Partida Rol por web

Para enviar mensajes a lugares distantes, uno debe visitar Recados de Tormentos Cristalinos. Los servicios ofrecidos en este edificio de piedra varían desde simples envíos de cartas a usos del conjuro "recado". Recados de Tormentos Cristalinos no envía cargamento u otros objetos físicos, pero está en buenas relaciones con Transportes Gorrablanca (29) y a menudo envía a sus clientes allí para satisfacer sus necesidades. Los mensajes escritos son el servicio más popular, pero aquellos que no sepan escribir o no deseen dejar pruebas escritas contratan a los empleados para memorizar mensajes y entregarlos de forma oral

Para enviar mensajes a lugares distantes, uno debe visitar Recados de Tormentos Cristalinos. Los servicios ofrecidos en este edificio de piedra varían desde simples envíos de cartas a usos del conjuro "recado". Recados de Tormentos Cristalinos no envía cargamento u otros objetos físicos, pero está en buenas relaciones con Transportes Gorrablanca (29) y a menudo envía a sus clientes allí para satisfacer sus necesidades. Los mensajes escritos son el servicio más popular, pero aquellos que no sepan escribir o no deseen dejar pruebas escritas contratan a los empleados para memorizar mensajes y entregarlos de forma oral

Sacandome la capucha entro al lugar.

-Buenos días.-

-Quisiera cuales son los precios para un recado o dos, a una ciudad no muy lejana de aquí...-

- Depende de la velocidad a la que quieras que llegue el mensaje y la garantía de que sea un éxito. No es lo mismo tener que viajar hasta allí que hacerlo mediante el uso de la magia. ¿Entiendes?

El primero es más barato y más tiempo y el segundo es más caro y rápido.

-Una ciudad al norte, no muy lejos de aquí, poco mas de veinte millas, cualquier corredor llegaría antes de caiga el sol. Cinco piezas de plata, quiero que el mensaje sea entregado y me sea devuelta su respuesta.-

-El mensaje deberá ser entregado al señor Noxbill, el carcelero de la guardia, no sera difícil de encontrar...-

Tomando una hoja y tinta comienzo a escribir el mensaje... 

Estoy de paso por una ciudad no muy lejana, tengo el rastro de una persona que tiene un juicio pendiente ahí. La licantropa. Dime si vale la pena, sabes lo que quiero y lo que te conviene. J. Grimm.

La carta era breve, a un viejo colega. El desgraciado Noxbill, disfruta aprovecharse de los demás como un cerdo ama la basura. Condenaría rateros a ser decapitados con tal de que le de una moneda, por eso sé que no me fallara. Me enviara el nombre de cada uno que tenga una cita con la horca, siempre que haya dinero de por medio...

Habiendo dejado el encargo me marche del lugar, en dirección a la primera posada que encuentre. "El bote del lagarto."

- Está bien, regresa al anochecer o ya mañana por la mañana. Supongo que habremos recibido la respuesta al mensaje. Pásate por aquí y te lo daré.

Para enviar mensajes a lugares distantes, uno debe visitar Recados de Tormentos Cristalinos. Los servicios ofrecidos en este edificio de piedra varían desde simples envíos de cartas a usos del conjuro "recado". Recados de Tormentos Cristalinos no envía cargamento u otros objetos físicos, pero está en buenas relaciones con Transportes Gorrablanca (29) y a menudo envía a sus clientes allí para satisfacer sus necesidades. Los mensajes escritos son el servicio más popular, pero aquellos que no sepan escribir o no deseen dejar pruebas escritas contratan a los empleados para memorizar mensajes y entregarlos de forma oral.

Nada más entrar por la puerta me dirijo a la primera persona que parezca responsable del lugar. Dimdel lleva todo el camino hablando y me tiene algo harto (dado que mi aguante está disminuyendo por la falta de fondos y futuro)

-Buenos días- digo manteniendo un buen tono, una vez he apartado al Gnomo de mi camino para adelantarme-Hemos oído que aquí necesitaban gente para algún tipo de trabajo y creo que podríamos ser los trabajadores que necesitas.

