Partida Rol por web

El telar del destino (Parte 1)

1. Las tres hijas del Destino.

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11/08/2017, 11:56
Destino

15 de Octubre de 2006.

El otoño comienza a mostrar su cara más melancólica en esta mañana de mediados de Octubre. La brisa, desprovista del calor sinuoso propio de aquellos días de verano que empiezan a parecer lejanos, acaricia rostros, nucas y espaldas, erizando la piel, siendo pregonera agorera del frío que está por llegar, cuando la vida en invierno cesase para aquellos anclados con sus raíces a la tierra, y volviese a llegar en forma de renacimiento primaveral.

Era aquella una mañana soleada, similar a tantas otras. El tiempo transcurría, desgranándose de manera inexorable, prolongándose a lo largo de aquel ciclo en el que el astro rey se alzaba y se sumergía en el mar antes de que la oscuridad se tragase la luz del día. Habría sido de hecho una mañana a penas destacable, perdida en la memoria de tantos. Y sin embargo no fue así, no al menos para seis hombres. Seis hombres que poseían ojos Despiertos. Seis hombres que podían Ver.

La tarjeta había aparecido, sin más. Quizá en uno de los bolsillos de aquella vieja chaqueta. O en el fondo de una cartera. Puede que incluso perdida entre las páginas del periódico que solía adornar la mesa del desayuno cada mañana, o entre las muchas facturas y panfletos que llenaban el buzón que, casualmente, había sido revisado al inicio de aquella jornada.

Quizá al fin y al cabo, el cómo había llegado no importaba tanto. Pues una vez entre las manos de aquellos seis hombres, tomó una relevancia imposible de eludir. Una en la que cada letra parecía vibrar ante sus ojos, en la que el papel en si mismo parecía emitir una sensación de inevitabilidad. 

Madame Cleo Verthank no parecía ser un nombre conocido para ninguno de aquellos Despertados. Y quizá, llevados por la curiosidad, dieron la vuelta al pequeño trozo de cartón fino, para descubrir una letra apretujada y cursiva en el reverso, que sentenciaba:

Deberemos encontrarnos al ocaso, en la noche de Todos los Santos

Notas de juego

Respuestas sólo para el director ^^. Por ahora cada uno está en su casa/trabajo/aquello a lo que se dediquen. Pueden narrar cómo ha ido la noche, y lo que ha transcurrido de mañana. Pueden, por supuesto, tratar de investigar algo sobre la tarjeta, sobre la mujer de la tarjeta o su procedencia. Pueden preguntar si tienen los contactos adecuados, y bueno, cualquier otra cosa que sugieran. 

Veo que algunas frases se ven un poco mal, en la tarjeta pone: Madame Cleo Verthank. Se lee la fortuna, Se revela el destino. El mazo de los Dones nunca se equivoca.

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11/08/2017, 13:26
Max Bennett.
Sólo para el director

15 de Octubre de 2006.

Max dejó la botella de whisky sobre la mesita que hacía las veces de escritorio para él, y de recepción para posibles clientes. Se acababa de llenar un nuevo vaso. Así pasaba las horas muertas desde hacía mucho tiempo, y aunque su nuevo mejor amigo le había dicho que no era buena idea… era una costumbre difícil de dejar atrás.

Su maestro, si es que podía llamarlo así, no había acudido aquella mañana para enseñarle sobre el mundo y la magia. Pero al menos había tenido la decencia de enviarle un mensaje al móvil. Se pasó la lengua por los labios y, como si antes no hubiera reparado en ello, y eso que llevaba en la oficina toda la noche y parte de la mañana, los ojos de Max se fijaron en la tarjeta que reposaba en el suelo junto a la puerta.

Como si alguien la hubiera deslizado por debajo de la misma. ¿En qué momento? No podía saberlo. Parpadeó y se frotó los ojos, pensando que quizá era una ensoñación producto del alcohol. Se levantó con pereza, anduvo hasta la tarjeta y se agachó a recogerla. Por un momento miró en dirección a la puerta, pero no tenía sentido que tratara de mirar a ver quién la había arrojado por el resquicio inferior. Podía haber sido en cualquier momento de las últimas… diez o doce horas.

Sus ojos, cansados y somnolientos, releyeron dos y hasta tres veces el contenido de la tarjeta. Madame Verthank. El nombre no le sonaba de nada. ¿Una vidente? Hasta hacía algunas semanas las pitonisas y videntes no eran más que farsantes y estafadoras… pero ahora, con sus nuevos ojos, Max daba otra credibilidad a dichos asuntos.

Fortuna, Destino, Mazo de los Dones… Parecía que hablaba en clave. Quizá esas palabras querían decir algo. Debía preguntarle a Robert. Con pasos cansinos regresó hasta la silla y encendió el portátil. Dejó la tarjeta junto al teclado y comenzó a escribir varias búsquedas en internet. Quizá encontraría algo útil acerca de esa Madame, o del muelle… o quizá encontrase alguna referencia a esa imagen que aparecía en la tarjeta… Lo que fuera.

En la parte posterior del papel indicaba que se esperaba la presencia de Max el día de todos los santos. Aún quedaban dos semanas para dicha fecha… por lo que era tiempo de sobra para investigar. Quién y por qué querría citarle de manera tan misteriosa era toda una incógnita.

