Partida Rol por web

Grrrrrrrawwww... Grrrraaaaaaawww...

Amanece. Como si fueran los gallos cantando, en la lejanía se escuchan los maullidos amenazantes de los grandes felinos tentaculares que acechan en las Brumas. Es una rutina familiar, que se repite todas las mañanas. Los aventureros caminan y caminan, pero al día siguiente los rugidos suenan como si siguiesen a la misma distancia.

Hollín ha informado de que al sur los bancos de niebla se han puesto en movimiento. Descienden por la falda de la montaña, como es lógico en un fenómeno meteorológico, pero es inevitable pensar que quizás las Brumas les siguen y se mueven con voluntad propia. Y con ellas, también las bestias de ojos rojos.

Del murciélago de alas de fuego no se ha vuelto a saber. Tanto mejor, un problema menos. Se estará lamiendo las heridas en alguna cueva.

Estos días, Victor y su hija Lovina se encuentran mejor, y caminan por su propio pie. El comportamiento de la niña es errático: no habla, apenas unas palabras sueltas llamando a su padre o pidiendo comida y agua. Lovina parece asustada por todo. No juega con Rufus o Zicko. Muy al contrario, les tiene pavor y si se le acercan la niña se esconde tras las piernas de sus padres.

Ahora la niña duerme, mientras en el campamento se cocina un enorme huevo de oso-lechuza que Nikeras encontró entre unos riscos. Está en el centro de la hoguera, en medio del fuego... Cuando se empiecen a escuchar los primeros "pop" será la señal de que las burbujas de aire del interior del huevo estallan, y habrá que apagar el fuego y partir la cáscara con una piedra. Aprovechando el impás, Victor empieza a hablar de los problemas con los que carga.

Creo que ya es hora de que os cuente mi historia... Por lo menos antes de que Lov despierte.

Mi nombre es Victor Wachter, como todos ya sabéis. Hace una semana viajé con mi esposa y mi hija a la boda de Sergei von Zarovich y Tatyana Federovna. Lamentablemente, esta no se llegó a celebrar. La noche anterior, mientras las mujeres y los niños se recogían a las habitaciones de invitados del castillo de Ravenloft, los hombres hablábamos de política y negocios. Por afinidad de pensamientos, me moví por los pasillos buscando a algún miembro de la familia de mi mujer: los Dilisnya.

Al pasar al lado de la puerta de un despacho, reconocí la voz de mi cuñado Leo. Leo se comportaba de manera extraña desde que su comitiva y él llegaron al castillo. Leo Dilisnya llevaba un tarro de cristal que contenía un poco de humo blanco. Alguna excentricidad por la que no le quise preguntar.

En fin...

Me dispuse a entrar, pero Leo empezó a hablar con enojo. Frené la mano con la que estaba empujando la puerta para no abrirla. Por la rendija reconocí al Barón Cosco. Lord Gunther Cosco es el señor de Lechberg, y padrino de Leo-aclaró.

Según lo que pude entender de la conversación... Gunther le reveló un oscuro secreto: él era el padre biológico de Leo Dilisnya. Gunther dijo mantener un idilio con mi querida suegra: Lady Dorfniya. Leo no aceptó muy bien la confesión. Escuché el sonido de una ballesta, y vi cómo Gunther caía al suelo con un virote clavado en el pecho.

Llamó por unos miembros del séquito de Cosco, y escuché unas puertas abrirse en el interior de la sala, que debían dar a una habitación anexa. Leo les ordenó seguir... y cito palabras textuales... con el plan de vuestro cerdo señor. Mencionó que serían bien recompensados por ello... y que matasen a todos cuantos encontrasen, sin excepción.

Corrí por el pasillo para avisar a mi esposa Oleka y le ordené que se llevase a la niña fuera del castillo, que me esperasen a salvo entre los matorrales. Después de eso, me despedí. Traté de buscar a mi señor, Strahd Von Zarovich... No podía irme y abandonarlo a su suerte.

Luché contra los hombres de Cosco, y di muerte a algunos mientras esquivaba los disparos de sus ballestas. En mi camino por el castillo, encontré a los novios muertos. A los Petrovna muertos. A los Katsky. Al Barón Andaas... Llegué a tiempo para ver a Leo Dilisnya y a sus ballesteros disparar por la espalda cobardemente a Strahd.

