Partida Rol por web

La nieve cubre la parte del embarcadero. Hay restos de lo que parece un campamento. Se pueden ver los techos de algunos edificios que están sepultados bajo la nieve, cerca del campamento veis dos cuerpos acuclillados  junto a unos botes volcados sobre la nieve, como si buscaran algo debajo y otros 3 dan vueltas alrededor con un paso inseguro y tambaleante. Tan pronto como pisáis los pies en la nieve, los cuerpos se giran y se aproximan a vosotros con un paso torpe y vacilante.

Podéis observar con horror que son cadáveres putrefactos animados por alguna magia oscura. Se giran hacia vosotros emitiendo un gruñido inhumano y se a disponen a atacaros. Tenéis unos segundos preciosos para actuar. Espina queda paralizado por el terror mientras el elfo y el monje superan este terror paralizante actuando con celeridad.

Bajaron con calma del bote, pero Ralflinder ya intuia que algo antinatural los esperaba. De alguna forma sabía de antemano cuando ciertas cosas estaban fuera de lugar, los cadáveres caminantes eran algunas de las cosas que podían enervarlo. Destruir santuarios naturales y talar bosques era detestable, pero más aun lo era ir en contra del ciclo natural de la vida y la muerte. Una de las primeras cosas que enseñaban los ancianos druidas de Cormanthor "Respetar el círculo de la vida y la muerte, el camino eterno, lo que crece y lo que se marchita. Todo ser vivo deja así el regazo del padre bosque para ir al juicio del Señor Kélemvor". Con fuego y hierro, los protectores de los bosques cazarán a quienes pretendan romper las reglas de la vida que son originadas en Silvanus.

Como una sombra verde contrastando con el gélido suelo que les daba la bienvenida, el elfo flexionó un momento las rodillas, envolviéndose casi por completo con su capa, y se lanzó en carrera hacia una de aquellas horrendas criaturas. Su paso era un borrón silencioso, sus pies parecían apenas rozar el suelo. Se detuvo cerca del putrefacto ser, aparentemente sus hachazos no lo habían dañado.

LAs dos criaturas lanzan sus brazos para alcanzarte y comienzas a golpearte con sus brazos alargados como látigos. Sientes varios golpes punzantes y tratas de zafarte dando un paso atrás. Las criaturas balbuceando incoherencias tratan de golpearte otra vez.

Las tres criaturas se lanzan contra vosotros. Os sorprende la rapidez con la que se lanzan sobre vosotros. Dos de ellas, una de ellas amenaza con un garrote y otro trata de golpearlo con sus manos desnudas. La tercera se lanza con una velocidad pasmosa contra Mariam atacando con su garrote. 

Mariam consigue esquivar los golpes con grácil agilidad mientras que el cambiante consigue hacer lo suyo con los dos cadáveres andantes.

Espina que raramente se sorprendía o era sorprendido reaccionó tarde ante los enemigos, pero justo a tiempo para esquivar sus débiles ataques, ahora que ya estaba preparado le tocaba actuar a el, así que que con su entrenado sentido y movimiento de la mano creo un manto invisible alrededor de uno de los zombis, eso le indicaría donde atacar, había entrnado mucho para conseguir aquella habilidad y siempre le funcionaba  a la perfección...

Al instante miró a los ojos a Mariam, para que le mirara y viera que debía confiar en el, justo cuando se cruzan la mirada Espina desaparece entre las sombras de los zombies dejando una especie de humo negro donde se encontraba para aparecer delante de otro zombie justo el que amenazaba a Mariam, el movimiento había sido tan rápido que apenas se podía saber como la había logrado...

Después intentó llamar a las sombras para ejecutar un ataque violento, pero se había precipitado y necesitaba de su concentración para lograrlo, que para el caso no lo estaba....

La chica jamas habia visto ni en sus peores sueños muertos que volviesen a caminar, puede que fuese por eso que le costo un poco reaccionar, cuando se quiso dar cuenta ya tenia a los cadaveres encima y atacando. Logro esquivar los golpes por puro reflejo.

