Grilletes. Si acierto no tendré que perder tiempo buscando otros. Y me vendrá bien coger fuerzas para estos días antes del estreno. Tiene que ser todo perfecto, ¿verdad? Lo será —añado, asintiendo con la cabeza—. Creo que no tardaré mucho, por la noche ya estaré de vuelta para recibir la visita.

Y finalmente hago una reverencia y vuelvo a bajar la mirada.

—Pero sólo si a usted le parece apropiado, por supuesto. Milord.

—Te juro que cuando consigamos escaparnos de este tío no voy a volver a hacer una reverencia fuera del escenario en la vida. O en la muerte. O lo que sea.

Cargando editor
07/07/2016, 14:32
Lord Chamberlain

-La fatiga es para los vivos, con sus débiles pulmones y constantes pulsos- responde el Lord alzando su mano hinchada, con dedos abombados. -El arte más fino sólo puede ser el producto del trabajo infatigable del alma. Que es precisamente lo que somos Angelina. Almas- añade sonriente. -No hay demasiadas necesidades que satisfacer, así que trabajaréis día y noche hasta el estreno. La noticia de una nueva obra deberá llegar a todos nuestros ilustres invitados antes de lo que imaginas.- explica vagamente, haciendo movimientos circulares con su mano derecha.

-Reponer fuerzas, sí, tienes razón mi niña- dice el noble con aire indulgente, asintiendo con la sonrisa entre sus labios. -Ah, pero detalles, prefiero los detalles Angelina. ¿Quién es esta persona que consideras podría ser uno de tus Grilletes? ¿En dónde piensas buscarla? No pretenderás que te otorgue el permiso basado en tan sólo una vaga conjetura, y al final pierdas unas preciosas horas de ensayo... ¿verdad que no?- la pregunta viene con malicia inherente, envuelta en un tono de inocencia chocante y fuera de lugar.

-Lo apropiado o no de tu petición dependerá de tus respuestas, Angelina- añade él. -Vamos, eres la nueva estrella del teatro, el nuevo talento de la troupe. Confía en mí. Yo sólo quiero lo mejor para mi vedette- y suelta una risa suave entre sus labios, que no dura demasiado.

Cargando editor
12/07/2016, 01:18
Elie Godnay

Dentro de la cabeza de Angie se hace un silencio cómplice cuando la presencia que la habita termina de hablar. Y cuando la chica continúa en su posición, sin demostrar nada de lo que pasa ahí dentro, esa complicidad crece hasta convertirse casi en una nebulosa.

Al escuchar de la boca del gordo que espera estrenar en cuatro días el juicio de quien se llama a sí misma Elie es inmediato.

—Este tío no tiene ni puta idea de teatro —afirma y asegura—. No es si te da o no tiempo a ti, que si alguien es capaz seguro que eres tú. Es que en cuatro días muchos no serían capaces ni de aprenderse el texto en condiciones. Hay que ser incompetente, tía. 

Unos segundos más tarde, cuando Angie vuelve a dirigirse a ella, la sensación de una sonrisa aparece en el punto de la cabeza desde el que habitualmente se puede oír a Elie. Está a punto de decir algo más, pero en cuanto el dueño de Angie comienza a hablar decide esperar. Le escucha, atenta, y en determinado las palabras pendientes son cortadas por otra que suena con total claridad.

—Miente —enuncia—. Por lo que más quieras, miéntele. Si vamos a escaparnos no puede saber quién es Josh. No sabemos qué mierdas pueden hacerle, pero seguro que alguna movida chunga para vengarse. O para pillarte de nuevo en plan chantaje. Invéntate cualquier trola convincente, algo con melodrama y que sea jugoso para que aplauda. Pero no le hables de Josh si no quieres que nos quedemos aquí para siempre. O hasta acabar como John.

Cargando editor
15/07/2016, 19:51
Angie Doyle

Un escalofrío recorre el lugar donde debería estar mi espina dorsal al mismo tiempo que siento a Elie revolverse. Este tío da más miedo con esa inocencia mal fingida que todos los monstruos juntos de las pelis viejas que tanto le gustan a Beth.

