Partida Rol por web

Salí corriendo. Correr solia aletargar a la bestia. Pero esta vez habia sido demasiado. Tanta gente con poderes, tan cerca tan... deliciosos... - NO! - Me grité a mi mismo cuando choqué contra un arbol en el bosque. No podia dejarla salir, pero huelen tan bien... - NO! - Sentí como empezaba a cambiar incluso en plena carreraMe salió el pelaje, las zarpas, el hocico. empecé a dejarme llevar por el olfato pero la parte de mi mente que era Malcom queria reprimirla asi que luchaba contra la bestia, contra el ansia y corria mas aun, dando vueltas por el bosque. Dando zarpazos a los arboles para calmar las ansias, incluso arranqué de cuajo un arbol pequeño de un solo zarpazo. Sentia como los animales pequeños se alejaban de mi corriendo o volando. En ese momento me sentia tan vivo... Lancé un rugido al cielo sintiendome poderoso. Teñido del dolor que le provocaba a mi parte racional sentirse bien con aquello. 

Por el rabillo del ojo vi una especie de pequeño estanque natural. Obluigué a la bestia a correr hacia allí. Tal vez un chapuzón nos enfriase las ideas y pudiese volver a la normalidad sin asesinar a nadie... 

Conforme corres hacia el lago notas como el alejarte de la gente hace que remita el ansia.
Poco a poco notas como recuperas el control y al llegar al lago y zambullirte en el agua notas que pasa del todo.
El contacto con el agua fria parece calmarte, miras a tu alrededor y ves el gran lago cristalino rodeado del bosque y la cascada que cae el mismo desde la montaña que ocupa el centro de la "isla".
Mientras recuperas la calma recuerdas algo raro en tu huida, te parecio oir ruidos en el bosque segun pasabas pero no estas seguro de si eras tu al pasar corriendo.

Salí del agua una vez calmado y devuelta a mi forma, por lo que tenia toda la ropa empapada. Me tumbé en la hierba mientras respiraba pesadamente. Habia ido de un pelo. Si llego a cambiar tan cerca de ellos... Habria sido una matanza antes de que me detuvieran. Mientras se calmaba mi respiracion de nuevo sequé las gafas, recordaba haber escuchado algo raro en el bosque. Creia que habia algo mas aparte de mi corriendo por alli. En fin, si haboa algo mas por alli y queri cazarme lo dejaria atrás. De momento descansaria. 

Tras un rato tumbado en la orilla ves como te encuentras mucho mejor y el rumor del bosque se ha calmado, sigues sin saber si eran imaginaciones tuyas o de verdad habia algo.
Estas perdido en tus cosas cuando oyes una sirena seguido de un aviso por megafonia.
"VA A COMENZAR LA COMIDA EN EL COMEDOR, DIRIJANSE DE FORMA ORDENADA"

Al escuchar el anuncio me doy cuenta de toda el hambre que tengo. Seria capaz de comerme una vaca entera. Asi que me levanto y me voy corriendo a toda velocidad al comedor. Seguramente al llegar la ropa estará seca. No recordaba donde estaba pero no importaba, seguro que en una carrera rapida por alli lo veia. 

Caminaba con los puños apretados pegados al vestido y los mofletes llenos de aire, almacenando el enfado. Droidcat de vez en cuando veía ralentizado su paso ante la presencia de alguna rama que tenía que sortear, teniendo especial cuidado de que sus botes no perjudicasen la PDA. Aún así, no se distanciaba mucho de mi, dándome apoyo moral.

Ya habíamos dejado atrás al resto del grupo en el comedor pero Ersebeth se notaba aún enojada por el bocón de Ibiki y la cara que pone la delata bastante. -Sabes, una de mis mejores amigas te tendría en la lista negra, eres totalmente lo opuesto a ella. -Digo con un tono divertido. -No todos los días te encuentras con un ruso tan extrovertido como tu, y aunque no niego que los hay... son un poco más ácidos.

