Partida Rol por web

Espere!- se alzó intentando evitar la marcha de la poderosa vistani- No, mi conexión con la gran Hala no es tan intensa como me gustaría, aún tengo mucho que aprender y pruebas que superar. Necesitamos de su ayuda para devolver a la vida a nuestra querida Alice. Y ya que se pone manos a la obra... Recogimos del plano infernal otros dos seres que pensamos merecen una segunda oportunidad.

Leiath sacó la oreja del minotauro y lo depositó con delicadeza en manos de Aire, ya que no quería dejarlo en el suelo.

Ayudadme con este otro - suplicó a sus amigos mientras el cadáver de un anciano iba asomando, de forma asombrosa, por el pequeño agujero de su bolsa de contención.

Lo de Jadewo era mucho. Se lo hubiera esperado de cualquiera de las integrantes femeninas del aquelarre de Leiath pero no de él.

- Ah, claro, Loki...te preocupa.- Del tono empleado por el perfumista se podía extraer su incredulidad con respecto a la preocupación de Jadewo por el niño que el Rey Bob había puesto al cargo de ambos caballeros. No es que dudara del todo que le preocupara su bienestar sino que al mencionar a "la otra" y su nuevo novio, pues eso hacía despertar las suspicacias del vivido eunuco, quien veía claro que lo único que cegaba al filo del ocaso era su despecho hacia la mujer que lo abandonó como a ropa vieja.- Creo que será Madame Eva la que podrá ayudarte más en ese menester, Jadewo.- A cambio de un módico precio, claro.

- Lovina, esas personas están en otro plano, creo que quedan fuera del alcance de tus contactos de Barovia.- La historia que contaba la joven acerca del transcurso de esos 15 años que había durado su forzado exilio era bastante interesante. Resulta que, nada más y nada menos, Lovina, quien parecía tenerle bastante estima, se había convertido en Burgomaestre de Krezk. Eso hacía que Onfale reconsiderara la posibilidad de ir en busca de su padre, aunque aquel personaje no le cayera demasiado bien. Ver a Aire haciendo de las suyas, intimando a su manera con Lov, con alguien al que ya podía considerársele un gobernante oficial, le hizo mirar a la poderosa maga como una madre haría con una hija que ha sido maleducada. La mención de Klasius, y sobre todo la de su lacayo Fosco, despertaron en Onfale un sentimiento amargo de melancolía.- Pues del grupo oroginal esto es lo que queda. Tendrás que conformarte. Bueno, eso, lo que dice Leiath. El cuerpo de Alice lo tengo aquí mismo, dame un segundo. Seguro que ella también se alegra de verte.- Se puso a rebuscar en el saco de contención y tiró fuerte hasta que apareció un brazo. Después volvió a meterlo dentro.- Pero no creo que ahora sea el mejor momento. Aunque estemos apretados estaremos encantados de alojarnos contigo, Lovina. Mientras haya comida y el ambiente sea respirable y no nos arranque la piel a tiras será un gran comienzo.- Leiath seguía a lo suyo aprovechando la ocasión para resucitar a todo el mundo. ¿Qué pensaría su anfitriona de ellos que no hacían más que sacar cadáveres de sus sacos? Al ver la oreja del minotauro frunció el ceño. No estaba seguro de que fuera buena idea.- No conseguimos comunicarnos con ese, pero como veas Leiath...y el otro, quizá debiéramos preguntarle primero. Una resurrección es un asunto muy íntimo.

El tema de las brumas preocupaba sobremanera al eunuco. No le apetecía para nada atravesarlas si no era de manera segura. Desde luego sonaba razonable que los gitanos vistanis pudieran atravesarlas. Sólo había que ver a Madame Eva para comprobar que ella sabía moverse por ellas y utilizarlas a su antojo. Si Lovina estaba preparando un grupo para seguir los pasos de su padre seguro que ya tenía o había pensado en un guía. Recordado al insufrible Mane Onfale pensó que no podría haber nadie peor que él. Pro si acaso preguntó.

- ¿El equipo ya sale mañana? Qué apresurado todo... ¿Y quién será el guía?Cuéntanos también con qué grupo se fue tu padre. ¿Eran de fiar?

Flame sintió como si sus fuerzas se renovaran de nuevo. Pudo dedicar una sonrisa, de las pocas que solía lanzar, a Lovina y al resto. Realmente empezaba a estar a gusto entre aquellas personas, y la recién nombrada Burgomaestre también le parecía alguien digna de su confianza. Aunque desgraciadamente la confianza empezaba a estar sobre valorada y nadie merecía tenerla. 

Escuchó el plan del que hablaban, Flame estaba aún lejos de su casa, y muy probablemente ya no llegaría nunca, pero su Lovina era la Burgomaestre de Krezk, quizá Krezk fuera una buena ciudad donde alojarse y poder llamarla hogar.

