Partida Rol por web

Con mis más de dos metros de estatura, larga melena rubia, ojos azules y cara un poco cuadrada, visto unos pantalones de cuero acabados en unas botas de caña alta, una camisa y unas pieles cubriéndome el torso, permanezco de pie, a la derecha de Guntar, con los brazos cruzados, observando la escena que se ha formado ante nosotros

Por el amor de todos los dioses ¿qué pretendeis?, no sé qué le habrá picado a ese viejo loco pero ¿y al resto? ese canijo del cuerno no es de por aquí ¿por qué estará junto a Ottar y Brunhild? mucho me temo que la celebración de mañana será algo más agitada que las últimas.

Acostumbrado a borrachos, locos y gente extraña, el guardia del Jarl se limita a escuchar la disertacion y mirando al grupo, se atreva a comentar.

Guntar, mi señor, cuando deseeis y si es su deseo, los echamos de aqui raudos, el hedor de este viejo loco puede tumbar a varias vacas.

Podemos sacarle y darle un remojon en el rio, seria bueno para todos, si asi lo considerais.

Lórky no es lo que se puede decir un bello vikingo, mas bien corresponde a la imagen del guerrero hosco y poco agraciado. Su inmenso tamaño hace que destaque en cualquier grupo o lugar y su aspecto es bastante desaliñado y desagradable. Tiene un par de cicatrices en el menton, fruto de sus muchas peleas de bar, asi como una amplia cicatriz en la parte alta de su cabeza, seguramente de alguna espada roma o de un buen cachiporrazo.

Su aspecto no difiere demasiado de la de un guardia de elite de un señor, los famosos Houscarls. Su elemento diferenciador es su gran embergadura y altura, que le hacen paracer un guerrero temible en comparacion con sus compañeros.

Lleva una armadura bezanteada y un casco con dos cuernos, pero que salen hacia delante y no a los lados. Usa ropajes oscuros y pieles. Tiene un tatuaje de Odin en su hombro y una imagen de dragon en su pecho, simbolo del mascaron de proa del Drakkar de su antiguo clan.

Brunilda había entrado al Gran Salón porque tenia curiosidad, a parte, por supuesto, de que esas dos bestias hubieran cogido a Olaf y lo arrastraran al interior, y claro esta, a la amable invitación también ayudo…

Sabia que no estaba engalanada para la ocasión,  los pantalones, el delantal y la blusa, que siempre vestía, estaban sucios, por lo que procuro colocarse al fondo, donde pudiera pasar desapercibida.

Desde que su padre le hiciera las heridas en la cara y de que tuviera la “gran idea” de intentar disimular las cicatrices tatuándose unas líneas negras que salían de los lados de la nariz y luego discurrían paralelas al mentón, tenia la sensación de que todo el mundo la miraba…

Desde luego, no es la mejor idea que has tenido nunca Brunildita… Necesitas hablar con Olaf, pero esta gente parece dispuesta a expulsarle de Uppsland, o cuando menos a bañarlo… ¿y si su magia se disipa si desaparece su mierda? Tengo que impedirlo… pero ¿Cómo hacerlo? Ya sé, si le bañan, me bañare con el, así se me pegara algo de su mierda mágica…

Apenas termina de pensar esto, se sorprende a si misma oyéndose decir en alta voz:

¡Oigamos lo que tiene que decir el chaman!!! Estoy convencida de que es importante!!! No obstante, y si Guntar pies fríos decide que es una patraña… me bañare con el en el rio como penitencia…

Ottar se pone en pie tras ayudar a la mujer a recuperarse y se coloca la capa de alce albino, sorprendido por lo ideal de la situación para vestir semejante gala. No obstante y viendo que el río es bastante recurrenrte, decide no meter baza y permanecer en silencio.

Aquí a la mínima te tiran al río. Por Odín, ya me bañé hace 15 días...

Vaya, pues parece que sí habrá lio al final, o si no para qué encerrarnos a todos aquí, gente tan diferente y extraña?

Ella misma no se siente encajar muy a menudo, Es aparentemente frágil, no muy alta y delgada, se mueve con suavidad, puede que por el tiempo pasado en el bosque acechando presas. Viste botas y ropas el colores neutros, marrones y grises, para pasar desapercibida, algo que parece no haber logrado en este pueblo a juzgar por la situación en la que se encuentra. Lleva un arco corto, lanza corta y una daga.

No tiene idea de cómo acabará todo ésto, así que de momento prefiere quedarse en segunda fila y observarla  la escena.

Guntar mira hacia la izquierda y hace una mueca de disgusto al no encontrar a su consejero. Parece que el mohín de Otar, al reconocer a Svein, ha terminado de exhasperarlo.

