Partida Rol por web

El monstruo maligno, con rabia terrible,

alli se irritaba en las torvas tinieblas,

 dia tras dia oyendo en la sala

el gozoso alboroto, los sones del arpa

y el canto del bardo, que bien exponia

el origen primero de todas las razas,

como Dios Poderoso la tierra creo

el dulce campo que abrazan los mares.

Corre el invierno 500 de nuestra era. Guntar Pies Fríos es el Jarl de Upplands, el asentamiento sueco más importante. Beowulf en persona, del que los bardos cantan las mayores hazañas, le ha visitado hace apenas dos lunas, antes de partir hacia Dinamarca para ver al rey Horthgar, a cuya presencia ha sido convocado.

A mediados de octubre, ya habrá dado comienzo el misseri de invierno, el largo período de noche y frío, tras la matanza del ganado. Es entonces cuando podrá entregarse la población a las labores del hogar para las que en el misseri de verano no ha habido tiempo, como el hilado, tejido, costura y bordado; reparaciones de herramientas y redes; talla de madera; trabajos de fragua y orfebrería, etc. Pero antes de todo esto está el día del Inmortal, el acontecimiento más importante del año. Todos los habitantes de los alrededores se reúnen en Upplands para el gran sacrificio ritual en la Piedra Sagrada.

Es el segundo día de celebraciones, y las reservas de cerveza, hidromiel, carnes y pescados no muestran signos de agotamiento. No podía ser de otra manera, ya que la ceremonia de este año es muy especial, pues ha llegado la hora de sacrificar a Odín a Sibarnandan, el negro, campeón indiscutido de las populares peleas entre equinos. Brunhild, hija de Gunnar, empuñará el cuchillo ritual junto a la Piedra Sagrada, cumpliendo así su primer acto como Sacerdotisa de Odín. Así lo determinaron los huesos al ser leídos por Svala, la que puede ver, hace seis inviernos.

Mañana será un gran día, sin duda, y el ambiente festivo inunda cada rincón de Upplands pese a la incómoda lluvia y al intempestivo frío. Hasta Rodgarl el Torvo parece más contento de lo habitual, o al menos así se puede deducir, con algo de buena voluntad, del rítmico golpear de su martillo contra la forja que puede oírse desde antes de que cante el primer gallo.

A primera hora de la mañana, en el gran salón de la casa de Guntar Piés Fríos el ambiente está cargado, tanto por el humo que se desprende del hogar que lo recorre de un extremo a otro como por la fuerte discusión que está teniendo lugar entre éste y Tornbjorg. El Jarl insiste en que durante la celebración los tres Houscarl más jóvenes de su guardia la acompañarán como escolta personal, a lo que ella se opone insistentemente. Esto ha durado un buen rato, pero Guntar no parece dispuesto a dar su brazo a torcer en esta ocasión.

Y NO QUIERO OÍR NI UNA PALABRA MÁS SOBRE ESTO, ES UNA DECISIÓN DEFINITIVA! - grita muy enfadado, endulzando acto seguido la voz al ver la asustada cara de Gyda, que ha corrido a esconderse en un rincón - Tornbjorg, hija..., ojalá tu madre estuviera aquí, no quería gritarte de esta manera. Pero por todos los Aesir te pido que confíes en mi en este asunto. La Thing de mañana es la más importante desde que mi trasero se sienta en este trono, y te acompañarán hasta entonces porque yo lo ordeno, ya que no tienes el sentido común de reconocer que tengo razón. Lo único que me preocupa es tu seguridad, ya se que te resultará extraño, pero no puedo decirte más. Hay cosas que es mejor que no sepas. Ven, Gyda... - termina, señalando a Lörky, Baraka y Kirk que permanecen en silencio asistiendo algo incómodos a la escena.

Sin añadir nada más, tomando su cayado negro se aleja desapareciendo por el hueco encortinado con pieles que lleva a las estancias traseras, camino de su habitación, llevando de la mano a la pequeña. Le sigue de cerca Kolbein, el que dibuja los sonidos, un esclavo sajón que le sirve de consejero y hombre de leyes desde antes de que naciera su hija mayor al que se le trata más como familia que como sirviente, pues ha demostrado una lealtad inquebrantable al clan y una prudencia y serenidad a prueba del cambiante carácter del Jarl y Tornbjorg.

