Partida Rol por web

 Comienza la aventura

La gran caravana tirada por dos mekillots avanza lentamente, el incesante traqueteo de sus ruedas os es tan familiar que casi lo podéis echar de menos cuando la comitiva se detiene para descansar.

Hace ya varios días que partisteis pero desconocéis por completo hacia dónde os dirigís. Os sentís incómodos rodeados de otros esclavos, no sabéis nada de ellos ni ellos de vosotros. Sólo pensáis en un plan para escapar, un plan que siempre frustra vuestra mente al comprobar que es prácticamente imposible, al menos sin ayuda.

La bodega donde os encontráis es un lugar angosto y claustrofóbico, sin ninguna ventilación. El olor a humanidad os revuelve las tripas, que al menos están llenas de la bazofia que puntualmente os reparten los esclavistas.

 Por mucho que lo intentes, no te acostumbras a este lugar. A tu lado hay tres humanos y un elfo de aspecto harapiento, también encadenados como lo estás tú.  Uno de los humanos tiene los ojos totalmente negros, las marcas en su piel te llaman la atención. En la esquina sur, intenta ocultar su rostro una extraña mujer, procura cubrir cuidadosamente su cabeza con los escasos jirones de su vestimenta, desatendiendo otras partes de su atlético cuerpo. Ninguno de los presentes ha pronunciado una palabra durante todo el viaje y te planteas si debes ser tu quién de el primer paso.

No sabes cómo ni cuándo empezó este viaje, este lugar es peor que cualquier celda de Tyr, o al menos eso quieres pensar. A pesar de ello, casi encuentras cierto sosiego en el largo silencio que guardan tus compañeros de celda. Hace días que os encontráis allí, no sabrías adivinar cuantos, pero nadie ha dicho una sola palabra desde entonces.

La chica de la esquina sur te llama poderosamente la atención, ya que pone más interés en cubrir su cabeza que en otras partes de su atlética figura. El resto de tus compañeros son dos humanos, un elfo y un enano. Todos con un aspecto andrajoso. 

Sientes que deberías romper el silencio.

Tus deseos de escapar son irrefrenables, cada día que pasa sientes una presión más aguda en tu ser. Quizá sea la hora de usar alguna de tus habilidades mentales, pero no sabes cómo reaccionarán tus compañeros de celda. Ninguno de ellos ha dicho una palabra hasta ahora y aunque el deseo de liberarlos arde en tu interior, no aciertas a dar el primer pasto. Al menos hasta ahora.

A tu lado hay 2 humanos, uno de ellos te llama poderosamente la atención ya que sus pupilas son totalmente negras y su pelo rojo como la más viva de las llamas. Al otro lado hay un enano y un elfo con la misma apariencia andrajosa que el resto. Una mujer completa la cuadrilla de esclavos. Ésta última parece más preocupada por cubrir su cabeza que el resto de su bien formado cuerpo.

Esta situación te es ya familiar. Te encuentras rodeado de desconocidos andrajosos que guardan silencio, intentando asimilar el hecho de que de la noche a la mañana se han convertido en esclavos. Algo a lo que tú ya te has acostumbrado. Este viaje parece eterno, ninguno de vosotros ha abierto la boca y de momento tú no quieres romper este silencio, quizá quieras causar buena impresión o encajar, por una vez...

Junto a ti hay dos humanos, uno de ellos con una apariencia realmente extravagante. Sus ojos son totalmente negros y su pelo parece arder en llamas. La única mujer de la comitiva trata de ocultar activamente su cabeza, dejando poco a la imaginación del resto de su atlético cuerpo. Un elfo y un enano completan el surtido de esclavos.

Sientes como tus compañeros te observan con cierta expectación. Sin dudarlo, tratas de ocultar tu cabeza con los harapos que conservas como vestimenta, provocando que quede a la vista casi la totalidad de tu cuerpo. No es de extrañar que todos se fijen en ti, aunque matarías por pasar desapercibida.

El total silencio que ha reinado durante todo el viaje, se comienza a hacer incómodo, nunca te acabarás de acostumbrar a esta situación que, a pesar de todo, no es nueva para ti. 

Piensas en disuadir las indiscretas miradas de tus compañeros de alguna forma, pero no te atreves a pronunciar una palabra. Permaneces lo más quieta posible y giras la cara para no mirar directamente a quienes tienes alrededor.

Entre tus compañeros hay tres humanos, uno de ellos muy extravagante, con los ojos totalmente negros, la piel demacrada y una melena que parece arder. También hay un enano y un elfo.

 El traqueteo del pesado caminar de los mekillots retumba en los oídos de Khossur

Como habré llegado aquí

El joven humano alzó la cabeza, y sentía como un dolor le aquejaba.