Miro los árboles a mi rededor, es un ambiente agradable. En Rusia también hay bosques, pero podría decirse que son más lúgubres. Admirando nuestro entorno viene a mi mente lo efusiva que se colocó Ersy con respecto a que Malcom dijo algo sobre novios. -Dime algo, ¿qué experiencia tienes con los chicos? porque si quieres ser cupido es porque ya has tenido algo con alguno... y las películas, programas de televisión, youtube y a fines no cuenta. La miro esperando que eso la sacara de su estado actual.

Recapacite. Pobre Nat, mira que tener que aguantar uno de mis enfados tontos… Reduje un poco el ritmo para caminar a su lado, expirando el aire de mis carrillos con un sonidito comico, y el enfado con él. Droidcat agradeció en silencio el cambio de ritmo.

- ¿Echas mucho de menos a tus amigos y amigas de Rusia? -me sentí algo egoísta. Ahí estaba Nat, acostumbrada al saber estar de su cultura, aguantando mis tonterias. Debería aprender un poco...

¿Pero qué compostura voy a tener yo cuando me preguntó mi experiencia con los chicos? Di un respingo, enrojeciendo hasta las orejas. Cuando estaba así de nerviosa, necesitaba tener algo entre manos y Droidcat se ofreció voluntario sin saberlo. Le cogí en brazos, apretándole contra mi pecho, con la cabeza gacha y el tono de voz aún más bajo:

- Yo… nunca he salido con un chico -admití -. Pero veo a mis padres, lo mucho que se quieren. Me cuentan como se conocieron, como tío Bruno conoció a su mujer, o como tío Vitto le pidió matrimonio a la suya. ¡Son tan felices cuando recuerdan esos momentos! -suspiré- Me gustaría que toda la gente a la que quiero viva momentos así de bonitos...

Iba a seguir hablando, pero me mordí la lengua. Continuar implicaba admitir que mi falta de experiencia en ese ámbito de debía a mis horas incontables en el taller, a mi teoría de que mi lentitud en el crecimiento influía, y que mi entusiasmo inconsciente contribuía a que la gente me añadiese a la categoría de amiga incondicional demasiado cria para nada más.

Droidcat dibujó en la PDA un corazón y debajo una U mayúscula. La alzó para enseñármela, ganándose un beso en la cabeza. Lo borró antes de que Nat pudiera verlo.

El apunte de Ersy es grato, con tan poco tiempo de conocernos y siente celos para con mis amigas en Rusia. -Claro que las extraño, son mis amigas y aunque no son muchas me han ayudado en muchas situaciones... aunque no conocen sobre mis habilidades, mi mamá me inculcó muy explícitamente sobre no divulgarlo… -Suspiro con, con esto último. –Y es algo que me agrada de haberte conocido… de haberlos conocido a todos, desde el inicio no hay secretos… bueno, aún no los conozco bien pero se siente como un peso menos. –Digo con sinceridad a Ersy.

Cuando me comunica sobre lo que basa su conocimiento de parejas se me hace un nudo en el estómago. –Secretos, la quiero como mi amiga y no deberían haber secretos…-Hago una respiración profunda, como cogiendo fuerza para contarle a Ersebeth algo que me pesa... y así es, me pesa. –Mi padre dejó a mi madre cuando yo era muy pequeña, no lo recuerdo más que por lo que ella misma me ha contado ayudándose con unas fotos… ella misma me hubiera animado cuando… Hay algo que ella hace, me dice que no me niegue a eso tener novio solo porque ella tuvo una mala experiencia. Normalmente me abraza muy fuerte y me dice que lo que vivió con mi padre fue algo muy hermoso y que ella quiere que tenga esas vivencias sin limitarme. –Por mi mente pasa lo poco que ocurrió con…

