Partida Rol por web

La habitación parecía segura, lo que era una buena noticia por fin. Hasta parecía acogedora con aquel fuego en la chimenea. No era mal lugar en el que descansar, aunque habría que decidir por cuánto tiempo. Tampoco podían permitirse mucho retraso. 

-Cada hora que pasa, el lobo avanza por mi sangre-dijo Kaysa-No querréis estar aquí si por fin me posee. Pero es verdad que el mago será más útil con su poder completo, y que a los demás no nos viene mal el descanso. Tristant, ¿cuánto estimas que me queda hasta convertirme en una pellejuda? ¿Puedes hacer algo para retrasarlo?

El sacerdote se toma un momento para reflexionar.

- Como ya mencioné por lo que he leído en ese antiguo compendio y por las creencias populares, me imagino que tardarás un par de días en sucumbir a la maldición del lupus pero no puedo asegurarte cuantas lunas te quedan pequeña amiga.

- Propongo descansar lo imprescindible con los ojos bien abiertos por turnos de guardia. Existe alguna razón por la que la Reina no se ha mostrado ante nosotros aún pues sin duda ya conoce de nuestra presencia.

- Es necesario que no tardemos en llegar a su encuentro pues la joven farah podría ser absorbida por ELLA al amanecer. Con unas horas serán suficientes, (apoyando la mano en el hombro del mago) tanto Celingandir como yo tenemos que descansar y meditar. 

(mirando al resto)

- Los demás tendréis que colaborar si queremos salir vivos de este agujero. Ya no hay marcha atrás.

Quería llegar cuanto antes a por la bruja, pero no podía negar la verdad en las palabras de mis compañeros.

-Descansemos para recuperarnos, pues. No tengo problema en hacer guardia.

Debido a su origen noble de alta alcurnia y acostumbrado a las cómodas estancias de la escuela de magos de Sifucotor, Celingandir no se encontraba demasiado bien en aquella cocina sucia y polvorienta, teniendo en cuenta esto, usó sus dotes arcanas para limpiar la zona en donde pasaría la noche gracias a la predisdigitación mágica. En seguida todo parecía más limpio y acogedor.

- Muy bien, creo que tendremos que organizarnos para pasar la noche sin ningún contratiempo. Tendremos que mantener vigilada a Kaysa (mirando su hombro infectado), no sabemos como puede afectarle esa herida a lo largo de la noche como ha sugerido Tristant...

- Los de mi raza no necesitan descansar tanto como vosotros humanos...yo con unas horas es suficiente, tendré preparado mis hechizos, por lo tanto haré la última guardia.

-Estoy de acuerdo con Celingandir, sera lo mejor que tengamos vigilada a Kaysa... solo pos si acaso-

y al igual que todos, observa la herida de la pequeña Barbara, pues ya uno de sus compañeros parecia pérdido, seria una lastima perder a otro mas.

Despues de ponerse de acuer con con las guardias se prepara para decansar, ya que pronto sera su turno de hacer guardia.

Entre todos decidís pasar la noche en el cálido refugio de la cocina del castillo. Kaysa no lo ha percibido debido a la tensión del combate previo pero una fuerte fiebre comienza a hacer mella durante su sueño, frías sudoraciones acompañan a sus pesadillas, todo mantenéis vigilada a la pequeña bárbara que se retuerce sin llegar a despertarse, parece que la maldición del cánido empieza a pasarle factura. Lo que antes estaba únicamente en su hombro se extiende por su brazo, su piel se torna rojiza.

Para el resto del grupo el descanso resulta hasta reconfortante, las horas pasan sin incidentes a destacar salvo por el temporal que se ha desatado en el exterior, las gotas de lluvia golpean con fuerza el tejado y el viento agita las ventanas. De pronto durante la guardia de Celingandir una fuerte explosión procedente del Torreón del castillo os pone en alerta.

Sobresaltados despertáis tratando de saber que ha ocurrido, a través del ventanuco de la cocina puede verse el torreón medio destrozado del que salen disparados trozos de piedra en todas direcciones, una impacta de lleno en el comedor contiguo a donde os encontráis provocando un gran estruendo. Abriendo la pesada puerta se puede ver que ya sólo quedan ruinas de lo que la noche anterior fuera el comedor y una gran roca que ha causado el estropicio. Presentís que de haber caído en vuestro refugio habría sido fatal para el grupo. 

Un enorme haz de luz azulada sale del torreón hasta el cielo en donde empiezan a arremolinarse unas oscuras nubes acompañadas de sonoros truenos y relámpagos en el horizonte, el viento huracanado arranca de cuajo el pequeño tejado de la cocina dejando al grupo a la intemperie, las frías gotas de abundante lluvia comienzan a empaparos apagando el fuego que os cobijaba.

-Ughhhh-dijo Kaysa, levantándose como podía-Parece que me hubiera comido medio ciervo en mal estado, aderezado con heces de troll. 

Su estado no era nada bueno, tenía la piel enrojecida, fiebre, y la herida se le había extendido. 

-Me cago en todos los licántropos y en su puta especie de pellejudos de mierda-dijo mientras empleaba el hacha como apoyo para levantarse. Por fin se puso en pie, y la energía pareció regresar a ella. Hacía falta mucho más para detener a una luchadora del clan del oso. 

