Partida Rol por web

Habéis tomado la dirección que os dio Kimara. Habéis seguido sus indicaciones y os habéis dividido tal y como vuestro líder os mandó.

Pero cuando lleváis un largo recorrido andado os dais cuenta de que desconocéis la existencia exacta de la morada de los Kóbolds. Os indicaron que había cuatro posibles aberturas. Pero desconocíais el lugar de su emplazamiento.

Quizá podríais buscar algún rastro en el lugar, o quizá reconocer la zona fuera suficiente. O quizá terminaríais perdidos y dando vueltas sin saber por donde moveros.

Después de caminar un largo trecho me detengo...

¿Alguno sabe hacia dónde nos dirigimos exactamente?, yo no, así que permitidme un momento - les dije a todos mientras me dirigía hacia los alrededores...Quería saber si el lugar me era conocido.

No parecía que tuviera recuerdos de este lugar...

-¿Qué podéis decirme del terreno, señor Jester?-Pregunto nada más llegar.-Es el momento de poner a prueba vuestras habilidades.

Maximus siempre estaba al lado de su señor. Así se lo había ordenado su dios, y así lo haría.

Señor, sugiero que hablemos más bajo. No sabemos qué puede ser una trampa y qué no, así que es mejor movernos en silencio para no alertar a nuestros enemigos susurró para todos

Tras permanecer un todo el camino en silencio disfrutando de los sonidos de la naturaleza decidio empezar a buscar pisadas de kobolds. Aqui no hay ningun rastro, quiza si avanzasemos un poco más encontrasemos algo. -dijo secamente.

¿A qué esperamos entonces?, avancemos pues... - dije en voz baja.

Continuáis avanzando, no encontráis ningún rastro de los kobolds por ninguna parte. Cuanto más tiempo perdierais en aquello más tiempo estarían sufriendo aquellos pobres arqueros a los que tendríais que rescatar.

Quizá, si intentamos encontrar algo entre todos, lo hagamos más rápido...

Jester siguio rastreando mientras avanzaba en silencio. ¡Creo que he encontrado algo!

Estaba claro que lo mío no era rastrear, mis cualidades eran otras muchas...igual de necesarias para alcanzar nuestros objetivos...

Cuando escuché a Jester, alcé la mirada:

Fantástico, ¿qué has conseguido dilucidar?

Feliz por haber sido puesto en el grupo de su amo al cual debe la vida, Revan siguió al grupo. Él había considerado que su papel no consistía en encontrar kobols sino que estos no los pillaran por sorpresa con ninguna estratagema.Por tanto andando tras Jester fue mirando sin preocuparse de los rastros por posibles cuerdas o ramas sueltas que pudieran indicar la presencia de trampas.

Tras ver como los demás se dedican a buscar rastros, intento ayudarles lo mejor que puedo.

-Bob.-Digo en voz baja.-Mantente alerta y en guardia. Yo ayudaré a buscar huellas.

Dicho esto, empiezo a rastrear lo mejor que se.

Un camino bastante transitado conduce hasta una cueva en la ladera de la colina. Su entrada está a unos 20 metros de distancia y a medida que os vais acercando tenéis una sensación cada vez mayor de que estáis siendo observados.

Cuando veo la colina y la cueva, algo en mí denota intranquilidad, por lo que busco alguna trampa o algo similar en la que alguno de nosotros pudiera tropezar...

Tened cuidado, a partir de aquí empieza lo bueno - dije irónicamente.

Maximus miró hacia todos lados. Sentía un cosquilleo en la nuca, sabía que le estaban observando, pero no encontraba quién ni desde dónde

Debemos proteger a nuestro futuro rey. Lo mejor sería que le rodeásemos. Si hay alguien que intenta atacarnos, tendrá que verse con nosotros primero dijo mientras se ponía al lado de Heironeus

Os he traido hasta  la cueva, ahora si me disculpais me pondre detras donde mi arco es mas efectivo. - dijo mientras dejaba pasar a los demas.

Bueno llegó mi hora, pensó Revan. Tantas horas de entrenamiento en las mazmorras y zonas oscuras tendrán su resultado? Cambiando su lugar con el explorador se colocó en primera línea. - Dejadme unos metros e iré mirando por si hay trampas hacia la entrada. Antes de ponerse con las trampas echó un vistazo al rededor, no quería encontrarse con ningún enemigo antes de entrar en la cueva.

La sensación sentida era extraña, pero si había algo claro es que la cueva estaba despejada y no había ningún problema en avanzar. Quizá el enemigo estuviera fuera, acechandoos.