Con ese pensamiento en la cabeza, la mujer pensó que sería una buena idea ayudar a un miembro tan importante del lugar. Con suerte les regalaría un alojamiento y un sitio al que pudieran llamar hogar. Flame estaba decidida, ella la ayudaría, e imaginaba que todo estaría bien pensado y que no les estaría llevando a una misión suicida.

No te preocupes por mi padre dijo Aire, restándole importancia al asunto. Mi mamá siempre decía que si se había ido era por su bien, porque si no moriría entre terribles sufrimientos o algo así. No le conozco, así que no creo que quiera que sufra razonó la muchacha mientras miraba a Lovina.

Cuando Leiath pidió ayuda, ella se ofreció encantada. Ya se le había olvidado todo lo que había pasado con ella, ahora estaba muy feliz y muy tranquila, así que empezó a tirar del cadáver sin saber muy bien qué era ¿Es un muñeco, Leiath? ¿Por qué no lo has sacado antes? Seguro que él y Aristóteles se podrían hacer amigos rápidamente.

Aristóteles no estaba de acuerdo con esas palabras. Él ya sabía lo que era, pero Aire no le escuchaba.

¡Dios mío! ¡Alice!

Lovina se arrodilló junto al cadáver de la maga pelirroja, manchando su bonito vestido. La imagen le había dejado muy afectada. Ni siquiera respondió a Onfale. En cuanto al "muñeco", más que viejo, era calvo como una bola de cristal.

Si quieres saberlo...-dijo a Onfale, sibilante, como una serpiente que mide a la presa que se va a comer-Lovina me ha dicho que tu guía es una giorgiotta. Una mestiza. Medio gitana medio paya. También me ha dicho que no llegó a ver al gitano que guío a su padre hace cuatro años, ya que se despedió de Viktor Watcher en su mansión, y él se iba a encontrar con su guía en Krezk.

Por un momento, Onfale tuvo la sensación de que Madame Eva le olisqueaba. Por suerte, no llegó a tocarle ni un pelo. O si se lo tocó, lo arrancó con tan sutileza que no le dolió. La atención de Madame Eva se vió atraída pronto por los cadáveres.

La mujerzuela está en buenas condiciones. Podría usar con ella magia menor de revivir a los muertos. Tendrás que pagarme quinientas monedas adicionales en concepto del polvo de diamantes que necesitaré para ejecutar el ritual, Lovina. Claro que olvidará algunas cosas... Volver a la vida siempre es una experiencia traumática.

El hombre... Tsk. Lleva demasiados días muerto. Y la oreja... habría sido más sencillo si tuviésemos el cadáver entero. Necesitaré magia muy poderosa en ambos casos. Los hechizos de resurrección para ellos tendrán un pago adicional de diez mil monedas de oro cada uno, para costear la ingente cantidad de diamantes requeridos.

Lovina palideció al saber las cantidades. Era rica, pero no tanto. Prácticamente se había dejado toda su fortuna en los regalos para sus amigos y el pago "básico" por los servicios de Madame Eva. Este sobrecoste era imposible de afrontar.

Si lo deseas... puedes devolverme alguno de los objetos mágicos que te vendí inicialmente. Eso soportaría parte del coste... no todo.

¿Estaba alguno de los viajeros suficientemente dispuesto a renunciar a su regalo solo por obtener a uno o dos posibles aliados?

Jad se percató del rintintín de Onfale con respecto a Loky y Evea, más decidió no darle más importancia. No obstante, su reflexión acerca de la ayuda que pudiera subministrar la anciana, una suerte de conjuradora de algún tipo al parecer, le llamó la atención al guerrero arcano, y acercándose a ella comentó.

-Parecéis una persona de recursos, por los comentarios de lady Watcher y algunos miembros del grupo. ¿Tenéis capacidad para contactar con una persona que esté en un lugar lejano? ¿Podríamos llegar a un acuerdo para que lo usara para un asunto que tengo entre manos?

Leiath miró de reojo a Jadewo. Creía que se había olvidado de aquella trovadora después del revolcón con Becky, pero el hombre parecía sumido por el despecho. Bueno no le quedaba otra que superarlo. Y lo del niño Loki, otra lección que tendría que aprender: No se podía salvar a todos, a algunos había que dejarlos en manos de los dioses.

Lo que la traía a su tema de interés...

- Madame Eva, y qué tal si sólo te ocupas de Alice, usando con ella el hechizo poderoso para que no vuelva tan traumatizada?

Al fin y al cabo no les debían nada a los otros dos cadáveres. Era mucho mejor tener a Alice de una pieza que tres piezas rotas.

Luego cayó en el Huevo de Dragón que llevaba en la bolsa. Cuánto valdría? Seguro que una fortuna. Lo sacó de la bolsa con cuidado y se lo mostró a la envejecida vistani.