Llevo mis dedos a mi sien, en un gesto inconsciente que he adquirido en estos días, en un vano intento por calmar el cosquilleo de ese goteo perpetuo y aunque no necesito las palabras de Elie para decidir que no quiero hablarle de Josh al lord, desde luego son un buen apoyo para reafirmarme en esa postura. Además, ella tiene razón. Algo melodramático y creíble... Algo que le guste al gordo... Y que no sea mentira del todo, para que se note menos.

De inmediato me viene una idea a la mente. Alguien que, si bien no he visto desde hace muchos años y ya no tiene repercusión en mi vida, la tuvo cuando era pequeña y con una buena historia detrás de esas que le gustan al lord.

—Se trata de mi primera profesora de teatro, milord —invento rápidamente sobre la marcha, añadiendo una reverencia de esas que tanto le gustan—. Al principio pensé en mis padres o mis amigos, pero luego, ensayando en el escenario, me di cuenta de que realmente lo que siempre me ha motivado a seguir adelante ha sido el teatro. ¡Y es tan hermoso eso que ha dicho usted de las almas! Mi alma siempre ha estado unida al teatro, estoy segura. Por eso pienso que la señorita Mamfrey tiene que ser uno de esos grilletes míos. Si no fuera por ella nunca habría conocido mi talento, ¿sabe, milord? —Otra reverencia. —Ella está ya mayor, pero su cabeza funciona tan bien como el primer día. Y pensaba buscarla en su casa. Ya está jubilada y por las tardes siempre está en casa. A veces declama para sí misma, con un poco de suerte podré verlo y eso seguro que inspira mi alma. —Reverencia y mirada baja con ese gesto de sumisión que cada vez me asquea más. —Milord.

- Tiradas (2)

Motivo: Carisma+Subterfugio+lazorradeElie+FDV

Tirada: 11d10

Dificultad: 6+

Resultado: 10, 1, 5, 7, 9, 6, 6, 8, 7, 4, 8 (Suma: 71)

Exitos: 8

Motivo: Repetir 10

Tirada: 1d10

Dificultad: 6+

Resultado: 9 (Exito)

Cargando editor
03/08/2016, 20:12
Lord Chamberlain

La mentira fluye con facilidad, al tiempo que de nuevo te sobrecoge una sensación incómoda. No como el sentimiento debilitante de hace un par de días, sino más como una incomodidad, una congoja que presiona desde adentro, removiéndose rápidamente y desvaneciéndose. 

-Magnífico, magnífico- dice Chamberlain mientras junta sus manos con algo de esfuerzo, y esboza una sonrisa que se te antoja maliciosa. -Ha hecho un trabajo increíble está señora Mamfrey. Tendré que agradecerle personalmente... si alguna vez llega a la Tierra de las Sombras, claro- dice en un extraño tono, en medio de su regocijo. -Ahora que eres una Wraith, Angelina, sabrás que verás las cosas manchadas por la muerte y el deterioro. Entre más manchadas, más cerca se encuentra su final. Si tienes alguna sospecha de que tu profesora se encuentra... próxima a visitarnos- dice mirándote fijamente -déjamelo saber. Estoy seguro que a mis conocidos en la Legión de Hierro les encantaría alguien tan talentosa en sus filas. Quien sabe, quizás pueda unirse a mi compañía- menciona entusiasta.

-Muy bien... siendo ese el caso, no tengo ningún problema en...- comienza a decir Chamberlain, antes de ser interrumpido por una voz muy familiar que proviene detrás de ti.

Cargando editor
03/08/2016, 20:24
John Doe

-Ejem... su excelencia, si me lo permite...- dice John, elevando la voz y tratando de disimular algo del temblor presente en la pronunciación de algunas de las sílabas. -Me gustaría... acompañar a Angelina. Usted mismo me pidió que la instruyera y dejarla ir sola por allí... no es seguro- dice dubitativo él, sin demostrar ninguna emoción.

-Si... si usted lo quiere así claro. Sólo pienso... que quizás... sea lo mejor- dice haciendo una reverencia pequeña, humillándose un poco, como si eso le fuera a garantizar una respuesta afirmativa.

Cargando editor
03/08/2016, 20:30
Lord Chamberlain

El lord hizo inicialmente un gesto de incomodidad, pero luego guarda silencio durante unos instantes, como si estuviera meditando. Luego su mirada se posa directamente sobre ti.

-¿Tú que opinas, Angelina?- pregunta lentamente.

