Partida Rol por web

Smith logró meterse a tiempo, antes de que nadie se le echara encima o pudiera acabar con él, pero casi podía sentir las patas de los bichos y la mano de aquella no mujer detrás de él. Rápidamente, siguió el culo de McFadden hasta que este se detuvo, cortándole el paso.

De repente, ya no podían avanzar, mientras por delante, Tristan desaparecía de su vista, junto con Rook y Stamets.

Mas relajado, Clark analizó lo que había dicho la cafetera y se volvió hacia su gente.

-¿Michelle? 

Michelle se giró hacia la consola y tecleó en ella unos segundos. Después, miró la pantalla y tras comprobar rápidamente lo que estaba viendo, se volvió hacia Clark.

-Se puede atravesar. No será fácil, pero yo no soy cualquier piloto.

Clark sonrió.

-Así se habla.  Está bien, gente. Preparaos. Jeremiah, a las torretas. Enangeline, quiero esos motores al doscientos por cien. John, vigila los sensores. Michelle... llévanos al otro lado.

John se sentó en una de las consolas laterales del puente, Jeremiah salió del puente en dirección de la torreta y Evangeline, hacia los motores. Mientras lo hacían, John sacó una tarjeta y se la entregó a Jeremiah antes de que este se fuera.

-Ahí tienes, afortunado.

-Te lo dije. El capitán no iba a dejar pasar una oportunidad como esta -le respondió Jeremiah con una gran sonrisa.

Bueno, pues....- Comenzó a decir Harry con la boca pequeña antes de ser interrumpido por Clark. Sin querer, soltó un pequeño suspiro de alivio cuando la piloto expresó que era capaz de meter la nave en el campo de asteroides, pues no le apetecía absolutamente nada salir al espacio exterior con toda esa cantidad de rocas dando vueltas a su alrededor.

El doctor se quedó en el puente, en un lugar donde no molestara demasiado a la tripulación de la Aktur.

La nave empezó a maniobrar con rapidez, bajo el hábil manejo de Michelle, que sin duda sabía lo que se hacía.  Alejó la nave de la Greta, que se quedó completamente sola, y la enderezó para dirigirse hacia los asteroides.

-Será mejor que os agarréis. He dicho que podría atravesarlo, no que fuese a ser un viaje de placer -comentó la piloto, moviendo con violencia el mando de control y haciendo que la nave girase noventa grados de forma vertiginosa. 

La nave empezó a efectuar movimientos que consiguieron que todos los estómagos se deslizasen en un sinfín de direcciones y que no supieseis ni hacia dónde estabais yendo.

La voz de Jeremiah dando un grito se oyó a través del intercomunicador, dejando claro que no todo el mundo parecía estar pasándolo mal.

-¡Uuuuuh! ¡Venga, nena! ¡Dale caña!

Pero mientras eso sucedía, John vomitaba todo lo que había desayunado aquel día, un contenido de lo más variado que empezó a desplazarse por el suelo en pequeñas masas, también en todas direcciones, amenazando con saltar y acabar en la cabeza de cualquiera de vosotros.

-¡Joder, John! ¡Acabo de ponerme la camiseta recién lavada! -le dijo Clark.

-Pues te jodes. Uffff -le respondió John, limpiándose los restos.

Tristán se movió con rapidez, seguido por Paul, que marchaba algo más lejos, y Rook que le seguía el paso, arrastrándose por aquel asqueroso y estrecho conducto, escogiendo el camino de la izquierda. Más lejos, en cambio, estaban McFadden y Smith, que se habían quedado cortados y ahora no sabían por qué camino habían ido los demás.

Por otro lado, la lentitud del soldado permitió que una buena cantidad de bichos saltase dentro del conducto y empezase a perseguir al grupo. Podíais oír sus pequeñas patas resonando por el conducto al pisar el suelo metálico.

Tristán había escogido el camino de la izquierda y siguió durante un buen tramo, antes de encontrarse con otra bifurcación también a izquierda y derecha. Aquello era como un maldito laberinto y por lo que se oía detrás, aunque fuese cada vez menos, no era plan de detenerse a mirar y pensar en hacia dónde se iba.

Lo importante era escapar de aquellas cosas y de aquella extraña mujer.

- ¿Has visto por dónde se han marchado? - Preguntó confuso. 

Lo que a él respectaba, no tenía ni idea de por donde había girado el culo de Rook. Suficiente tenía con tratar de liberar su cinturón de donde fuera que se había quedado enganchado. Conseguirlo no le costó demasiado, aunque si le retrasó y propició que perdiera la pista del resto.