Notas de juego

Primero: investigo un rato a ver qué puedo sacar de la tarjeta: nombres, direcciones, otros anuncios similares online, lo que sea.

Segundo: Si lo primero no da resultados, mandaré algún mail a otros compañeros de profesión (detectives) y/o a algunos contactos en el puerto (si tuviera) o en la prensa para ver si a alguno le suena algo de una tal Madame Verthank.

Tercero: Le mostraré la tarjeta a mi mentor, Robert, la próxima vez que venga (probablemente esa misma tarde, o al día siguiente a primera hora de la mañana).

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11/08/2017, 19:06
Ethan Miller

Fue el instinto, quizás, el que empujó a Ethan a abrir de pronto el pequeño cajón auxiliar de su escritorio sin un motivo aparente. Y allí, perfectamente colocada entre un montón de post-it y la bolsa de snacks que planeaba almorzar a media mañana, estaba la extraña tarjeta negra. En un primer momento, el joven pensó que podría tratarse perfectamente de una broma de sus compañeros de trabajo. No en vano, varias veces lo habían tachado, bromeando, de ser un poco “raro” cuando él había hablado de alguna de sus curiosas aficiones no usuales. Sin embargo, esa sospecha se desvaneció rápidamente, pues el insistente tirón del colgante de amatista que pendía de su cuello era una señal evidente de que esa tarjeta no había llegado hasta su cajón por medios mundanos. (Efecto Cardinal 1: Búsqueda de posibles Efectos que hayan traído la tarjeta hasta aquí y su potencial Resonancia)

De modo que apartó la mirada de la pantalla de su ordenador, en la que trabajaba en un modelo de elementos finitos particularmente tedioso, y dejó que sus ojos se posaran en la tarjeta, analizando metódicamente cada detalle. Después, la tomó entre sus manos y la giró hasta descubrir la letra manuscrita en su parte posterior. La leyó varias veces, memorizando cada una de sus palabras, y después la puso a buen recaudo en el bolsillo de su camisa. Cerró el cajón, y su mirada volvió a la pantalla del ordenador. Sin embargo, su mente no estaba allí, sino pensando rápidamente en las posibles implicaciones de ese inusual mensaje.

Por supuesto, sabía lo básico sobre las Tradiciones y sus integrantes, y también sobre sus oponentes, la Tecnocracia. Caoighmin, su maestro, se había ocupado de –al menos- instruirlo en ese aspecto. No obstante, desde que se había mudado de ciudad había procurado mantener cierta distancia de sus compañeros Despertados. En parte porque aún no se sentía completamente parte de ese mundo, y en parte para proteger a sus seres queridos de posibles problemas. Pero al parecer, mantenerse alejado no había sido suficiente. Alguien había dado con él, y además se había tomado suficientes molestias como para contactarlo. “Bueno” pensó Ethan, mientras en su interior resignación y curiosidad pugnaban “Supongo que rechazar esa oferta sería una descortesía… y siempre es mejor saber qué está pasando” Por otro lado, era plenamente consciente de que alguien capaz de meter una tarjeta en su cajón podría haber tomado… otras medidas, si fuera hostil.

No obstante, tampoco pensaba acudir sin haber hecho los deberes. Caoighmin podría saber algo del tema, por supuesto, pero como siempre estaba en paradero desconocido. Le había asegurado que, si surgía algún problema, aparecería… pero eso era lo que él siempre decía. Y a veces tenía razón…. A veces. De modo que no podía confiar su suerte a su esquivo maestro, por lo que decidió probar con otras vías. La primera que se le ocurrió fue Frank. Su compañero de piso había tardado poco en sumergirse en todos los ambientes alternativos de la ciudad al poco de mudarse, por lo que era posible que hubiera escuchado alguna cosa. En un impulso, tomó el móvil y le envió un rápido mensaje al respecto.

Hey Frank, luego te cuento los detalles, pero me han hablado de una vidente que se llama “Madame Cleo Verthank” en el Muelle de Hyde Street ¿Te suena algo así? A lo mejor alguno de tus colegas tiene idea. Pregunta si puedes, y esta noche lo hablamos cenando!”  (Tirada de Trasfondo:Aliado)

Y finalmente… Su atención regresó al ordenador. Pero no a su trabajo, sino al potencial de la propia informática. El boca a boca era importante, lo tenía claro, y aún más en el mundo mágico, pero desdeñar la capacidad de información de la red sería de idiotas. De modo que se preparó para dedicar un pequeño descanso en su trabajo para buscar todo lo que pudiera de ese enigmático nombre. (Tirada de Inteligencia + Tecnología?)

El resto de la mañana la dedicó a continuar con sus quehaceres, pues con intrusión arcana o sin ella, el proyecto de la empresa no iba a hacerse sólo. Sin embargo, cuando finalmente salió, tomó el coche y se dirigió hacia el lugar que mencionaba la tarjeta, el Muelle de Hyde Street.