Cuanto tiempo he estado dormido. Me siento "desconectado".

Miró a mi alrededor y solo vió caras extrañas y demacradas. Huele a humanidad, cerrado y seco. Observo de que si haberlo advertido anteriormente estaba atado.

La cadena de pelo de gigante es pesada y abrasiva. 

Sera mejor que hable.

Mi nombre es Khossur, mi historia es tan atípica como extraña es la amistad en un mundo agonizante. Os contare cual es mi historia y aunque no la deseéis escuchar, no os queda más remedio porque no hay nada más que hacer aquí.

Sentía una melancolía inexplicable, hacía tiempo que no palpaba el cálido abrazo de su elemento, su pasión.

No la siento, la necesito. ¿Donde esta mi llama?

Todo empezó hace diecieis años, cuando en mi villa una terrible criatura arrasaba las escasas cosechas. Tan solo tenia 7 años cuando esa criatura masacro a mi madre cuando trabajaba en el lodazal. Observe como esa criatura saltaba sobre ella y de un bocado la convertía en su almuerzo antes de venir a por mí. Mi padre nunca se recupero, la villa empezó a empobrecerse a un ritmo alarmante, en menos de una semana ya no pasaban mercaderes.

Se escuchan voces... se abre la puerta. Cinco individuos entran, cuatro de ellos comprueban nuestros grilletes de hueso y nos dan algo de comer.

¿Que es esto?, huele raro.

Khossur no reconocía la pasta grisácea de unos de los cuencos. Lo otro era agua que bebió rápidamente. Pasaron los días y continuo con su historia.

La villa estaba en las ultimas, y la bestia se había convertido en nuestra nemesis personal. En su coto de caza mataba y hacia desaparecer a los lugareños nadie sabia como detenerlo. 

Hasta que el llego... era alto con el pelo rojo fuego y con algo extraño en su mirada. Portaba llamas en sus manos, con rápidos movimientos lanzo ambas llamas a la criatura. En una encarnizada lucha el extraño salto sobre la criatura y materializo una llameante espada que clavo en la cabeza del monstruo. La criatura aulló de dolor, se agitaba como un inix demasiado salvaje para ser domado, segundos más tarde sus ojos estallaron y cayó.

El clérigo calló súbitamente al escuchar algo.

Otra vez las voces. Hora de la comida...

Comió y bebió con presteza y continuo con la historia.

En ese momento en el momento en el que la criatura ardía corrí hacia ella. Lancé un vial de aceite que estallo de forma furiosa al entrar en contacto con el monstruo, lo hice por pura rabia, había perdido a mi madre por su culpa y transformo a mi padre en una cascara de lo que antaño fue. El semielfo me observo. Pregunto a viva voz quien era mi familia y mi padre con una cara larga contesto.

Paso un largo tiempo en el que el heroe y mi padre conversaron en privado. Cuando finalizaron aparecio el alto semielfo y me llevo consigo. Mi padre gritaba... ES POR TU BIEN... TE HARÁ FUERTE... VUELVE Y AYUDANOS A PROTEGER NUESTRO HOGAR.

En aquel momento me preguntaba el porque me había elegido.. lo sabría con el tiempo.

Durante los siguientes días continuo con el relato... sabiendo que realmente pocos le escuchan. No le importa demasiado. Su relato es más un susurro que otra cosa. Khossur se queda sin fuerzas... 

La hecho de menos... ¿Donde esta mi llama?¿Porque me ha abandonado?

Solzak me mostró el respeto por el poder, el modo de controlarlo, aun conservo quemaduras de mi entrenamiento. La forma de moverse y modelar el poder de los elementos. El significado de ser un portador de la llama elemental. El pacto, ayudar a renovar Athas convertir en cenizas a sus enemigos, cenizas que ayudaran a nutrir sus suelos. 

"Destruir para crear, crear para destruir"

Se repite como un mantra en su cabeza...

La historia de su iniciación en el sacerdocio se la salto, no les explico donde consiguió la marca del fuego, ni como fue el ritual, el miedo al ver que su maestro lo arroja al fuego, el dolor hasta comprender que ese paso es tan solo el principio del renacimiento... luego la pasión, el corazón palpitando portando la llama elemental por todo su cuerpo. 

¿Donde esta mi llama?... Esta en mí... Volverá con el propósito, con la pasión, con el pacto... Se enciende de nuevo.. ME ESPERA

Pasaron 10 años y vuelvo a casa. Mi padre envejecido apenas me reconoce. Trabajo con los mios... Son buenos años...

