Partida Rol por web

Buscais los rastros de esa segunda entrada que tendría que haber por aquel lugar. Entonces Milus da con un ligero rastro que  da lugar a otra de las entradas. Allí a unos metros un camino poco transitado se dirige a otra de las aberturas de la montaña. Extrañamente volvéis a sentir la misma sensación que antes, parece que alguien os está observando. ¿Pero quién?

Gracias a los agudos sentidos de Milus no tardaron en dar con con otra de las entradas. Al final parecía que las indicaciones de la anciana eran ciertas, tal vez se pudiese confiar en ella, el tiempo lo diría.

Rob mandó en silencio, con gestos, que se agazapasen y observaran la entrada. Le picaba la nuca, y eso era señal de que alguien les estaba observando. Aquel acceso, sin protección, no le daba ninguna confianza, tal vez se tratase de alguna emboscada.

Miro detenidamente la entrada y los alrededores, en busca de algún signo extraño. Casi instintivamente puso una flecha en el arco y tensó la cuerda.

Con un poco de suerte encuentro otro rastro y siguiendolo el grupo llega a otra abertura de la montaña. Nada mas llegar sigo notando la presencia de alguien, como si nos observaran...

- Chicos, voy a dar una pequeña vuelta de reconocimiento y entramos.

Con toda la cautela de la que dispongo investigo los alrededores de la entrada, en busca de enemigos o cualquier otra amenaza.

Cita:

Eso lo decidiré yo. - espetó Rob en voz baja y ronca. - Acércate en silencio a ver que ves y luego nos informas. Los demás quietos aquí, sobretodo tú, Krah, con todo ese metal que llevas encima no pasas desapercibido.

Eras avanzó junto a sus compañeros en silencio tal y como había hecho hasta el momento. Al llegar a la entrada un cosquilleo en el cuello le alertó. Los dioses querían decirle algo, esa sensación de ser observado se hizo más potente, por lo que oteó en la entrada en esperas de encontrar algo extraño. Sólo los dioses decidirían si era capaz de saber que querían decirle.

La sensación sentida era extraña, pero si había algo claro es que la cueva estaba despejada y no había ningún problema en avanzar. Quizá el enemigo estuviera fuera, acechandoos.

La entrada era peligrosa, cuatro kobods estaban montando guardia. Junto a ellos había un lobo que seguramente estuviera allí para dar la alarma al resto de miembros del lugar. Aunque por otro lado quizá eso sería el señuelo perfecto para permitir que el otro grupo se introdujera sin problemas. Aunque no sabíais donde se encontrarían ahora mismo.

La entrada era peligrosa, cuatro kobods estaban montando guardia. Junto a ellos había un lobo que seguramente estuviera allí para dar la alarma al resto de miembros del lugar. Aunque por otro lado quizá eso sería el señuelo perfecto para permitir que el otro grupo se introdujera sin problemas. Aunque no sabíais donde se encontrarían ahora mismo.

¿nos han visto?

Parece que no

Kobolts, cuatro, y un lobo. Parece que no nos han visto. Al final la vieja parece que decía la verdad. - susurró a los otros tres. - No me extrañaría que el lobo lo usasen para dar la alarma. Sería bueno deshacerse primero de ese bicho.

Se quedo pensativo por un momento, dando un vistazo alrededor - Milus, tienes pinta de saber moverte sin ser visto. ¿Tienes algún arma distancia?. Quiero que te muevas hasta esos arbustos de la derecha, y a mi señal, salgas y dispares al lobo.

Si los kobolts actúan como creo, correrán hacia ti. Eras y Krah, en ese momento quiero que salgáis y les ataquéis por un flanco, intentando rodearlos para que no tengan escapatoria. Yo usaré el arco para acabar con el lobo, si Milus aún no lo ha hecho y me uniré a la fiesta.

¿Eras, que armas llevas? - dijo mirando al sacerdote - ¿Listos?

- No me gusta hacer de carnada, pero si es lo que quieres... Por cierto, no he visto la lobo, si me indicas donde esta para que asi pueda conocer su ubicacion.

Me muevo lo mas sigilosamente que puedo hasta donde me ha indicado Rob con la ballesta siempre cargada, espero a su señal y disparo al lobo por sorpresa (tras conocer su ubicacion claro), para poder intentar apuntar a sus organos vitales y asi intentar causarle un mayor daño.