Cargando editor
18/08/2016, 18:45
Angie Doyle

Resoplo mi alivio mentalmente, compartiéndolo sólo con Elie mientras por fuera pongo cara de escuchar muy atentamente al lord. Esa sensación incómoda me hace frotarme de nuevo la frente. Todavía me cuesta hacerme a la idea de que estoy muerta. No tengo ni idea de qué es eso de la Legión de Hierro, pero no suena precisamente a un lugar donde me gustaría enviar a nadie que me cayese bien. Y la verdad, espero que la señorita Mamfrey no termine en las garras de un esclavista. Sin embargo, asiento, con mi mejor cara de niña buena que se cree todas las malditas patrañas que le cuentan.

Asiento de nuevo con la cabeza, compartiendo el entusiasmo del tipo aunque el mío tiene otros motivos. ¡Estoy deseando ver a Josh y comprobar si puede oírme!

—¿Podrá? Sería tan maravilloso que sintiera mi presencia o me escuchase o... algo. Lo que sea. ¿Tú crees que podrá, Elie? No puede haberme olvidado tan pronto, no puede. Seguro que él lo siente como yo, seguro que sabe que seguimos estando unidos, ¿verdad?

La voz de John a mi espalda me hace pestañear y abandonar esos pensamientos para girarme un poco y contemplarlo. Me siento levemente orgullosa de su atrevimiento al interrumpir al lord, como si yo tuviese algo que ver en que haya dejado de ser un despojo para tener algo de osadía y sangre en las venas. Si es que aún tiene venas. O sangre. O lo que sea. Le dedico una breve sonrisa y luego vuelvo a mirar al gordo con ese respeto que no siento pero que ya me estoy acostumbrando a mostrar todo el rato.

Su pregunta me sorprende y levanto la mirada pestañeando de nuevo. Pero enseguida dejo que una pequeña sonrisa se deslice en mis labios.

A mí me parece bien que venga, milord —respondo con una de esas reverencias que le chiflan—. Hemos hecho buenas migas en estos días y las enseñanzas de John están ayudándome a comprender mejor este nuevo mundo. —Reverencia. —Además, así podría darme las réplicas por el camino y aprovecharíamos el viaje para repasar el texto. Quiero que todo salga maravillosamente bien en el estreno. —Reverencia. Me estoy haciendo experta en estas mierdas. —Milord.

Cargando editor
17/11/2016, 21:51
Lord Chamberlain

Hay unos instantes de silencio. Los ecos misteriosos y las corrientes fantasmales parecen elongarse ante la ausencia de sonido, mientras el hombre frente a ti parece meditar mirándote fijamente. La expresión de su rostro es seria, pétrea, y su mirada empieza a causarte cierta incomodidad difícil de explicar. Sin embargo, no pasa demasiado antes de que vuelva a intervenir.

-Está decidido entonces...- dice Lord Chamberlain y esboza una sonrisa de la nada. Como si aquel extraño interludio de meditación e incomodidad no hubiese acabado de ocurrir. -John también irá contigo- dice mientras ahora le dedica el peso de su mirada a tu compañero, quien realiza con rapidez varias venias y agradece atropelladamente. Sólo ahora notas todo su temor, fluyendo a través de sus rápidos y nerviosos movimientos.

-Linda- dice entonces Chamberlain girando el rostro. Uno de los wraiths a su lado responde. Sus facciones son similares a las de los otros miembros del personal, su expresión es distante y su silencio sobrecogedor. Ella gira un poco su cabeza para poner atención a Chamberlain. -Tú les escoltarás a donde vayan.- dice finalmente mientras la empleada asiente sin demostrar ni un ápice de emoción. 

-Nunca se es demasiado precavido- responde el lord mirándote y encogiéndose de hombros. -Espero que John te haya explicado como funcionan las cadenas. Aunque no estará de más recordártelo- dice con un tono exageradamente amable. -Casi no las sentirás. Pero entre más tiempo estés lejos de casa- dice, enfatizando en el término -más difícil será andar con ellas. Normalmente al cabo de un par de horas comenzarán a sentirse incómodas. Sé puntual y no tendrás ningún problema. ¿Está claro?- responde finalmente el masivo Wraith.

