Partida Rol por web

Habéis tomado la dirección que os dio Kimara. Habéis seguido sus indicaciones y os habéis dividido tal y como vuestro líder os mandó.

Pero cuando lleváis un largo recorrido andado os dais cuenta de que desconocéis la existencia exacta de la morada de los Kóbolds. Os indicaron que había cuatro posibles aberturas. Pero desconocíais el lugar de su emplazamiento.

Quizá podríais buscar algún rastro en el lugar, o quizá reconocer la zona fuera suficiente. O quizá terminaríais perdidos y dando vueltas sin saber por donde moveros.

Shamel enseguida se muestra dispuesta a ayudar a los rastreadores dandoles valiosos consejos y contandoles historias sobre su tio Lou, un gran rastreador de su pueblo natal.

La semiorca va reconociendo el terreno por el que caminan

Lylith se puso a buscar algo que pudiera ayudarles a encontrar un rastro, pero su poca habilidad y las distracciones de Shamel contando no se que historias de un tio suyo, hicieron que no diera con nada util.

Vaya comienzo mas desalentador para el rescate de los arqueros. La unica cosa buena de esto es que aun no los habian rescatado, ya que seria sumamente ridiculo si despues de sacarlos de la cueva de los kobolds se pierden intentando buscar la salida...

El enano se encuentra con un grupo de viajeros algo desconocidos hacia la morada de los Kobolds pero que de momento no le caen mal, aunque la semiorca es la que ve como mas brava de todos 

"Yo y mi lobo podemos buscar por ustedes... Este vinculo druidico nos dio ese regalo y conocimiento, mujeres y hombres!" comenta el enano poniendose a mirar los suelos, con su lobo rastreando a los alrededores.

Bien Baern, tú y tu lobo tomad la delantera y llévanos hasta las cuevas.  Lylyth ve con él por si necesitara ayuda. Nosotros tres os seguiremos. Cuanto antes rescatemos a los arqueros antes regresaremos al castillo.

Troy resoplaba por el esfuerzo de la caminata. No estaba acostumbrado al esfuerzo físico, era más de estudiar en su laboratorio, con sus cadáveres. Incluso cuando tenía que mover un objeto voluminoso convocaba a uno de sus sirvientes para que hiciesen el trabajo por él.

Seguís el rastro encontrado, parece muy ligero y tenue y las pisadas no corresponde a los kobolds, aquellas pisadas llevan hechas desde hace mucho tiempo pero el barro seco las ha solidificado y llegan hasta una grieta en la cueva. El lugar corresponde con lo que os ha dicho Kimara. La mujer no estaba equivocada pero era extraño pues si verdaderamente aquello era una entrada parecía que estaba bien escondida y era posible que no si quiera los kobolds la conocieran. Con suerte no tendrían que enfrentarse a ellos y lograrían rescatar a los arqueros antes de lo que esperaban.

Pero eso sería con suerte, quizá aquello era una trampa o simplemente se dirigían a la morada de alguna otra criatura y quizá Kimara les hubiera engañado. Fuera lo que fuera no podían quedarse de brazos cruzados, sus compañeros ya estarían introduciéndose por otra abertura y sería tarde para reunirse con ellos.

Tomáis la grieta y haciendo quizá algún que otro malabarismo, poniendo algún que otro pie sobre alguna roca resbaladiza lográis entrar. 

En efecto aquello era una cueva pero tras andar varios metros por lo que parece un pasillo construido en la roca viva de la montaña os topáis con que no conduce a ninguna parte.

Lylith era la primera de la comitiva. Su principal mision, al menos de momento, era hacer que evitaran las trampas cuestion que no estaba siendo un problema, todavia no se habian encontrado con ninguna.

No se han esmerado en la seguridad estos kobolds. Aunque bueno, tal vez confien en lo escondida que esta su entrada y hayan preferido ahorrarse las molestias que da tener que esquivar un par de trampas diariamente.

Mientras habla se encuentra que la cueva ha llegado a su fin.

¿Es esto una broma? ¿Como nos has guiado Baern? dice un poco airada girandose hacia el enano

Baern y su lobo parecían bastante seguros de que esta era la entrada correcta...y puede que lo fuera.

Veamos si estos perretes armados no han resultado ser tan tontos

Se pegó a la pared de la roca y empezó a tocar suavemente la superficie en busca de cualquier ranura por pequeña que fuera o algo que pudiera accionar una puerta secreta.

"Shhh, Chica de la Ballesta, no debemos hablar tan alto... debemos ser cuidadoso con el enemigo en nuestro alrededor. Sigamos buscando!" se le acerca el enano druidico haciendo señas de calma y silencio, con una mirada hacia los alrededores.

Baern sigue buscando, su lobo tambien.

Troy aguardó impaciente a que Baern y Lylyth terminaran de inspeccionar la zona

Udgren espera silenciosamente a que sus compañeros terminen de investigar el lugar.

Investigáis el final de aquel camino y descubrís que un antiguo mecanismo abre una puerta secreta. Cuando atravesáis el lugar alcanzáis una cueva que no está para nada edificada. Las estalactitas y estalagmitas inundan el lugar y la humedad puebla el ambiente. Habéis hecho un largo recorrido por ese camino pero no como para acceder a una cueva de esas características. El suelo estaba inundado y lleno de charcos un limo brillante iluminaba la zona permitiendoos ver en el interior.

Era extraño pero aquella cueva no daba signos de presencias de kóbolds, aunque quizá tuviese algo escondido, una abertura en dirección oeste hacía que vuestro camino pudiese continuar.

Shamel asintio cuando Lylyth encontro la puerta secreta. Naturalmente, ella tambien la hubiese encontrado, de haber buscado, pero era satisfactorio saber que la pícara sabía hacer su trabajo.

Al somarse al interior y observar lo desnudo de la gruta no pudo mas que comentar:

-Nos acabamos de conocer y ya me estais metiendo en lugares oscuros y húmedos. La cosa promete!

Tal vez esto sea mejor que unos kobolds protengiendo a unos cuantos arqueros jeje ¿Qué decis? ¿Seguimos?

Lylith se adelantó a la respuesta de sus compañeros y empezó a avanzar, siempre muy pendiente por si había alguna trampa por el camino. Alguién se había tomado un duro trabajo en esconder lo que sea que allí estuviera y no sería extraño que hubiera puesto algún impedimento más por el camino.

No era el plan inicial, eso era verdad, pero ese camino podía ser un atajo, o algo mejor, la entrada de una cueva con un gran tesoro que serviría a su señor para aplastar a su enemigo

Sacudió la cabeza para despejar esas imágenes y se centró en lo que tenían delante

Bien, sigamos, a ver que nos encontramos aquí

"Que las criaturas y elementos en aquella cueva esten en nuestra favor!!" expresa Baern con un tono de rezo, caminando con cuidado hacia aquella cueva recien descubierta hacia el oeste

A los instantes le hace unas señas y miradas a su lobo, el cual regresa poniendose cerca del enano druida.

-Espera Lylyth, te ayudaré con las trampas. Es algo que siempre se me ha dado bien.

La pequeña gnoma avanzo junto a Lylyth. Sin embargo, parecia despistarse con cada estalagmita con forma fálica con la que se cruzaba.

-¡Muy bien! - exclama satisfecha. Habían encontrado la cueva, y probablemente un poco de pelea, olisqueando el aire húmedo se sentía como en casa.

Se acerca a las dos compañeras buscadoras dando algunos golpes al aire con su hacha -ustedes miran abajo, yo miro arriba ¿eh?- dice mientras pone su atencion en examinar el lugar.