Una tarde termino de ayudar a mi padre... siento un golpe... y todo se oscurece... abro los ojos veo las cenizas de mi casa, el cuerpo de mi padre. Todo termina... estoy aquí...

¡¡PIENSO RECUPERAR MI LLAMA!!

Los guardias entran y me hacen callar... se han cansado de escucharme.

En la larga experiencia de Stravos como esclavo jamás había conocido a alguien tan locuaz en condiciones tan lamentables.

- ¿Eras Khossur, no? Es una buena historia. Pero ahora los esclavistas han confirmado que tienes poderes especiales: te vigilarán mejor porque te venderán por más -dijo con un tono de reproche en su voz.

No esperó respuesta, así que volvió a intentar dormir: a fin de cuentas, la mejor oportunidad para intentar escapar era de noche...

Miro al humano de ojos negros - humanos, siempre hablando mucho y actuando poco

- Muy interesante humano, mi pueblo entiende lo que es tener un proposito en la vida. Pero ahora lo que nos interesa es escapar de este maldito encierro, ¡no la historia de tu vida!

Semidesnuda y en harapos la chica suele estar sentada con las rodillas encogidas, para tapar su cuerpo de las miradas de unos cuantos cerdos. Echa de menos los rayos de sol, gracias a ellos podría estar alimentándose, pero por otra parte, la ayudan a cubrirse. La verdad es que está aburridísima de no hacer nada, le gustaría tanto estar trabajando en algo, aunque fuera tirando del carro cuando los mekillots se atasquen, que era su principal función la última vez que estuvo en una caravana.

Conocía cómo funcionaba ésto porque sus antiguos amos alguna vez habían portado esclavos para venderlos en el mercado. Cuando lo hacían, imaginaba lo mal que lo debían pasar encerrados y ahora está comprobando en sus propias carnes que no se equivocaba demasiado.

Se fija en las cadenas para ver su material y piensa que ella podría hacer un esfuerzo psiónico para romperlas, pero eso llevaría consigo otra serie de problemas.

La historia de ese hombre extraño al menos rompe la monotonía, la oye con atención porque escuchar acerca de la vida de los hombres libres es algo que la ayuda a imaginar. Seguro que siendo libre tenía un buen trabajo de sol a sol, con luego una buena ración de agua y comida. Debía ser algo maravilloso vivir así. Los hombres libres además tenían bonitas casas con un cuarto donde dormían muy cómodos sobre pieles, eso tenía que ser una gozada.

El enano increpa al hombre, pero al menos le dejó terminar.

Cuando se dirige hacia los demás, lo hace en voz baja porque sabe que a los amos no les gustaría escuchar lo que dice.

- Yo creo que hace bien, es mejor tener poderes útiles y ser vendido en un buen sitio que ser un inútil y acabar en alguna arena como alimento de las bestias para la diversión de la gente. - Eso le habían contado que pasaba cuando los muls se volvían muy viejos.

- Lo de escapar... es difícil creo yo... no sabemos dónde estamos, cuánto camino queda o hacia donde está la ciudad más cercana. Y no vale salir corriendo en dirección contraria a la que lleva la caravana, el viento ya habrá borrado sus huellas. La única opción sería tirar hacia delante, sin saber cuántos días hay de camino y con la caravana pisando los talones... Claro que hay otra opción, salir matando a todos los guardias y tratar de tomar el control, pero necesitamos armas.

 En este lugar mohoso y oscuro te sientes enjaulado, como si una cuerda rodeara todo tu cuerpo impidiéndote realizar ninguna acción. A tu lado, hay otros cinco esclavos, tres humanos, un enano y una mujer semidesnuda intentando cubrir su cabeza. 

Uno de los humanos llama poderosamente tu atención. Sus párpados son totalmente negros y su cabello parece llamear. Todo está en silencio, hasta que ese extraño ser comienza su discurso.

 Cuando Khossur se empieza ha recuperar de la paliza que le han propinado comenta en un tono sosegado

- No lo entendéis, incluso yo no lo había terminado de comprender, la libertad la llevo dentro esta en cada uno... En su momento todo cambiara, para bien o para mal terminaremos por ser libres.

Dirigiendo su mirada hacia sus interlocutores (la joven, el elfo y el enano), sonríe y asiente.

- Nuestra llama interior nos proveerá del coraje para continuar, juntos o en solitario. No dejéis que vuestro pesimismo la ahogue.