Con mi señor muerto, mi máximo deber estaba en proteger a mi familia. Salí del castillo, y busqué a mi esposa y a mi hija en el jardín exterior. Mi hija lloraba. Seguí el sonido de sus llantos y allí encontré... a mi querida Oleka... con un virote clavado en el pecho.

El resto os lo podéis imaginar. Huí de allí con mi hija, escuchando los ladridos de perros sabuesos y el ruido de las botas de los hombres de Leo Dilisnya, ese repugnante traidor. Afortunadamente, una neblina nos alcanzó y nos ocultó... y de pronto aparecí en una montaña y mi hija se había perdido.

Algo anómalo hay en las Brumas si los Watcher cruzaron media Barovia en un abrir y cerrar de ojos, pues el castillo de Ravenloft y las montañas Balinok no son precisamente aledañas.

Por eso me puse un poco nervioso cuando encontré a unos extraños con mi hija, y uno de ellos me apuntó con una ballesta mientras el otro contenía a su perro. Era lógico pensar que podían ser los hombres que nos perseguían para matarnos.

Ahora mismo la coyuntura política es muy complicada. Algunos feudos se han quedado sin dueño. Leo Dilisnya podría procalmarse Conde, y dirigir toda la región. Con ese poder, no habrá lugar en el que mi hija y yo estemos a salvo. Esa es la situación.

Quizá otro hombre se hubiera sentido un poco culpable por haber apuntado con su ballesta al pobre caballero huido, pero no Onfale. Él sólo había actuado  en función de la información que tenía, ¿cómo podía haber sabido toda esa historia de antemano?. Lo que más le llamó la atención del triste relato fue el comentario sobre un tarro de cristal que contenía un humo blanco. Ni la muerte de la mujer de Víctor ni la imagen de la niña llorando por su madre le habían despertado tanto interés. Onfale expuso sus temores al grupo.

- ¿Creéis que de ese tarro pudieran haber salido las brumas?Sin duda son algo que supera la magia común.- Poco era lo que conocía Onfale de estas tierras pero sí sabía que el castillo Ravenloft no quedaba a tiro de piedra. Si alguien pudiera crear algo semejante...¿Eran las nieblas una temible arma de conquista? El cuervo de Alice estaba resultando bastante útil pues con su vista de pájaro les había confirmado que las nieblas iban avanzando.  Seguían oyendo los gruñidos felinos. Parte de los intengrantes del recién formado grupo había tenido que luchar con lo que al parecer eran unos felinos tentaculados. No quería conocerlos. Miraba con cierto recelo a aquellos que retrasaban el avance del grupo, especialmente la niña Lov y Flame.

Alice escucho con atención la explicación del caballero.  Strahd  muerto, el señor de la tierra ha muerto. La joven maga no salía de su asombro. ¿Cómo es posible? Y además en su propia boda. El asombro de la maga paso a compasión por la pobre niña que había perdido a su mader mientras esperaba la respuesta a la pregunta del mago perfumado. Aunque sea algo amanerado, no hay que dudar de su ingenio.

Y ahora donde os dirigís Lov y usted, podríais ser el abanderado de las huestes que se encarguen de impartir justicia. La verdad es que a la maga poco le importaba la justicia, pero tenía curiosidad por la respuesta del caballero. ¿Serán tan nobles como los pintan en los libros? En los libros los caballeros siempre aparecían con armaduras doradas guiado ejércitos en busca de un bien supremo, pero Victor no tenía ni armadura ni ejercito.

El enano andaba en silencio junto a los que lideraban el grupo. Dejaba que los más preparados fueran abriendo camino, pero él se mantenía en segunda línea por si tenía que acudir presto a echar una mano con la cadena armada. La verdad es que el dolor de cabeza no sólo no disminuía, sino que iba claramente en aumento. Por no hablar de su memoria. Eso era  algo digno de estudio. ¿Dos, tres, una semana? Puede que más. ¿Qué más daba? Ya había perdido la cuenta de los días que llevaba con aquella gente, pero se sentía cómodo con su compañía. Eran un poco charlatanes y demasiado fanfarrones, cosas de la juventud, pero prefería aguantarlos a ellos que proseguir su camino sólo.