Luego se toma su tiempo para miraros con detenimiento, uno por uno. El humo se eleva hacia el alto techo, y la presencia de las cabezas de animales, inmóviles, os incomoda. Todos ellos son excelentes ejemplares de su especie, aunque el oso sobre la cabeza del Jarl, sin duda, destaca por encima de todos.

Cerrad, y que nadie excepto Kolbein entre o salga hasta que hayamos terminado - ordena en primer lugar a Kirk y Baraka, haciendo una señal con la mano hacia la puerta.

Los días son ya cortos - dice por fin, señalando los ventanales que se abren a ambos lados. En efecto, la luz que por ellos entra mengüa ostensiblemente - y mi tiempo escaso. Al contrario que vuestras palabras, que harían durar eternamente la Thing de mañana si este caso llegara a ella... -añade, con evidente desgana - Sin embargo, la Godi ha hablado, y a pesar de mis dudas escucharé..., pero os advierto de que no abuséis de mi paciencia.

Scald, eres bienvenido, pero te aconsejo que uses tu palabrería en la fiesta de esta noche para divertirnos. Hazlo bien y serás recompensado, pero mejor te irá si vigilas con quién te relacionas - añade dirigiéndose a Svein con tono de reproche - En cuanto a Brunilda, hija de Erik, todos conocemos tu triste historia, que no es lugar ni momento para juzgar.No sé qué relación te une a este..., hombre, pero mejor será que permanezcas al margen, por el momento.

Escucharé lo que tengas que decir, y decidiré. Aunque te advierto de que no soy hombre en exceso religioso, y tu jerga me resulta incomprensible - continúa, hablando directamente a Olaf - Quizá puedas curar, o veas a los dioses..., pero desde luego estás loco como una cabra a la que se le han retirado sus crías antes de terminar de amamantarlas, y tus inclinaciones son..., cuando menos, enfermizas. Cuida tus palabras, no hagas que me arrepienta de haberte admitido en Upplands... - acaba, con cierto tono de amenaza velada.

Baraka hace caso isofacto de las palabras del Jarl. Se dirige hacia la puerta y las cierra quedandose alli visionando la escena completa de la sala llena de gente.

La mayor parte de estos han entrado para cotillear la sala, Este Olaf... deberia tranquilizarse, dejar de beber, su sabiduria es conocid aen el cuerpo, pero para Guntar nos es mas que un viejo loco y borracho... Menos mas que Brunilda a actuado, parece que asi Guntar le ha echo caso...

Olaf se yergue sobre sus finas piernas, todo rodillas, recompone su capa, una vez más, se atusa un poco la melena y comienza su discurso:

-¡Padre del pueblo! Espero no haber perturbado en exceso tus deliberaciones, era necesario. Bien sabes que no acostumbro a hacer semejantes demostraciones, y además estoy sobrio. De mi aroma, mejor no hablar. He dicho, ¿verdad cuervo?, que camino por dos mundos, y que oigo y veo cosas que se os escapan. ¿Parezco débil? ¿Frágil? No es así en el otro mundo. Ahora va a hablaros Cuervo, aquel que me fue enviado por Odín, tras ganarme el derecho en mi lucha con el hombre perverso, el que habita en las pesadillas.

Olaf adopta la extraña postura de antes, sus ojos se agrandan, adelanta el mentón, mueve los brazos de forma rara, como haría un pájaro, camina, de vez en cuando, mientras habla, como si lo hiciera con dos zancos. La voz ronca, pedregosa.

-Saludos, humanos, saludos, padre. He aquí: el destino nos ha reunido. Diremos lo que tengamos que decir y callaremos después. Una cosa adelantamos ¡no nos gusta el agua! Graaaaaaak.

Hemos visto decenas de cuervos en el cielo, luchando con una enorme criatura con forma de serpiente. En la lejanía oteaba un ser alado, con cuerpo de león, garras y pico de águila, que planeaba por encima de lo que parecía la cumbre de una montaña. Estuvo el combate equilibrado por un tiempo, si, pero poco a poco los cuervos iban siendo derrotados.

Hemos visto cómo un trueno sonaba, y un rayo caía, y las nubes tomaban la forma de un carro tirado por cabras. Detiénese el carro, oh padre, Graaaaaaaak, y desciende el guerrero que lo guía, y avanza a lomos del resplandor del relámpago. Hemos visto, si, cómo alza su martillo y golpéa a la serpiente, que cae. Los cuervos revolotean alrededor.

¡Hemos viiiisto, por último! Graaaaaaak, como el guerrero lanza su martillo a la cima de la montaña, haciendo que penetre en ella con gran estruendo.