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11/08/2017, 20:48
Cathbad

El joven yacía en el hormigón, con los ojos fijos en la luz plomiza del amanecer. Sus manos descansaban sobre su pecho inmóvil, y sus labios permanecían abiertos, como a punto de hacer una pregunta que no hubiese podido llegar a formular. Su cara sucia estaba congelada en una curiosa expresión de confusión, e incluso el cobre líquido que le resbalaba por el rabillo del ojo parecía formar un signo de interrogación antes de caer espesamente, gota a gota. Era extraño lo ordenado de la posición en la que se había derrumbado: completamente estirado, con ambas piernas formando dos líneas rectas perfectamente paralelas. Era casi como si el muchacho, que no debía de tener más de dieciséis o diecisiete años, hubiese decidido caer precisamente así, precisamente en aquel lugar. Cualquiera que pasase por allí y se molestase en observar la escena recibiría la fuerte impresión de que aquello no debería ser así, de que había algo profundamente incorrecto en aquella estampa.

La luz anaranjada de un cigarrillo se encendió momentáneamente en las todavía profundas sombras del callejón. Dos pozos severos e impasibles contemplaban al chico desde encima del cigarrillo, insondables, apenas reflejando el brillo incandescente. El líquido escarlata continuaba cayendo sobre la cara del caído, esbozando un dibujo al que solo un loco encontraría sentido. Pero los ojos que lo miraban eran precisamente los de un loco, o al menos la mayoría lo tomaría por tal, y veían un significado preciso en cada trazo, en cada curva. Cathbad había visto lo que había pasado: el crío se había peleado con un camello por una dosis mal cortada, y antes de lo que esperaba, los egos se habían impuesto a la razón y el metal había perforado la carne. El observador había decidido que no era su momento, y que aquella vida tenía todavía muchas cosas que aprender si sabía apreciar la oportunidad; pero eso ya no sería asunto suyo.

Ionnlaime do bhasa ann am frasa fiona,

Ann an liu nan lasa, ann an seachda siona,

Ann an subh craobh, ann am bainne meala,

Is fhortan na naoi buaidhean glana caon,

Ann do ghruaidhean caomha geala*.

Cathbad, que se cernía sobre el moribundo, había empezado a murmurar quedamente, y su voz grave sonaba como el rumor desgastado del agua al lamer los muelles del puerto. Se sacó el pitillo de entre los dientes y lo apagó concienzudamente en la palma de su propia mano, quemando la herida aún abierta de la que hasta hacía unos segundos todavía goteaba la sangre. Ni siquiera parpadeó cuando el cigarro quemó su carne. Luego, con parsimonia, introdujo su mano en el bolsillo de su vieja gabardina gris, extrayendo a continuación un paquete precario que desprendía un olor entre acre y dulzón, definitivamente herbal. Seleccionó unas cuantas hojas, las mezcló y se las metió en la boca, mascándolas y ensalivándolas hasta formar una pasta uniforme que escupió en sus manos e introdujo en las heridas del irresponsable joven. La cataplasma contendría la hemorragia, purgaría las sustancias nocivas y devolvería las fuerzas al herido; Cathbad esperaba que el chico fuese más sensato con su segundo nacimiento.

Volvió a guardar la bolsa de medicinas en su lugar, y ya se disponía a sacar una venda para cubrir su mano herida, cuando algo pequeño, ligero y oscuro cayó de su bolsillo, girando en el aire hasta aterrizar junto a su gastado zapato negro. Cathbad permaneció unos segundos inmóvil, contemplando la misteriosa tarjeta que había aparecido mágicamente en su ropa. Parecía el anuncio de algún negocio de naturaleza esotérica, pero las circunstancias de su aparición habían dejado claro que se trataba de algo más. Con un gruñido, el hombre se agachó para recoger la tarjeta. Aún en cuclillas, la examinó con detenimiento. Era la tarjeta de visita de una pitonisa: una tal madame Cleo Verthank, que lo invitaba a reunirse con ella en el muelle de Hyde Street, en San Francisco. Al darle la vuelta a la tarjeta, sus cejas se arquearon con sorpresa al descubrir la fecha elegida para la cita: la noche de Samhain. Nada de aquello era una casualidad.

Intrigado, Cathbad se levantó y se dio la vuelta, alejándose del callejón y del adolescente tirado en el suelo. Aún faltaban más de dos semanas para Samhain, pero ya lo tenía claro: iría a Jack London Square y cogería el ferri a San Francisco. Hacía muchos años que había aprendido a fiarse de su intuición, y algo le decía que aquella reunión era importante. No pensaba faltar. ¿Quién sería madame Verthank y por qué lo habría escogido a él? Estas preguntas y muchas otras cruzaron la mente de Cathbad mientras salía de la penumbra y lo bañaba la luz del sol, que empezaba a iluminar el cielo de lo que se auguraba un buen día.

Lejos, entre las sombras del callejón, el joven empezó a respirar de nuevo.

Notas de juego

*Esta es una oración pagana a las fortunas, en gaélico. Normalmente se utiliza para bendecir a un niño recién nacido, pero también sirve como protección genérica. La traducción es: «Baño tus manos con lluvias de vino, con el fuego lustral, con los siete elementos, con el jugo de las bayas, con la leche y la miel, y agracio con las nueve fortunas tu bello y amable rostro».

Gran elección musical para abrir la narración, y permíteme decirte que me ha impresionado cómo escribes. ¡Esta partida apunta maneras! ^^

P.D.: Por si no ha quedado claro, lo que pretende Cathbad es ir directamente a San Francisco, empezar a «establecerse» por allí e investigar el lugar de la reunión antes del día de la cita.

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12/08/2017, 02:20
Destino

Notas de juego

Hazme las tiradas pertinentes.