- Qué nos darías por esto?

De comunicación a un lugar lejano, claro que puedo, rubito. De comunicación a un lugar de otro plano, ya es más difícil, rubito... depende de qué quieras hacer.

Madame Eva se cogió la manga para limpiar el huevo. No parecía impresionada.

Está frío. Este huevo necesita calor para eclosionar. Estar un rato cada día en el interior de un fuego. Los huevos de dragón siempre terminan abandonados en el sótano de una casa, hasta que la casa se incendia, y el dragón nace masacrando a todo un pueblo. Típico. Tan típico como los huérfanos que son empujados a llevar vida de aventurero.

Mmmh... ¿sabéis que normalmente me dan este tipo de cosas para que me deshaga de ellas, no para que las compre? Incluso me pagan por ello. Y yo lo destruyo. Me da igual que sea un huevo de dragón rojo o un artefacto maldito. No me merece la pena el riesgo de tener una mascota que come tanto, incluso la mano que le da de comer.

Lo que nunca he tenido ha sido mi propio minotauro. Hagamos una cosa... si me dáis la oreja del minotauro, haré una de estas dos cosas por vosotros: llevarme el huevo para que no os tengáis que preocupar más por él... o pagar de mi bolsillo una de las resurrecciones de las caras. A la pelirroja o al calvo, tanto me tiene.

Si resucitaban al calvo con el pago de la oreja de minotauro, Lovina podría pagar el revivir a los muertos "traumático" para Alice. Si utilizaban la oreja del minotauro para la resurrección de la maga, aún podrían ceder alguno de los regalos a cambio de resucitar al Hombre de la Ceniza.

Eso de que el muñeco resultara ser calvo y encima un hombre muerto y asqueroso, no le gustó nada a Aire. Se fue de su lado corriendo, mientras se limpiaba las manos contra su ropa.

Qué asco, qué asco, qué asco... repetía sin cesar, intentando quitarse la sensación de estar sucia, pero no lo conseguía.

No se por qué guardas esas cosas en la bolsa, Leiath. Tienes unos gustos muy raros, ¿no? preguntó a Aristóteles, que quería mantenerse alejado del cadáver.

Yo creo que se puede quedar con la oreja esa y salvamos a Alice. A ese hombre no le conocemos. ¿Y si nos ataca recién resucitado? Yo prefiero a Alice, es más divertido con ella hacer bolas de fuego.

El joven esuchó atentamente a la anciana mujer. Y luego no pudo evitar asentir ante la observación de Aire.

-Concuerdo con Aire, la oreja a cambio de un mejor conjuro para Alice. En cuanto a ese otro cuerpo, si no hay relación alguna con él, yo no me preocuparía por ello. Al fin y al cabo, la muerte es una realidad bien presente que cada uno conoce cuando emprende los caminos de la aventura... o se enfrenta o trata con entidades peligrosas.

Mirando a la anciana añadió.

-No sé donde puede estar el contacto... ni donde estoy exactamente para empezar. Así que supongo que sería una comunicación interplanetaria.

Leiath recuperó de las manos de la anciana su preciado huevo.

- Bueno pues si no le gusta, no se preocupe que ya lo vuelvo a guardar.

No tenía intención de deshacerse de él. Algo le decía que quizás les fuese útil en algún momento, así que lo volvió a meter en su bolsa mágica.

Qué tendría pensado hacer la vistani con un minotauro? Intentó no darle vueltas al asunto ya que lo primero era su aquelarre.

- Bién, creo que mejor empleamos la oreja de minotauro en pago por una Alice completa y feliz, no creeis? Que tampoco vamos a arruinar a nuestra querida Lovina.

Onfale miró a la vieja gitana y la sonrió con dulzura aunque por dentro sólo pensaba en que si su guía era mestiza mucho mejor, menos mala sería. Podía entender la curiosidad que Leiath mostraba para con el cadáver de los viejos pero, al igual que le había dicho a Jadewo, eso pertenecía ya al pasado. El cariño desmedido y el impacto que le supuso a Lovina ver el cadáver de Alice le pareció sobreactuado.

- Calma, calma. Vayamos a descansar y mañana ya veremos todo con mucha mayor claridad. Lov, cariño, ¿tanta prisa hay para partir en un solo día?

A los demás ya les he dicho que preparasen todo para mañana a primera hora. No sois los únicos en hacer este viaje...

¡Nada de calma! Yo no voy a esperar a mañana para que decidáis el método de pago: tengo mejores cosas que hacer.

Madame Eva arrebató ansiosa la oreja de minotauro de las manos de Aire, y empezó a rociar con polvo de diamante de su bolsa de conjuros el cadáver de Alice. No demasiado. Digamos que había polvo por valor de quinientas piezas de oro. Si cambiaban de opinión con lo de la oreja, aún era posible detener a la anciana y resucitar a Alice con el hechizo traumático barato...

