Partida Rol por web

Triumph nunca ha sido mas que una pobre, diminuta y apartada luna en órbita alrededor del gigante gaseoso Heinlein. Gran parte de su superficie es apta para el cultivo y la ganadería, pero su localización (casi en los confines del sistema solar) y su escaso contenido de recursos naturales realmente valiosos la han hecho ser ignorada por casi todos, incluidos los aparatos de regulación y control de la Alianza. La luna está salpicada de pequeñas colonias de granjeros y ganaderos, que salen adelante como pueden ya que, aunque llevan una vida mas o menos tranquila, son víctima fácil de extorsionadores y demás delincuentes que se dedican al pillaje y a aprovecharse de estas gentes indefensas. En algunos casos este tipo de situaciones llega a un punto en que los indefensos aldeanos recurren a su vez a otros grupos de mercenarios (muchos de ellos también de dudosa reputación) para luchar contra aquellos que asolan sus tierras. Para el capitán Van Ulrich y la tripulación del Cuervo esto significa dinero fácil.

Hace unos días el Cuervo pasó por Triumph para descargar un cargamento de ganado y el alcalde (realmente algo así como un patriarca) de un pequeño pueblo llamado Warlock se puso en contacto con Van Ulrich para ofrecerle un trabajo algo “delicado”. Al parecer un grupo de bandidos se habían instalado hacía un par de meses en un antiguo complejo minero abandonado a las afueras del poblado y desde entonces se dedicaban a robar ganado y asaltar a los viajeros. El alcalde ofreció a Van Ulrich una sustanciosa cantidad de dinero a cambio de darles una lección a aquellos forajidos de poca monta, y poco después la tripulación del Cuervo se puso manos a la obra.

Según informó el alcalde no se trataba de uno grupo de mas de 5 o 6 personas, así que la idea era sorprenderlos y darles un escarmiento. Al parecer disponían de un par de pequeñas naves ligeramente armadas, y el plan consistía en adentrarse en el complejo sin ser detectados, destruir con cargas explosivas una de ellas y quizás robar la otra. No hacía falta matar a los bandidos, tan solo asustarlos un poco para que decidieran marcharse. Van Ulrich, Hoban Qing y “Quick Mickey” entrarían en el complejo y colocarían las cargas. Wyatt Kinney, que normalmente hubiera participado en la infiltración, permanecería en el Cuervo, con la “Sky Surfer” lista para entrar en acción si fuese necesario. El resto de miembros de la tripulación podían permanecer en el Cuervo o pasar la tarde en Warlock, según quisiesen.

Para Ahyssa Triumph no despertaba ningún interés (ni personal ni profesional), así que decidió quedarse en el Cuervo hasta que todo terminase. Minek y Nadaiba, por su parte, decidieron visitar al aldea, en busca de especias y algo de comida fresca que variase un poco la dieta de la tripulación.

El Cuervo se había “posado” en un pequeño valle un kilómetro al sur del complejo que Van Ulrich, Hoban y “Quick Mickey” se disponían a asaltar. El grupo había abandonado la nave hacía una hora, así que en aquellos momentos se encontraba ya dentro de las instalaciones abandonadas. Wyatt permanecía sentado en la silla del piloto, junto al sistema de comunicaciones. Su misión era tan sencilla como esperar pacientemente junto al comunicador, por si sus compañeros necesitaban apoyo aéreo. Al fin y la cabo, los bandidos disponían de un par de pequeñas naves de ataque y las cosas siempre podían complicarse. Arhyssa, por su parte, se había quedado en su lanzadera.

En el interior del Cuervo reinaba el silencio.

Mi viejo amigo Jack...El dorado licor se removía en el interior de la botella mientras los minutos transcurrían en aquel agujero.
Aquel tipo de situaciones desagradaban a Wyatt. El muy bastardo hubiese preferido supervisar la operación personalmente y no dejarlo en manos de terceros. Y su desacuerdo era algo que Kinney no se molestaba en disimular.
Wyatt tenía la mitad de sensores de la nave apuntando hacia aquel complejo y la otra mitad repasando una y otra vez alrededor de El Cuervo. Apesar de no disponer de una nave que llamase la atención, a Wyatt no le gustaban las sorpresas.
Sola cabía esperar a que regresaran los demás... Aunque su soledad no era completa. Aquella belleza indómita no pasaba desapercibida a ojos del veterano.

Arhyssa se removía inquieta en su compartimiento...

Le aburría todo aquello de esperar sin hacer nada...

Aquél parecía un planeta no muy dispuesto a colaborar con lo suyo, y por ello había preferido restar donde estaba. Pero, había de admitir que el tedio se apoderaba de ella sobrecogedoramente...

Recordó que no estaba sola... Pero no sabía muy bien si salir... Podría molestar a Wyatt...

"Bah... Desde cuándo era ese un problema?"

Decidida, salió de su compartimiento y se acercó hacia donde restaba él...