- ¡Joder! - Exclamó cabreado. - ¡Qué maldita mala suerte!

Cuando pudo seguir avanzando, lo hizo rápido y al llegar a la encrucijada, miró a ambos lados y no vio a nadie. Entonces tomó el primer camino que se le ocurrió por mera intuición.

Seguí hipnotizado el trasero de Tristán. ¡Qué movimientos! Cómo se arrastraba por el conducto, ¡parecía una anguila! Detrás mía escuchaba a Hate arrastrarse, muy pegado a mi. Por detrás de él, no sabía qué pasaba. La estrechez del conducto daba un poco de claustrofobia, pero me las apañaba bien.

-"Vamos chicos, debemos de encontrar una salida e ir con Smith a la enfermería. Creo que está peor de lo que dice..."

«Mierda¿dónde están?» Rook miró atrás buscado a sus compañeros, —no nos siguen!!, no están Smith ni MacFadden!! —Sabía que no podían parar, tenían que seguir adelante y salir de aquel conducto, así que se centro en arrastrarse y sortear los obstáculos que había a su alrededor.

Finalmente, después de varios giros imposibles, algo que la Greta no hubiese podido hacer ni en un millón de años porque no estaba preparada para eso, la nave de Clark consiguió atravesar el campo de asteroides, divisando delante de vosotros la nave abandonada en la cual estaban vuestros compañeros.

La nave no parecía estar en ningún problema pero era evidente que algo ocurría porque de lo contrario, no se encontraría varada en el espacio.

Jeremiah estaba en la torreta pero cuando atravesaron el campo y vio la nave, regresó al puente para verlo mejor. Al final, no había hecho falta disparar a ninguna roca porque Michelle se había bastado sola, como hacía casi siempre, en todos los aspectos de su vida, para desgracia de J.

-Vaya, pues no parece gran cosa. Esta nave debe debe valer su precio en oro, capitán -dijo en voz alta.

Michelle estaba visiblemente satisfecha tras haber atravesado el campo, pero a su espalda no oyó más que silencio.

-No me den todos las gracias a la vez, joder -dijo en voz alta, cabreada. Después, apareció la nave delante de ella y ya no importó nada más que aquella jodida nave, la cual, lejos de parecer un montón de chatarra, parecía estar en buen estado -. J. tienes razón. Por esa nave nos darán un montón de créditos. ¿No opina lo mismo, capitán?

Tras un rato gateando llegó a una nueva bifurcación del conducto. Izquierda... derecha... miro rápidamente a uno y otro lado intentando percibir alguna diferencia entre los dos caminos.

Mi corazón me dice ¡derecha!... pero aún así intento observar en ambas direcciones...

El grupo continuó avanzando yendo por el camino de la derecha. A Tristán le dio la sensación de que si iban por la izquierda, terminarían en la zona de ingeniería, la cual ya conocían y ciertamente no era el mejor lugar para salir, porque por allí habían salido aquellas cosas. Así que se decidió por el que podía conducirles hacia el otro extremo de la nave, aunque fuese haciendo zig-zag.

Avanzaban deprisa, Tristán primero y algo más lejos, Paul y Rook. Cuando Tristán dejó de oír sonido a su espalda, se volvió y vio que los demás estaban demasiado lejos. Tenía que esperarles... alejarse ya definitivamente

McFadden cogió el camino de la izquierda y aumentó el ritmo de la marcha. A su espalda, Smith se estaba quedando cada vez más atrás y eso significaba que las cosas no tardarían en atraparle si continuaba de aquella manera. Pero a él no. Él sabía que debía continuar adelante.

Pero a pesar de ir más rápido, no vio a nadie.

Unos metros más adelante, se encontró con una nueva bifurcación: izquierda o derecha. Y Smith, seguía sin aparecer.

Continúo gateando lo más rápido posible por el conducto notando como la adrenalina de la situación impulsa mis músculos sin sentir ningún dolor a pesar de lo incómodo que resulta. Poco a poco mis compañeros se van quedando atrás incapaces de seguir mi ritmo.

Venga Paul... date prisa... pienso mientras decido si pararme a esperarlos o continuar avanzando. Finalmente, continúo mi marcha; después de todo prefiero llegar al final y asegurar la salida del conducto... no sea que vayamos a encontrarnos con alguna otra desagradable sorpresa al final...