Partida Rol por web

Ersy arrastra a sus compañeros de grupo hasta su cabaña sin darles demasiadas opciones. Llegais a la cabaña 3 y aunque desde fuera parece una cabaña de campamento normal y corriente por dentro os dias cuenta de lo equivocados que estabais.

Según entrais veis la que hará las veces de salón o sala común de la cabaña, una gran sala en la que cabrían varios sofas, mesas y hasta alguna tele. Pero os dais cuenta de que para eso habría que limpiarlo todo de los cachivaches que llenan la sala, numerosos aparatos electronicos a medio hacer que llenan una mesa que teneis delante y partes del suelo. A los lados hay algunas mesas con ordenadores, estan encendidos y veis como un etraño código no deja de reproducirse una y otra vez.

Entre las cosas amontonadas por la sala veis tres puertas, una con un cartel que dice "Chicos", otra con uno que dice "Chicas" y una tercera en la que pone "Privado". Es precisamente de esta puerta entreabierta de la que sale una fuerte luz y os llega el sonido rapido de lo que parecen dedos tecleando.

Los drones debían haberme hecho algo, porque aquello se me antojaba el paraiso. Una vez que entramos todos, solté la maleta y a mis amigos, me adentré a saltitos en la habitación y bailé girando sobre mi misma para contemplarlo todo. Droidcat soltó todo el material que había recolectado de los drones para unirse a mí, girando sobre sí mismo también a mi lado.

¡Era maravilloso! Un espacio tan diáfano, tan lleno de posibilidades… ¡Ya podía imaginarme allí por las noches, sentados todos juntos y charlando sobre lo que habíamos vivido, o compartiendo unas palomitas mientras relatabamos historias de miedo.

Droidcat dejó de girar y en su pantalla LED donde mostraba sus emociones reflejo un “@.@”, tambaleándose como si estuviera mareado. Yo hice lo mismo, pero no por la misma causa. Reconocía varios de los inventos que había desperdigados por el suelo. ¡Era el sitio perfecto, y quien lo había preparado, un auténtico genio!

Me dirigí corriendo hacia María, la agarré de la mano y la llevé casi a rastras hasta la puerta con el letrero de “Chicas”.

 - ¡Vamos a descubrirla juntas! ¡Vamos, vamos!

No es que no me fijase en la puerta entreabierta de donde salían el ruido de tecleo. Conocía ese sonido de sobra, y por experiencia propia, pensé que lo mejor sería esperar hasta el final antes de inspeccionar esa. Quién estuviera detrás debió de habernos oído llegar, así que le daría tiempo para que saliera por sí mismo a recibirnos. No iba a meter las narices donde no me llamaran (o al menos, no tanto…).

Abrí la puerta de la habitación de golpe sin soltar a mi nueva amiga de la mano.

Mientras tanto, Droidcat se recuperó, y en lugar de seguirnos fue rápidamente hacia la puerta a recoger la maleta que había dejado atrás, empujándola con todas sus fuerzas para llevarla al dormitorio.

Se le escapó un comentario “fortuito” al pasar junto a Regulus:

 - La ama Ersy es un torbellino… ¡Aaaaah!

La euforia de la muchacha de pelo blanco me habia arrastrado hacia lo que seria mi alojamiento mientras vivieramos en el campamento, el contacto no me agradaba del todo pero tampoco queria ponerme fastidioso tan pronto. Al llegar a la cabaña y ver todo aquello mi rostro reflejo el disgusto en contraposicion de Ersy que saltaba de alegria.

-Vaya pocilga nos ha tocado, solo espero que mi habitación sea más organizada que esto...

Dije al tiempo que las muchachas se recluian detras de la puerta que ponia "chicas" y yo me dirigia hacia la de "chicos" no sin antes asomarme un poco por detras de la que decia privado y se oian el ruido de un teclear continuo.

- Disculpe, usted sera nuestro tutor? Podriamos pedir que alguien venga a ordenar este sitio o nos haran encargarnos a nosotros mismos como parte de una nueva prueba?

Entras corriendo en el dormitorio para chicas, al contrario que el resto de la cabaña el dormitorio parece normal y corriente.Hay un escritorio

vacio con varios enchufes y accesos a internet por cable, además de una litera lista y dos armarios donde dejar la ropa. La ventana da al bosque y teneis una vista increible de los arboles y la montaña de fondo.

Cuando entrais ves que Sonya se acerca a la cama baja y deshace su maleta con tranquilidad, empieza a sacar varios vestidos casi todos de colores oscuros y los empieza a colocar en el armario sin decir demasiado. Solo se gira hacía ti en una ocasion para hablar.

-Yo en la de abajo, no me gustan las alturas...- dice con apenas un susurro.