Al decir esto echo una mirada de confianza a Mordrogath e ignoro un poco al gnomo parlanchín. 

Mai-cor parecía que tenía un grano en el **** esta mañana, ya que no paraba de refunfuñar y de echar miradas a Dimdel mientras contaba historias y describía cada detalle que le llamaba la atención.

Cuando llegaron a su destino, Dimdel fue apartado a un segundo plano, pero en esta mañana decidió no tomarselo a mal, total, el día anterior él había sido el jefe y sin duda alguna Mai, estaría algo resentido.

-Pobrecillo...necesita un poco de protagonismo jejeje

Dejaba que su compañero preguntara y se presentara, Dimdel comenzó a curiosear y a aguzar el oído por si se enteraba de algo interesante.

¡Hola! ¡En efecto! No sé como habrá llegado tal información pero es cierto que busco a gente que me haga de recadero. Necesitamos aventureros para recorrer un territorio un tanto hostil. La recompensa es de 50 piezas de oro por el mensaje enviado. La ciudad no está lejos de aquí, a unas pocas horas. Pero el recorrido es un tanto peligroso, no sé exáctamente lo que os podéis encontrar, pero el que me lo mandó enviar era un hombre un tanto siniestro.

Después el hombre saca un sobre lacrado y lo mueve entre sus manos. ¿Estáis dispuestos a correr el riesgo?

-Por eso hemos venido aquí. Yo por lo menos acepto el trabajo- digo antes de que alguno pueda objetar algo. Realmente esperaba que todo me fuera más fluido en la ciudad y he tomado la determinación de actuar y si alguien me acompaña mejor.

-Si ellos no quieren porque no les suena bien, yo tomaré el trabajo en solitario-dicho esto, me aparto levemente esperando su reacción y dispuesto a recibir instrucciones.

¿Pero qué diablos le pasa a este chico hoy?-se pregunta Dimdel al tiempo que mira con cara divertida a Mai-Cor.

-Bueno, digo yo, que no será muy complicado entregar ese mensaje ¿no? lanza la pregunta al aire, aunque no espera a que nadie la responda-Y si nos encontramos con algún contratiempo...sin duda alguna, seremos capaces de superarlo ¿no es así Mordrogath?

Dimdel no estaba del todo seguro de aceptar ese encargo, sin duda alguna olía mal, pero también parecía interesante, así que quería ver qué opinaba el caballero. Si este aceptaba ir con ellos, iría sin duda alguna, pero si el hombretón decidía tomar otro camino... Aun así, la recompensa merecía la pena y eso tenía que tenerlo en cuenta.

- Bueno, tened en cuenta que la recompensa que ofrezco es por mensaje enviado. El número de integrantes que lo lleven es algo que me resulta irrelevante. No sé si me entendéis. Quiero decir que las 50 piezas de oro tendréis que repartirlas como buenamente queráis. Si aceptáis esto, ¿a quién le entro el mensaje?

Mordrogath permanece un tanto cabizbajo, como sumido en sus pensamientos. Ha permanecido así desde que el grupo "abandonó" la misión aceptada en "La Dríada Bailarina" y no ha puesto buena cara desde entonces. 

Mirando a sus compañeros de soslayo, parece que toma una decisión.

"Desde luego, aceptamos el encargo. No tenemos miedo, eso no lo dude. Dele el sobre a Mai-Cor, puesto que él ha sido el primero en aceptar el encargo, él será el responsable del sobre hasta su entrega. Nosotros nos encargaremos de protegerle a él. El sobre será entregado a su destinatario." 

Una vez dicho ésto, se pone al lado de sus dos compañeros y les dice..."una vez estemos en camino, me gustaría deciros algo, antes de salir de la ciudad". 

