Una nueva etapa del viaje les esperaba. Poco a poco la caravana se aproximaba a la gran ciudad de Luna Plateada. No debían perder tiempo, aunque debían comer algo, el Bosque Alto quedaba más al sur y tendrían que alquilar monturas pues unas 50 millas les restaba hasta los lindes del bosque y después quedaban otros tantos para llegar a los Picos Perdidos. Según Ander, las hojas de Lathynius crecían cerca.
La mayor parte de tu ingenioso plan ya estaba en marcha. Ahora debías encontrar ese templo. Pero, ¿qué argucia usarás para llevar a tu hermana y Darvin hasta el templo?
Qué hambre tengo, ¡me ruge el estómago! - no puedo evitar soltar la queja, pero allí estaba Luruar, la ciudad de Luna Plateada abría sus puertas para darnos la bienvenida - Creo que lo más sensato sería calmar nuestros estómagos y descansar esta noche. Mañana alquilamos unos caballos y partiremos, rumbo al norte. ¿Os parece bien el plan?
- Me parece bien... - Respondí de manera aprobadora.
No tengo claro si seguimos en compañía del guardia, si fuera el caso, que quede claro que sigo comportándome de manera pija y autoritaria, manteniendo mi papel.
DM: Nó, al llegar a la ciudad dejáis atrás al capitán y la guardia. Estáis vosotros tres solos.
¿Le parece bien? Perfecto. A pesar de que bosque alto esté al sur, nuestro destino es ir al norte, al bosque trémulo. Creo que llegar hasta la zona donde se encuentra ese templo será fácil. Ya veremos cómo le convenzo luego para entrar...
DM: Esa es la cuestión, tengo curiosidad de como vas a salir de esta situación. Tengo el convencimiento de que me sorprenderás ;)
Oye, Darvin, tengo que darte una cosa - digo al tiempo que le doy un golpe en la cabeza con mi bastón - eso por hacerme pasar el viaje más vergonzoso de mi vida. Por cierto - pregunto ahora que por fin la farsa del señor y el vasallo ha terminado - ¿qué narices es eso que robaste del cofre del difunto Gorzan?
¡- Ahhhhhhh...! - Chillé como una niña al recibir el golpe en mi cabeza. - ¡Eso duele!
Master, si la pelirroja quiere vengarse, este es el momento ;P
DM: Ja ja eso te gustaría a ti ;)
El grupo de Magos se adentró en la plaza de la Universidad de Luna Plateada dónde están los más grandes templos dedicados a Dioses olvidados y el Gran Templo de Mystra (la diosa muerta tiempo atrás). Varias posadas y tabernas de buena reputación se reparte por aquella plaza con una gran fuente que emana constantemente agua de la estatua de Mystra. Pero sus precios también van en consonancia a esa buena reputación.
Pues me diréis que hacéis.
Miré a mi alrededor, mientras decía:
- No debemos de derrochar, ya que no sabemos cuanto tiempo estaremos aquí, pero tampoco es cuestión de ir a un cuchitril. Lo mejor es buscar una posada buena al mejor precio. Debemos de informarnos sobre nuestro destino antes de ir a ciegas. Puede que comprar un mapa sea una buena opción también...
- Entonces empecemos por encontrar un lugar en el que cobijarnos cuando caiga la noche, y de paso comemos, que no se tu pero a mi me rugen las tripas desde hace un buen rato - digo riéndome al tiempo que se oye el rugido lastimero de mi estómago vacío - Además, ¿que sitio hay mejor que una posada para hallar información de la zona?
pues buscamos un establecimiento tipo posada/taberna que no sea muy caro, no¿?
Si en la plaza de la universidad está todo caro, nos vamos a un barrio menos adinerado XD
Los tres magos deambulan por las calles hasta encontrar un lugar adecuado donde comer. El antro es un poco...dudoso diríamos. Las hermosas concubinas van frecuentando las mesas mientras que chicas semidesnudas van repartiendo jarras de cerveza y platos escuetos de muslos de pavo que tienen pinta de estar tan secos como para hacer sangrar la encía de un viejo desdentado. Es tarde para la comida, ha pasado solana y el día avanza inexorable; ese es el motivo de que hayan encontrado mesa libre.
- Yo no pienso comer aquí ni borracho, por mucho que me guste el vestuario del personal femenino... - Susurré a mis compañeros. - ... Para eso prefiero ir a otro lugar, aunque sea un poco más caro.
- Venga hombre, ¡tampoco hay que ser tan exquisito! Bastante que hemos tenido suerte de encontrar un sitio libre - digo mientras se me van los ojos detrás de las mozas recias semi-desnudas. Una sonrisa de bobalicón se pinta en mi cara al ver a una de ellas sirviendo una mesa.
Miré desconfiado la comida:
- Pues puedes quedarte si quieres, que yo no como eso si puedo evitarlo...
Lanzo una mirada fulminante a Darvin
¡Eres un aguafiestas! ¿Qué te puede pasar por comer un muslo de pavo que esté un poco reseco? Tienes un paladar demasiado exigente, Darvin. Cuando hay hambre uno se come hasta las piedras, si hace falta.
- Pues come, come, que yo no te lo voy a impedir, pero no voy a perder el tiempo ni un minuto más... - Respondí, esta vez algo molesto, ya que si él quería comer aquí era asunto suyo, pero no era nadie para obligarme a hacer lo mismo. Sin añadir nada más, me dí media vuelta y volví sobre nuestros pasos, donde estaban las tabernas y posadas buenas.
- Pero hombre, ¡no te enfades! - le grito mientras se aleja, sin poder evitar soltar una tremenda carcajada. Cuando Darvin sale de la posada, me acerco a la barra y pido algo de comer y beber. Cuando mi apetito glotón esté saciado iré a buscar a Darvin.
- Espera Darvin - llama corriendo en pos del mágico testarudo - espera un momento.
Me detengo lo justo para que la chica pueda alcanzarme y luego le pregunto, jocoso:
- Me imagino que tú tampoco querrás comer ahí, ¿verdad?.
- No nos separemos - dice - no quiero volver, pero no dejemos a mi hermano solo, no conocemos esta ciudad.