Escucha, rubito... no conozco de magia que pueda hacer tal cosa. ¿Comunicación interplanetaria? El alcance de un hechizo depende del poder del lanzador. Para que un hechizo cubra semejante distancia, quién lance el hechizo debe tener el poder de una deidad.

¡Uy! Aire se giró a Jadewo ¡Se lo podías haber pedido a Becky! Ella era una diosa, ¿no? ¿O se lo ha inventado?

Aire estaba contenta de que le quitaran la oreja del minotauro de las manos, y se puso cerca de lo que quedaba de Alice para ver cómo el polvo de diamantes la regeneraba. ¿Si cogía un trozo de diamantes le faltaría a la maga roja un dedo? Y si era muy grande, ¿sería una pierna? ¿Y si cambiaba los diamantes de sitio? Aire se reía interiormente de lo que podía suceder si jugaba con ellos, hasta que Aristóteles le regañó. Con la nueva vida de una compañera no se juega

¿Y tarda mucho en regenerarse?

En cuanto Madame Eva le arrebató el cadáver de Alice,Onfale cerró el saco  indignado. Todos conocían ya a los gitanos vistanis y sus "manos largas", por lo que el perfumista, versado en el gobierno de un harén, no se fiaba.

Qué prisa tendrás tú vieja, vieja amargada.

- Entiendo Lov, sólo es que...acabamos de hacer un viaje interplanario y es cansado. Pero eso es lo de menos, no te quiero aburrir con nuestras penurias.- Haciéndose el ofendido el mago recogió sus cosas y se dispuso a partir.- Cuando quieras guíanos a nuestrs aposentos. Si vamos a partir mañana debo ejercitar cuerpo y mente.

El joven guerrero asintió ante las palabras de la anciana. Parecía que por el momento el contacatar con Loky... o Evea, estaba más allá de su alcance. Pero no todo eran malas noticias, a parte del regalo que les iba hacer la joven lady Watcher, estaba poder ver como Alice regresaba a la vida. Y posiblemente habína logrado encontrar un nuevo hogar para Lu.

-Soys muy gentil y generosa, lady Watcher. Gustosamente me uniré en la búsqueda de vuestro padre.

Sssssh, ¡silencio! Estamos en una fase muy delicada del ritual.

Durante los siguientes diez minutos, Madame Eva siguió sacando más y más polvo de diamante, hasta cubrir el cuerpo por completo.

Aruuuum shará. Aruuuum shará. Eos, hielos, geos, meos... Aruuuum shará.

Bajo la duna de diamante, el cuerpo de Alice empezó a aumentar su temperatura. Sobre ella, los diamantes sublimaban, emitiendo vapores tóxicos y muy caros. El polvo cristalino se evaporó completamente, dejando de nuevo el cadáver al raso. Parecía que el conjuro había fallado, pero entonces Alice pestañeó.

Alice pasó de estar viendo el aliento de fuego de un dragón rojo avanzar hacia ella, al cielo soleado de un bosque de arces. Tumbada sobre la hierba, empezó a mirar a su alrededor. De los que estaban con ella la última vez, casi todos seguían allí. Faltaban Becky, Tybalt, el minotauro y sobretodo Hollín. Su (en ocasiones) fiel Hollín.

También había caras nuevas... Perezoso, el camaleón de Onfale, estaba sobre el hombro del eunuco. Y dos féminas, una joven y una vieja.

La anciana se alejó del corrillo en torno a Alice, zigzagueando entre los árboles y arrastrando sus pies sobre el suelo. La chica joven se llevó una mano a los labios, mientras empezaban a brotar lágrimas de sus ojos.

De todos los recibimientos, uno de los más efusivos fue el de Lu Nantika, que contempló la escena como si acabase de ver un milagro.

Nashu gotah rakka rabert sua nossa lakkúa kroppak...

Según los conocimientos que tenía Alice del abisal, la pirada esa estaba hablando algo de que la mujer de pelo de fuego había regresado de entre los muertos, o algo así. Lu Nantika se arrodilló al lado de Alice y la reverenció.

Si de verdad Alice había estado muerta, no fue nada traumático para ella. No tenía recuerdos del más allá, ni le atormentaban imágenes monstruosas, salvo aquellas que había visto en vida durante su viaje interplanar por Thánatos.

Al incorporarse, vió sus propias ropas, quemadas hasta lo mínimo, y casi mostrando su desnudez completa. A su lado alguien había dejado la mochila de Alice, con todas sus pertenencias. El cuero del morral había soportado mejor las llamas, ennegreciéndose en algunas zonas, pero seguía siendo funcional al contrario que el traje negro comprado en aquella tienda de Galendure. Si mal no recordaba, Alice tenía un par de mudas de ropa en el interior de su mochila.