Su camino... ¿a dónde? Ése era otro de los motivos por los que el viejo caminaba imperturbable sin implicarse demasiado en las conversaciones. Por mucho que se esforzara, y pasaba la mayor parte del día intentándolo, jamás lograba recordar algo que pudiera ponerle sobre la pista. ¿Cuál sería su camino? ¿Habría gente en algún lugar preocupada por él? ¿O antes del golpe había sido un apestado como lo era ahora? ¡Maldito dolor de cabeza!

 Nikeras disfrutó del tiempo que pasó tras la bruma, tras andar perdido en la blanca brumosidad de las nieblas le había costado mucho encontrar elimento o guiarse y eso le llegó a causar una incomodidad una frustración más allá de lo que pudiera hacer el hambre o la fatiga. Tal vez fuera por esto, que una vez fuera de la bruma parecía disfrutar de la recolección de alimentos. Fueron tantos los huevos, raíces, frutos, setas y carne que pudo dar de alimento a un grupo tan numeroso como aquel y, además, cargar con varias reservas para futuros días, por si fuera necesario aligerar el paso sin tomar tiempo para forrajear.

 Cuando no andaba, forrajeaba o buscaba refugio, le gustaba pasarse el tiempo sentado, con la espalda apoyada en un árbol, Zicko tumbado a un lado y él fumando de la pipa, o en ocasiones, tocando una suave tonada con una vieja y sencilla flauta de madera. Parecía estar a gusto con la mayor parte de los integrantes del grupo, y se entretenía al observar al peculiar Peersan, viendo como a medida que pasaban los días, a pesar de no compartir las guardias ni a ofrecerse hacer nada, se dedicaba a rondarles... con menos comida cada día, mientras Nikeras iba teniendo problemas en guardar la comida que iba sobrándole. 

 La mañana que Víctor se sintió especialmetne hablador, el montaraz estaba fumando tranquilamente tras el desayuno, y escuchó al noble asintiendo. Cuando este terminó simplemente dijo.

 - Un triste relato, pobre Lov.

 Luego permaneció en silencio mientras esperaba una rección del noble ante la pregunta de la pelirroja Alice.

Fosco estaba arto del bosque. Lo odiaba! No comprendía como podía llevar tanto tiempo en ese maldito bosque y a nadie parecía importarle. Con esa rata que escupía fuego y volaba Brrrrr! mejor no pensar en ello. Los días parecían transcurrir más rápido y su sobaco parecía oler más que de costumbre. Sin duda necesitaría fijarse más en Onfale que parecía ser muy escrupuloso con su higiene. Cuando Onfale iba a limpiarse el también lo hacía imitando su ritual pulcro y parecía funcionar...
Un día apareció la hurraca de Alice para susurrar tonterías sobre la niebla Creo que tu tucán se ha equivocado Alice. El condenado miente! Ese loro nunca gustó a Fosco, pecaba de charlatán y de listillo. Dijese lo que dijese el mediano no creería jamás a ese pajarraco.
En el grupo había varios tipos que le llamaban la atención. Ese tipo arisco que nada quería saber sobre los demás, ese le daba miedo a Fosco, mejor que nos ronde a que se vuelva un murciélago. El enano parecía interesante muchas veces había intentado hablar con él, pero no sabía como empezar y luego estaba aquel otro que se apellidaba Altadaga... un mediano igual conocía su historia...
Al amanecer Victor comenzó a aburrir con una historieta para no dormir. Casi no conocía a nadie. Aunque algo oyó de una boda. Si, pero el emplazamiento del lugar no estaba cerca...¿Tanto anduvieron sin alimentos? Fosco pasaría por allí con la caravana, pero no supo nada de lo ocurrido. Cuando terminó la historia cada uno se preocupaba de la historia a su manera. Onfale parecía ser más que un comerciante muy pulcro. Parecía interesarle la magia, además de esas bolas que creó de luz... eso no lo hace un comerciante cualquiera...
Hmm se limitó a decir Fosco, que miró al suelo y dijo Si, que es triste. Algunos de sus compañeros habían formulado preguntas. Sin duda lo más conveniente sería esperar a sus respuestas.