Cuando te asomas a la habitación ves que esta a oscuras excepto por la luz que sale de varios monitores, cuentas al menos 4, unos tienen codigos informáticos mientras que otros reproducen distintas series y canciones en distintos idiomas. Solo distingues una silueta negra encorvada sobre un teclado.

En el momento que empiezas a hablar una pequeña figura avanza hacía ti, es un robot de apenas 50 cm.

Pone una expresion que supones es de sorpresa y se gira hacía la silueta de la silla.

-¡Nicky, ya estan aquí! ¡Recuerda el trato, tienes que ser responsable!-

Oyes un gruñido de respuesta y las luces del cuarto se iluminan mientras la figura avanza hacia la puerta.

Sale del cuarto una chica que no debe tener más de 19 años, con gafas y pelo naranja. Sale con cara despreocupada seguida del pequeño droide, te mira con indiferencia pese a que le sacas una cabeza de altura.

-Eh... Hola, soy Nicky y soy vuestra monitora sí, voy a estar a vuestro cargo esta semana y todo eso.- Entonces empieza a pasear por la sala mientras observa los trastos.- ¿Desorden? Pero si esta todo en su sitio, solo hay que sacar unas sillas y como en casa.- ves como mete la mano en una pila de trastos en una esquina de la sala y saca tres sillas plegables que coloca alrededor de la mesa, cuando acaba se agacha con una exclamación de sorpresa y saca un trozo de pizza del suelo.- Listo, ¿tienes hambre? Aun debe quedar unas horas para la cena.- Dice mientras te la ofrece.

-Tú, ve a buscar al resto.- le dice al robot que pone cara de ofendido mientras va hacía el dormitorio de las chicas.

Lo exploro absolutamente todo, incluso debajo de la cama. Es más grande que mi habitación, pero más pequeña que el taller del ático que me regaló el tío Vitto. Droidcat entró cargando -arrastrando-la maleta a empujoncitos.

Lo primero que hizo mi compañera de cuarto -ay, se me aceleraba aún más el corazón de pensarlo -fue poner su equipaje sobre el colchón y deshacerlo. Me susurró algo, a lo que asentí más por inercia que por otra cosa, porque me había quedado prendada de los vestidos que colgaba con sumo cuidado en el armario.

- ¡Vaya, son preciosos! -observé en voz alta. Sentí una pequeña punzada de envidia, porque a mi no me favorecian los colores oscuros. Se me pasó enseguida, en cuanto Droidcat tiró levemente de mi falda para que le ayudase a deshacer la maleta -¿Qué te está pareciendo el campamento? ¡Ha empezado fuerte!

Dejé mi portátil sobre la mesa y a su lado, el teléfono de Jaden, que arreglaría en cuanto tuviera tiempo. Seguí colocando mis cosas intentando respetar cierto espacio. Me daba la impresión de que esa chica pedía a gritos que respetase su espacio personal, pero eso no la iba a librar de un abrazo que llegaría más tarde o más temprano.

Mientras deshaceis las maletas un pequeño androide entra en la sala, no mide más de 50 cm y os observa con una expresión que interpretais como curiosidad, sobretodo a Droidcat.

-Curioso, un ser robótico completamente independiente y con patron de personalidad reconocible. A Nicky le va a interesar...- 

Entonces se gira hacia vosotros y se da cuenta de que le estais mirando.

-¡Oh disculpadme! Nicky os espera en el salón para las presentaciones, no tardeis.-

Os hace un pequeño gesto con la cabeza y sale de la sala antes de que os de tiempo a responder siquiera.

No tenía nada en las manos. De lo contrario, se me habría caído de la impresión al ver entrar a ese robotito tan mono. Droidcat le miró con desconfianza, pero yo estaba demasiado extasiada como para darme cuenta. Dejé la maleta a medio deshacer, y fui despacio tras el robot siguiendo el irrefrenable instinto de cogerlo en brazos.

Por un momento me sentí como Alicia en el País de las Maravillas persiguiendo al conejo blanco. Intenté cazarlo en cuanto salí a la sala común. ¡Tenía tantas ganas de darle un abrazo!

EL robotito me habia caido simpatico, sin embargo cuando mis ojos se posaron sobre el destinatario de sus palabras el mundo se me vino al suelo. Aquella muchacha parecia todo menos alguien que pudiera parecer una guia y mucho menos un metahumano poderoso. 
Sus comentarios singuientes a mis quejas sobre el desorden no vinieron mas que a acrecentar mi malestar y antes de que pudiera levantar la voz, ya estaba Ersy persiguiendo a metalico amiguito por la sala. 
Si no le molesta monitora Nicky, preferiria algo más de organizacion en la sala comun, ya ni hablar de limpieza. Le aseguro que mi compañera aqui presente le pondra facil la cosa armando algunos droides que se ocupen de separar los trastos segun su utilidad y manteniendo los desechos organicos en su sitio. Por mi parte, necesito el orden para poder mantenerme cuerdo...la entropia es disfunsional para intentar establecer equilibrios de altos niveles energeticos...

