Partida Rol por web

 Algunos de vosotros oteáis el horizonte en la dirección que Shoren aseguró haber visto a alguien. Vuestras peores sospechas se confirman. En efecto, una docena de figuras se acercan hacia los restos del maltrecho carro, no sabéis con qué intenciones. Probablemente ellos ya os hayan visto, pues habéis perdido demasiado tiempo tomando una decisión correcta. 

Debéis actuar con presteza antes de que os alcancen.

El agotador calor y el asfixiante aire no os deja pensar con claridad y se os hace casi inevitable tomar un trago del morral que os dieron los elfos, la lucha por la supervivencia acaba de comenzar.

Ya os lo dije. Vámonos. Vayamos hacia el oasis!

Dije al ver que perdíamos el tiempo. Antes de marchar miré si había algún palo largo. Si es que lo ví, lo agarré fuerte para apoyarme, si no, simplemente avancé unos trescientos pies lejos de los restos.

- ¡Nos han visto!. Vamonos y permanecer juntos, si nos separamos les sera mas facil cogernos.

Y me levanto y sigo al tal Shoren, este parece tener las cosas mas claras que el resto, seguramente sera un buen aliado en caso de necesidad

Forzado a tomar agua apenas comenzamos la marcha, maldigo como todos por un momento al inclemente sol y no dejo de mirar atrás a la amenaza que nos acecha. Lo bien que me hubiera venido ese veneno o lo que sea en cualquiera que amenace mi ahora frágil existencia. No pierdo pisada de los que van delante, quedándome en el medio del grupo, suponiendo que ese es el lugar más "seguro" por ahora.

La mul no terminaba de entender la situación, por mucho que avanzaran por el desierto no les iban a sacar ventaja a esos seres y para ella lo mejor era enfrentarse a ellos ahora que todos estaban frescos.

- De acuerdo, vámonos, pero si continúan siguiéndonos me temo que habrá que luchar.

Al menos cuanto más tiempo caminaran más psiónica recuperaría y podría activar sus poderes de combate, muy débiles actualmente.

Miró a lo lejos, a las figuras que se acercaban, y luego se volvió para ver a los antiguos esclavos alejándose de los restos del carro. "Solo nuestra agua puede interesarles, dudo que inicien una pelea...", pensó. Sin embargo, no era una opción descartable y en todo caso solo quedaba él para recibirlos, una idea que no le gustaba nada. Sin más opción, bebió un trago de agua y se dedicó a seguir a los demás.

 - Estoy seguro de que no tendremos suficiente agua como para llegar vivos hasta el oasis, quizá la solución sea volver a Urik o encontrar agua de alguna una otra forma.

Haciendo una breve pausa, Khossur mira en varias direcciones, al parecer no demasiado convencido del curso de acción a seguir.

- Si nos han visto, y creo que es así, seguramente nos seguirán hasta darnos caza. Probablemente seremos su única opción de supervivencia. ¡Estamos en medio de la nada!

Mientras sigo caminando echo miradas hacia atras para ver si mantenemos la distancia respecto a nuestros perseguidores. Son mas que nosotros y seguramnete mejor equipados, debemos de intentar mejorar nuestra situación ya que seguramente no seremos capaces de dejarlos atras.

- Propongo seguir avanzando hasta encontrar un sitio mas favorable para luchar, algo como una colina donde tengamos la ventaja de la altura o algun muro o una zona rocosa donde podamos protegernos las espaldas y no puedan rodearnos. Si encontramos una zona asi les plantaremos cara y quizas podamos vencerles.

Y oteo el horizonte buscando algo en el terreno parecido a lo que he comentado

- ¿Alguien puede ver algo parecido a lo lejos?

Ya estaba avanzando en una dirección diferente de la del grupo desconocido.

Estoy contigo Arthor, movámonos y busquemos un lugar adecuado para protegernos. Si nos siguen lo sabremos y les esperaremos.

Ahora no decidamos una dirección, salgamos sin más, veremos qué hacen y tendremos tiempo de decidir.

Una vez llegó a los 300 pies de distancia, paró y observó al grupo desconocido. ¿Qué hacían? Y mis compañeros, me habían seguido? Si no era así, ¿dónde estaban?

Sigo el paso de quien guía al grupo, esperando que nada malo se nos venga por delanta, porque ya sería el colmo de la suerte que sucediera. No me quedo como el resto de mis compañeros para ver que decisiñon tomar, si se toma alguna, la pienso tomar con los pies en movimiento.

 Observáis como el extraño grupo emprende una persecución hacia vosotros. No aceleran excesivamente su paso, pero su objetivo es claramente alcanzaros. Todos empuñan espadas de obsidiana aunque no parecen llevar ningún tipo de protección corporal. Pronto oís una voz que dice:

- ¡Necesitamos vuestra agua, entregadla y no habrá heridos!

Tras ello, aceleran el paso.

 Oteas el horizonte en busca de un lugar para esconderos o que os otorgue ventaja para luchar, pero todo el desierto te parece más o menos igual.

Khossur se alerta. No era posible tener tan mala suerte.

El desierto nos pone a prueba una y otra vez.

¡¡Proteged el agua!!. grita mientras coloca su agua a sus espaldas y desenvaina su daga

¡¡Rápido en circulo!! Preparaos para la carga

No estaba dispuesto a dar su agua. Necesitaba salir de este desierto y encontrar a su familia. Lucharía por sus compañeros y por si mismo.

Las figuras misteriosas eran hostiles, querían nuestra agua, nuestras posibilidades de sobrevivir. Khossur empezó a dar órdenes para organizarnos en la lucha.

Estoy contigo. Luchemos! Les dije a mis compañeros. Voy a emplear mis misteriosos poderes en que peleen entre ellos un par o más. Thais, si puedes dormir a alguno, eso que ganamos. Los que sepan pelear delante, los que empleemos otros poderes, detrás.

Extraje mi daga y dí un paso atrás en el círculo, mientras establecí contacto con el que veía más grande o más fiero de los enemigos. Ese iba a ser el que nos defendiese primero.

Thais sólo medio sonríe ante la estrategia.

- Necesito que estén mucho más cerca, lo podré intentar con un enemigo sólo, supongo, lo consiga o no me lanzaré al combate.

Comenta cogiendo sus dos espadas y concentrándose.

- si esa es la decisión del grupo que asi sea, lucharemos hasta la muerte. Y agarro con fuerza el hacha esperando que nuestros perseguidores se acercen.

- ¡Venid y morid bajo el filo de mi hacha hijos de chacales!

El escape era imposible dada la composición del grupo, ya estaban pensando en estrategia de como plantarse en el combate y yo digamos... no podría estar en ningún lado, pero de alguna manera me las ingeniaré para poder salir airoso de todo esto, así termine solo y sin agua. - Yo me ire atrás entonces. - Y simulo concentrarme en algún arte mística que de seguro nadie conoce, ni yo mismo.

Se escabulló hasta la parte de atrás del grupo, junto al elfo, mientras los demás preparaban sus armas o hacían gestos extraños, y se giró en posición para empezar a conjurar.