Inteligencia+Informática para las búsquedas en internet

Contactos para preguntar a tus contactos. 

 

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12/08/2017, 02:22
Destino

Notas de juego

Bien, deberías entonces tirar:

- Areté para el efecto de Cardinal.

- Inteligencia+Informática para investigar en internet. 

- Tirada de trasfondo, para preguntar entre tus conocidos. 

Para tirar debes utilizar el dado que está en la esquina superior de la pantalla de escribir mensajes. El sistema ya está predefinido, pon el concepto de la tirada en Motivo, el número de dados y la dificultad (puedes poner como estándar 6, ya si es más alta yo te lo especificaría antes o después). Marca la casilla de especialidad si tienes especialidad para este tipo de tiradas. Esta vez no es necesario ocultar la tirada así que no marques esa casilla, pero habrá ocasiones en las que sí que lo pida. 

En próximas ocasiones y por ganar tiempo y avanzar, si estás seguro de que debes tirar algo tú hazlo, y ya luego yo lo tengo en cuenta si realmente era necesario, o te pido cualquier otra tirada si hacía falta, pero nos ahorraremos así muchas veces el proceso de yo decirte "sí, tira" o de yo pedirte algo que tú intuyes que te voy a pedir. Y eso en rol por web es oro, porque las tramas se alargan muchísimo XD

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12/08/2017, 02:37
Destino

Notas de juego

Bien, ¿qué es lo que desea investigar? ¿Cómo tiene planeado hacerlo?

Según lo que consideres, puedes hacerme alguna tirada acorde. 

A todo esto, gracias por el comentario XD

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12/08/2017, 03:06
Cathbad
- Tiradas (3)

Motivo: Carisma + Callejeo

Dificultad: 6

Tirada (4 dados): 1, 7, 1, 4

Éxitos: -1 Fallo

Motivo: Percepción + Consciencia

Dificultad: 6

Tirada (4 dados): 8, 3, 1, 8

Éxitos: 1

Motivo: Areté

Dificultad: 3

Tirada (3 dados): 7, 6, 1

Éxitos: 1

Notas de juego

De nada. Solo digo lo que pienso :).

Hum. Pues de momento, nada demasiado estructurado ni planeado. Cathbad es más de improvisar, de encontrarse en el sitio y actuar movido por corazonadas e impulsos. Primero se pasearía por la zona, familiarizándose con el entorno, y probablemente preguntando a un par de despojos callejeros de por ahí, o a algún estibador del puerto (supongo que Carisma + Callejeo podría ser una tirada apropiada).

A continuación se acercaría al lugar en cuestión, buscaría el local, estaría especialmente atento a si sucede algo extraño o inexplicable en la zona (Percepción + Consciencia, porque prestaría más atención a las impresiones sobrenaturales que a los acontecimientos mundanos) y se fijaría en el tipo de clientela que entra y sale cada día… En caso de que haya clientes, claro está XD. Quizá les cotillearía las auras a uno o dos de ellos (efecto de Espíritu 1) para ver si detecta patrones comunes en sus estados emocionales o algo así. Como emplearía el athame como foco para cortar simbólicamente sus ataduras con el mundo terrenal y sumergir sus sentidos en el espiritual (y el athame es uno de sus focos personales), tendría un -1 a la dificultad de su tirada de Areté (dificultad final 3).

Y… Hasta la noche de Samhain, poco más. Bajo ningún concepto intentaría entrar o reunirse con madame Verthank antes de tiempo; cree en la importancia del destino y en dejar que las cosas sigan su curso natural. Iré haciendo pues tres tiradas: las dos primeras contra dificultad 6 (por ser la estándar y porque Umbría me obliga a elegir una; si es otra, pues ajusta el resultado en consecuencia), y la tercera, la de Areté, a dificultad 3 (pues ya la conozco).

P.D.: Mecachis en los unos. Bueno, ¿qué se le va a hacer? :/

P.D. 2: ¿Debería ir narrando las consecuencias de mis tiradas (en la medida de lo posible), o prefieres responder tú con los resultados?

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12/08/2017, 10:16
Ethan Miller
- Tiradas (3)

Motivo: Efecto Cardinal 1

Dificultad: 6

Tirada (3 dados): 4, 7, 8

Éxitos: 2

Motivo: Int+Tec - Investigar por internet

Dificultad: 6

Tirada (6 dados): 9, 6, 4, 5, 2, 3

Éxitos: 2

Motivo: Astucia + Aliado (Frank)

Dificultad: 6

Tirada (4 dados): 7, 6, 4, 7

Éxitos: 3

Notas de juego

Bien, lo primero las tiradas pedidas. Igual a partir de ahora las pongo en una nota al final de cada post para no perjudicar a la narración. De todos modos, si ves que en algún momento quieres tirar tú algo por agilizar siéntete libre, no soy alguien que se moleste por esas cosas. (De hecho había dado por supuesto que tirarías tú y lo reflejarías en la narración)

 

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12/08/2017, 10:24
Ethan Miller

Ethan aparcó el coche en las cercanías, y luego se acercó al muelle paseando tranquilamente por la calle Jefferson. Era media tarde, y la zona estaba bastante animada, con muchas personas entrando y saliendo de las casas bajas que antiguamente fueron infraestructuras portuarias y ahora habían sido reconvertidas a bares, establecimientos, u hoteles. A medida que caminaba, observaba a su alrededor con intención de encontrar algo inusual, o alguna señal que lo alertara de la presencia del establecimiento de la supuesta vidente. (Percepción + Investigación?)