Conforme Regulus habla sobre la importancia del orden con Nicky entran en la sala Sonya y Ersy, en ese momento los ojos de la monitora se fijan en las chicas y sobretodo en Droidcat que entra con ellas. Nicky lo mira unos segundos, saca una libretita de unos de sus bolsillos traseros, anota un par de cosas y la guarda de nuevo mientras se gira hacia Regulus.

-Eh, si si... Ordena lo que quieras pero no me tires nada, todo es útil. Pero si lo quieres hacer hazlo tú, no encargues droides a tu compañera para hacer el trabajo, estoy segura de que podré ponerla a trabajar en mejores cosas.- dice mientras dedica otra mirada de curiosidad a Ersy y a Droidcat.- Bueno, ya que estamos todos empecemos las presentaciones, yo soy Nicky Hates y me ha tocado estar aquí este año para ser vuestra monitora. Soy la encargada de que no os matéis mientras estáis aquí, espero que no me provoquéis muchos problemas.

Os he visto a todos en acción antes y se de que sois capaces aunque algunos hicieseis un poco de trampa, ahora quiero que os presentéis , quienes sois y qué hacéis aquí.-

Veis que por primera vez Sonya es la primera en hablar, aunque mantiene su tono de voz bajo y monótono.

-Yo soy Sonya Apollinariya, soy de Rusia y estoy aquí por qué mis padres pensaron que me vendría bien para aprender a socializar con la gente. Mi poder es algo simple la verdad.-

En cuanto termina de hablar su pelo parece que cobra vida y se lanza en todas direcciones cogiendo toda la basura que puede y sacándola de la cabaña, en algunos casos cogiendo cosas que parecen muy pesadas para una niña tan bajita. Veis que cuando libera su poder su expresión se relaja y esboza una sonrisa ante vuestras caras de satisfacción.

-¡Eh! ¡Qué eso aún se puede usar!- grita Nicky mientras tira basura por la ventana.- Bueno, dejémoslo así. La verdad es que no te he escogido por tu poder, ya hablaremos luego.- dice mientras se gira hacia Regulus y Ersy con mirada curiosa

Resoplo ante la idea de tener que limpiar toda aquella basura por mis propios medios, mi cara se desencaja un poco y el mechon azul se eriza, pero logro contenerme antes de contestar de manera temperamental. Estaba alli para probarme a mi mismo y ver quien era el mejor, todo era una especie de prueba.

Entonces llego el momento de las presentaciones formales, y la muchacha callada de pelo blanco hizo su despliegue. Aplaudí sonoramente más que nada porque me había ayudado con el trabajo sucio, no tanto por su despliegue de fuerza con sus cabellos. De hecho quizás hasta podría robarle la idea para otra ocasión, sin embargo para mi presentacion elegi hacer algo más vistoso.

- Pueden llamarme Regulus Vampf, estoy aqui para ver quien es el meta más poderoso y entrenarme para estar a la altura. Mi poder es sencillamente la capacidad de recombinar mi ADN para adaptarme a distintas situaciones de acuerdo a lo que necesite.

Acto seguido me doble sobre mi mismo y de mi espalda a distintas alturas de mi columna vertebral comenzaron a crecer o parecieran brotar como tallos de la tierra, 3 pares de extremidades como tentaculos de un pulpo pero que culminaban en unas "manos" de tres fuertes tenazas. Acto seguido comence a tomar parte de toda la basura que me rodeaba y continue la tarea que habia empezado Sonya reuniendola fuera de la cabaña tras arojarla por la ventana.

Alcancé al pequeño robot y lo abracé cual peluche. Droidcat se abrazó a mi pierna a su vez cuando me alcanzó, y contemplé emocionada la muestra de poder de Sonya y Reg. ¡Eran impresionantes! ¡E iba a compartir grupo con ellos!

Entonces me di cuenta de que yo también debía presentarme. Y de golpe y porrazo…

- ¡Yo me llamo Ersebeth Lawrence, pero todos mis amigos me llaman Ersy, así que llamadme Ersy! Este que tengo agarrado al pie es mi IA Droidcat, y no tengo poderes… -añadí bajando un poco el volumen y la cabeza conforme lo decía, dandome cuenta de que no podía compararme con ellos. Musité -En todo caso, me gusta mucho la tecnología, y construir aparatos y gadgets…

Enrojecí hasta las orejas.