Cargando editor
21/12/2016, 02:44
Elie Godnay

Al escuchar de boca de Angie la mentira que regala al lord hay algo en el ese lugar que está habitado en su cabeza que se torna en una suave y sincera felicitación. La que unos días atrás se presentó como Elie observa la escena interesada y al mismo tiempo expectante, y al oír la respuesta de aquel obeso director de teatro a punto está de dejar que el sonido de los aplausos inunde la cabeza de la chica.

Sin embargo algo sucede antes de que Elie reaccione. La voz del amigo de Angie interrumpe todas las palabras que la presencia le fuera a dedicar, y en cuanto el hombre pregunta por la opinión de la chica la propia Elie prefiere callar por el momento. Un instante más tarde, al entender las palabras que la propia Angie le dedica en pensamientos Elie espera a que ella hable al gordo antes de dar respuesta.

—Por supuesto que podrá —asegura entonces como si no hubiera otra cosa posible—. Ya lo hizo una vez, ¿te acuerdas? —Guarda entonces un instante de silencio, prestando atención al asunto de las cadenas antes de proseguir, aunque en determinado momento interrumpe su mutismo para responder a algo de lo que el Lord ha dicho—. Casa tu puta madre —maldice, mirando con odio al tipo escondida tras los ojos de Angie, aunque no tarda en disculparse con la chica.

—Perdona, Ang, es que me pone mala —asegura antes de retomar—. ¿Sabes? Fijo que cuando vayamos Josh está tocando pensando en ti. Tienes que hacer que sepa que le escuchas, nena —aconseja—. Será la caña.

Pasan sólo un par de segundos antes de que la voz vuelva a intervenir, tranquila y sedosa, como si se colase a través de los pliegues del cerebro de la cabeza de la chica.

—Ahora vamos a ver. Nos va a acompañar la pavisosa esa, Linda. No parece muy espabilada, así que cuando lleguemos tendrás que hacer que espere fuera o algo. A lo mejor John puede distraerla. Lo importante es que como vea a Josh luego se lo contará al gordo. En el peor de los casos tienes la excusa de las cadenas estas de mierda: no es que vayas a escapar mientras las lleves, ¿no? —pregunta de manera retórica antes de añadir con sarcasmo—. Además, por nada te perderías el jodido estreno de la mierda esa, ¿verdad?

Cargando editor
14/01/2017, 04:12
Angie Doyle

Miro a la tal Linda cuando Chamberlain la nombra y la estudio por un instante. Aún no sé cómo será mi excursión, pero si veo la oportunidad de librarme de las cadenas no la voy a desaprovechar... ¿Tendría que pelear con ella? Supongo que mejor me iría despistándola.

Asiento a todo lo que dice el lord, mirándolo con atención, como si quisiera beberme cada una de sus palabras. Como en clase cuando ponía cara de póker para que los profesores no se dieran cuenta de que en realidad estaba pensando en Josh. Y es que es difícil pensar en otra cosa, porque no pienso regresar a este antro sin verlo antes y eso haría palpitar mi corazón si aún tuviera uno. No lo tengo ya. Estoy muerta. Pero aún así la emoción es la misma sólo con pensar en él y no me cuesta nada recrear en mi mente la imagen que Elie propone. Voy a verlo y él sabrá que lo escucho. ¿Podrá verme, como en la calle? La incertidumbre me inquieta mientras vuelvo a asentir con la cabeza una vez más a las últimas palabras del gordo que se cree mi jodido dueño.

—Está claro, milord —digo, con una reverencia más—. No me retrasaré.

Miro entonces a John y a Linda de nuevo y cruzo mis manos por delante de mi cuerpo con un decoro anticuado que seguro que al propietario del teatro le chifla.

—¿Nos vamos ya entonces?

—¿Intentaremos escapar, Elie? ¿O sólo será una salida de reconocimiento? Tendríamos que tratar de buscar a alguien que me quite las cadenas. Y a John. Aunque no sé cómo vamos a pagar por ello... No creo que esta gente ayude a nadie gratis —pienso, recordando a Lee y a Jonathan—. Ojalá podamos librarnos de Linda antes de acercarnos a la casa de Josh. No me gusta que sepa dónde vive. ¿Crees que me habrá hecho una canción? Sería un poco una moñada, pero tan romántico...