La lluvía parece haber remitido un poco, aunque esto solo ha servido para que el frío se recrudezca. Habéis desayunado a placer en el gran salón de la casa de Guntar, donde con otros muchos celebrasteis ayer hasta bien entrada la noche con abundante hidromiel la cercana festividad.

Al salir, no podéis dejar de acercaros al corral de los establos de Thorbjorn el Ruidoso, quién haciendo honor a su apodo vocifera por encima del constante martilleo del herrero las virtudes del extraordinario Sibarnandan. Su voz es como un trueno.

Y podría venderlo a cualquier mercader por al menos, diez mil peniques o más - se pavonea ante la decena de personas que le rodean, mientras El Negro, que parece entender las palabras de su criador, muestra su belleza paseando en circulo alrededor del corral, mostrando altivo todos sus perfiles - Y sin embargo, le sacrificaré a Odín..., gratis!. Así lo han dicho los huesos, que no se diga nunca que Thorbjorn no cumple con sus obligaciones con el Tuerto, jojojojo...

Os miráis apreciativamente, pues os reconocéis aunque durante la noche no hayáis intercambiado palabra alguna.

Ottar te parece un cazador, y lleva puesto una capa de piel de alce completamente blanca, lo que te llama poderosamente la atención. También lleva un arco largo, un arma sumamente rara que suelen usar los ingleses, pero nunca habías visto a un vikingo usar una.

Brunilda parece curtida por el mar, aunque no tiene demasiado aspecto de pescadora. Más bien parece marinera, una profesión extraña de veras para una mujer.

Tu llevas una ristra de pieles de zorro de buena calidad, y estás buscando comprador. Tal vez Ottar te pueda orientar.

Para la ocasión, tu padre ha insistido en que luzcas como capa la piel de alce blanco. Esto hace que llames bastante la atención, ya que casi nadie ha visto nunca una.

El aspecto de la pequeña Unn es de cazadora, y lleva consigo una buena ristra de excelentes pieles de zorro, dirías que ha venido a venderlas aprovechando la festividad.

Brunilda parece curtida por el mar, aunque no tiene demasiado aspecto de pescadora. Más bien parece marinera, una profesión extraña de veras para una mujer.

Ottar te parece un cazador, y lleva puesto una capa de piel de alce completamente blanca, lo que te llama poderosamente la atención. También lleva un arco largo, un arma sumamente rara que suelen usar los ingleses, pero nunca habías visto a un vikingo usar una.

El aspecto de la pequeña Unn es de cazadora, y lleva consigo una buena ristra de excelentes pieles de zorro, dirías que ha venido a venderlas aprovechando la festividad.

Ves decenas de pequeños cuervos en el cielo, luchando contra una enorme criatura con forma de serpiente. La escena es contemplada desde la lejanía por una criatura alada con cuerpo de león, garras y pico de águila que planea por encima de lo que parece la cumbre de una montaña. El combate está equilibrado por un tiempo, pero poco a poco los cuervos comienzan a ser derrotados.

En ese momento, un gran trueno y un enorme rayo surgen del cielo, y las nubes toman la forma de un gran carro tirado por cabras. El carro se detiene y de él desciende con majestad un gran guerrero que parece llegar a lomos del resplandor del relámpago. Golpea con su martillo al extraño ser, que cae, mientras los cuervos continúan revoloteando alrededor.

Por último lanza su martillo con fuerza contra la cumbre de la montaña, haciendo que penetre en ella con gran estruendo.

Todo resulta tan irreal que terminas por concluir que has estado soñando, y te despiertas aferrado con fuerza a la mugrienta manta que te cubre apenas, entre el muy conocido gruñido de los cerdos que se pasean a tu alrededor, invitándote disgustados a abandonar su espacio.

Estás cubierto de sudor, pese al frío, y te preguntas qué puede significar todo esto. Los vapores del horrible vino que ingeriste anoche, donado por un pescador que regresaba borracho de la gran celebración en casa del Jarl (a la que no estabas invitado), aún hacen más desconcertante el despertar.