Nicky escucha detenidamente mientras os explicais. Cuando acabais se gira hacia Ersy.

-Eso de que no tienes poderes es discutible, tenemos que hablar ahora en privado de algunas cositas divertidas.- dice mientras te guiña un ojo antes de dirigirse al resto.- Como habreis deducido tenemos todo tipo de poderes en este grupo, os he elegido por eso, si os compenetrais esto puede salir bien.

No se sabran como son las pruebas hasta que empiecen así que no habrá entrenamientos especificos pero quiero hablar con cada uno en privado.- cuando deja de hablar levanta la mano derecha, extiende su dedo indice y lo pasa de uno a otro de vosotros mientras tararea una cancioncita, como las que cantan los niños para rifar puestos en un juego.

Tras unos 20 segundos apunta a Ersy.- Bien, empezamos contigo. El resto, fuera hasta que os llame.-  no os da tiempo a reaccionar cuando le da a un boton de un mando que saca de su bolsillo y el suelo de la cabaña sobre el que Regulus y Sonya estan se inclina en direccion a la puerta haciendolos caer hacía ella sin remedio.

Cuando estais fuera la puerta se cierra de un portazo y el suelo vuelve a su sitio.

Me sentí halagada ante las palabras de la monitora, y cuando canturreó la cancioncilla, bailoteé en el sitio con el robot en brazos. Me despedí de mis compañeros moviendo la mano y con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando nos quedamos a solas, puse un gesto algo más serio:

 - Gracias por elegirme, señorita Gates. ¡Le prometo que no la voy a defraudar! -me puse en posición de firmes, y Droidcat, percibiendo que hablaba en serio, me soltó la pierna e hizo lo mismo. Ladeé la cabeza, inquisitiva -¿Es esto una especie de entrevista personal, señorita Gates? 

La monitora te sonria rapidamente mientras saca una pequeña PDA de su bolsillo.

-Si,algo así. Dices que no tienes poderes pero esa IA independiente es algo a tener en cuenta y aunque eres demasiado impulsiva a juzgar por como te lanzaste a piratear esos drones sin pensar que alguien podía estar haciendolo ya.- dice mientras esboza una sonrisa prepotente sin dejar de mirar su PDA.- Bien, aquí estas: Ersebeth "Ersy" Lawrence Ravenhorst, curioso historial, lazos "familiares" interesantes y cierta experiencia en mecánica. ¿Qué has llegado a hacer? ¿Has traido algo más además de la IA?-

Mientras espera tu respuesta se gira hacia su androide y le da una orden silenciosa mientras señala su cuerto, el droide replica con lo que se puede interpretar como un suspiro de cansancio mientras se dirije a donde le han mandado.

Sus palabras me hicieron enrojecer hasta las orejas.

 - Bueno, yo… -tragué saliva, mirando al suelo -. Mis nuevos amigos estaban enfrentándose a robots gigantes. Solo quería ayudar… -musité - He hecho algunos cachivaches sin importancia para mis tios, láseres, sobre todo, algún que otro dron de  combate… Mi gran gran proyecto ha sido Droidcat. ¡Él es mi orgullo!

Su robot saltó de mis brazos para acatar las órdenes de su ama, así que cogí en brazos al mío y se lo mostré reafirmando mis palabras.

 - La ama también ha llegado a hackear redes paramilitares cuando se aburría y no había chismes para contarles a sus tíos. ¡Aaaaahh! -bajé a Droidcat rápidamente, pero el mal ya estaba hecho.

¡Droidcat, chivato! -inflé los carrillos de aire.

Te mira atenta mientras hablas, asintiendo de vez en cuando. Segun terminas de hablar llega su droide con una gran maleta roja. La abre en un movimiento y empieza a rebuscar en su interior.
-A ver, según lo que cuentas has avanzado bastante para no haber tenido ayuda. Quiero que durante tu instancia aquí intentes crear algo nuevo, algo que me deje sin aliento. Podrias optar por algo que te ayude en la competición o algo que te haga ilusión, lo dejo a tu elección. Si necesitas consejo avisame.-
En ese momento deja de rebuscar en la maleta mientras saca lo que parece ser una PDA similar a la suya.
- Esto es una pequeña ayuda. Te permitirá separarte de ese aparatoso portátil y si eres espabilada le sacarás mucho partido. Si no tienes dudas puedes irte a explorar el campamento con el resto. Si ves a Sonya mandala que quiero hablar con ella.-
Dice mientras empieza a teclear en su PDA y brazos mecánicos empiezan a mover piezas entre los restos que llenan la cabaña.