Partida Rol por web

Os miráis los tres con evidente disgusto, pero sin atreveros a contradecirla demasiado. Es un verdadero fastidio que os hayan estropeado la fiesta con este encarguito. Tornbjorg puede ser pedante, insoportable, rebelde y pendenciera.

Además, es una mujer. Pero claro, esta "mujercita" es apenas más pequeña que Lörky (mide más de dos metros) y todos habéis visto como se las gasta con una espada en la mano, y si no que se lo digan a Urik el Guapo, más conocido desde que decidió desafiarla como Urik, el Cojitranco.

Tornbjorg sigue rezongando, pero ya no le prestáis atención. Un sonido se mezcla con el rítmico golpeteo de Rodgarl el Torvo. De hecho, alguien parece estar golpeando la puerta de entrada sin demasiada convicción.

Os dais cuenta de que, con el ajetreo, habéis olvidado poner a alguien de guardia.

De todas maneras, es bastante extraño, la puerta, aunque cerrada para aislar la estancia del frío, no está apuntalada con estacas ni cerradura alguna. Si alguien quiere entrar en casa de Guntar, sencillamente entra.

Mientras pensáis todo esto, os parece oír alguien que grita en el exterior. Distinguís Ehhhhh! y Ahí dentro!!!! con meridiana claridad. También parece que dice dioses y, quizá, mensaje. El resto, gracias al entusiasmo profesional del bueno del herrero, es inaudible.

Continúas exponiendo con entusiasmo tus puntos de vista, la actitud de Guntar te ha sacado de tus casillas y necesitas hablar...

De repente descubres con sorpresa que los hombres encargados de protegerte no solo no te prestan atención, sino que intercambian miradas cómplices y puedes adivinar la risa contenida en sus expresiones.

Sin duda, SE ESTÁN RIENDO DE TI.

No lo entiendes, tu cólera es tan legendaria como tu habilidad en el combate, Y si no que se lo digan a Urik el Guapo, más conocido desde que decidió desafiarte como Urik, el Cojitranco. Sin embargo, así es. Se han atrevido..., SE ATREVEN A REIRSE DE TORNBJORG!.

Está claro, ¿no?. Ha pifiado conocimiento humano la pobre. Estoy deseando ver qué resulta de todo esto...

La sólida puerta de roble parece oponerse a tus deseos, y te parece que con empecinada determinación absorbe el sonido de lo que deberían ser fuertes y estruendosos sonidos, parecidos a truenos, cuando la golpeas con todas tus fuerzas. Es probable que tenga algún tipo de protección mágica, y además estás seguro de que está fuertemente asegurada por dentro.

La plaza, habitualmente bulliciosa, te parece ahora extrañamente despoblada, si bien no has tenido oportunidad de fijarte demasiado debido a la premura con la que has corrido hasta la puerta del Jarl y a tu conversación con el cuervo, que te ha impedido oír nada más que el martilleo constante del herrero. Entre las pocas personas que hay ahora mismo deambulando, nadie parece prestarte atención.

Oooootro que pifia, qué divertido es esto!

Según voy a salir por la puerta, me giro rápidamente con los ojos inyectados de sangre ¿qué se creen estos estúpidos para ignorarme? ¿no saben quién soy? me acerco con pasos decididos hasta quedar cerca de ellos. Menos Lorky, el resto no tiene más remedio que levantar la vista para mirarme a los ojos

¿osais reiros de mí? ¡Eh!¿¡Eh!? les increpo pasando de una cara a otra ¿OS HACE MUCHA GRACIA? ¿ATRAVEÍS A DESAFIARME, VOSOTROS QUIENES HABEIS JURADO DEFENDER ESTA CASA? ¿VOSOTROS, ORGULLOSOS DE SERVIR AL JARL?

Se hace un silencio, roto por la melodía constante del martillo contra el yunque y algún ocasional relincho complacido de Sibarnandan. El caballo, evidentemente muy inteligente para lo que suele ser habitual en su especie, disfruta visiblemente de la expectación que levanta.

A estas horas, la plaza central de Upplands está rebosante de actividad. Casi cuesta moverse entre el gentío que se ha congregado para apreciar al animal. Thorbjorn grita aún con renovada vehemencia las virtudes del podenco, tras una larga pausa para respirar...

De repente, surgiendo entre la multitud, se abre paso hablando a grandes voces un tipo de lo más peculiar, que llama rápidamente vuestra atención. Tremendamente delgado, cubierto por completo de curiosos tatuajes y vestido solo con un taparrabos, llama a voz en grito a un cuervo mientras pasa a vuestro lado como una exhalación, tropieza contra el hombro de Unn sin detener su camino y se planta con decisión apenas unos metros más adelante, ante la casa del Jarl.

Golpea la gran puerta de roble, y aunque apenas se puede oír lo que dice entre el clamor que ha levantado su descuidada carga entre la gente, distinguís con claridad las palabras Ehhhhh! y Ahí dentro!!!!. También parece que dice algo de dioses y, quizá, mensaje.