Cargando editor
14/02/2017, 17:37
Narración

-Hasta pronto entonces, disfrutad de vuestro paseo- dice el masivo lord mientras os encamináis hacia la salida del Futurist. John te acompaña y Linda, vuestra escolta, camina unos pasos detrás de ambos. En el rostro de John se ve una sonrisa de emoción, una alegría victoriosa y algo de alivio tras la corta sesión con Chamberlain. No obstante, no se atrevió a hacer ningún comentario, y se encaminó con sus pasos lentos y medidos hacia la entrada principal. Hacía menos de dos noches que habías atravesado aquel umbral de extraño aspecto, sellado por la puerta de extraño metal que estás segura, existe únicamente de este lado. Otro de los sirvientes mecánicos del lord, ataviados en el ridículo uniforme del lugar, os abre las puertas a través de una manivela y un mecanismos de engranajes que puedes escuchar perfectamente desde allí.

Afuera, el cielo está cubierto de nubes negras y violentas, los vientos fuertes y los rayos retumban en la inmensidad, y rayos de luz amarillenta y anaranjada se escapan en las pequeñas aberturas hacia el final, como si el horizonte estuviese en llamas. No puedes sentir frío, está claro, pero sí percibir el aire gélido que parece maltratar tu corpus, y el sonido desagradable del ambiente. 

-Bueno...- la voz de John te saca de la contemplación silenciosa del paisaje desagradable que constituye la Tierra de las Sombras. -¿A... a dónde ahora?- pregunta con su voz suave y dubitativa, mientras observa a ambos lados de la calle, como si temiese que un coche apareciese a toda velocidad sobre el sendero.

Cargando editor
22/02/2017, 03:56
Elie Godnay

Al notar la mirada de Angie sobre la tal Linda quien dice llamarse Elie la estudia con igual atención que la chica, pero menos disimulo. Ella no necesita fingir para los de fuera, claro. De modo que evalúa a la que será su acompañante intentando averiguar no sólo como de difícil sería dejarla atrás, sino también cómo de complicado sería impedir su vuelta. Por si acaso.

Un instante más tarde, cuando Angie responde al enorme hombre que las tenía prisioneras, desde el rincón dentro de su cabeza en que Elie habita puede escucharse una especie de risa cómplice, como si fuera una amiga que escucha la mentira contada a un profesor.

—Claro que no te retrasarás, nena —asegura—. Para retrasarte tendrías que volver.

Es evidente en su tono que está bromeando o, más bien, que lo está haciendo sólo a medias. Lo que desde luego está claro es que Elie no ha decidido realmente si escapar es lo más adecuado.

Un instante más tarde, al sentir cómo ella cruza los brazos, de nuevo desprende un halago.

—Joder, Ang —la llama—. ¿No te presentaste a los casting de la mierda esa de Downton Abbey, verdad? Joder, habrían flipado contigo —dice antes de pasar a responder a sus preguntas.

—¿Una canción? —pregunta entonces de manera retórica—. Ya hace tres días, te habrá hecho como mínimo un doble cd. Más le vale. Y ya verás cuando sepa que puedes escucharle... Va a flipar, pero en el buen sentido.

En ese instante hace una pausa, como si estuviera valorando las opciones, y aprovecha para hacer una observación cuando el sirviendo del lord abre la puerta.

—Mira —le pide—. No parece que haga falta una llave ni nada, ¿no? Sólo la manivela. Está bien saberlo —opina antes de aclarar algo que probablemente es innecesario—. Por si tenemos que volver.

—A ver, yo creo que si lo vemos claro podemos intentar escapar, pero que si no tocará volver. Aunque si podemos evitarlo, mejor. Paso de que ese gordo se pajee más contigo. —En ese momento Elie parece protectora, casi territorial. Aún así en todo momento la voz de Elie suena aterciopelada, como si acariciese los pliegues del cerebro de Angie con una mezcla de dulzura, admiración y compañerismo en todo momento. Como si fuese, sobre todo y antes que cualquier otra cosa, una amiga y aliada.