Olaf deja su postura antinatural. Enfoca la vista y sigue hablando:

-Es Cuervo, si, ahora diré lo que pienso yo, en un lenguaje más comprensible. Así, la Godi aquí presente podrá completar lo que se, o enmendarlo. ¿Eh Cuervo? Bien.

La bandada de cuervos es el mismo Odín, que lucha. La serpiente es algo desconocido que nos amenaza, un intruso, un extraño, un poder por derecho propio, cuando el propio invencible no puede derrotarla. He aquí, que llega Thor, la fuerza, hijo de la sabiduría y sale victorioso. No siempre es suficiente la sabiduría, Guntar, a veces es necesaria la fuerza: se prepara una guerra, si es que no ha comenzado ya. ¡Apresta a tus vikingos, Guntar!

De la montaña, nada se, pero Thor nos la señala ¡Hay que encontrarla! Vi que estaba cerca de la costa ¿no es así, Cuervo? La criatura voladora, es un testigo. Los conozco por los cuentos de niños, un Grifón, cuentos que mencionan algunos, al regresar de largos viajes al oeste.

De otra cosa me acuerdo, Jarl, ¿no dicen las habladurías que Thorbjorn, el de los caballos viajó por el oeste en su juventud?

De los hechos acaecidos en este día, tras el sueño, algo más diré. ¡No es casualidad que estemos en esta sala los que estamos! ¡Nos ha reunido el destino!

Brunilda esta cejijunta, no le ha gustado el tono de compasión que le ha parecido percibir en las frases que el Jarl le ha dirigido…

… ese viejo no tiene derecho a tenerme pena!!

En que momento alzaría yo la voz para que todos escucháramos a Olaf, ese chaman no quiere sino liarnos en un buen lio… ¿Qué tenemos todos nosotros que ver con la lucha entre los dioses? Si Odín quiere o tiene que enfrentarse con un poder en alza, ¿que tenemos nosotros que opinar al respecto? Ni que nos hubiera pedido consejo… o ayuda…

Brunilda observa las reacciones de Guntar Pies fríos, y “otea” a todas las personas que están en la sala, especialmente al Jarl y su famoso bastón,

¡Que madera tan rara!, ¿tiene signos grabados? …¿piedras?... manera de sujetar el bastón…

También "otea" las cabezas de animales colgadas de las paredes... y por supuesto... al famoso oso...

Notas que un suave tirón en la capa. Cuando vuelves la cabeza a mirar no ves a nadie, pero fijándote detrás del trono la pequeña Gyda intenta llamar tu atención con la cara entre seria y asustada, supones que por el enfado que manifiesta a grandes voces Guntar.

La madera del bastón es tremendamente negra, no es un tono marrón oscuro que se corresponda con ninguna madera que hayas visto nunca ni de la que hayas oído hablar. Cuando se reclina sobre él para escuchar, la luz del hogar se refleja por un momento y te parece que podría tener algunas muescas o grabados justo en el lugar donde suele cogerlo, aunque no podrías asegurarlo.

Las cabezas de los animales no te parecen más que eso, aunque lo notable de los ejemplares te hace pensar que quien haya obtenido estos trofeos es un cazador de dotes extraordinarias.

Un leve movimiento llama tu atención. Una pequeña manita sale de detrás del trono y tironea levemente de la capa de Tornbjorg.

Ottar baja la cabeza y en un susurro apenas audible dice para si mismo.

Que destino ni que ocho cuartos... fuiste tu, loco, el que nos ha reunido con tanta escandalera.

De pronto se da cuenta de que sus palabras pueden haber sonado más alto de lo que el quería y comienza a mirar hacia los lados mientras hace como se pelea con una hebra de carne atrapada entre sus muelas, hurgando con la uña del pulgar.

Mientras Olaf suelta sus visiones, me giro hacia atrás y desaparezco.

Al ver a Gilda, me giro y desaparezco hasta llegar a ella. Una vez, pongo mis manos sobre sus hombros y, arrodillándome

¿Qué te ocurre? no pasa nada, ya sabes que papá tiene esos arranques de vez en cuando

Mientras habla Olaf, un sudor frío recorre la frente de Brunhild, y mira con renovado interés a los alli reunidos....

De modo que aqui empieza... en esta sala, y estos son los compañeros que las Nornas han traido con sus urdimbres, para que se cumpla la voluntad de los Dioses...

Con esto se dirige a todos....

Guntar, compañeros y compañeras, aquí reunidos.... escuchad mis palabras...

Es tiempo de cantar en el asiento del Sabio, de eso que en el Pozo de Urd yo vi en silencio...
vi, y pensé....