Recojo el sobre y lo guardo entre mis ropajes. En cuanto salga por la puerta ya lo cambiaré de sitio y lo guardaré entre alguna tela para disimularlo.

-Bien, cuanto antes salgamos mejor. ¿Nos tienen que dar algo en concreto para cobrar o nos pagarán cuando lleguemos a nuestro destino?

Tal vez era una pregunta estúpida, pero era la primera vez que realizaba un trabajo así y no quería sorpresas desagradables del tipo ¿no os dio una carta de pago? o algo similar.

Cuando Mordrogath nos indica que quiere hablar con nosotros, asiento y salgo con él al exterior dispuesto a comenzar

Viendo los tonos que emplean sus compañeros en el día de hoy, Dimdel borra la sonrisa de sus labios.

-Vaya...dos amargados en un largo viaje...vaya compañía me he buscado-pensaba mientras comenzaba a dirigirse hacia la puerta.

Sin duda alguna el viaje no se presentaba bueno para él, pero le alegraba que siguieran los tres juntos ya que parecía que podrían ganar un buen dinero y tanto Mordrogath como Mai-Cor parecía competentes en los asuntos de protegerse y proteger a los demás, así que tampoco estaba tan la.

Una vez fuera del local, Dimdel inspira profundamente y la sonrisa se vuelve a dibujar en sus labios, el estomago no lo tenía muy lleno pero el día volvía a prometer y pensándolo bien, era un buen comienzo para una buena aventura y una futura canción con la que ganar algo de oro en la cena.

¿Qué es lo que ocurre amigo?-preguntó en cuanto estuvieron todos en la calle caminando hacia la salida de la ciudad...

Al ver salir a sus compañeros, Mordrogath asintió al encargado del local y salió tras ellos a la fría mañana. Una vez en la calle, les dijo "Lamento mi brusquedad, pero no estoy de acuerdo con lo que estamos haciendo." Tras ver la clara confusión o cara circunspecta en la faz de sus amigos, siguió hablando "Me explicaré mejor....teníamos un acuerdo con unos señores con respecto a cierto trabajo que teníamos que realizar en la Driada....y nos confiaron una bolsa con dinero a cambio de ello, si no recordáis mal. Nosotros aceptamos el trabajo y comprometimos nuestra palabra de que haríamos el encargo. Mi palabra es mi honor...y aprecio mucho mi honor. Sugiero que lo antes posible volvamos a la Driada a terminar el trabajo comenzado y no acabado. De hecho, espero que volváis conmigo lo antes posible, ya que yo, pase lo que pase, pienso volver. Me he comprometido y pienso cumplir mi palabra, o al menos ir a los que nos contrataron y devolver el dinero pagado en contraprestación por un servicio no dado". 

No parecía muy cómodo diciéndole eso a sus dos compañeros, pero se notó cierta relajación en su semblante, como si hubiera dicho algo que llevaba pensando un tiempo y quisiera soltarlo.....

"Os acompañaré en éste encargo...pero a la vuelta o vamos a la Driada a cumplir el trabajo, o vamos a devolver el dinero que nos pagaron y pedimos disculpas..." 

Para enviar mensajes a lugares distantes, uno debe visitar Recados de Tormentos Cristalinos. Los servicios ofrecidos en este edificio de piedra varían desde simples envíos de cartas a usos del conjuro "recado". Recados de Tormentos Cristalinos no envía cargamento u otros objetos físicos, pero está en buenas relaciones con Transportes Gorrablanca (29) y a menudo envía a sus clientes allí para satisfacer sus necesidades. Los mensajes escritos son el servicio más popular, pero aquellos que no sepan escribir o no deseen dejar pruebas escritas contratan a los empleados para memorizar mensajes y entregarlos de forma oral.

Mira que bien, ya se donde enviar mensajes, voy a seguir mirando por la ciudad.-despues de observar el edificio y descansar unn momento, me decido seguir mi exploración,