Se dio cuenta de que estaba demasiado nervioso, como si el tema lo preocupara en demasía, y decidió hacer una parada en uno de los bares para tomarse con tranquilidad una taza de café mientras leía el periódico local. Cuando lo hubo terminado, se sintió bastante más relajado, lo suficiente como para intentar acometer la tarea que estaba a punto de llevar a cabo.

Al lado del muelle se encontraba el pequeño parque local que contenía el jardín del mar, y allí se dirigió sin dudarlo el joven Despertado. Frente a sus árboles y setos, ya sólo la pequeña línea de casitas blanca se interponía entre el océano y él. De modo que Ethan buscó un lugar resguardado y tranquilo, en el que poder sentarse sin miradas indiscretas. Sus instintos lo guiaron hacia un hueco entre varios arbustos, donde la energía espiritual parecía palpitar con más fuerza. Se sentó con calma, todavía saboreando los últimos aromas del café que acababa de degustar, y cerró los ojos, dejando que su mente se expandiera hacia el infinito mundo de posibilidades que sus ancestros habían decidido llamar Umbra. Con suavidad, dejó que sus sentidos abandonaran el mundo físico para abrirse a la realidad de los espíritus.

(Efecto Espíritu 1: Ver cómo está la Umbra en la zona. Si está tranquila, Efecto de Espíritu 3: Cruzar la Celosía con tirada extendida. Si está agitada, convocar algún espíritu para hablar con él. Te hago todas las tiradas y ya me dices. En ambos efectos reduzco dificultad por tiempo extra de preparación)

- Tiradas (3)

Motivo: Percep+Investi

Dificultad: 6

Tirada (5 dados): 1, 5, 8, 4, 7

Éxitos: 1

Motivo: Espíritu 2: Ver umbra

Dificultad: 3

Tirada (3 dados): 7, 9, 1

Éxitos: 1

Motivo: Espíritu 3: Cruzar Celosía (1)

Dificultad: 5

Tirada (3 dados): 3, 7, 9

Éxitos: 2

Notas de juego

Por cierto, admito crítica o consejos sobre la forma de jugar/narrar. Como no se lo que están haciendo los demás igual hago demasiadas tiradas, demasiado pocas, o narro por de más o por de menos. Cualquier opinión respecto a cualquier tema de estos me dices, porque me interesa para hacer esto lo mejor posible.

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12/08/2017, 11:25
Max Bennett.
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Inteligencia+informática

Dificultad: 6

Tirada (5 dados): 4, 6, 7, 6, 2

Éxitos: 3

Tirada oculta

Motivo: Contactos

Dificultad: 6

Tirada (3 dados): 10, 6, 9

Éxitos: 3

Notas de juego

Ahí van las tiradas.

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13/08/2017, 02:59
Sólo para el director

Por fin estaba echado en una cama grande, gorda, fofa y cómoda, como no había estado en su buen tiempo, realmente. Aquel día exacto fue aquel posterior al que llegó a America, la tierra de los libres, el núcleo del mundo que a su vez estaba en el tope geográfico del mismo, el país de las oportunidades y toda esa caca vápida, pero la verdad real era que resultaba ser el país de donde venía y al que había vuelto para encontrarse consigo mismo, por palabra y sugestión de su maestro, inmenso y sabio él mismo. Así, suspirando, miraba aquel papel poniéndose a recordar un poco.

Al llegar a Nueva York, el mismo exacto lugar del que alguna vez abordó un avión para salir de este país, era de tarde, más o menos, momento en que Naem inmediatamente comenzó a buscar personas y hacerse un lugar, ejecutando uno que otro de sus shows, saltos acrobáticos y parkours en plena calle, graffitis, rap, arte y semejantes, todo tipo de cosas que le hicieron inmediatamente ganarse un grupito nada más llegar en unas cuantas horas, haciéndose tarde y a su vez con plata, sin tener que sacar de su reserva personal para poder dormir en un lugar cómodo, cortesía igual de donaciones de sus amigos y colegas recién hechos.

Por otro lado, entre que tonteaban posterior a la larga sesión de graffiti/murales/rap/etc. callejero y se pusieron a tomar un tanto, se pasaban un cartoncito o papel, el cual terminó en manos de Strauts por ser "el nuevo", dicho sea, algo que pensó en arrugar y mandar volando como papel para hacerlos reír pero al final guardó como gesto ("Nunca negar un gesto amable de otros como parte de los nexos que nos unen", palabras de su maestro) y quizá por instinto místico. Tal instinto llegó ahora a esa cama fofa ya terminado el flashback conveniente para indicarle esto, esto que le llegó a él y solo a él por obra de, por supuesto, aquella fuerza innegable.

- "Gantavy."

Pronunciado en el único idioma que le importó un carajo aprender al viajarse un trozo de mundo entero, aparte del inglés que usó en Europa improvisando. "गंतव्य", tal cual, o mejor conocido como "Destino", la fuerza que desunía, unía y dirigía todo y a todos. Pensó en cómo carajo llegar a San Francisco nada más estar en literalmente el otro lado del país, completamente inconsciente de la chance de llegar, digamos, en una tarde.