Llevaban ya varios días recorriendo aquel lugar, cazando y recolectando todo lo que podían para tener los estómagos llenos. Azaron desconocía cuanto duraría aquello. Lo que estaba claro es que tuvieron suerte de unirse a un grupo. No habrían podido sobrevivir a esas brumas ellos solos.

Ahora se encontraban en un momento de descanso, momento en el que Victor aprovechó para contar su historia. Lo primero que pensó nada mas oir todo aquello era que ir con aquel tipo -y su hija- era que les iban a traer muchos problemas. Que te persiguiera un tipo que puede que a estas alturas ya fuera conde no auguraba nada bueno. Claro que de momento poco podían hacer salvo seguir juntos. Cuando llegasen a algún sitio en condiciones quizás... pero hasta entonces debían esperar. Eso, y él seguir protegiendo a la mujer, que para eso le pagaban. 

¡Tú padre!-contestó Hollín a Fosco.

No, no...-corrigió el caballero a Alice-No era la boda del Conde Stradh, sino de su hermano pequeño Sergei. De todas formas, lamentablemente ambos murieron. Mi principal preocupación en estos momentos es poner a salvo a mi hija, pero sé que llegará el día en el que deberé enfrentarme a Leo Dilisnya. Él mató a mi Señor y a mi querida esposa. Debe pagar por ambas ofensas con su vida...

...y si la niebla que nos persigue es obra del traidor, con más motivo ahora debo llevarme a Lovina bien lejos. Aunque no había relacionado el tarro con esto hasta ahora, la verdad. Puaj, seguro que se trata de brujería... No se ofenda, Lady Leiath.

En estos momentos estoy un tanto desubicado. Pero tarde o temprano llegaremos a alguna aldea y sabré hacia dónde dirigirme y cuales serán mis alianzas más probables en la zona...

La niña se revolvió y empezó a despertar perezosamente. En cuanto eso ocurrió, Victor calló la boca y no volvió a hablar del tema. Su hija no debía contaminarse con los asuntos de los adultos.

Bună dimineața-saludó Lov en Balok.

Su padre le riñó por usar el Balok: por cortesía, en presencia de extraños era más adecuado usar el idioma común, pues de otro modo podría haber gente que no la entendiese.

Perdón... Buenoz díaz. ¡Uoala! ¡El dezayuno!

Que una niña tan pequeña hablase ya dos idiomas daba idea de la suerte que suponía venir de alta cuna y tener profesores que te enseñaran otras lenguas. Aunque no era la única políglota del grupo, claro.

El desayuno terminó y los aventureros se pusieron en marcha. Debían de ser las nueve o diez de la mañana cuando de nuevo Hollín trajo noticias desde el cielo.

¡Crrrraaaack! ¡Nido de piedra! ¡Nido de piedra cerca! Aaaak-aaaaak...

Escucho en silencio la narración de Victor sin saber muy bien de quien habla, pues no conozco a los nobles de la zona. Sí que empatizo con él, pues yo también sé lo que es perder a los seres queridos, pero me reservo de contárselo.

Retomamos la marcha y las pocas horas de caminar el cuervo anunciando lo que parece ser un poblado en el primitivo lenguaje del córvido.

Tendré que comprar provisiones. No me gustaría seguir dependiendo de la caridad de esta gente.

Flame asiste horrorizada al relato de Victor Wachter. Le retrotrae a un viaje anterior en el Miseria. Recuerda el nombre de Leo Dilisnya, el mercader al que protegió y que se pasaba todo el tiempo encerrado en su camarote. Ese pomposo y elitista cretino había desatado unos acontecimientos terribles... No solo los asesinatos de la boda. Hay algo peor. Ese tarro de Brumas viene directamente del Reino del Terror de la enloquecida Keha-Varr. Nada bueno pueden traer.

¿Hasta que punto Flame ha contribuído a extender el Mal con sus actos? Los remordimientos la reconcomen por dentro hasta hacerla quebrarse, pero por fuera trata de mantener la compostura delante de los demás.

Alice no puede contener la risa cuando Hollin se defendió de Fosco. Puede que los dos tengan la misma inteligencia, sería interesante ver quien ganaría en una partida de ajedrez.

Entonces el linaje Zarovich  ha desaparecido de estas tierras. Una pena, la muerte de una familia tan grande solo conlleva el caos entre sus siervos.

