Partida Rol por web

Rook sonrió amargamente al ver como se transformaba Clark. No era momento, pero podría apostar un pasaje para llegar a un lugar seguro, a que iban a morir todos y ganaría. Intentó apuntar a esa cosa que salia del estomago del contrabandista, aunque la situación necesitaba algo más drástico, era el momento de apretar ese botón y dejar que el vacío hiciera su parte.

Nadie permaneció inmóvil al ver que Clark versión 2.0 os atacaba. De una forma u otra, todos os lanzasteis a esquivar aquel tentáculo sanguinolento, ya fuese quitandoos de allí, besando el suelo o de la manera que pudieseis... salvo Harry. El pobre doctor reaccionó mal y a destiempo y eso fue su perdición.

El tentáculo atravesó su vientre de un extremo a otro, desgarrando las vísceras a su paso, ensartando al pobre doctor como si fuese la aceituna de un martini o el pinchito de una parrillada, para a continuación, alzarlo por los aires.

Los gritos de dolor de Harry se confundieron con los de terror de todos, que no sabíais qué hacer ni qué decir mientras asistíais a lo peor que habíais podido imaginar.

John se quedó observando el macabro espectáculo como si ocurriera en un monitor, o en un sueño. Su mente trataba de negar lo que estaba sucediendo ya que la verdad era más horrible que cualquiera de sus pesadillas. Por lo tanto se quedó duro como una piedra, mientras un hilo de saliva comenzaba a deslizarse desde la comisura de su boca.

Fue impactante ver cómo Doc acababa igual que Clark, el verdadero Clark. Ya había visto dos veces cómo la cosas esa hacía sendos boquetes como si fuera mantequilla. Un grito, agudo, salió de mi garganta.

-"¡AAAAAHHHHH!"

Pegó su cuerpo a la pared del cubículo después de ver como aquel engendro atravesaba a Doc. Extendió los brazos como si quisiera abrazar esa parte de la nave que alojaba la esclusa y cerró los ojos. Se mantuvo quieto, sin mover ni un musculo, como si con ese gesto pudiera pasar desapercibido. Intentaba mimetizarse con el material que componía la estructura, sentía el frio de la pared en la cara y un escalofrió le recorrió la columna presagiandole un final lento y doloroso.

La visión horripilante de Harry siendo atravesado y levantado por el aire por aquel extraño tentáculo salido de las entrañas de Clark fue lo suficientemente fuerte como para que la mayoría de vosotros, salvo Gemma, por supuesto, pudiera reaccionar. Como consecuencia de ello, McFadden chilló y pulsó el botón para abrir la compuerta, lo que inició de nuevo la descompresión y la succión de todos y cada uno de vosotros que no se esperaba dicha reacción.

Otra vez el vacío aparecía delante de vosotros, amenazante.

John todavía estaba observando como su compañero estaba siendo despedazado cuando las compuertas se abrieron. Sólo pudo mirar sorpendido a Mc Fadden que había accionado el interruptor, y luego al falso Clark, antes de ser succionado por el vacío. De pasada recordó la pierna de Gemma e intentó tomarla, pero era demasiado tarde.

´Vi de pasada como Smith era succionado rápidamente por el vacío de la puerta y mi boca se abrió en un grito desesperado, mientras fulminaba a McFadden con la mirada, por lo que había hecho. ¿Cómo se le había ocurrido pulsar el botón sin avisar antes? ¡Estúpido soldado!

-¡NOOOOOOOOOO!

Desesperada, consciente de que únicamente disponía de un brazo, me lancé a por él y cuando mi mano se cerró alrededor de la muñeca de mi querido capitán, torcí mi cuerpo para intentar bloquear el paso y al menos, ofrecerle otra oportunidad. El capitán aterrizó en pecho y lo miré fijamente durante unos momentos. Yo iba a desaparecer, pero con un poco de suerte, él podría sobrevivir o en el peor de los casos, moriríamos juntos.