-Vaya... Por lo visto la princesa ha decidido abandonar su residéncia...- Comenta Wyatt sobreactuando un tono sarcástico tras ver aparecer a la bella mujer. -...¿Desea su exceléncia estorvar lo justo y necesario?... ¿O quizá prefiere un trago?- Dice colocando la botella de whisky de un golpe encima de uno de los paneles.
-Quizá un paseo por Triumph te hubiese ido de perlas... ya sabes... ir de compras es algo que engrandece al espíritu...- Mientras hablaba, Kinney ojeaba con actitud distante las pantallas de las sondas. Su aliento desprendía un fuerte olor de licor. -De otra forma solo te resta esperar encajonada en este amasijo de negro metal.- El humo de su cigarrillo a medio consumir bailaba y escalaba dibujando curiosos remolinos blanquecinos.
-No me gusta tener que esperar...-

Los pequeños tubos fluorescentes ubicados en el techo del puente del Cuervo estaban apagados, pero los rayos de luz que entraban por el ventanal frontal iluminaba la sala sin problemas. El ambiente estaba algo cargado y el olor a encerrado se mezclaba con el emanaba de la botella de Wyatt, lo que combinado con el humo de su cigarro creaba una estampa bastante decadente. La elegante y esbelta figura de Arhyssa, de pié en el marco de la puerta, contrastaba con el entorno dando una sensación de encontrarse totalmente fuera de lugar. Los comentarios de Wyatt no habían hecho mas que contribuir a darle tensión a la situación.

Antes de que Arhyssa pudiese contestarle, uno de los monitores del cuadro de mandos se iluminó y empezó a emitir un pitido periódico. Se trataba del sensor de proximidad e indicaba la presencia de un vehículo en marcha en las inmediaciones de la nave.

Al observar la estampa que en aquél lugar se daba, Arhyssa frunció el ceño...

Aquél hombre parecía una fotografía gris, lamentable y melancólica a la vez, parecía que lo único que deseaba era echarse a perder sin motivo aparente, lo cual exasperaba a la joven... Demasiado...

Inspiró hondo los resquicios de "aire puro" que dejaba atrás, y se internó pronto en aquélla nueva atmósfera viciada...

Iba a abrir la boca para replicar a tales comentarios, pero justo en ese momento, un pitido comenzó a hacerse notable...

-"Es un misterio..."-Señaló a modo de única respuesta a sus mordaces palabras, tras lo que miró hacia el exterior, añadiendo...-Quizás deberías ver qué es eso...

Después de sus breves frases, observa la botella de whisky fijamente...

"Quién sabe...? Igual podría tirarla en un despiste..."

Wyatt observa la mujer con atención. Calculando cada movimiento, cada paso... Realmente se trataba de una belleza digna de admiración...

-Al parecer hoy se han propuesto joderme el día...- Comenta con aparente tranquilidad mientras apagaba aquel cigarrillo chafandolo contra un cenicero abarrotado de colillas. Tras lo cual comprueva los instrumentos con atención. -Vamos a ver de quién se trata.-

Wyatt se acercó pesadamente al panel de mandos y contempló la pantalla del sensor de proximidad. Al parecer una nave de carga un poco mas pequeña que el Cuervo había sido detectada y se encontraba a algo mas de un kilómetro y medio al noroeste, aparentemente en dirección al poblado de Warlock.

Los instrumentos no revelaban mucha mas información, pero había algo extraño en todo aquello. La nave había aparecido de la nada, lo que sugería que descendía desde las atmósfera, pero aún así llevaba una velocidad alarmantemente alta y no daba signos de estar cayendo en barrena ni nada parecido. Simplemente iba directa al pueblo a toda velocidad.

Además de todo esto el contacto brillaba con especial intensidad en la pantalla, lo que hizo a Wyatt fijarse en los indicadores de radiación del sensor. Los valores medidos eran mucho mas altos de lo normal, y bastante por encima de los límites considerados saludables.

Con aquellos niveles de radiación y su rumbo y velocidad, aquello parecía una nave suicida...

-Mierda!- Exclama abriendo mucho los ojos. -Hay que sacarles de ahi!- Mientras escupía maldiciones se lanzó a los mandos de comunicación.
-MINEK!, ¿ME OYES?... JODER!- Exclama ante el intercomunicador. -Teneis que salir de ahi, tú y Nadaiba! LARAGAOS DE WARLOCK! Os recogeré con el Cuervo a la salida del poblado. ¡RAPIDO!- Apremia con insisténcia. -¿Me escuchais? Mierda! Responded jodidos hippies!- Mientras maldecía por doquier, Wyatt accionaba los mecanismos que hacían crujir las cuadernas del Cuervo y el motor de la nave empezó a rugir con fuerza.
-Agarrate princesa...- Comenta por encima del hombro mientras toma posición de pilotaje.

-Tenemos problemas Ulrich!...- Dice ahora por el otro canal. El que unía a los compañeros que se encontraban en plena incursión. -...Y gordos!-

Arhyssa abre mucho los ojos al ver cómo se ha puesto Wyatt.
Realmente, ella no entiende demasiado de naves, excepto la suya.... Y sabe que igual no es lo más adecuado... Pero...

