Partida Rol por web

Observó la extraña reacción ante las palabras de Shoren. No sabía si disimulaba su rechazo o era una sorpresa que no había siguiera tenido en cuenta en su mente de esclava.

Por lo que veo no tienes mucha esperanza o deseos de ser libre. De todas maneras no te juzgo, tus motivos tendrás. Tanto si me apoyas como si no, no dejaré vivos a los esclavistas si está en mi mano. Preferiría tu valiosa ayuda, pues creo que tienes un gran talento, pero no soy yo nadie para imponerte nada. Pues la libertad es preciada para mí, no te la negaré.

Tomó una daga (si hay alguna) y una espada corta, en ausencia de lanzas, y se marchó sin esperarla. No podía perder más el tiempo. Se dirigía a la cubierta de fuego más próxima al psiónico para tener localizada su figura. Quería tenerlo a la vista. De camino si se cruzaba con algún compañero, se detenía y le hablaba si no miraban los guardias:

Estás dispuesto a atacar a los esclavistas si hay oportunidad?

Volvía de echar un vistazo por la cubierta de fuego y se cruzó con Shoren:

- Les atacan los elfos, no creo que necesitemos rematarles...

Fue hacia la habitación dónde sus compañeros se hacían con las armas y buscó un bastón. Su plan era salir al campo de batalla y cuando se encontrara con algún elfo... rendirse.

La única herramienta que te es de utilidad es una daga. En la habitación lujosa, encuentras 25 monedas de cerámica ocultas en el camastro.

Ahoa os encontráis todos reunidos en el almacén de las armas. No todos vosotros estáis contentos con los tipos de armas que habéis encontrado, pero por el momento os tendréis que conformar. Tampoco hay suerte en las cubiertas de fuego que son amplios balcones que ofrecen algo de cobertura a quienes se asoman por ellas para defender el carro. En cualquier otro caso, vacías.

Observáis que muchos de los tripulantes de la caravana han huído o ya no se encuentran en ella, el psiónico se dirige hacia la cubierta de conducción.

Observáis como Alief abandona por unos instantes el grupo, probablemente para explorar más allá y de nuevo vuelve hacia el almacén.

Escucho a mis compañeros, pues me da la impresión de que no hay mucha intención de revuelta a pesar de que tenemos una oportunidad de acabar con los esclavistas.

A Khossur no le cuesta decidirse, extiende su mano y agarra una daga de obsidiana.

Cuando salgamos de aquí me reuniré con mi familia. Os deseo suerte a todos...

Sabia que no sería tan simple. A lo mejor se encontraban lejos de cualquier asentamiento.

Luchad con pasión, y no dejéis que nuestros enemigos os arrebaten vuestra llama vital. 

En el fondo Khossur lamentaría la muerte de cualquiera de estos esclavos, el tiempo en la caravana y sus experiencias compartidas los unía a ellos de una forma algo más intima.

CUANDO TERMINE ESTO ME ENCANTARÍA CONOCER LOS NOMBRES DE LOS SUPERVIVIENTES. Grita el joven para sus compañeros mientras se dirije a alguna de las cubiertas de fuego. 

Viendo que el resto de esclavos estaban un tanto indecisos sobre que hacer en esta situacion de tension Arthor intento animarles y dar alguna instruccion sencilla.

- Tenemos que intentar seguir juntos. Una vez estemos todos armados intentaremos salir de aqui, ya que quizas el que venza esta batalla nos quiera esclavizar de nuevo.

- ¡Tu, grito dirijiendome al humano de ojos negros, dinos lo que ves en el exterior!

Vuelve de una de las cubiertas pensativa y hablando de forma rápida.

- Son elfos, ya lo hemos visto, una tribu de elfos, seguro que más de nosotros... los soldados parecen vencidos y el psiónico se va a la cubierta de conducción... creo que tendríamos que mirar las habitaciones que faltan, en una de ellas tienen que haber provisiones y entonces, salir de aquí confiando que el psiónico los va a entretener. Yo no me entregaría a los elfos, el único al que respetarán será a él - dice señalando al elfo que les acompaña.

Parece que los elfos se encargarán de los esclavistas, así que habrá que pensar en vivir un día más.

Sí, estoy de acuerdo, hay que salir de aquí y permanecer juntos y con vida en el desierto. Así que busquemos provisiones.

De todas maneras, tiene que haber información de lugares donde haya más exclavos para liberar.

Me marcho hacia la sala C y registro el lugar con cuidado por si hay trampas.

Mientras ellos debaten que hacer, me dirijo hacia las otras habitaciones muy disimuladamente y si se puede, sin que se enteren.

Cogió una de las dagas de obsidiana de la habitación- armería y, por una vez, estuvo de acuerdo con sus compañeros de celda: eran necesarias provisiones, tanto si ganaban los elfos como los esclavistas y tanto si seguían como esclavos (simplemente habría que guardarla) como, por encima de todo, si tenían que salir al exterior.

Entró y registró alguna de las habitaciones en la que los demás todavía no habían buscado.

 Tan pronto como te asomas por la cubierta de fuego, ves lo siguiente:

Ves que el carro está cerca de ser condenado por los elfos, tres docenas de ellos están subiendo al carro que permanece parado.

 Ambos os sorprendéis mutuamente intentando inspeccionar la misma estancia. Se trata de un camarote aún más lujoso que el anterior, probablemente de una personalidad importante dentro del carro. A juzgar por la decoración, casi podríais asegurar que se trata de la habitación del capitán.

 Oís como varios hombres suben al carro, probablemente los asaltantes están teniendo éxito en su emboscada.

Se oyen gritos de "sálvese quien pueda" y otros más amenazantes. No podéis dejar de sentir cierta repugnancia cuando escucháis gritos agónicos de alguno de los combatientes exhalando su último aliento.