La lluvía parece haber remitido un poco, aunque esto solo ha servido para que el frío se recrudezca. A estas horas, la plaza central de Upplands está rebosante de actividad. Casi cuesta moverse entre el gentío que se ha congregado alrededor de los establos de Thorbjorn el Ruidoso, quién haciendo honor a su apodo vocifera por encima del constante martilleo del herrero las virtudes de un extraordinario caballo negro que reconoces como Sibarnandan, el negro. Su voz es como un trueno.

Y podría venderlo a cualquier mercader por al menos, diez mil peniques o más - se pavonea ante la decena de personas que le rodean, mientras El Negro, que parece entender las palabras de su criador, muestra su belleza paseando en circulo alrededor del corral, mostrando altivo todos sus perfiles - Y sin embargo, le sacrificaré a Odín..., gratis!. Así lo han dicho los huesos, que no se diga nunca que Thorbjorn no cumple con sus obligaciones con el Tuerto, jojojojo... - Thorbjorn grita aún con renovada vehemencia las virtudes del podenco, tras una larga pausa para respirar...

Un destello llama tu atención. Hay un tipo que parece llevar una capa piel de alce ¿blanco?. Desde luego, nunca habías visto ninguna. No tienes ni idea de cuánto puede valer..., interesante, sin duda. Parece charlar animadamente con una muchacha escuálida y bajita, con aspecto de cazadora a judgar por las pieles que cuelgan de su mochila. Es bastante feucha, pero a su lado, observas, hay otra mujer que sin duda se lleva la palma de la fealdad. De repente, las maravillas de la ciudad no te parecen tan maravillosas.

Percibes un movimiento a tu derecha, alguien protesta indignado. De repente, surgiendo entre la multitud, se abre paso hablando a grandes voces un tipo de lo más peculiar, que llama rápidamente tu atención. Tremendamente delgado, cubierto por completo de curiosos tatuajes y vestido solo con un taparrabos, habla a voz en grito a un cuervo inexistente mientras pasa como una exhalación, tropieza contra el hombro de la canija sin detener su camino y se planta con decisión apenas unos metros más adelante, ante la casa del Jarl.

Golpea la gran puerta de roble, y aunque apenas se puede oír lo que dice entre el clamor que ha levantado su descuidada carga entre la gente, distingues con claridad las palabras Ehhhhh! y Ahí dentro!!!!. También parece que dice algo de dioses y, quizá, mensaje..., espera un momento..., ¿no es ese el chamán chiflado del que tuviste que huir en aquel pueblucho, cuando se empeñó en decir a quien quisiera escucharle que estaba perdídamente enamorado de tu refinado culito?. Pues sí, es él. Hasta recuerdas su nombre, Otar. Como para olvidarlo.

Y, por supuesto, llueve.

Padre...
Brunhild se acerca vacilante, y extiende una mano lentamente, hasta que se posa en el hombro de Gunnar.

Ojalá pudiera tenerte conmigo siempre...

Una lágrima brilla en las pupilas de la joven, que se da cuenta de la gravedad del momento, y siente tristeza, pues sabe que está viviendo los últimos momentos de lo que más tarde pensará en ello como su infancia feliz...
...el futuro es una cavidad hueca y oscura, que se proyecta hacia el infinito de los dioses...

Eres mi padre, y yo soy tu hija, y lo seré siempre... ¡salve Gunnar, hijo de Thrall, que se perdió en la sangre del gigante, tras un sueño... que los dioses te conserven a su lado por siempre, y tu lanza brille y sea certera!

Gracias por todo lo que me has dado... gracias por ser mi padre...

Brunhild sale del salón, y toma sus armas ... un vikingo debe estar siempre a punto... y también las vikingas que salen de expedición... o que saldrán, llegado el tiempo.

La vista desde la casa de Gunnar es privilegiada... en una elevación del terreno dentro del recinto de la empalizada, la cuesta se adentra en las calles embarradas, llenas de niños, ganado, perros, ... hombres hablando, riendo,... trabajando o entrenándose. Mujeres atareadas con mil recados, con las llaves colgadas del cuello, y paso digno... al fondo el puerto del río, que culebrea hasta un lago cercano. A su vez ese lago desagua en el mar ...cientos de pequeñas embarcaciones evolucionan por las tranquilas aguas, llevando pasca, mercancías, gente,...
Y un majestuoso drakkar enfila hacia la salida al mar...

Brunhild, echa a andar sin rumbo fijo... dejando que sus pies la lleven...

Ottar mira curioso al loco de los tatuajes y mantiene su sonrisa divertido. Con un gesto de complicidad mira a la cazadora y le dice susurrando:

Vaya y pensaba que yo tenía mal aspecto... eso si que es una buena resaca. Amanecer en taparrabos y con el cuerpo pintado, jeje.

Sin esperar a ver si su chanza a sido divertida para su interlocutora, dice:

Por cierto, mi nombre es Ottar. Si necesitas alguna cosa, ya sabes, andaré por aquí...