-Necesitas ayuda...? Puedo salir quizás con mi nave e ir a recogerles de manera más rápida... O... Bueno.. De lo contrario puedes decirme si te soy útil de otra forma...

La joven se mantiene tranquila, quizás para contrastar con él, pero, desde luego, aquéllo que ha dicho le preocupa... Y mucho...

"Problemas gordos...? Por favor... Que no le suceda nada a Minek... Ni a nadie..."

Se acerca a Wyatt, quizás porque parezca que éste va a tener un ataque de histerismo agudo agravado, más que por otra cosa...

-Esta bién Arhyssa...- Reflexiona unos instantes Wyatt. -Coge tu lanzadera y ve a buscar a Minek y al pielroja. No pierdas un solo instante en ese pueblo. Recógeles y sal pitando. Yo estaré esperando con el Cuervo a la retirada...- Wyatt hablaba muy deprisa y con expresión seria. Quizá en ese momento se dió cuenta del alarmante tono que exhibía, de manera que cambió su expresión surcando una sonrisa en su semblante. Una expresión algo más tranquila a fín de tranquilizar a la mujer que, de bién seguro, no sabía lo que ocurría.
-Es largo de explicar y no hay tiempo princesa...- Dice al fin más tranquilamente. -...confía en papá.- Tras decir esas palabras guiña un ojo a la mujer justo antes de girarse hacia los mandos del Cuervo. Arrancar ese amasijo de metal le llevaría unos minutos. Mientras tanto seguía intentando comunicarse con los demas.
-¿Me copias Ulrich?...-

Frunciendo el entrecejo, debido a las últimas palabras de Wyatt, Arhyssa responde levemente, apretando los labios:

-Está bien... En breve nos tendrás aquí... "Papá"...

Y sin más, gira sobre sus talones, y se dirige hacia su nave...

Una vez en ella, se dispone a partir...

Arhyssa salió por la puerta del puente y recorrió grácilmente el pasillo hasta llegar a las escaleras que bajaban a la bodega. Cruzó la pasarela sobre esta y entró en su lanzadera. A su paso el Cuervo y cobrando vida, a medida que el motor de fusión se calentaba y los demás sistemas de la nave se ponían en funcionamiento. La nave arrancaba a toda prisa, y la estructura vibraba y crujía ligeramente por la tensión. En unos poco minutos estaría lista para despegar.

Wyatt permanecía en el puente, observando detenidamente los indicadores y activando las diferentes fases del proceso de puesta en marcha. Aún tenía el micrófono del sistema de comunicación en la mano cuando la voz de Van Ulrich resonó por el canal activo (el 1). Se le oía muy agitado y se escuchaban disparos de fondo:

- Te copio Wyatt... Aquí la situación no es mucho mejor... Nos han tendido una emboscada y nos están friendo a balazos. Necesitamos ayuda!!!!!

Malditos sean mis huesos!!....
-Cambio de planes, princesa.- Le dice a Ahryssa justo antes de que dejara la cabina. -Tendrás que volar hasta aquí tras recoger a aquellos dos chefs... Mientrastanto, iré a repartir algo de plomo...- El haber encendido el Cuervo no sería en vano si las cosas se ponían feas. Tener los motores encendidos era algo que haría ganar tiempo.
-Enviadme vuestra posición!- Dice Wyatt saltando de la silla y dirijiéndose hacia el hangar de lanzaderas. -Tenemos que largarnos de aquí sin perder un solo instante.-
Kinney observaba el radar mientras aquel objeto se dirijía inexhorablemente hacia el pueblo. No había tiempo que perder.
Soltó el amarre que sostenía la nave anclada y se lanzó a toda velocidad hacia las minas.

Arhyssa asiente a las palabras de Wyatt, supone que no será tan difícil volver. O al menos es lo que ella quiere creer.

Una vez en su nave, la joven se prepara para salir. No sabe por qué, pero esta vez tiene un mal presentimiento acerca de lo que sucederá en breve, aún así, intenta mantenerse optimista.

Abre los canales de comunicación, y señala a Kinney:

-¿Has tenido alguna noticia de Minek o Liechtek?-pregunta mientras ella misma intenta localizarles con exactitud.

-Negativo.- Responde Wyatt. -Tendras que dar con ellos tu solita... Según tengo entendido se fueron de compras...-

Las dos pequeñas naves se desengancharon casi simultáneamente de sus respectivos anclajes. La lanzadera de Aryssa se encaró suavemente hacia el poblado de Warlock y la Sky Surfer desplegó sus alas grácilmente, dejando ver sus lanzaderas de cohetes escondidas.

Los comunicadores que llevaban Minek y Van Ulrich respectivamente permitían hablar con ellos pero no emitían ningún tipo de señal localizadora. Aún así, tanto el poblado de Warlock como el complejo minero no eran sitios grandes, así que no debía suponer demasiado trabajo encontrarlos. En las pantallas de los escáneres de ambas naves podía verse claramente la misteriosa nave, ahora ya posada en el centro del pueblo.