A excepción claro de que el jovencito de pelo caótico y existencia caótica tenía un caótico pero fundamental, digamos, dinámico y primordial medio por el cual sí que podía llegar a ese lugar en un paso, o unos cuantos pasos. Pasos, digamos, laterales, pasos a través de un mundo que todos no ven, pero deberían poder ver, como él fue capaz por obra de ese mismo "Gantavy" o Destino que le dejó hacerlo hace como un año y tanto.

Se dedicó entonces a ello. Aún tenía como una hora de la gran y cómoda habitación de hotel que logró pedir por la noche justa, comenzando entonces a hacer de todo lo necesario: Pinturas, naturales y artificiales (nada de marcadores permanentes, claro), elementos, como el agua del mismo baño para crear una disolución o la idea simbólica de un cruce, un portal, muy como uno hacía cuando entraba al océano para dividir la frontera entre tierra y agua, todo esto en forma de dibujos de una mandala simple, un portal de ocho, dieciseis y ocho, algo así como la flor de loto compleja que salía en su descripción de perfil pero no completa, porque le tomaría una eternidad hacerla perfecta y con tantos detalles, solo era una versión suficiente pero completa, grande.

Todo este gran artilugio ritual con variados elementos servía como un centro circular en donde crear el portal directo/simbólico y a su vez ponerse encima, mojándose la ropa y todo, llevando su mochila y sus cosas para empezar a meditar, mantras, varios mantras como si estuviese rapeando pero lento. Un cruce fantástico en un punto mundano. Solo esperaba que nadie le pillara entonces. Ni decir que antes se había dedicado a ver si no había cámaras o a ponerse donde estas no apuntaran directamente, de modo que solo dependía de su suerte y su éxito al poder hacer que la umbra le llevara a su interior misterioso y complejo, precioso, incomprensiblemente fascinante aún con sus horrores posibles.

Una vez dentro, de estarlo, llamaría a algún espíritu. Ahora sería él quién pidiera favores a dichos, si bien siempre atento de si podía ofrecerle algo a cambio a las almas y entes residentes en aquel trozo de umbra alcanzado, últimamente ofreciendo sus servicios con una paga simple como la era cruzar medio país en unas pocas horas para estar a tiempo en el lugar que necesitaba. Una pena por sus amigos que hizo en Nueva York, pero les vendría a ver o llamaría, seguro.

- Si hay alguien, por favor acudid a mi llamado.

Nada más.

- Tiradas (1)

Motivo: Lugar de llegada del avión

Tirada: 1d100

Resultado: 5

Notas de juego

Tal cual, eso, mi personaje hace todo un tema para portalearse hacia dentro de la umbra en pos de poder cruzar la inmensa distancia. ¿Tiro algo? ¿Areté? ¿Algo para el ritual aparte si funciona? ¿Algo para llamar espíritus/almas/cosas?

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13/08/2017, 03:36
Destino

Notas de juego

Tírame areté, sí. Supongo que lo que intentas hacer es entrar en comunicación con los espíritus, ¿no?

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13/08/2017, 05:25
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Contacto dimensional (Areté)

Dificultad: 6

Tirada (3 dados): 10, 1, 7

Éxitos: 1

Notas de juego

Sí, es para tanto entrar en contacto con la umbra como meterme a dicha una vez la umbra me "de permiso" de entrar, dicho sea. No sé a qué dificultad tiro y si cuenta o no mi mérito de Atajo Natural así que asumiré 6 como base y usted dirá.

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14/08/2017, 20:28
Thomas Heng

Era media mañana cuando Thomas descubrió la tarjeta en uno de los bolsillos interiores de la chaqueta, aquel hallazgo no debió pasar de más allá de la típica tarjeta que recoges en cualquier lado, la guardas y te olvidas de ella, pero en esta ocasión las señales eran distintas. Un impulso invisible que le conducía a creer que había mucho más en aquel trozo de cartón, un mensaje hilado en el tapiz de los acontecimientos y que, ahora, recaía en él dándole turno para que realizara su acción.

Thomas estaba en Melbourne, había llegado a la ciudad desde una larga estancia en el Reino Unido deseando volver a pisar el hogar. Tenía previsto visitar a Jessica esa tarde, y al día siguiente tomar un vuelo de regreso a Perth para ver a su mentor, pero indudablemente esa tarjeta iba a trastocar todos los planes tenidos hasta ese momento. El cuentasueños arrugó la frente leyendo lo escrito en el dorso del cartón, la señal definitiva que no se encontraba ante la casualidad.

El mago se dirigió a uno de los cafés del barrio de St. Kilda, y se sentó en una de las mesas más apartadas para estar tranquilo. En el ambiente sonaba una colección de temas pop del momento, no demasiado alto, y siendo la hora que era tenía un volumen de gente aceptable. Durante varios minutos Thomas jugó con la tarjeta en la mano, por lo que en su franco interés en descubrir de qué se trataba esa invitación trató de leer los patrones que tocaban el contorno de la misma, sentir a quien pertenecía, que impresión psíquica le devolvía el examen de la misma.

Notas de juego

Usaría la Esfera de Mente para hacer una suerte de Toque de Espíritu en la tarjeta, para sonsacar la información que pudiera obtener de la misma.