… escuchad mi consejo: viajaréis bien si lo seguís, os ayudará si lo consideráis...
...palabras de Odhinn...

Mucho tiempo escuché a las Runas de los Hombres hablar,
palabras por palabras
hechos por hechos

… Runas encontraréis, y estrofas legibles, Estrofas muy fuertes, Estrofas muy robustas, Estrofas que Bolthor pintó, Hechas por poderes enormes, Grabadas por el Dios Profético,

… para los Dioses, por Odín
… para los elfos por Dain,
por Dvalin también, para los enanos
Por Asvid para los odiosos gigantes...

aprended cómo cortarlas, aprended cómo leerlas, aprended cómo pintarlas,
aprended cómo probarlas, aprended cómo evocarlas, aprended cómo anotarlas,

… aprended cómo dispersarlas, aprended cómo dispersarlas...

sabed que el sueño que ha narrado Olaf, también lo tuvo la hija de Gunnar,

palabra por palabra
hecho por hecho

Testimoniad pues aquí y ahora ante los compañeros y ante los dioses qué señales del Destino habeis visto, con la mirada interior, o en el mundo de la luz...

Y que mañana en la ceremonia nos concedan los Ases una señal

He dicho.

El Sabio ha dicho palabras en el vestíbulo.
Necesaro para los hombres es saber.
Innecesario para los Trolls es saber.
Hail al portavoz.
Hail al conocedor.
Júbilo a quienes han entendido.
Deleite a los que han escuchado.

Se hace el silencio tras las palabras de la sacerdotisa. Guntar Pies Fríos mira a Brunhild apreciativamente durante unos largos instantes, para luego decir:

Ah, Godi. Sí, Godi de Odín, pues bien te has ganado ese título, benditos sean los huesos de Svala. Algún mensaje han querido los Poderes hacernos llegar, por extraños caminos - mira a Olaf con algo de desconfianza - más si ni siquiera con la sabiduría que te ha sido otorgada puedes desentrañar sus significado, tal vez como dices haya que esperar al día de mañana para...

Tres fuertes golpes se oyen en la puerta, interrumpiendo al Jarl. Baraka la entreabre, para franquear después con un asentimiento el paso de Kolbein el Sajón, acompañado de dos houscarls, Olafersson y Jobär. Entran, con las pieles empapadas por la fuerte lluvia y el barro adherido a sus botas hasta las rodillas. Podéis ver tras ellos cómo los habitantes del pueblo están reunidos ante la casa, formando pequeños grupos que se van haciendo cada vez más numerosos.

Sin decir nada, Kolbein se adelanta hasta el trono y acercándo su rostro al oído de Guntar le susurra en voz muy baja unas palabras. La mirada del Jarl muestra preocupación y quizá un poco de enfado ante las novedades. Responde a su vez al sajón, también en voz muy baja, y éste asiente con gravedad y vuelve a dirigirse hacia la puerta.

Bien - el Jarl se dirige de nuevo a vosotros, con gran seriedad - Aunque no hemos aclarado por completo este incidente, no hay ofendidos. Por tanto, digo que Olaf, aquí presente, no es culpable de ningún crimen contra Upplands, excepto el de su falta de higiene. Y ordeno que sea lavado antes de volver a presentarse ante mi - hace una señal a Kirk y Lörky, señalando al chamán con el dedo.

Abriremos ahora las puertas - dice en alta voz, para que Baraka, Olafersson y Jobär puedan oírle - Que entre mi pueblo!. Continuaremos la fiesta. Sacad la hidromiel, y el vino, y comida en abundancia! Skald, ganáos el pan y alegradnos con una canción... - añade, dirigiéndose a Svein.

Pronto la sala se va llenando con los ciudadanos que la ocupan con prisa, huyendo de la fría lluvia exterior. Aquí están todos, Thobjorn el Ruidoso entra dando grandes voces, incluso el herrero ha dejado su fragua y se acerca a las esclavas que comienzan a servir el vino con su delantal de cuero. Del jactancioso Otkel no hay ni rastro, de momento.
 

Tengo miedo, Torn... - te susurra muy asustada aferrandose a ti con fuerza - Yo también he visto todo lo que dice ese hombre que huele mal..., lo soñé añoche. La serpiente era horrible, y me miraba a mi, como si fuera a hacerme daño. Y yo no le he hecho nada..., me miraba fíjamente, y tenía los ojos rojos... - añade llorando a lágrima viva

Os miráis cuando Guntar os señala a Olaf. Parece que siempre os toca "lavar" los trapos sucios...

Kirk y Lörky, los enorme houscarls, comienzan a avanzar hacia ti nada más terminar el Jarl su discurso.