Ves decenas de pequeños cuervos en el cielo, luchando contra una enorme criatura con forma de serpiente. La escena es contemplada desde la lejanía por una criatura alada con cuerpo de león, garras y pico de águila que planea por encima de lo que parece la cumbre de una montaña. El combate está equilibrado por un tiempo, pero poco a poco los cuervos comienzan a ser derrotados.

En ese momento, un gran trueno y un enorme rayo surgen del cielo, y las nubes toman la forma de un gran carro tirado por cabras. El carro se detiene y de él desciende con majestad un gran guerrero que parece llegar a lomos del resplandor del relámpago. Golpea con su martillo al extraño ser, que cae, mientras los cuervos continúan revoloteando alrededor.

Por último lanza su martillo con fuerza contra la cumbre de la montaña, haciendo que penetre en ella con gran estruendo. Lo que parecen ser las ramas de un gran árbol brillan con fuerza allí arriba, un momento después.

Todo resulta tan irreal que terminas por concluir que has estado soñando, y te despiertas aferrado con fuerza a la manta que te cubre. Estás cubierta de sudor, pese al frío, y te preguntas qué puede significar todo esto.

Quizá los nervios por ser nombrada Godi a una edad tan temprana te estén jugando una mala pasada, y te preguntas si estás preparada.

Te lamentas una vez más de haber calculado tan mal cuando el humo de los hogares de Upplands se alza en la lejanía. Tendrías que haber llegado al atardecer, pero la maldita tormenta hizo que te retrasaras al cruzar el río, pues el cauce era peligroso y te viste obligado a buscar un vado. Lo encontraste por fin, pero demasiado tarde, ya que la noche se te echó encima y te viste obligado a pasarla a la intemperie.

Ahora, aterido por el frío y con las ropas empapadas, aceleras el paso para llegar cuanto antes a Upplands, que en este momento te parece el Valhalla. Ya parece que puedes oír el golpeteo del martillo del herrero desde aquí...

Con los brazos cruzados y el ceño fruncido, miro cómo mi Padre se aleja, sin duda a esconderse para no seguir discutiendo. Con un suspiro de resignación, me giro hacia los tres houscarl

Parece que tendremos que pasarnos la fiesta juntos. Espero que os emborracheis y no me molesteis demasiado. dice todavía cabreada por no sentirse como una niña rodeada de 3 niñeras antes de alejarse.

Aunque los conoce de hace tiempo, le molesta no salirse con las suya.

Ottar sale del gran salón colocándose el casco y tambaleándose a causa de la resaca, sin dar importancia a que atraviesa varios charcos de camino al establo. Al llegar al pilón para abrebar los caballos, mete ambas manos haciendo una especie de cuenco con ellas para luego enjuagarse la cara y la espesa barba rojiza.

Brrrffff!

Exclama en contacto con el agua helada. De alguna manera, el ritual ayuda a disipar los efluvios de la hidromiel y a liberar el embotamiento del cazador, que poco a poco recupera la compostura colocándo la piel de alce blanco que lleva colgada a la espalda y que porta con evidente orgullo.

Poco a poco toma consciencia de su alrededor y evidentemente repara en el noble animal con admiración. Sin embargo, tal por deformación profesional, sus ojos se desvían hacia la ristra de pieles de zorro que porta la mujer que hay cerca de él. Sin mucha ceremonia se acerca hasta ella y señalando las pieles pregunta con una enorme sonrisa de dientes planos como ruedas de molino:

¿Cepo, lazo o arco?

Unn se gira sorprendida de que alguien le dirija la palabra tan directamente y en voz tan alta que taladra su dolorida y resacosa cabeza.

"Vaya, espero no tener yo ese aspecto", pensó al reconocer al hombre que había observado la noche anterior (hasta que no pudo observar nada ni nadie más, hics!), sobre todo por la increible capa inmaculada que, basándose en su experiencia, era única o al menos extraordinariamente rara.

Pero el hombre sonreía abierta y, le parecía, francamente.

Lazo sobre todo, no daña la piel. Te interesa? no puedo competir con tu capa, pero son buenas pieles.

Al mencionar la capa, el hombre levanta un poco la barbilla, visiblemente orgulloso de ella.

Me cae bien - pensó

Lástima que  vayan a sacrificar al caballo, montándolo cualquiera se sentiría casi un rey, no crees? 