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14/08/2017, 22:55
Steeve Hope

Mañana del 15 de Octubre del 2006, Back Bay, Bostón, EEUU.

La luz traspasaba las claras cortinas del ventanal que daba a la calle, la silueta de los árboles que comenzaban a perder sus hojas otorgaban un fondo colorido a la delgada tela que cubría el vidrio espejado de la habitación. La taza de café humeaba en compañía de un vaso de whisky a medio terminar servido la noche anterior y de un bagel tostado aún tibio sobre el periódico de la semana pasada, el cual estaba marcado con trazos de tinta negra y roja en distintas partes, dibujando caminos entrelazados entre sí, que parecían llevar a las páginas que encerraba su interior, mientras que la esquina del papel estaba plegada de un modo inconfundible, también presente en otras páginas dentro del apartamento, y que no significaba otra cosa que el sello de un trabajo concluido.

La mente de aquél hombre estaba aún aturdida, esforzándose por convencerse de que la realidad estaba alrededor de ese cuerpo y no dentro de aquél sombrío paisaje al que los sueños lo habían llevado, esta vez viendo como un camión aplastaba la bicicleta en la que pedaleaba su hijo Ben, aún no nacido. El detalle de la identidad del conductor hubiera sido irrelevante de no ser porque se trataba de él mismo, una nueva presentación para una recurrente pesadilla que al igual que otras tantas amargaba el comienzo del día.

Untó la tostada con queso fundido y chocolate, corrió el periódico para no estropearlo con su desayuno, para descubrir que una tarjeta caía de entre sus páginas a sus pies. No tenía idea de como había llegado esa tarjeta allí pero ese era el tipo de preguntas que no se hacía, le bastaba con descubrir si debía leerla o descartarla para siempre, un pensamiento fruto de un sentido del deber que no tenía ninguna relación con la autoridad y menos aún con cumplir un contrato, sino que surgía de la responsabilidad de sus propias convicciones, que de algún modo comandaban su errante existencia. Tomó un sorbo de café sin levantar el papel del piso, observándolo, consciente que podía ser la llave a su próximo caso, o una diminuta pieza del gran rompecabezas que movía al universo, incluso una de las severas pruebas a la que la Tradición lo sometía para darle un lugar que tal vez no merecía realmente, o simplemente una publicidad intrascendente de las tantas que invadían a los habitantes del barrio por esos días.

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15/08/2017, 00:49
Steeve Hope

Tras terminar su desayuno, se dispuso finalmente a juntar la tarjeta del piso, y apenas sus dedos tocaron el papel los supo. Un engranaje había girado, el inconfundible sonido de la máquina que movía el destino de todos estaba sonando, y esa música llegaba a sus oídos. Una fecha y un ocaso, vagas referencias para un encuentro que no tardaría en suceder, fue lo primero que observó en el dorso de la tarjeta, y tras voltear el cartón encontró la presentación del remitente, sin modo alguno de contactarla. Sonrió, quien quiera que fuese Cleo, le había dado una buena impresión, una pista sin rastros que apareció de la nada y conducía hacia un punto incierto en el futuro. Ya os quiero, Madame. Tendría mucho que hablar con esa mujer cuando se conociesen, él no necesitaba de cartas para que el destino se le revelase, él mismo era su testigo y su brazo ejecutor, pero no era cosa de todos los días recibir una invitación de un Oráculo, menos de uno que se había tomado tantas molestias para hacer difícil lo que todo vendedor de falsas esperanzas quiere, ganar un buen dinero en cada una de las decenas de consultas que le llevará revelar un ilusorio futuro al ingenuo que cae víctima de su trampa. Ella, sin lugar a dudas, era diferente.

Hacía casi una semana que había resuelto el último caso, desde ese día había estado leyendo El Código Da Vinci, una novela reciente que fantaseaba con enigmas y misterios de los que disfrutaba, aún sabiendo que la verdad iba mucho más lejos de lo que el autor podía siquiera soñar. No había salido de su apartamento en esos días, el refrigerador estaba casi vacío y solo le quedaba media botella de bourbon, pero se mensaje había cambiado las cosas. La tarjeta que tenía en sus manos pasó a convertirse en su nuevo desafío, encontrar a esa mujer se había convertido en un nuevo caso, uno de los pocos que había tomado en ese año, y uno mas de los que resolvería en su historial.

Observó la tarjeta en detalle, sus dedos sintieron la superficie del material, olió el aroma de la tinta de la impresión y miró de cerca la terminación de las letras en cursiva que había sido escritas, para luego intentar reconocer el origen de la extraña sensación que había sentido al tocarla por primera vez. Luego tomó su ordenador portátil, comenzó a buscar rastros de la vidente mientras bebía otro café. Palabras como Madame, Cleon, Verthank, Oráculo, fueron las primeras opciones, seguidas por los ofrecimientos de lectores de fortuna de todo San Francisco, centrándose en los extranjeros provenientes de Europa. 

Cuando terminó la tercer taza de infusión se dio cuenta que su entusiasmo había regresado, lo que otros hubiesen pasado por alto había significado para él un nuevo desafío, y no iba a descansar hasta resolverlo.