Con incredulidad John vio como Gemma se arriesgaba para salvarlo. No lo hagas, maldita cafetera -maldijo internamente mientras la miraba. Intentó sostenerse una vez más, y casi lo logra, pero se resbaló en el último segundo, mientras veía que pasaría sus últimos momentos en el espacio exterior. Le dedicó una última mirada a la androide.

- Si muero, designo a McFadden como capitán -dijo con desesperación, por si lograban reparar su propia nave, para que Gemma tuviese un propósito. La elección era clara, debía eximir al soldado por hacer lo único que podía hacer en aquel momento, accionando la apertura de la esculsa, que había sido su propio plan.

En el último momento, cuando se arrastraba, el movimento de Gemma logró estabilizarlo lo suficiente como para alcanzar el pie de Stamets. Cuando logró sostenerse a él con la fuerza suficiente, volteó sólo para ver como la androide se perdía en la inmensidad del cosmos sin que él pudiese hacer nada más que observar como se agigantaba la distancia que los separaba. Por incontables segundos se olvidó que había un monstruo con tentáculos capaz de matarlo como al doc, con una facilidad pasmosa, y que todavía estaban en un peligro inminente. En aquellos instantes, nada parecía tener sentido. Gemma, Tristán, Clark, el doc. Demasiadas bajas, y el número prometía subir a corto plazo.

Y así fue como McFadden, que seguía enganchado con su cinturón a una columna, se agarró a algo mientras seguía gritando como una nenaza. 

- ¡Vamos a moriiiiiiiiiiiir! ¡Yiiiiaaaaaaaah! - Gritaba de forma aguda e insoportable. 

¿Y a que se había agarrado McFadden? Evidentemente a lo que te tenía más a mano, los pechazos de Gemma. ¿Le iba a servir de algo aquello? A él de bien poco, pero quizás si le servía a la androide para no ser succionada por el espacio exterior. Al fin y al cabo el soldado estaba en enganchado por su cinturón. ¿Aguantaría? ¿Quien sabe? 

El rostro de Gemma sonrió con satisfacción, al ver como su Capitán Smith se agarraba a la pierna de Stamets. Estaba salvado, al menos por el momento, y eso bien valía su desaparición.

El cuerpo de la androide se alejó progresivamente de la nave, sin que por ello Gemma variase su sonrisa. Su pie, sin embargo, fue progresivamente enfriándose y rápidamente, los sistemas comenzaron a fallar, hasta que dos segundos más tarde... dejó de funcionar.

Los ojos perdieron todo el brillo y rápidamente, su aspecto pasó a ser el de un simple objeto que se movía sin control y sin destino, uniéndose al resto de las estrellas del universo.

Por desgracia no era a unas bonitas y jugosas tetas prefabricadas a lo que se había agarrado, sino a la entrepierna de Haré. Éste gritó dolorido y McFadden aumentó su terrorífico y agudo grito de nenaza. 

- ¡Yiiiiiiaaaaaaaaaaaah! - Aulló enloquecido por lo que acababa de hacer, pero no soltaba y no sabía muy bien porque...

Vi cómo Jhon salía disparado hacia la compuerta de salida, pero Gemma logró interponerse y salvarle la vida. Menos mal, con la pérdida de Tristán, ahora le miraba con otros ojos. Me agarré fuertemente al saliente, no quería morir en el espacio.

Rook sintió como algo rozaba sus zonas pudendas. Una ligera presión que en otro momento le hubiese molestado, se quedó solo en una pregunta, que se diluía entre lo que reconoció como el sonido del vacío al entrar en la nave y los gritos de pánico de sus compañeros. « ¿Quién me está molestando?»

No sabía cómo, pero había conseguido que su cuerpo se sujetara a la pared como si de una ventosa se tratara, estaba en comunión con aquel material y nada ni nadie le haría perder aquella energía que había creado y lo unía a la nave—¡¡¡NO ME SOLTARÉ!!!