Y cuando cruzo mirada con el cambiante, comprendio que seria un buen compañero de batalla, apenas le dio tiempo a asentir cuando Espina se habia... ¿evaporado?

Pero al ver que Espina hostigaba al enemigo con sus ataques, Mariam vio la ocasión y supo que tenia que aprobecharla. El habitual brillo inocente de sus ojos desaparecio dejando paso a la disciplina de años de entrenamiento. Coloco dos manos sobre su pecho al tiempo que respiraba profundamente y a la velocidad del relampago las separo buscando golpear en el costillar de su rival. Un golpe que podria fracturar los huesos de un humano normal.

Paso un segundo desde que el golpe surtio efecto Mariam miro de reojo al zombie a su derecha, y una onda expansiva salio del zombie golpeado, deberia haber salido por detras donde se encontraba Espina, pero en lugar de ello salio por un lateral golpeando a otro de los muertos andantes y empujandolo hacia un lado.

Mientras que el elfo retrocede ante los golpes de los zombies tratando de contenerlos, el cambiante y la mujer monje combinan sus esfuerzos para acabar con las tres criaturas. Mientras Ralflinder sufre varios impactos, Espina se teleporta a un zombie para concentrarse mientras recibe un poderoso golpe con el garrote. 

Ralflinder fue repelido duramente por las garras putrefactas de aquellos seres, el dolor fue profundo y dio un paso hacia atrás, tratando de mantenerse en posición de combate y no flaquear. Había confiado en el efecto sorpresa para derribarlos, pero las cosas habían salido al revés y él había sido el sorpredido. Apretó los labios y un chorro de vapor salió de sus fosas nasales, el aire estaba tan frío que parecía cortar la piel. Se aguantó el impulso de gritar, el daño era grave y su armadura estaba desgarrada, el suelo manchado del rojo escarlata de su sangre. Sin embargo avanzó de nuevo en un movimiento giratorio tratando de cortar la cabeza de ambas abominaciones.

Como un surco de plata, el primer tajo fue certero y letal, desprendiendo la cabeza del apestoso muerto viviente con un ruido sordo. El cuerpo cayó inherte sobre el hielo y dejó de moverse de inmediato. Con el mismo movimiento rotó sobre el eje de su cuerpo, su capa se abrió dibujando surcos en el aire, y su hacha de mano siguió un curso mal calculado quedando en una posición desventajosa. Sin embargo no estaba dispuesto a cejar y permitir que siguieran desgarrando su cuerpo. Haciendo un tremendo esfuerzo dió un salto en el aire mientras se acomodaba nuevamente y descargó todo su peso cuando caía sobre el cráneo frío y calloso de su enemigo, reventándolo en pequeños trocitos de hueso, carne muerta, y algo que quizá fue sangre negruzca.

Dejó caer el cuerpo anteriormente animado y recuperó el aliento un momento, mientras su hacha de combate chorreraba restos de los cuerpos animados sobre la tierra gélida.

Su anterior ataque fallo, seguramente por la presión jamas había combatido contra muertos, pero se esforzó en pensar que su anatomía no era diferente a la de otros humanos y los golpes deberían dolerles por igual.

Retrocedió apenas un paso para tener a alcance a los 3 no-muertos y con movimiento tan hermoso como veloz, se quedo de puntillas sobre una sola pierna, su cuerpo estaba casi en horizontal y sus dos puños y una de sus piernas salieron disparadas contra los 3 zombies simultaneamente.

Y aun antes de volver a su posición original, lanzo con los dos puños un nuevo golpe al muerto de su derecha tratando de lanzarlo contra la hoguera.

El fuego purifica...

Tras la sucesión de golpes de la mujer monje, el cuerpo en el que una vez había vida cayó en la hoguera y queda inmóvil siendo consumido por las llamas. Los dos sobrevivientes levantan el garrote y tratan de golpear a sus enemigos con su arma con un movimiento torpe.