- Tiradas (3)

Tirada oculta

Motivo: Observación detalles físicos (percepción + alerta) (Especialidad)

Dificultad: 5

Tirada (6 dados): 9, 3, 6, 7, 8, 4

Éxitos: 4

Tirada oculta

Motivo: Observación detalles mágicos (percepción + consciencia) (Especialidad)

Dificultad: 5

Tirada (5 dados): 8, 9, 6, 1, 2

Éxitos: 2

Motivo: Búsqueda de información: Inteligencia + Investigación o Informática (Especialidad)

Dificultad: 7

Tirada (5 dados): 7, 8, 10, 1, 10

Dados repetidos: 10, 1

Éxitos: 3

Notas de juego

Hago algunas tiradas orientativas para representar las acciones realizadas, decime si aplican o si preferis que haga otras.

1. Observación física (5 sentidos): percepción (esp) + alerta, dif -2 

2. Observación origen de sensación: percepción (esp)+ consciencia

3. Búsqueda de información: Inteligencia + Investigación o Informática (tengo la misma puntuación, hago solo 1 tirada)

Nota: las tiradas de percepción suelo hacerlas ocultas, no se si te parece a vos lo mismo. La dificultad puse una base arbitraria de 7, queda en tus manos ajustarla (en la segunda tirada olvide cambiarla)

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22/08/2017, 12:06
Destino

En cuanto al lugar de reunión, lo más que puedes encontrar es un panfleto informativo sobre el muelle de Hyde Street. Un lugar que parece estar destinado a la historia naval americana, en el cual fondean barcos que han sido declarados patrimonio histórico nacional, por haber jugado un papel fundamental en el transporte de mercancías entre el continente y las colonias.

No hay mención sin embargo a ningún “Ojo de la tormenta” que pueda estar relacionado con la tarjeta, ni al nombre de mujer que aparece impreso en ella.

De entre tus conocidos, poco llegas a saber. Ajenos a la magia, dormidos, no son capaces de hacer referencia a algo que no sea, precisamente, el hallazgo de naves históricas en el muelle de Hyde Street.

No es éste el caso de tu mentor, al que viste arrugar el ceño y examinar la tarjeta con cautela y un atisbo de preocupación.

- En este mundo las coincidencias no existen- te habría dicho - Y si has recibido una invitación así… Caray, el Destino llama a tu puerta, ¿qué más te puedo decir? Y cuando alguien llama, no responder es de mala educación, Max. No sé decirte por qué debes responder, pero, tengo un presentimiento muy fuerte al respecto. Algo me dice que debes presentarte allí, en esa fecha. 

Notas de juego

¿Alguna cosa más que quieras investigar o preparar a lo largo de los próximos 15 días? 

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22/08/2017, 12:08
Destino

Tras percatarte de que físicamente, salvo esa sensación ominosa antes percibida, la tarjeta no posee nada más en especial, te dedicas a buscar información sobre los detalles impresos en ella.

En cuanto al lugar de reunión, lo más que puedes encontrar es un panfleto informativo sobre el muelle de Hyde Street. Un lugar que parece estar destinado a la historia naval americana, en el cual fondean barcos que han sido declarados patrimonio histórico nacional, por haber jugado un papel fundamental en el transporte de mercancías entre el continente y las colonias.

No hay mención sin embargo a ningún “Ojo de la tormenta” que pueda estar relacionado con la tarjeta, ni al nombre de mujer que aparece impreso en ella.

Cuando te centras, sin embargo, en mirar la tarjeta con tus "verdaderos" ojos, lo primero que eres capaz de sentir es la tirantez que los hilos del tiempo ejercern sobre la misma, como si arrastrasen de ella desde la mismísima costa de San Francisco. Estos hilos, sin duda entresacados del tejido intrincado del Tapiz, resuenan de manera dinámica, proporcionando una sensación ineludible de inevitabilidad. 

Notas de juego

¿Alguna cosa más que quieras investigar o preparar a lo largo de los próximos 15 días? 

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22/08/2017, 12:16
Destino

La gente no parece confiar en un recién llegado como tú, y menos en tu aspecto. Y aunque es innegable que sabes moverte a través de las calles, y reconoces aquello y a aquellos que debes buscar para saber o conseguir según qué cosas, no logras sacar nada en claro debido a la negativa constante que te encuentras de boca de las gentes más humildes y descastadas de San Francisco.

Al acercarte al muelle de Hyde Street, lo primero que descubres es que es un muelle de interés turístico, debido a que en él fondean barcos que han sido declarados patrimonio histórico nacional, por haber jugado un papel fundamental en el transporte de mercancías entre el continente y las colonias. Hay una pequeña oficina de turismo, y al lado un soporte metálico del que puedes obtener un panfleto informativo al respecto.

No existe rastro sin embargo de ningún local con el nombre que refleja la tarjeta. Ni encuentras nada que haga referencia al mismo. Un par de preguntas te dejan claro que los lugareños, a pesar de su desconfianza hacia ti, tampoco saben nada. 

Intrigado por todo esto, tratas de "abrir" los ojos. De percibir tu alrededor con aquella parte de ti alejada de lo mundano. Y pronto te sobreviene un sentimiento... De tirantez. De presión constante. De cambio encasillado, de fuerza encorsetada. La sensación es incómoda, sin lugar a dudas. Y parece fluir de manera constante, como si de hecho se encontrase encarrilada a través de un embudo que sólo la dejase derramarse en su justa medida. 

Notas de juego

¿Alguna cosa más que quieras investigar o preparar a lo largo de los próximos 15 días?