Durante el viaje Shoren, antiguamente Habib, se mostró taciturno. Su mente buscaba la evasión de los recuerdos ante el panorama de ser vendido como esclavo o morir. Pero a medida que pasaban los días, y a pesar del silencio, fue despertando su corazón. El odio por la muerte de su familia se juntaba con las emociones crecientes de desesperación que percibía en el resto de desgraciados como él. Justo a su lado, un humano de ojos completamente negros. Acaso sus iris eran más grandes de la abertura de sus párpados? Resultaba inquietante, pero como todos, guardaba silencio. Otro humano, un enano, un elfo y una mujer hermosa semidesnuda. Todos y cada uno le daban lástima, pues estaban condenados como él mismo. Tenía la tentación de leer sus mentes, pero temía el dolor que pudiera encontrar en ellas.

No me siento con fuerzas para ello.

Miraba a veces a la mujer. La lascivia no era su motivación, a pesar de su hermosura, sino la comprensión del futuro que le podía esperar. Ser vendida como prostituta o, si tenía suerte, como concubina de un alto señor. El enano, fuerte y recio, tendría un padecimiento corto en las arenas de combate si era inteligente o quizá fuera un campeón, pero eso no le haría durar más de unos pocos años.

Es mejor eso que una larga agonía de trabajos forzados.

Pasaban los días y sus noches y su rabia fue en aumento a medida que se sentía mejor físicamente de las palizas que le propinaron. Ya tenía todos sus poderes dispuestos y podría empezar a planear algo. Sabía que estaba en un carromato de gran tamaño y que era tirado por animales proporcionales a su tamaño. También entendía que habría varios guardias, pero no sabía mucho más, ni siquiera si había más esclavos en otras estancias. Así que decidió contactar psiónicamente con los guardias que iban entrando en la celda e ir averiguando información.

El humano extraño de los ojos negros empezó a contar su historia, la cual sólo interrumpía cada vez que entraban los guardias, eso le inspiró. Leería sus mentes por si sabían algo que pudiera emplear más adelante.

Con paciencia e intentando no llamar en absoluto la atención contactaba con cada guardia y leía sus pensamientos superficiales. A veces para provocar a sus mentes perezosasas y poco dadas al pensamiento, empleaba subterfugios. Por ejemplo, en varias ocasiones, una vez había contactado las mentes de los guardias, decía una frase que necesariamente debía hacer surgir pensamientos que él esperaba con ansia:

Oh, cuantos esclavos seremos en la misma situación? Exclamaba como un lamento, pero con la intención de que pensaran en una cantidad en sus mentes y pudiera captarlo.

En dónde acabará nuestro destino en este viaje? De nuevo, como una pregunta retórica de un reo que pierde la esperanza, podía leer la mente débil de los guardias en busca de respuestas sobre nuestro destino y distancia de él.

Cuantas son las manos que nos apresan, oh destino cruel? Y quién es el que dirige nuestros destinos? Preguntas clave: cuántos guardias hay aproximadamente y la idea de quién manda en la caravana y toda la información que pueda captar sobre esa persona.

Como solían entrar varios guardias, alguno podía darle una información diferente, pues contactaba con cada uno de ellos, pero podía contrastarla, así como si fallaba con uno, no perder el tiempo, pues alguno podía no fallar. Incluso podía repetir la experiencia o profundizar si algún dato no acababa de estar del todo claro para él. Paciencia e inteligencia eran sus armas ahora.

El extraño hombre acabó su historia, lo que movilizó al resto de los esclavos a hablar. Por lo visto varios querían o pensaban en escapar.

Me alegro de que no os deis por vencidos. Yo tampoco. Tendremos que hacer un plan, pero habrá que ser cuidadosos y ponernos de acuerdo, o fallaremos. Lo que supondrá la muerte. Yo sé algunas cosas, pero sólo las diré si vais a participar.

 Esto es lo que has podido descubrir hasta ahora sobre vuestra situación:

- Fuisteis llevados a Urik por la Casa Mercante Resherek.

- Sois conducidos a Tyr para ser revendidos a un alto precio. En especial te llama la atención que hablen siempre de la mul, la carga más preciada del compartimento de los prisioneros.

- Puede que vuestra "misión" sea colaborar en la construcción del Zigurat.

- Prácticamente todos los guardias piensan que no tenéis muchas opciones de supervivencia a largo plazo.

- No hay más esclavos, a parte de vosotros.

- Por lo que has podido deducir, hay más de seis guardias a bordo.

 Observas que los grilletes que os atan cuello, manos y pies son de cuero recio. Están cerrados con una cuerda de un material que desconoces, pero parece irrompible sin una fuerza excepcional. Esta cuerda está sujeta por el otro extremo a una argolla de hueso situada en la pared. Esto os proporciona la libertad suficiente para alcanzar el orinal del centro de la estancia.

Piensas que quizá sea más factible arrancar la argolla de hueso de la pared.

Entonces si lo entiendo bien hay una argolla por cada uno de nosotros.