Claro, lo primero es proteger a la familia, luego ya habrá tiempo para la justicia y la venganza. Sera un placer acompañarte hasta el primer pueblo que encontremos y si la suerte acompaña hasta que puedas poner a salvo a Lov.  Victor tenía todo los papeles para convertirse en un paria, pero seguía siendo un noble con influencia y de las personas de alta cuna siempre se podía obtener algo, además estaba la niña, la maga no tenía el corazón de piedra y no iba a permitir que una niña tan inocente sufriera.

En cuanto a la discusión de la niebla y su origen la maga no tenía nada que aportar a la conversación, Onfale había propuesto la hipótesis más lógica y todo lo que dijera ella a  mayores no aportaría nada, de modo que decidió quedarse callada.

Ummm, creo que Hollín ha encontrado un castillo. 

Marchaba por el camino cuando una chillido roto gritaba "tu padre". Fosco no podía creerse que el cuervo hubiese dicho eso, pero tampoco iba a permitir tal insolencia Maldita urraca! Qué has dicho?! Acaso me estoy volviendo loco o ese bicho habla??? Que va a hablar... si tiene el cerebro de un guisante ya está eso le iba a dar para un buen rato.. Malditos pajarracos. No sé porque demonios lo lleva en el hombro. Desde antiguo...pájaro que vuela... Es que no hay más. Y encima a este le enseñan groserías...muy bonito, desde luego si Posco viese esto... buena se iba a llevar ese pajarraco... Le pondrían en un sillín a pedalear en una cuerda o hacer cosas de pájaros, llevar mensajes o algo. No a decir groserías... su murmullo le impidió escuchar a la niña o a Victor, tampoco era una información muy vital para un mediano que poco conocía del mundo fuera de la caravana y poco hubiese conocido si no hubiese sido por su encuentro con Nikeras y el perfumista.
Al tiempo de andar el pajarraco volvió a graznar algo inteligible... y esta vez todos lo habían escuchado...Bah! No hagáis ni caso al tucán...que sabrá él... Habrá visto piedras y al rato un nido de una pajarraca que le gustaba. Si es que estos bichos son así. Cuando ven algo que les gusta pues lo asocian... Castillos ni castillos... eso no hay quien se lo crea... Seamos serios, señores! decía muy convencido Fosco, su cara era de bonachón, como si le hubiesen contado un chiste. Nada le hacía más gracia que ese bicho negro diciendo tonterías. Más que Hollín debería llamarse Tontín o Cojín... si te interesa Alice podría sacar buenas plumas para un cojín...o para flechas y lo poco de carne que tiene pues a la cazuela! Creo que Nikeras podría hacer un puchero

Onfale seguía escuchando con interés. Al parecer la boda había sido un baño de sangre. En su tierra, al igual que lo que temía el caballero Víctor, cuando ocurría algo así los vasallos y sus sirvientes eran perseguidos hasta morir. Cualquier superviviente era un testigo o un enemigo acérrigo con enorme sed de venganza. Ahora Víctor y Lov eran un peligro andante. Eran como la miel para las moscas. Sin embargo, ¿quién podría imaginar que estaban tan lejos de donde habían salido? Onfale sopesó las posibilidades. Ganarse al caballero podría suponer también una portunidad si jugaban bien sus cartas.

- No hay que ser un genio para relacionar las dos cosas.- A veces su seco tono dejaba lugar a los malentendidos. No quería dejar como un tonto al caballero, sólo remarcar que ñel si se había dado cuenta, así que matizó sus palabras.-Simplemente ser versado en , digamos, artes menos convencionales.- Onfale hablama de manera pomposa y se pavoneaba delante del caballero, agitando el sedoso pelo de un lado al otro.-  Yo sólo soy un simple perfumista, pero la perfumería y la alquimia tiene mucho en común. He visto a mi maestro meter en pequeños frascos líquidos de tremendo poder. ¿Quien nos dice que brujo  lo suficientemente poderoso no haya podido crear estas brumas con un fin maléfico?- Dejó la pregunta en el aire mientras ñel mismo analizaba los datos aprotados pro Víctor.

El cuervo de Alice le trajo de vuelta a la realidad. Al parecer había visto algo. Ese pajarraco era realmente útil y ahora se preguntaba por qué él no tenía uno igual. Metió la mano entre sus ropas para tocar la fría piel de su familiar. Eram ejor no sacarlo con el negro pájaro de la mujer.

