Partida Rol por web

Demasiado tiempo habéis permanecido en la caverna de Svala. Salís de prisa, animados por los gritos enfervorecidos de Tornbjorg y Brunhild, para descubrir que el paisaje en la explanada ha cambiado.

Vacía se halla la explanada, ni rastro de la multitud que debía recibiros.

Tan solo tres cuerpos yermos tiñen de rojo la blancura de la nieve. Oktel el Jactancioso es el primero que encontráis, su brazo izquierdo apenas unido al cuerpo. Sus balandronadas parecen haberle costado la vida.

Descubrís sin sorpresa los restos de Baraka y Unn. Ella, con una jabalina extrañamente emplumada atravesando su pecho de lado a lado, aún debió debatirse pues llevaba en las manos su arco. Parece aún más pequeña ahora, más insignificante, doblada sobre si misma como un guiñapo en la roja nieve.

Más heridas recibió Baraka, el que fue el Fuerte. Y parece que hirió a su vez, porque mucha sangre hay a su alrededor y se ven pisadas de varios hombres grandes. Muchos golpes y cortes muestra su armadura, peleó con dureza antes de caer.

Así que ese hijo de una puta eslava se ha atrevido al fin..., no quería creerlo - mueve la cabeza con tristeza - En el suelo están mis guerreros, y un ciudadano al que debí proteger. Y MI PROPIA HIJA, MI HIJA!! - se interrumpe, incapaz de hablar por la rabia.

VENGANZA, HOUSCARLS DE GUNTAR!! - grita enfervorecido, no quedará rastro de esas sabandijas sobre la tierra.

Enloquecido, comienza a correr hacia Upplands, y no podéis hacer nada más que seguirle con la sangre hirviendo en vuestras venas. Corréis tras el Jarl, que avanza sin mirar atrás. Svala os sigue sin perder el ritmo.

Roja de ira ante la visión de nuestro pueblo masacrado, soy incapaz de articular palabra, dejando que las palabras de Guntar recorran los cuerpos de cuantos presenciamos la escena.

Con el espadón en la mano, me descuelgo el escudo de la espalda y lo embrazo, siguiendo los pasos de mi padre en busca de la venganza. La sangre de los traidores bañara la tierra de Uppland.

Llegáis a la Explanada de la Thing, descubriendo con sorpresa que las hogueras se han encendido, iluminando la escena como si fuera de día gracias al blanco manto de nieve que cubre el lugar. El Jarl afloja un poco el paso...

ALLÍ, ES UNA DE ESAS CRIATURAS!! - grita en señal de advertencia - Y OTRA ALLÍ! - señala hacia el frente.

En efecto, dos grandes elementales de fuego, similares al ser que combatisteis en el templo, se interponen en vuestro camino.

Sveim corre hasta la explanada sin resuello, conmocionado todavía después de contemplar los cadáveres de sus compañeros, se lleva el cuerno a la boca y sopla sin fuerzas, una débil nota sale del cuerno, el joven lo suelta, sabe que no tiene resuello para un segundo intento, saca el martillo y lo levanta por encima de su cabeza mientras grita entrecortadamente:

¡¡¡GENTE DE UPPLANDS!!!  DEJARÉIS QUE VUESTRO JARL SE ENFRENTE SIN VUESTRA AYUDA A NUESTROS ENEMIGOS, ENPUÑAD VUESTRAS ARMAS Y SALID A BUSCAR VUESTRO LUGAR EL LADO DE ODÍN, NOS ESPERA PARA BRINDAR JUNTOS,

¡¡¡SALID DE VUESTROS AGUJEROS!   ¡¡¡¡¡¡LUCHAD Y GANAD VUESTRO LUGAR EN EL VALHALLAAAAAAAAAA!!!!!!

Brunhild se pone junto a Svala y Olaf, para coordinar las fuerzas de los magos en el combate...

¡Vais a lamentar haber venido a esta ciudad!

Sal Rumhird... sal traidor, da la cara...

AhhhRRRRRRRR!! Muerte y destruccion!! Pagareis con la vida esta afrenta!! Nadie tiene derecho a hacer esto! No estoy dispuesto a sufrir lo que pasé de pequeño!! Ahora soy un guerrero vikingo y vais a ver como se gana uno su entrada en el Valhala!!! ARRR!!!!

Lörky agarra a dos manos su hacha danesa y se coloca a la diestra de Guntar ante lo que pueda pasar.

Olaf ha corrido junto con los demás. Al ver el panorama en la explanada, se junta con los otros dos magos, en retaguardia.

- ¡Malas noticias, graaaak!

Inicia los pases mágicos necesarios para completar su hechizo. A la hora de dirigirlo, lo hace, sin pensarselo mucho, hacia el guerrero más cercano: Lörky

Por qué me meto en estos líos??? 
Yo soy pescadora no guerrera... medita a la vez que se coloca con la lanza protegiendo al Jarl que pasa a su lado hacia la retaguardia...

Ottar se prepara para tomar posición para un disparo certero, con el arco casi tenso y una flecha con plumas de ganso ya deslizándose entre los dedos.

Dejad las vanas palabras, es hora de que hablen las armas. ¡Victoria o muerte!

Malnacidos! se han llevado a la pequeña Gyda!! se han atrevido a atacar a los nuestros!! la expresión de profundo dolor de Kirk se convierte rápidamente en una de fiera rabia -A por ellos!! no debe quedar ni uno en pie, por Thor!!-