Partida Rol por web

Las luces de Neon del Lester´s destacaban en las mortecinas  luces de la calle. A esas horas no se veía a nadie por la calle y al mirar al interior del local pudieron ver a media docena de clientes y a un camarero detrás de la barra.

El melodioso y triste ritmo de una vieja canción de blues se podía oir desde fuera

 Robert, se encendio un cigarrillo y miro a sus compañeros.

-Bien, voy a entrar y ha preguntar a ver si alguien sabe algo. Tambien quiero mirar en el callejón de detrás, no os podeis imaginar la clase de cosas que la gente tira a la basura-dijo tratando de sonrreir, mientras daba otra calada-Venga vamos.

El detective empezó a andar hacia la puerta. No sabía como le podrían ayudar, pero supuso que dada su situación actual, no le vendría mal algo de ayuda.

El local estaba bastante animado, algunos de los pocos clientes intentaban seguir el ritmo de la música, mientras que otros seguían con sus conversaciones, solo el hombre que estaba detrás de la barra se giró para echaros un vistazo

Bernard entró en el local, intentando disimular y pasar desapercibido. En menudo sitio había ido a parar, pensó. Empezó a sudar a mares, por lo que tuvo que tirar otra vez mas de su pañuelo de tela para limpiarse la frente. Aún así, sabía que no podían entrar en el local y simplemente ponerse a preguntar, pues cantaría a la legua que eran investigadores o policías, y en esos ambientes no eran demasiado queridos.

Asintió a Robert y se acercó a la barra y alzó la mano levemente para llamar la atención del camarero.

- Tres whiskies. - dijo con voz escueta.

 Cuando el camarero sirvió las bebidas, robert se dio prisa en pagar y le dio un billete de mas.

-Creo que ya ha venido mas gente preguntando por ella. Pero quiero que me cuente todo lo que sepa acerca de Rose, según nos han dicho frecuentaba mucho este lugar...

Robert escucho atentamente al camarero, que no parecía tener en alta estima a la mujer.

- Veo que Rose no era un cliente estrella... ¿A que se debe?-preguntó seriamente.

Bernard escuchaba la historia con una cara impasible, aunque sentía cada palabra de ese tabernero como una patada en su mente. Pero ahora no era momento de pensar en tiempo pasados, se dijo. Alzó la vista y habló:

- ¿Conocía a alguien a quien le debiera dinero, o algún... como decirlo... enemigo?

Na, al menos no más de lo habitual.

Ultimamente se la veía  haciendo " compañía" a un tal Frank, un mal tipo. Hace dias que no se le ve por aqui

Pongame algo de beber-dijo Robert extendiendole un billete algo mas grande de lo acostumbrado para una copa- Y ese tal Frank...¿Sabe de donde sale o a que se dedica?

Sonrió, mientras lo hacía cogió uno de los vasos para acto seguido servir el whisky. -Trabajaba en la construcción, pero le echaron no se exactamente por que, aunque no me cuesta imaginarmelo. Os aseguro que es un mal tipo, no puedo decir mucho más escepto que vive donde se merece.- Su rostro mostro una divertida mueca

Disculpe que no haga esto con un poco de cinismo, pero no tenemos demasiado tiempo... ¿donde podemos encontrarlo? Prefiero ir a darle la tabarra a un tipo como el-dijo dando un trago- que molestar a un honrrado camarero que sirve un wishkey tan bueno.

Lo pueden encontrar en la calle Rodent. ¿Lo pillan? que mejor sitio para encontrar una rata como esa que allí - Se rió de su propio chiste

No puedo ser más concreto, pero se que vive en esa calle, Lo escuche como se lo decía a una chica, quien puede olvidar algo asi...

Robert se limitó a sonrreir y dar otro trago. Estaba claro que tenian que encontrar a ese tipo, pero todo aquello estaba siendo demasiado facil. Si fuera asi siempre ya tendrían a ese psicopata. Ademas, por algún motivo, aquel tipo le estaba poniendo de los nervios. No acababa las frases y eso le estaba haciendo hervir la sangre.

La calle Rodent, pronunció para sus adentros. Había oído hablar de esa zona, pero siempre intentaba mantenerse lejos de ahí. Se giró hacia sus compañeros y alzó el mentón. Al parecer tenían una pista por donde seguir buscando, y aquel tipo parecía que no iba a decirles nada más por el momento.

- Bueno, parece que tenemos donde buscar.. - dijo sin alzar mucho la voz, dirigiéndose a sus compañeros.

Un nuevo cliente entra en el local a pesar de las horas. Se acercó a la barra

Un café... y rápido, por favor. Llego tarde a una cita y no tengo mucho tiempo para esperar. El comentario de Walter iba dirigido al camarero y a sus dos compañeros, esperando que le entendieran.

EL camarero le sirvió el cafe sin hacerle mcuho caso, ya que parecía estar pendiente de tus compàñeros

Esta bien, muchas gracias jefe, nos ha sido de gran ayuda. Creo que es hora de irnos-dijo pagando la copa y colocandose de nuevo el sombrero.