- Ese pájaro es todo un portento, Alice. ¿Qué mas trucos sabe hacer?- Sólo era una forma de acercarse a ella, pues le impresionaba el conocimiento que  se veía que tenía de la nobleza de la zona.

El mago tuvo que hacer tremendos esfuerzos para no reír ante la rivalidad del cuervo y Fosco.

Flame se despertó por fin de aquel lamentable estado en el que se encontraba. Había recuperado cuerpo, peso y sobre todo ganas de vivir. Sentía aún su cuerpo cansado y fatigado, pero se fijaba en que ahora no estaba sola y seguramente semejante grupo tan numeroso es quien le había salvado de todo lo que le había sucedido desde que bajó del barco.

A penas recordaba nada, solo brumas, oscuridad, un golpe, un animal o un ser salvaje, Ayash lejos de ella. Todo eran sentimientos confusos y dolorosos y despertarse escuchando la historia de aquel desconocido... Aquello tampoco había ayudado en nada.

La muchacha de la escama en la frente sonrió a todos los presentes.

No sé cuánto he dormido. Pero debo daros las gracias por haberme hecho seguir con vida. Sin duda sé que os debo la vida a vosotros.

Mi nombre es Flame, Flame de la Escama me llaman algunos. Contad conmigo para ayudaros, dice con el rostro sumamente pálido y ciertamente aterrorizado.

No he dormido bien, tengo vagos recuerdos sobre lo sucedido y apenas recuerdo nada de las últimas semanas...

Luego miró a Fosco, aquel mediano le estaba desesperando y eso que no había hecho más que escucharle durante apenas unos segundos. No dijo nada, no quería empezar a caer mal a la gente que le rodeaba, pues apenas había entablado conversación alguna con ellos y seguramente los debía la vida a cada uno de los hombres y mujeres que le rodeaban.

La historia de Victor entristeció a la joven bruja. Pobre Lovina, no la extrañaba que la niña estuviese tan traumatizada. Leiath no había conocido a su padre con lo cual no podía echarle de menos, no se imaginaba el dolor que debía sentir la niña al presenciar la muerte de su madre.

No sabía qué hacer para mitigar su pesar, pero lo que sí sabía es que debían salir de esta maligna niebla. Debía ser la prioridad si querían salir con vida.

Aprovechó la pausa que habían hecho y tras escuchar la historia de Victor y los comentarios de sus ahora nuevos compañeros quiso aportar su también su opinión:

Señor - dijo dirigiendose hacía Victor - siento vuestra pérdida y la situación en la que os encontrais. Mis intereses no son políticos asi que no os puedo prometer mi ayuda en la lucha por recobrar el mando, lo que sí os prometo es hacer todo lo posible por poner a vuestra niña a salvo y combatir el mal que pacerce acechar tras esta niebla.

Si buscamos un lugar donde refugiarnos, yo sugiero mi aldea. Mi madre es una bruja más poderosa de lo que yo pueda ser y quizás tenga respuestas o ayuda para lo que está aconteciendo.

Mirando al resto del grupo, concluyó : Debemos mantenernos unidos, juntar fuerzas para poder salir de aqui vivos.

Se levantó y se sentó al lado de Lovina. Ánimo pequeña, pronto llegaremos a un lugar seguro y podrás descansar- dijo en Balok a la niña.

 Nikeras permaneció sentado un poco más, recostado, con la pipa ahora en los labios, ahora en sus manos. Zicko tenía su peluda cabeza sobre el regazo del hombre mayor, quien lo acariciaba con la mano libre, distraídamente.

 En su segundo plano, se fijo en las reacciones de unos y otros, prestando especial atención a Onfale y Alice. Finalmente cuando el cuervo de ella anunció el nido de piedra, el canoso montaraz se levantó.

 - Parece ser que pronto tendremos más noticias. Un enclave que nos permita situarnos en un mapa. Supongo. Es un objetivo razonable.

 Mirando a unos y otros.

 - Una vez allí, y como seamos recibidos, ya veremos que pasa y si seguimos todos por la misma senda.

 El barbudo hombre se calzó la mochila y se la acomodó en la espalda.

 - Sugiero ponernos ya en marcha.