-Vamos. Tenemos un cabrón al que...

Se interrumpió al ver caer un enorme proyectil, como la piedra de una catapulta, producto de la explosión del torreón. La tormenta se desató sobre ellos, arrancando el tejado como si de la tapa de una caja se tratase. 

-Joder, hay que moverse, ¡Vamos! Como una de esas nos pille, nos deja hechos mierda de perro. 

Reuniendo todas sus fuerzas, echó a correr fuera, al patio. Aún con su estado debilitado, Kaysa aún era casi la más rápìda del grupo. Con su hacha en la mano, aún parecía una guerrera formidable... aunque seguía siendo la más bajita, claro. 

Agarrando su túnica fuertemente sostuvo su guja para poder caminar contra el fuerte viento que los agitaba, temiendo por la salud de su compañera de combate optó por seguirla pues su instinto ya los había salvado alguna vez.

- (Gritando) ¡¡Hemos de darnos prisa, esto está empeorando por momentos!! Tenemos que llegar a esa torre antes de que sea demasiado tarde.

Mientras avanzaba con sus compañeros Celingandir sintió el poder de un objeto mágico que portaba.

El colgante que había encontrado en la sala de reuniones del pueblo comenzó a brillar y vibrar como si tuviera vida propia, en su cuello un destello se avistaba tras sus ropajes de alta costura élfica.

- ¡¡El colgante que encontramos en el pueblo parece haberse activado!! Puede que lleguemos tarde para salvar a Farah pero aun no es tarde para derrotar a la bruja. Este poder es demasiado peligroso para dejarlo sin control.

- Necesito saber como funciona y si nos puede ayudar contra la Reina.

La noche transcurría sin problemas, y aunque había algo inquietante el ambiente, el descanso nos estaba viniendo bien tras la terrible batalla contra cerbero. Parecía que todo estaba tranquilo cuando, de la nada, se oyó un gran estruendo. Una roca de tamaño descomunal había destrozado el comedor, y un sudor frío me recorrió al pensar qué hubiera pasado si hubiera desviado su trayectoria un poco más hacia nosotros. No tuve tiempo de tener otro pensamiento cuando el tejado de la sala salió volando, dejándonos expuestos al temporal de fuera. Aunque estábamos descansados y frescos, Kaysa se veía cada vez más afectada por la maldición del licántropo y el poder de Ella se notaba más fuerte que nunca. No sabía si descansar tanto había sido una buena idea, pero de nada servía lamentarse ahora. Ahora era el momento de la venganza.

-¡Adelante aventureros, llego la hora de matar a la bruja!

Dando grandes zancadas, empecé a correr hacia la torre, encabezando al grupo. Era el momento, por fin podría conocer el destino de mi hija raptada y vengarme de aquella que me la arrebató. Era el momento de acabar con Ella.

Entre la tormenta que se ha levantado, el viento y la lluvia conseguís avanzar hacia lo que parece una antigua herrería. Aquí resonaron alguna vez los cánticos del metal contra el metal. Al entrar en la dependencia más al oeste, encontráis piezas de armaduras, algunas armas de factura mediocre y muchos utensilios de metal colgados de vigas y paredes. En la pequeña habitación pegada a la torre sur está la forja, un pesado yunque, un fuelle y demás utensilios de herrería abarrotan la dependencia.

Una pequeña escalera de madera en el exterior, permite el acceso a parte superior de la muralla. Casi todas las secciones altas de los torreones presentan un aspecto similar. Las aves han hecho aquí sus nidos y muchos de los cuervos su reino particular. Por el suelo hay paja, astillas, algunos jarros de barro en diferentes estados, unos hechos pedazos y otros enteros. Algún barril desvencijado y cajas sin contenido llenas de telarañas completan el mobiliario.

Todo el castillo muestra un estado de abandono inquietante. Como si sus habitantes no repararan en la decadencia de todo lo que les rodea. O como si fuese algo ajeno a ellos por completo. La corta escalera de madera o piedra, en algunos casos en muy mal estado, siempre lleva a una parte superior que no siempre parece segura. Sobre las tres barbacanas, los mecanismos que alzan los rastrillos funcionan perfectamente, pese al óxido y el abandono.

Al avanzar a la parte superior del castillo os percatáis de que existe un ambiente "mágico", los dotados para estas artes percibís que se trata de magia de evocación, los resultados visiblemente apreciables son que las paredes, utensilios, herramientas, armas y armaduras parecen "rejuvenecer" lentamente como si volvieran de otro plano astral, algo ha cambiado desde vuestro descanso en la cocina del castillo. 

Faltó poco para que las piedras que caían del cielo nos destrozaran, al salir de nuestro refugio rápidamente nos dirigimos a la parte superior, pero a mi parecer el hambiente había cambiado, nosotros decir exactamente que cambio pero algo era distinto.
Y sólo con un poco de calma pude ver el estado ennque de encontraba nuestra compañera, la herida que había causado esa bestia no a veía nada bien.
-Espero que esto pronto termine, cada segundo en este Castillo me hace querer vomitar-