-Tuve un novio o... algo así. Normalmente voy a un sitio en las montañas para practicar con mis habilidades. –Digo mientras me agacho para tomar una piedra y juguetear con esta. –Un día se me acerco un chico, eso nunca me había sucedido, normalmente los chicos en el colegio son muy distantes y yo no soy parte del grupo de “las populares”, así que no estoy en el ojo de los personajes masculino. Su nombre era…  es Arlan y… no sé si fue por su seguridad al hablarme, como ya te dije ningún chico lo había hecho antes y eso le dio un gran punto a favor. Me gustó mucho y quedamos para salir. Una cosa llevó a la otra y tuve mi primer beso. –Suspiro al recordar con cariño esto. –No duró mucho… un mes a lo sumo. Un día que nos íbamos a encontrar lo vi hablando con otra chica, tal vez alguna amiga suya, pero me pareció muy cariñoso con ella y me puse celosa, en parte por lo que sé que le ocurrió a mi madre. –Sacudo mi cabeza. –El caso es que no terminó bien, Arlan terminó inconsciente en un centro médico por una cachetada que le propiné, iba cargada con algo de mis poderes. –Vuelvo a suspirar y la piedra con la que estaba jugueteando sale disparada hacia unos matorrales sin que yo haga ningún movimiento de lanzamiento con mis brazos. –Nunca le había contado a nadie esto.

El camino del bosque es agradable y gracias a que está solo Ersy, me ayuda a querer contarle esto. –Cada que ocurre algo con un chico esto es algo que siempre pasa por mi mente y termino por alejarme. –Miro a Ersy con gratitud. –Mi madre a veces me dice que no debo preocuparme por los chicos cuando ve que observo alguno en el colegio, ella es maestra en el colegio al que voy, me dice que habrán muchos… espero que no sea así. Creo que todos tenemos algo que le atrae a alguien y… puff, hay un clic que nos termina uniendo o por lo menos eso me pasó a mí. No te preocupes por como crees que te vez, creo que todas encontraremos a ese alguien que nos complementará.

Escuché atentamente su historia, conmovida. La verdad es que no había tenido buenas experiencias en el pasado... ¡Pero eso no podía lastrarla! A mis ojos, Nat era guapa, inteligente, y viendo lo que hizo con la piedra, debía de tener un poder impresionante. 

 - Tu madre seguramente tenga razón. Lo que te pasó con ese chico... Arlan. ¿Volviste a hablar con él después de aquello? -esperaba no colarme con la pregunta. No quería que reviviera nada doloroso, y preguntarle por lo que pasó con su padre me parecía demasiado. Solo con eso, ya me hacía dudar de que fuera el momento y el lugar, así que hice otra rápidamente, con una sonrisa pícara -¿Y de los chicos del campamento, quién te gusta?

Dejo escapar una pequeña risa tra lo dicho por Ersy. -Bueno, a la primera pregunta... si, lo busqué después aunque no sirvió de mucho, yo tenía todavía en mi cabeza el suceso y me pareció un alivio el que él no tuviera memoria al respecto, es un humano sin ningún poder y simplemente me alejé. Tener en mente que puedo dañar a alguien solo por tener una reacción extrema... es algo que me aterra y desde ese momento he cambiado bastante, ya no soy tan impulsiva. Daria, mi mejor amiga, notó ese cambio, pero a ella no le pude contar nada, ella tampoco tiene poderes y como ya te dije desde muy pequeña mi madre me recalcó el no revelar a nadie sobre mis habilidades. -Miro a Ersebeth e intento recordar si ya le había dicho sobre mi poder... no recuerdo. -Soy... telequinética, lo heredé por mi madre y aunque tenemos el mismo poder, yo lo enfoqué de una forma muy diferente, mi habilidad de mover objetos distantes no es tanta, me enfoqué en crear un escudo que... funciona como un imán, repele. -Le explico el funcionamiento de mi poder a Ersy, dando algunos saltos e impulsando algunas rocas.

Exhalo después de la mini-demostración. -Ahora a tu segunda pregunta... ninguno, por ahora, como te dije no estoy exenta a que pueda ocurrir, y no estoy buscando que eso ocurra, vine a mejorar mis habilidades.

Volteo a mirar a Ersy pensando en lo que le había dicho en el comedor. -¿Y qué inventos tienes planeados? De seguro convertirás a DroidCat en un tanque gigante. -Lo digo levantando mis brazos. -Desde el cual eliminar a todos tus enemigos. -Termino esta frase haciendo una onomatopeya acompañada de mis brazos con ademán de disparos y luego una risa malada que se transforma en una risa real cuando imagino un enorme tanque completamente armado y con forma de un lindo gatito.