Brunilda sale de entre la paja de detrás de la taberna tambaleándose, tropieza y cae de bruces sobre el abrevadero, empapándose desde el pecho hasta el ultimo pelo de lo que parece su barba... que en realidad es su pelo enmarañado hasta lo indecible con paja y barro...

Desde que salió de huyendo de su padre y su pueblo, no ha hecho mas que beber y tontear con malnacidos que solo pensaban en tocar sus tetas y su culo, y todo a cambio de "...OTRO CUERNO MAS!!!".

Mierda! ya sabia yo que ese ultimo cuerno de hidromiel estaba envenenado!!! Piensa mientras se lava la cara, a penas se da cuenta del frio que hace, solo del dolor de cabeza que gracias a ese frio del agua parece mitigarse…

Cuando por fin parece que la mujer que hay debajo de tanta mugre empieza a aparecer, Brunilda ve un manto blanco que de inmediato la hipnotiza

Por Odín, como es posible que un hombre tan joven luzca una piel tan rara como esa??? Ahh!! Ya veo… parece que ha venido a “cazar”, mira como esa inocente jovencita se embelesa con él, seguro que la intenta engañar con el truco de “que bonitas pieles, las cazaste con lazo o cepo?”… pero ten cuidad hombretón, no pienso dejar que un berzotas como tu le haga daño a esa joven…

Pero…que ven mis ojos, ese extraño arco que lleva, parece igualito que los que Birggonote decía que los Bretones usaban, siempre pensé que era un embustero, pero ahora…

No puede ser, un hombre tan joven, con un arma y una piel así, no puede ser mas que un aventurero experimentado, intentando reclutar un grupo para…

No termina ni de pensar la frase, de repente un pequeño tumulto la arrastra hacia el grupo de personas que observa a un vanidoso hombre paseando al caballo mas hermoso que Brunilda ha visto en su vida.

No puedo dejarles escapar, es mi oportunidad de abandonar esta mierda de vida, tengo que formar parte de ese grupo cuando salgan del pueblo… No les perderé de vista…

Según piensa esto, se da cuenta que se ha quedado sola, el grupo de personas se ha ido desplazando con el hombre del caballo, y se ha quedado en la mitad de la plaza observando fijamente al hombre del extraño arco y capa blanca y a la jovencita.

Una cosita...

en la historia de mi personaje mencione a Olaf Bjomson... es posible que le conozca, o era otro Olaf Bjomson??

lo digo por interpretar de una u otra menera...

Oído cocina. Es éste Olaf. Cuéntame en Creación de personajes que relación tienes con él y tal un poco más extensamente y avanzamos.

Mientras habláis no podéis dejar de notar la mirada fija de la joven que está a vuestro lado. Parece pendiente de cada una de vuestras palabras. Sin duda, es la mujer más fea que habéis visto, pero esto no deja de llamar en cierta manera vuestra atención.

Nota: Estrictamente, ninguno sois una beldad. Ottar aspecto 9, Unn aspecto 8, Brunilda aspecto 7, para que os hagáis una idea.

Es él… como se llamaba?... Olfag?, Oltraf?...

Vine a Uppsland porque cuando me predijo el futuro me dijo que aquí empezaría realmente mi vida, porque por fin se me desvelaría lo que Njor me tiene reservado, una vida de aventuras, diversión y hombre apuestos…

Y justo aparece ahora, cuando el pelirrojo de capa blanca se giraba a mirarme… espero que no me haya pillado observándole…

OLAF, OLAF BJOMSON!!! Te acuerdas de mí?

Grita mientras se acerca a él...

Ottar mira atento la escena, cuando la extraña chica con pinta de marinera comienza a llamar a voces al loco del taparrabos...

Templando el animo, el grandullon comenta a la dama.

Tranquila Tornbjorg, todos sabemos quien eres. Deja que hagamos nuestro trabajo, nos ganamos el sueldo y creo que ya lo hemos demostrado sobradamente. Venid, veamos que pasa ahi fuera, alguien esta en el quicio de la puerta.

(A Brunilda) -¿quién? ¿cual?- Se vuelve bruscamente- Mira quién está aqui, cuervo, Brunilda Erikson en persona ¿eh?- Pone los ojos en blanco- Nos ha llamado el destino, jajajajaja, cuervo, otra señal. Si que me acuerdo, si, tantas veces tuvimos que atender a tu padre- Se acerca y la mira de los pies a la cabeza, con un poco de envidia al fijarse en sus más que contundentes atributos. -¡¡Dile que aporree esta puerta como ella sólo sabe, cuervo!!, ha sonado la hora del destino, por Odín...

La mira una vez más, los ojos pitañosos, tremendamente claros, sus tatuajes rituales en el entrecejo, los párpados, las tetillas del escuálido pecho, los anillos del anular de la mano derecha y el meñique de la izquierda, las trenzas hechas en el pelo, por otra parte enmarañado con el barro impregnado de aceite de ballena, perfumado con las más olorosas hierbas... Olaf inspira el aire frío de la mañana y espera poniendo el gesto digno de las mujeres sabias, la postura requerida a su rango y conocimientos, aunque no precisamente a su sexo...