Partida Rol por web

Sin esperar respuesta, avanzó hacia arriba. Acababa de recordar el mapa de la nave y creía que no se equivocaba si avanzaba en esa dirección y pretendía llegar a la exclusa. 

- Creo que es por aquí... - Comentó.

Miró a su alrededor buscando algo que se pareciera al conducto que les llevó a la sala de hipersueño, sin dejar de estar atento a cualquier movimiento que se pudiera escuchar al otro lado de la puerta.

—Stamets, hay que encontrar ese maldito conducto. Date prisa, tenemos que llegar donde están los demás —miro a su compañero y se puso a buscar por toda la zona de vestuario.

Veíais varios conductos de ventilación pero no sabíais si os llevaría hacia la sala de hipersueño o cualquier otro lugar de la nave. En teoría, todos estaban interconectados pero orientarse en aquel laberinto no era nada sencillo. Sin embargo, quizás era la única oportunidad que teníais de moveros con cierta seguridad.

Así que finalmente, abristeis uno de ellos y subisteis. 

Los conductos eran estrechos y os obligaron a arrastraros por la fría superficie. También notasteis que los sonidos se amplificaban y se oían algunos golpeteos y ruidos, aunque no sabíais decir exactamente de dónde provenían.

Después de avanzar unos metros, visteis que el conducto se bifurcaba hacia delante, la izquierda y la derecha. Rook marchaba primero, seguido de Paul, así que le tocaba al piloto decidir.

- ¿Está despejado? - pregunté con inquietud

Yo que sé.- Pensó Harry a quien cada segundo que pasaba le parecía peor idea haber acompañado a Gemma en la búsqueda del capitán Smith. El médico estaba cansado, en lo que llevaba de día había estado a punto de morir ya más de dos veces, quería relajarse y notar como uno de sus cócteles recorría sus venas inundando su cuerpo de cálido bienestar.

En lugar de eso, siguió a McFadden, esperando que la intuición del soldado fuese correcta.

John asintió con preocupación a la pregunta de Tristán y terminó de ascender. Buscó en el cuerpo sin vida de Clark para ver si encontraba algo de valor o de ayuda, como un arma, alguna tarjeta de acceso o lo que fuera. 

Esperó que subiera Tristán, si es que no sucedía nada antes, y le haría señas para dirigirse de la manera mas sigilosa posible a la esculsa, para ver si encontraban la nave de Clark atracada ahí.

Avanzó hasta detenerme justo detrás del capitán mientras este registra el cuerpo de Clark. Una vez que reanuda la marcha continúo detrás de él intentando hacer el mínimo ruido posible hasta alcanzar la esclusa...

«¿Qué mierda era eso?» el sonido le taladraba los oídos mientras se arrastraba por el conducto, esperaba que no fuera esa mujer intentado entrar en algún sector ocupado por sus compañeros. Miró un par de veces hacia atrás para comprobar que Stamets le seguía y continuo. La bifurcación que tenía delante lo hizo dudar por unos segundos, pero no paró, siguió por el camino que tenía delante, todo recto no quería girar y dar vueltas sin sentido.

Nos metimos por uno de los conductos de ventilación, Hate el primero. Volvíamos a arrastrarnos como culebrillas por la nave. Le seguía muy pegado, para no perderme entre el laberinto de conductos que se extendían por la nave. ¿Quién sabe, quizás nos encontráramos con algún compañero por aquí? Estaba algo oscuro, pero veíamos unos cuantos metros por delante. Al llegar a un cruce, seguimos recto, hasta el infinito y más allá.

McFadden terminó de llegar al final del conducto que había escogido y que seguía todo recto. No fue necesario arrastrarse demasiado, porque finalmente, tras unos metros más, llegó al final del mismo. Una rejilla permitía mirar a través de las finas líneas metálicas y se dio cuenta de que estaba en lo alto de un corredor.

Desde donde estaba, no podía distinguir de qué corredor se trataba, aunque o bien era el principal que llevaba al comedor, y por tanto la esclusa estaba a mano derecha, o se trataba del que permitía llegar a la sala de hibernación, en cuyo caso, la esclusa quedaría también a mano derecha, después de pasar por delante de los vestuarios.

No creía que pudiera ser otro lugar, porque no habíais avanzado tanto.

Por el momento, no se veía nada delante.

Pero por detrás, los sonidos iban haciéndose más claros a cada momento que pasaba. Tenía que ser alguno de aquellos bichos que se había metido detrás y que no tardaría en llegar.

Seguisteis arrastrando todo recto, moviendo vuestros cuerpos como serpientes, ignorando los ruidos y sintiendoos como si aquella nave hubiese menguado desde la última vez que estuvisteis en otro conducto.

Lo importante era que no había un peligro inmediato y que unos metros más adelante, el conducto terminaba en una rejilla que al observar a través suya, os permitió comprobar que habíais llegado a la sala de hibernación...

... y que esta parecía estar vacía, al menos por el momento.

El lugar estaba despejado. Salvo el cuerpo de Clark, que no tenía nada de interés en sus ropas, y que daba verdadero pavor mirarlo, a causa del enorme agujero que lo atravesaba, todos parecían haber desaparecido. Aquella nave no era tan grande y sin embargo, ni la chica ni vuestros compañeros, estaban por allí; y ya que estabais, ni siquiera los malditos bichos.

Pero en fin.

Os acercasteis entonces a la puerta, pero lo que visteis no os hizo ninguna gracia. A través del ventanal observasteis como la nave de Clark se separaba y alejaba de aquella, dejandoos completamente solos y abandonados a vuestra suerte. Los muy cabrones habían huido sin mirar atrás.

Ene se momento escuchasteis un ruido a vuestra derecha y al mirar, visteis girando la pequeña curva que provenía de la enfermería, por el corredor, a la chica, que se acercaba con paso firme. Todavía estaba lejos, pero sin duda después de haberos visto, iba hacia vosotros.

Sobándole la entrepierna, traté de avisar a Hate para que descendiéramos por esa rejilla. Era raro que no hubiera nadie, pero lo mismo no habían llegado todavía, estando la tiparraca esa por los alrededores, junto a sus crías.

McFadden dio un golpe seco a la rejilla y ésta cedió. Acto seguido trató de descender por ella para tratar de alcanzar la exclusa. Esperaba encontrar alguna opción de salir de auwella nave y refugiarse en la del difunto Clark. Se giró para ayudar a bajar al Doc. 

- Intentemos alcanzar la sala de la exclusa. - Le dijo. - Tenemos que salir de aquí...

- Mierda... - exclamé preocupado al ver como la otra nave se alejaba dejándonos a nuestra suerte. - Creo que estamos jodidos capitán - 

John vio como se alejaba la nave y con ella la esperanza de sobrevivir a aquella pesadilla. Milton mencionó la única conclusión posible a aquel embrollo, aunque mientras hubiese vida había esperanza. Miró si en aquella estancia veía trajes espaciales *

- Vamos! - le dijo mientras volvía corriendo hacia la trampilla que iba a ingeniería. Tenemos que encontrar unos trajes y volver a la esculsa. Si la nave de Clark todavía está a la vista, y espero que si, deberíamos abrirla para tratar de enviar a los malditos bichos al espacio. Si nosotros fueramos expulsados también, deberemos confiar en que nuestros compañeros no se alejen demasiado y nos rescaten.

- Joder... joder... - voy musitando mientras comienzo a retroceder a toda prisa hacia Ingeniería intentando abrir la mayor distancia posible entre nosotros y la mujer - bicho.