Sacando la ballesta asiento mirando a rob. Apunto a uno de los kobolds y me preparo para disparar concentrandome en ello.

Rodilla en tierra, respira, respira. Que no te tiemble el pulso.

Eras asintió ante las palabras de Rob y cuando éste le preguntó por las armas que portaba, colocó una saeta sobre su ballesta y con la mano siniestra movió ligeramente sus ropajes para que pudiese ver la vaina de su espada.

Esperando que lo les hubiesen visto, Eras se retiró un segundo para poder recitar las palabras del conjuro que esperaba le ayudase a conseguir un buen disparo. Seguidamente preparó su ballesta y se movió un par de pasos hacia uno de los flancos. 

Una vez Milus lanzó su saeta, Eras hizo lo propio, descargando el conjuro sobre el arma. Sin embargo parecía que el clérigo estaba algo oxidado.

Milus a su señal, disparó al lobo. Rob desde su posición observa como la saeta lleva buena dirección y al momento como los kobolts se dan cuenta de la presencia de Milus tras su ataque sorpresa.

Como un resorte se levanta, tensando su arco y apuntando al lobo. Dispara una flecha y antes de que esta llegue a su blanco, con una endiablada rapidez, carga otra y dispara de nuevo. Dos flechas lanzadas en dirección al lobo, con intención de quitarle la vida.

Después sale de detrás de los arbustos, echando mano a su hacha.

Rob hizo la señal pero ni Milus ni Eldrih habían sido capaces de detectar al lobo del que hablaba su líder por lo que no pudieron hacer lo que el pedía. 

Al no producirse tales ataques, Rob prefiere no disparar pues el plan no se ha cumplido como el deseaba. Pero mientras tanto Eras formula su conjuro para orientaros a todos. 

Hizo una señal para que todos se volviesen a reunir, su plan inicial había sido un fracaso. Los cuatro kobolts y el lobo se ocultan bien. Los veo a duras penas. Hay que hacerles salir de la cueva de cualquier forma. - dijo Rob en voz baja.

Si los atacamos desde aquí, a distancia, se adentraran en la cueva y darán la alarma. Además creo que usan el lobo para eso mismo y ese bicho de cuatro patas es veloz. - bufó y se rascó la barba pensativo.

¿Alguna idea? Solo se me ocurre hacerles salir con el viejo truco de lanzar una piedra y que salgan a investigar atraídos por el sonido. Es el truco más tonto del mundo, pero los kobolts no tienen muchas luces.

¿Que pensáis? Necesito ideas. - Se quedo mirando a sus tres aliados esperando una respuesta.

Cerca de Rob escucho su plan... y no me parece una gran idea, sin embargo ahora tengo un plan...De entre los pliegues de mi tunica saco un cristal y lo coloco en el suelo. Rob obviamente me mira sin saber que es lo que estoy haciendo, hasta que a una orden mental mia unas patas de verdosas salen del cristal, que se endereza y camina un poco alrededor mio.

Una piedra no es buena idea, mi cristal sera el cebo. Se acercara por el techo y se dejara caer cerca de los kobolds y el lobo y despues vendra hacia nosotros, al ser un cristal inofensivo seguramente lo seguiran para ver que demonios es.
 

Sin duda tu idea es mas original que lanzar una siempre piedra, y con mas probabilidad de exito. Extraño cosa esa que te acompaña. - sonrió de medio lado - Si nadie tiene una idea mejor, haremos lo que dices. - colgó su arco al hombro mientras cogía el hacha y el escudo.

Cuando los kobolts se acerquen, atraidos por tu cristal con patas, saldre a su encuentro para entablar combate con ellos. Vosotros tres intentad acabar a distancia primero con el lobo. - los miro de uno en uno.

¿Preparados?

Milus ya tenia su ballesta preparada, por lo que toma una posicion estrategica en un flanco para poder flanquear en caso de tener que salir al cuerpo a cuerpo y espera a que salgan los rivales para atacar al lobo.

Eras escucha el plan. No le parece un buen plan pero tampoco tiene nada mejor que ofrecer por lo que asiente y prepara su ballesta. Se coloca en posición contraria a Milus para cubrir cualquier vía de scape que no sea hacia dentro de la cueva y se prepara.