Partida Rol por web

- Nosotros somos simples esclavos. - comenta Kollus. - Vosotors parecéis más capaces, si lo conseguimos, el agua es vuestra.

Los esclavos escuchan atentamente las historias del hombre de la llama. Sus artes y su personalidad les despierta gran curiosidad. Se van turnando para vigilar el campamento mientras las horas pasan. Quizá nunca se han sentido más libres y si consiguen algo del asalto, probalemente su vida será mcho mejor en el futuro.

Algo parecido pasa por vuestras mentes, no podéis dejar de pensar en los compañeros que habéis dejado atrás, pero si conseguís la suficiente cantidad de agua, la supervivencia estará asegurada.

Cuando cae la noche, To-gahl os adiverte. - Ahora es el momento, sólo hhay seis gurdias, nos superan en número, pero no parecen un gran problema. ¿Alguna idea de cómo empezar?

Shoren sólo encuentra huesos y otros restos de incautos que probablemente corrieron la misma suerte que Alief. La savia que ha dejado tras de sí el matorral no parece potable. Vuestra situación vuelve a ser desesperada, sin agua y sin saber qué es de vuestros compañeros.

 Thais se llevó las manos a la cabeza y trató de tirar de sus cabellos, por suerte no tenía...

- ¡No puede ser, era una ilusión!

Se la podía ver enfadada y miró hacia Stravos con los ojos entrecerrados.

- La tenías que haber quemado antes, si tan sólo nos hubieras dichos cuáles son tus poderes mentales. ¿Nos los puedes decir para la próxima vez los tengamos en cuenta? los míos ya los sabéis casi todos, puedo volverme más fuerte, más resistente, puedo dormir humanoides, alimentarme del sol, también absorber las heridas de otros... ¿y vosotros? Esto no puede volver a pasar, tenemos que compartir nuestras habilidades o los depredadores nos matarán.

Observó el cuerpo ardiente del elfo y se cruzó de brazos.

 Siguió tirado en la arena:

- Son muchos poderes: lee el libro, si quieres -dijo levantándolo con la mano. Él también tenía ganas de enfadarse, y preguntar como alguien podía alimentarse del sol, pero no era momento de iniciar una pelea, así que prefirió resignarse y parecer indiferente ante lo ocurrido...

Vah, marchémonos de aquí. Aunque antes informaré a los demás de que no regresen, que no hay agua.

Intentó establecer contacto de nuevo con Khossur para luego mandarle un breve mensaje:

Khossur, no regreséis, el agua era una ilusión. Seguimos caminando hacia vosotros. Cómo estáis?

Examino el campamento y la disposición de los guardias - Si pudieramos eliminar al que esta solo mas a la izquierda podriamos entrar en el campamento sigilosamente y llevarnos las cosas pero no podriamos hacer ningun ruido. -

- ¿Qué libro?

Le respondió con una mueca de resignación.

- No te estoy hablando de tu libro, sino de tus poderes. Deberíamos conocer nuestros poderes mutuos.

Thais no entendía la relación entre esas pieles escritas y los poderes del hombre. 

Khossur se sobresalto, no esperaba un mensaje de Shoren en un momento tan delicado...

Disculpad un momento... indico a los presentes mientras agachaba la cabeza ligeramente

El sacerdote se relajo y cerro los ojos en un intento de contactar

Acto seguido se encontro con la mente del psiquico. 

Existe la posibilidad de que consigamos agua de algunos esclavistas acampados, la magia de Stravos ya no nos es de ayuda, existen otros esclavos fugados que nos ayudan en nuestra empresa. Contactare de nuevo si conseguimos algo.

Suerte....

Era Shoren, siguen de camino hacia nosotros... sin suerte.

Aqui va mi plan...

Puedo intentar que, con la fuerza de la "Voluntad", el guardia mas cercano a las reservas de se distraiga con facilidad para daros una oportunidad de acercaros furtivamente. Aunque necesitare de toda mi concentración.

¿Que os parece?...

Khossur esperaba una respuesta. Para el era la opción más viable, no era su intención iniciar un combate.

Kollus se gira hacia Khossur y susurra:

- ¿Con la fuerza de qué?, parece un buen plan pero sólo Marista es buena en materia de sigilo y te aseguro que no la vamos a dejar sola ante el peligro. Si conseguimos actuar rápido, dudo que quieran perseguirnos por las terribles dunas del desierto.

khossur, me dice que quizá consigan agua de alguien y que hay exclavos fugados que les ayudan. No he entendido el resto. Pero será mejor que vayamos hacia ellos.

El psiónico se puso a caminar después de hacer una última mirada a los restos de Alief. Le dolía el corazón sólo de pensar en su muerte para nada.

Adiós, valiente elfo.

- Mis poderes están escritos en este libro, Thais. Y como puedes ver es un libro bastante largo. Aún así no puedo hacer de todo, y las veces que puedo hacerlo al día es muy limitado.

Se levantó del suelo resignado ante lo que les espera de nuevo.

- Pongámonos en marcha, pues.

Con la promesa de Khossur sobre el agua, os ponéis de nuevo en marcha entre las vastas dunas de Athas. Quizá dividiros en dos grupos no ha sido la mejor idea pues ahora lloráis la pérdida de Alief y no tenéis la certeza de lo que os encontraréis camino al encuentro de vuestros amigos.

Cuando estáis a punto de alcanzar la cima de una pequeña duna, oís un fuerte y frenético zumbido al otro lado. Los extraños sonidos os han acompañado en vuestro periplo por el desierto, pero esto parece algo diferente.

- Me parece que lo de distraerlo es buena idea nos permitiria acercarnos y de un buen golpe en la cabeza podrimoas dejarlo inconsciente. En cuanto oscurezca un poco mas empezaremos el ataque. -

Esperemos que sea tan facil como piensas...

Ahora dejame meditar, me resulta mas complicado que a Shoren usar mis habilidades psionicas, avisame cuando sea el momento.

Khossur lanzo un suspiro. Inmediatamente empezo a preparar su mente para acceder a sus poderes psiquicos.

En su adolescencia antes de ser sacerdote de la llama había mostrado cualidades psionicas notables pero su familia empobrecida no se pudo permitir enviar a su hijo a una escuela de la mente para cultivar sus asombrosas habilidades.

Algún día aprenderé a usar todo mi potencial...

Khossur se sento y relajo su cuerpo, vació su mente y empezó a reunir la energía necesaria para ensoñar al guardia que le indicara Arthor en el momento del ataque.