Sabes que tu padre es un hombre sabio y lo que hace o dice lo realiza por tu bien, solo sabe mirar por vosotros. descuida, en la fiesta estaremos mas sobrios que el menos borracho, pero no puedo asegurarte que no bebamos algo. El grandullon comenta con su voz ronca, con gesto serio.

Nosotros acatamos ordenes y en este caso, casi mejor que hagas lo mismo. es tu padre pero tambien es tu señor.

Los huesos son los huesos...

Dice encogiendo los hombros.

Las cosas son como deben ser, no hay vuelta de hoja. -Refiriendose a las pieles comenta- No quiero comprarlas, era solo curiosidad, seguro que puedes sacarles un buen precio.

Acariciando la capa de alce dice.

Fue más suerte que otra cosa, tal vez Urll me sonrió, aunque en realidad es un regalo para mi padre, aunque me dejo llevarla en una noche tan señalada.

Una vez más sonríe.

-¡¡He viiiiiistooo!!!........ Ah, oh ¡cuervo! ven conmigo...

Olaf recoge sus magras posesiones y sale tambaleandose de la choza. -¡Apartad, cerdos, nos llama el destino! ¡Vuela, cuervo! ¡Bicho haragán!- Camina tan de mañana, a la luz gris del amanecer acompañando a los primeros esclavos que hacen sus tareas. Se planta ante la casa de Guntar pies Fríos y llama con fuerza...

-Golpéa, Cuervo golpéa para que nos oigan. Eeeeeeh!!! ahi dentro!!!! ha llegado un mensaje de los dioses!!! Ha de ser relatado, para evitar desgracias!!!

Por Odínn, padre mío, ¿qué sueño es este?... me encuentro sobrecogida (atemorizada nunca, por Thor)...
será mejor que me levante.... buf, qué frío hace ya.. este año nevará pronto... menos mal que los cargamentos de invierno están más que colmados, y no faltará fuego en los hogares de Gunnar... (atiza la lumbre)
...mmmhhh, este tazón de leche de cabra me reconforta... bueno, ya puestos, echemos un poco de pan y queso cremoso a tostar... ... ... esto está mejor...

Se asoma a la puerta de la cabaña... aullan varios perros a lo lejos... se oye apenas el suave chapoteo de las olas de la bahía contra los cascos de los drakkares, y el ruido del cordaje de ese marcante franco que se ha atrevido a venir a comerciar, tan al norte... no debe demorarse mucho, o se encontrará con el mal tiempo de otoño...

De vuelta en el hogar, piensa en el significado de la visión, pues ya por eso lo tiene... y ... las voces de mi cabeza... "busca el árbol, sal de tu casa, entra en tu casa"....
...
¡¡Por Odín!!

Había un gran árbol en la cima de una montaña, y Thor lo ha señalado... (ha identificado a Thor, muy familiar)
.. pero el resto del sueño es complicado...

la serpiente supongo que será el mal... los cuervos son de Odín... mi Señor vigila al mal que se agita, y lucha con él, pero pierde... y viene Thor en su ayuda, como no podía ser menos, ... los vikingos somos guerreros, muy buenos,... ... ¿será que hemos de ayudar a Odínn, que yo he de hacerlo? ¡me llama mi Señor!.... pero ¿cómo estar segura?....

Brunhild pasa largo rato sumida en profunda cavilación, mientras ejecuta distraidamente movimientos de entrenamiento con la daga... mirando al fuego.
Afuera, lentamente la noche termina su viaje, y empieza a clarear....

Buf, será mejor que me levante, puedo estar asi hasta que llegue el Ragnarok, y no habré sacado nada en claro... necesito alguien más sabio que yo.... pediré consejo a mi padre.

Y cuando Gunnar se levanta y sale a meter la cabeza y el torso desnudos en el pilón helado de fuera, prepara un buén desayuno: gachas de avena con leche de cabra, pan moreno y queso, tocino crepitante del fuego y manzanas.

Se sienta a verle comer, y empieza a relatarle el sueño....

(A Lörky)

Gracias compañero, la verdad es que me reconforta saber que estaréis un poco pendientes, sólo por si acaso....
de todas formas, no quiero que por mi culpa os priveis de la fiesta y del banquete....