A mi no podía engañarme. Le había dolido, seguro. Esperaba que no se molestase conmigo por haberle removido dichos recuerdos, pero la inquietud me duró poco cuando la vi en acción. En un momento se me vinieron a la mente la multitud de usos que podíamos darle a su habilidad. 

 - No entiendo por que temes algo así. ¡Escudar a la gente! -que pena que no pudiera expresar cuando la admiraba por eso -¡Eso es muy noble! ¡Deberías explotar esa habilidad al máximo! ¡Shield Girl! ¡Lista para proteger al débil! -intenté poner una pose heroica, dejando a Droidcat en el suelo, imitándome como buenamente pudo. 

 Los ánimos se esfumaron cuando la oí decir que podría hacer un arma. Miré hacia el cielo, hacia los retazos que las copas de los árboles dejaban entrever.

 - Creo que la solución a cualquier problema no pasa por hacer daño a nadie, por muy malo que sea. Ya he hecho armas antes, y no me gustan. De todo lo que tenía pensado, creo que me decantaré por algo más... "soporte" -la verdad es que ella misma me había dado la idea. Tenía poderes mentales, si, pero los usaba para proteger en lugar de lanzarle piedras a la gente -. Algo tipo reconocimiento del terreno, algo que pueda proteger, algo que pueda ayudar de verdad. ¿Cuánta gente hay ahí fuera que no puede controlar sus poderes? ¿O que haga daño con ellos sin pretenderlo? ¿Y gente que esta sufriendo por estar en medio de una pelea entre "metas"? -me acaricié la barbilla mientras el torrente de ideas me abrumaba al decirlas en voz alta. Con todo eso, creo que ya tenía algo con lo que trabajar. Animada por la inspiración que me había dado, le di un fuerte abrazo a Nat -¡Gracias! ¡Ahora ya tengo claro lo que pienso hacer! ¡Y será una sorpresa! ¡Y... y... y te lo enseñaré a ti primero!

 - ¡EEEEHHH! -gruñó Droidcat girando sobre sí mismo.

 Di un respingo y me volví hacia él.

 - Es verdad. Tendrás que ser la segunda, Nat. Droidcat siempre me ayuda con los prototipos...

Reí ante la mención de Shield Girl y asentí ante la afirmación de hacer daño. -Tienes razón. -Digo sin más para seguirla escuchando. Un abrazo repentino que ya no me extraña, llega por parte de Ersy. -¿Por nada?... -Atino a responder -Me parece complétamente razonable, no pretendo quitarte la primicia. -Agrego ante la negativa de DroidCat.

-Con respecto a lo de ShieldGirl... no está nada mal aunque el ataque no está demás y en la prueba que nos hicieron de entrada realicé bastantes, pero hasta que me coloqué en posición de defensa para evitar que María y Sonya sufrieran daños no fue que pudimos terminar con los droides. -Le digo y recuerdo con emoción el momento. -Fue muy excitante haber hecho todo eso. -La emoción se me nota. -Ya quisiera mejorar en muchos aspectos y ver todo lo que puedo ser. -Suspiro. -Este campamento es lo mejor que me a pasado, me alegro el haber conocido a Sevastyan, es el responsable de que esté aquí, y aunque no se como supo de mí, es una gran fortuna que pasara.

El camino continúa y creo que ya nos encontramos cerca del lago Skylar. -¿Será que los demás vendrán o habrán continuado la discusión? Que tonto sería eso.

Volvimos a ponernos en marcha. El bosque empezaba a clarear y el sendero se abría a un claro donde el agua cristalina reflejaba el azul perfecto del cielo, apenas salpicado por nubes. Habíamos llegado al lago mientras charlábamos.