—Lo malo es que no vamos a encontrar a nadie que te quite esa mierda si no nos escapamos primero. La otra opción sería hacerle el lío a esta y no ir a ver a Josh todavía, sólo buscar a alguien que te quite esto. Lo de pagar ya lo veremos. Qué quieres que te diga, mejor trabajar para alguien un tiempo a cambio de eso que estar encadenada para siempre, o hasta que el gordo se aburra o encuentre a un chavalito que le mole y ser un puto telón de circo. Tú tienes la suerte de que no va a encontrar a nadie mejor, pero vete a saber. Además... —En ese momento parece dudar, como si hubiera algo que realmente le sabe mal recordarle—. Cada vez falta menos para el estreno. Dijo que en los últimos días se ensayaba con los decorados y con todo... Y me da que eso incluye convertirte en tío para hacer de Edipo. Si hace falta volvemos, pero no me molaría nada que te hiciera algo así. Además... Fijo que vuestro amor puede con todo y todo ese rollo, pero imagina la cara de Josh cuando se entere también de eso. —Aguarda un par de segundos—. ¿Es bi? No... no digo que tenga que preocuparte, porque si llegásemos a eso lo arreglaríamos, es sólo curiosidad.

Cargando editor
22/02/2017, 04:19
Angie Doyle

Poner por fin un pie fuera del teatro después de tanto tiempo encerrada tiene un sabor agridulce pues en cuanto mis ojos contemplan la desolación del exterior, ese paisaje polvoriento y desangelado me recuerda una vez más mi nueva condición. El cosquilleo en mi sien se hace más presente y llevo un par de dedos allí para frotármela, en un gesto que no ha servido de nada en estos días, ni sirve de nada ahora, pero que ya realizo de una forma casi automática. 

Estoy muerta. Soy un alma errante obligada a cargar con cadenas como los fantasmas de los cuentos infantiles. Soy el padre de Hamlet, apenas una sombra susurrando a los vivos sin poder unirse a ellos. Soy como el tío de la peli esa vieja que me hizo ver Beth, el que asustaba al gato y se lo montaba con su novia mientras hacían cerámica. Tiemblo con el mismo miedo que él tenía con la posibilidad de que Josh no me vea, no me escuche, no me recuerde. Soy un puto fantasma bajo esas nubes tormentosas que me hacen pensar en la peli aquella... «Cumbres borrascosas». Todo el mundo parece borrascoso para los que hemos perdido el brillo de la vida...

Los ánimos de Elie me sacan de esos pensamientos tan lúgubres, aunque sus palabras también tienen un sabor agridulce. No quiero regresar al teatro, pero desde luego no voy a ir a ningún lugar que no sea junto a Josh. Necesito verle, necesito saber que sigue pensando en mí y necesito que me vea. O que me escuche al menos. Que me sienta. Algo, lo que sea que me haga sentir que aún está conmigo. Pero es lo último que dice lo que me pone los pelos de punta. Me niego a que el gordo me convierta en un chico o me deje como al pobre John. Aprieto los puños.

—No, no. Eso no puede ser. No puedo permitir que me haga eso ni loca. Tenemos que escaparnos antes, hoy si puede ser. Pero antes tengo que ver a Josh —aseguro determinada—. No puedo pasar ni un día más sin verlo. 

Me giro hacia Linda y la miro de arriba a abajo al escuchar a John. 

—Pues tendríamos que conseguir un coche. ¿Podemos conducir? ¿Hay coches especiales aquí? ¿O hay algún autobús de... muertos —Todavía se me atraganta la maldita palabra— que podamos coger? Tenemos que ir a Southport —afirmo completamente decidida. 

Cargando editor
22/02/2017, 09:31
John Doe

Linda permanece impasible, te devuelve la mirada, pero bien podría estar mirando un poste o una lámpara. Parece más un robot con un aspecto implausiblemente humano, como los de algunas películas recientes, diseñado para seguir cierto conjunto de órdenes. Está allí, pero su mirada vacía y sus rasgos genéricos parecen indicar cualquier otra cosa. Aún más difícil era intentar deducir lo que estuviese pensando o la opinión que tuviese de ti justo ahora.

-Eh... los coches son raros... quiero decir...- dice John con su voz nerviosa y hablando de manera entrecortada. -son difíciles de conseguir. Igual que los autobuses... son, un lujo- trata de explicar. Cuando le mencionas la destinación, abre los ojos como si comprendiera tu afán por llegar allí. -Oh... bueno... eh... siempre podemos usar algún autobus que usen los vivos... ¿recuerdas lo que te dije? siempre que no seamos incorpóreos, deberíamos ser capaces de viajar, creo...- responde dubitativo. -... al menos es la manera más... eh... no.- dice mirando hacia Linda. -La única alternativa que tenemos-

Notas de juego

Puedes hacer una tirada de Percepción+Empatía a dif 6 (oculta)