...¡por Odín!, habrá becerros enteros asándose, ocas y cerdos, conejos y bacalaos recién traídos del fiordo...
agua fresca, para las mujeres y los niños, y los guardias de servicio, cerveza de cebada y centeno, hidromiel, vino dulce del sur, ese que nuestro Jarl ¡larga salud nos lo conserve! ha adquirido al comerciante franco que viene todos los años a mercar a Uppsala....

no, ¡por Thor!, no debéis perdeoslo. De todas formas, me espera una noche de velar, y rogar a Odín que esté conmigo en esa hora... confío en él, soy su hija.

Tornjborj, no pagues con nosotros tu enfado. Tu padre es sabio, si teme por tu vida es por lo que nos pone para vigilarte. Solo es un dia, no te preocupes no te molestaremos. Desarrolla el dia normalmente, nosotros solo estaremos pendientes de ti en todo momento, estaras mas segura.

A medida que desgranas la descripción de tu sueño, la mirada de tu padre, al principio alegre por el anticipado disfrute del espléndido desayuno, se va tornando grave y preocupada. Te escucha con atención, y no te interrumpe hasta que terminas.

Has recorrido, hija mía, un duro camino para alguien tan joven. Cuando los huesos hablaron, al principio me negué a creerlo, pensé durante largas noches que los designios estaban equivocados, que no era más que una broma que me gastaba el Invencible..., tanta cosas... - te dice con una franqueza a la que no estás acostumbrada. Son duras palabras para un Godi de Odín .

Quizá te sorprendan mis palabras - añade, interpretando a la perfección la expresión de tu rostro - y aún más lo que voy a decirte: nunca antes de ahora creí por un momento que estarías preparada. Ahora me arrepiento, y te pido perdón. Debes disculpar a un padre por querer demasiado a su única hija. Esas..., voces que decías escuchar me preocupaban, pero no supe leerlas, y por momentos me parecieron mundanos desvaríos de un a mente enferma, tan equivocado estaba.

Ahora, sin embargo, veo dolorosamente en ellas como en un pulido trozo de hielo. Ese sueño, hija, es una señal, un símbolo inequívoco de mi vergüenza, de mi falta de fe - continúa, poniéndose en pie, con la voz inflamada por la emoción - ¿Cómo si no habrías visto cosas que están más allá de tu conocimiento y comprensión, con tanta claridad, con tanta...?

Dándose la vuelta, eleva sus ojos hacia la figura de Odín que corona el comedor. Guarda algunos instantes de silencio. Nunca le habías visto tan alterado, y te parece que trata de controlarse. Sin mirarte, continúa hablando.

¿El mal, dices? - pregunta, al parecer sin esperar respuesta - No, hija, no has visto el mal, o tal vez sí, en cierta manera. Creo más bien que es una manifestación del Caos, del que nada sabes, y mejor será que nada sepas por el momento...

Creo... - prosigue con gran tristeza en la voz - que los Aesir juegan con nosotros, y te han elegido a ti para sus juegos. Hay, o va a haber, una guerra. Luchan entre ellos. Quizá ya ha empezado, tal vez nunca llegue a ocurrir. Nada más puedo, ni debo, decirte, pues debes descubrir tu destino por ti misma. El Tuerto Tramposo no me quiere en esta partida.

No hablemos más de todo esto. Tiempo habrá para estas cosas tras la Ceremonia - termina, dando por zanjada la cuestión - Debes prepararte. Quizá un paseo te ayude a ver las cosas con más claridad. Dedicaremos la tarde a los ritos previos, lo tendré todo dispuesto a tu regreso.

Sin añadir más, se levanta y permanece de pie, dándote la espalda, contemplando de nuevo la figura a la que escoltan un cuervo y un lobo.

Volviéndome de nuevo y torciendo la boca

Mi padre es sabio, mi padre es sabio, bla, bla, bla. luego, alzando con los brazos doblados hacia mí, señalándome ¿Y yo? ¿por quién me tomais? ¿acaso no me creeis capaz de defenderme por mí misma? bajo una mano mientras me giro Bah, da igual, diga lo que diga no cambiará las cosas.