La verdad es que su actitud me había hecho pensar. Nos habían recibido con una simulación de enfrentamiento, pero en lugar de dejarnos solos para que cada uno destacase, nos habían asignado grupos. Después de todos mis años de estudio, tenía la sensación de que allí nada se hacía por casualidad. Si nos habían puesto en grupo, era por algo. Trabajo en equipo. 

 - Oye, Nat... -decidí preguntarle, mirando al agua -¿Cuántos "metas" hay ahí fuera? ¿Decenas? ¿Cientos? ¿Miles? ¿Cuántos de ellos habrán intentado entrar aquí? Adonde quiero llegar es -me apresuré a aclarar -que creo que deberíamos trabajar todos juntos. Aprovechar nuestra estancia aquí no solo para mejorar nosotros mismos, sino... para prepararnos para un futuro...

 Me mordí el labio. ¿No estaba precipitándome demasiado? ¿Por qué de pronto me parecía ver la sombra de algo sobre nosotros? 

 - Deberíamos aprovechar para entrenar nuestras habilidades propias, por supuesto, pero también deberíamos plantearnos como cooperar entre todos. Analicé los drones, ¿sabes? Uno solo de ellos podría haber acabado con todos nosotros si hubieran usado la munición de verdad. Les enseñamos de lo que eramos capaces, y seguro que cuando acabe el campamento nos echarán encima algo mucho más peligroso que ya sabrá cómo nos movemos y qué somos capaces de hacer. Sé que los escudos por sí solos no van a acabar con ninguna amenaza, pero podrías conseguir un equilibrio si trabajamos juntas.

 Le sonreí. Podía recordar la cantidad de cachivaches y piezas que había en la sala común de mi cabaña. Si me organizaba bien, por las noches podría crearle algún regalito a Nat que compensara las carencias de su poder y la ayudase a maximizar sus capacidades. 

-Si, trabajar en equipo es muy importante... pero debes ser fuerte por ti misma también, no siempre puedes contar con los que te rodean... -Suspiro. -Por más que quieras y es por esto que quiero ser más fuerte. -Levanto mi brazo derecho colocándolo en posición de sacar músculo. -Puede que mi estado físico infiera en algo con mi capacidad quinética... (onomatopeya de interrogante) no se.

Dejo de lado todos esos pensamientos y me fijo en el lago skylar que se ve muy agradable. -Hubiera traído ropa de baño o... -Miro inquisitívamente mi rededor. -¿Qué te parece si nos damos un baño aprovechando que no está ninguno de los chicos cerca? No creo que el agua esté fría. ¿Qué dices?

Si antes me había sonrojado, ahora me había convertido en la personificación del color rojo. Incluso me eché a temblar.

 - ¿Q-Qué...? -tartamudeé -. Bueno, no puedo dejar a Droidcat solo, y si se moja sin querer puede dar chispazos, y...

 Mientras ponía mil excusas que no me creía ni yo, me llevé las manos al pecho, como queriendo cubrirme a pesar de llevar el vestido. Suspiré. ¿Qué sentido tenía ocultárselo?

 - Es que... -susurré -Me da vergüenza porque soy.... soy... -tragué saliva y cerré los ojos, como si así la realidad fuera a cambiar -plana... 

 Añadí un gritito avergonzado y me hice un ovillo, ocultando el rostro entre las manos.

La respuesta de Ersebeth no me es indiferente, también me pasó tiempo atrás algo similar. -Se lo que sientes... no me desarrollé al tiempo que muchas otras chicas y también pasé por algo así. -Suspiré y pensé en decirle algo como que eso no importaba, pero sabía que en un momento así nada valdría. -Jiji, y pensar que si hay algo que detiene lo extrovertida que eres, ya se que penitencia te pondría si se da el caso. -Me voy acercando a Ersy tras hacer una corta pero sonora risa malvada y poso una de mis manos en su cabeza. -Somos amigas y no estamos haciendo ninguna competencia en este momento. Bueno, regresemos entonces porque no quiso venir nadie más.

Me giro hacia el camino de regreso y le hago un ademán de "después de ella" a Ersy.

Mientras os dirigis al lago escuchais un ruido entre los arboles, demasiado lejos como para saber que es.